Taiwan Today

Millones de jóvenes en el mundo desearían tener la oportunidad de participar en el movimiento estudiantil en pro de la democracia en China continental. Pero, como eso es imposible, tratan de demostrar su apoyo al movimiento, reuniéndose, haciendo recolectas de dinero, donando sangre y escribiendo miles de mensajes a los participantes. Sin embargo, mucha gente, al igual que los estudiantes que perdieron su vida por la causa, no se explica por qué no se puede alcanzar la libertad y la democracia en China continental. Esto es evidente en las democracias occidentales, donde todos nacen libres, pero a veces tienen problemas para definir la palabra "libertad". Los estudiantes de Pekín, privados de libertad desde que nacen, tienen problemas similares para hacer una definición precisa de lo que es "libertad", pero sí saben con certeza por qué no disfrutan de ella, y concentran sus esfuerzos en derrocar a las "águilas" ávidas de poder que les privan de la libertad. Para alcanzar esa meta se debe trazar un plan con objetivos claramente definidos. La meta original de los estudiantes de Pekín de derrocar el régimen corrupto y opresivo, y sustituirlo por un gobierno libre elegido por el pueblo, podría servir de modelo, pero los "medios efectivos" se enfrentan con varios problemas. Quizás, una de las armas prácticas para derrocar al "carnicero" régimen del trío Teng Hsiao-ping, Yang Shang-kun y Li Peng, sea mediante la persuasión moral. Pero ello exige un sentido de la moralidad, que el cruel régimen ha demostrado no tener. Sin embargo, por otra parte, Pekín es vulnerable a presiones políticas y económicas. Las lentas y vacilaciones reacciones de los gobiernos de las democracias occidentales y la postura de "que los negocios se deben mantener normales" adoptada por los círculos comerciales, ponen de manifiesto que el poder del pueblo es la única solución a las atrocidades que se han cometido en China continental. El mérito especial de la democracia occidental y el capitalismo es el hecho de que están sujetos a la persuasión moral. O por lo menos la persuasión moral es utilizada para ganar votos en las elecciones. Para detener la locura del régimen de China comunista y para evitar una devastadora guerra civil, los jóvenes, las personas involucradas y las interesadas deben movilizarse inmediatamente para ejercer masiva presión sobre los gobiernos y círculos comerciales del mundo libre. Todo el mundo en cada país debe organizar manifestaciones, marchas o campañas para escribir cartas y recoger firmas para urgir su propio gobierno a imponer inmediatas y drásticas sanciones diplomáticas, económicas y comerciales contra aquellos grupos de caciques y maníacos belicosos. En resumen, China comunista debe ser aislada hasta que los bandidos como Teng, Yang y Li aprendan que el poder real se obtiene con votos y el apoyo del pueblo, y no con el cañón de una escopeta. De hecho, deshacerse de sus armas, tanques y misiles debería ser una condición para que ellos se reincorporaran al mundo civilizado, y conviene decirles que el mundo civilizado sólo quiere negociar y comerciar con un gobierno representativo que es elegido libremente por su pueblo. La historia moderna ha demostrado que a los mejores gobiernos y organizaciones internacionales en el mundo aún les falta resolución para acabar con la locura marxista. El desafío hoy es cómo ganar valor y contrarrestar el comunismo.