Taiwan Today

Hace unos 40 años, el revolucionario líder comunista Mao Tse-tung, dirigió una sangrienta y sucia sublevación contra el gobierno chino de ese entonces. Aprovechando la crítica situación planteada a raíz de la finalización de la guerra entre China y Japón; Mao, que durante esos años se había "refugiado" en las montañas, salía luego con el objeto de derrocar a las autoridades legalmente constituídas de aquella época. Tal situación hizo que el gobierno legítimo al mando del Gral. Chiang Kai-shek tuviese junto a su pueblo que defenderse primero y refugiarse después en la isla de Formosa, conocida con el nombre de Taiwan. Esta isla y sus alrededores son las únicas porciones de tierra libre que la República de China posee hoy, pues su parte continental quedó dominada desde entonces por el totalitarismo marxista. Así, desde 1949, el pueblo chino en el continente vive bajo la miseria, la humillación, la esclavitud y la muerte. Prueba de ello es la última y reciente matanza del 4 de junio pasado, de miles de estudiantes en la Plaza Tienanmen de Pekín. Miles de jóvenes chinos acaban de ser asesinados por el solo hecho; quizás terrible descaro en un régimen marxista, de reclamar en forma pacífica el derecho a vivir en libertad. Ante tal masacre, el cínico silencio mundial y de la Argentina en particular. El cínico silencio de las organizaciones defensoras de los derechos de "algunos" humanos; el de las abuelas y madres de reconocidos subversivos; el de las agrupaciones y federaciones universitarias; el de periodistas oficiales; el de premios Nobeles de la Paz; el de excancilleres pescadores de merluza; como así también el de las autoridades nacionales. Se pierde aquí una gran oportunidad para defender la verdad histórica de un pueblo integrado por millones de personas, que juntas, claman simplemente por la libertad. La misma libertad que gozan ya sus compatriotas en la isla libre de Taiwan. Es hora que la República Argentina condene categóricamente a quienes hace 40 años usurparon el poder imponiendo el miedo, los hospitales psiquiátricos y los campos de concentración a todo aquel que no estuviese de acuerdo con las ideas comunistas. Es hora que se condene también esta reciente masacre de jóvenes estudiantes; esta tremenda y en este caso verdadera "noche de los lápices". La Argentina tiene la obligación de ponerse humildemente de pie y defender con coraje a través de acciones diplomáticas a aquellos gobernantes que ayer fueron despojados del poder y que hoy legítimamente desde Taiwan luchan con fe y patriotismo para que sus 20 millones de ciudadanos conserven la libertad que tanto les ha costado y puedan así hacérselas llegar a sus 1.100 millones de compatriotas que desde 1949 quedaron atrapados en el continente. Seres humanos iguales que nosotros, pero que en un continente rojo bajo la sombra de la muerte, claman desesperadamente por la vida; que bajo la indignidad de la miseria, anhelan el bienestar; que bajo la soledad de la prisión, reclaman por la libertad; y que bajo el miedo del terror, piden por la paz. Miles de millones de seres humanos; miles de millones de chinos que con gran esfuerzo abren sus ojos y dirigiendo su mirada al mundo entero esperan que algún hombre, algún gobierno, alguien diga basta!, y con lucidez y coraje se tome el compromiso de defenderlos de verdad. Hernan Llerena Armadeo Buenos Aires, Argentina