Taiwan Today

Las elecciones, celebradas a principios de diciembre en la República de China en Taiwan, han sido el foco de atención de toda la nación durante varios meses. Tanto el partido en el Gobierno, el KMT, como el que se encuentra en la oposición, el DPP, han concentrado todos sus esfuerzos en ganar tan importante competición, desplazando un vigor encarnizado hacia su contrario. Ahora que las elecciones ya han terminado y, tanto el Gobierno como los partidos vuelven a su rutina, deben hacer hincapié en los intereses nacionales en beneficio del pueblo y apartar un poco sus intereses partidistas, ya que el desarrollo de los proyectos nacionales hará que aumente el bienestar en nuestra sociedad. En el mes de septiembre pasado, el Gobierno formuló un plan de desarrollo nacional para este período, que fue presentado por el primer ministro, Lee Huan, al Yuan Legislativo. Este plan ha tenido una buena acogida entre los legisladores y la sociedad en general. Una de las principales responsabilidades de este Gobierno es llevar a término exitosamente este plan. En dicho plan se abarcan todos los aspectos que atañen a la sociedad: elevar la calidad de vida, el bienestar social, el mantenimiento de la paz en la sociedad; el desarrollo de la educación, ciencia y tecnología, el fortalecimiento de la estructura económica, elevar el nivel de las comunicaciones y transporte, mejorar la calidad del medio ambiente, proteger los intereses de los trabajadores, el fomento de la producción y comercialización de los productos agrícolas y piscícolas, la expansión de relaciones diplomáticas y asuntos chinos en ultramar y el fortalecimiento de la defensa nacional. En gran medida, este plan tiene como meta la preparación de la nación para entrar en el siglo XXI como una nación plenamente desarrollada. Pero, para llegar a este fin, es necesario el esfuerzo de todo el pueblo y principalmente de la Administración. Desde lo más alto, el Gobierno de la nación, hasta el más bajo estamento de la sociedad han de poner su grano de arena en la consecución de este plan, si queremos que la República de China siga su proceso de prosperidad y bienestar. Según el primer ministro, el plan acoge unos 108 proyectos y medidas individuales bajo las categorías enunciadas más arriba. El orden de prioridad de estas medidas quedará establecido según las necesidades más urgentes. Todo progreso, tanto económico como en las libertades del individuo que pertenece a una sociedad, genera una serie de reacciones sociales en contra que se manifiestan en nuestra vida diaria, haciéndonos pensar en algún momento sobre otros días pasados. Entre estas reacciones antisociales, las principales son el aumento de la delincuencia y criminalidad, la congestión del tráfico en las grandes ciudades, la contaminación ambiental y la subida en espiral del precio de las viviendas. Obviamente, debido a las características tan peculiares en que se encuentra esta provincia libre de China, es necesario también no abandonar por un momento nuestro pensamiento de la defensa de la nación y fortalecerla en la medida en que se pueda. La prosperidad económica hace que el nivel de vida sea más alto y surja un hedonismo que nos hace olvidar la mayoría de las veces, que poseemos una serie de valores tradicionales y morales que nos han llevado a este grado tan alto de vivencia; y que sin el mantenimiento de estos valores y un impulso en la educación nos llevaría a una lucha interna materialista y degradada, que repercutiría en las relaciones con las demás entidades e instituciones sociales que nos rodean. Hagamos que nuestra sociedad en Taiwan sea el reflejo de lo que desean todos los chinos para el siglo XXI, y mantenga la esperanza en un mañana mejor.