Taiwan Today

Según un comunicado de la agencia Reuter desde Pekín, la economía de China continental va dirigida hacia una paralización a causa de la gran baja sufrida en su producción industrial. Fuentes diplomáticas estacionadas en Pekín aseguran que las reformas que se intentaban hacer en China continental han fracasado y se han visto todas las malas cualidades que conlleva una economía centralmente controlada como son el crecimiento de los subsidios, baja eficacia, mal uso de los recursos y el descenso del nivel de vida de los ciudadanos. En un artículo aparecido recientemente en el periódico de economía, Economic Information, se dice que las pérdidas de las empresas del Estado en los primeros 10 meses de este año han alcanzado un promedio del 135 por ciento respecto al mismo período del año anterior. Los costos de producción han sufrido un aumento del 21 por ciento, el doble que el sufrido el año pasado para un mismo período de tiempo, habiendo decrecido los impuestos en un promedio del 17,7 por ciento. "Los viejos defectos permanecen" dice el diario en tono pesimista, "una pobre disciplina laboral, gasto exagerado de energía y recursos, equipo en mal mantenimiento, bajo uso del capital, baja calidad y arbitrariedad en la concesión de bonos y subsidios". Añadido a todo lo dicho antes, habría que hablar de los efectos producidos por el programa de 15 meses de austeridad que ha dado unas consecuencias de disminución de la demanda, aumento del 60 por ciento en los productos almacenados respecto al año anterior y un desempleo de millones de trabajadores. Otros factores no económicos también afectan a la caída de la economía y que han dado lugar a la serie de protestas en contra de los planes políticos y económicos impuestos por el régimen. En un documento político de 39 puntos que fue aprobado en el último pleno del Partido Comunista Chino (PCCh) a principios del mes pasado, no se nombra ninguna medida reformista. No se hace ninguna mención a la reforma del sistema de propiedad privada, lo cual los economistas creen que es fundamental para reavivar la eficacia. En relación a los precios, el documento que aún no ha sido publicado, aboga por una gradual eliminación de los dos sistemas de precios que hay en China continental, bajo los cuales, para un mismo producto, la diferencia es grandísima cuando se vende al estado o a un particular. Este sistema conlleva una serie de abusos, especulaciones y corrupciones que se corregirían si hubiera un único sistema de precios. El plan a largo plazo que había proyectado el expulsado jefe del partido, Chao Tzu-yang, reflejaba la idea de remplazar el precio estatal por un precio de mercado único. Este mismo proyecto lo esperan aplicar los gobiernos en Polonia y Hungría. El documento también hace una llamada hacia el control sobre el dinero y los recursos durante los tres primeros años del período de austeridad (1989-91). Según un diplomático del Europa del Este en Pekín, "Sin la ayuda de los países del Este, China no podrá nunca modernizarse. Su economía se alejará cada vez más de la del resto de los países del mundo. Este es el precio que China continental está pagando por todos los errores cometidos por el régimen y la no admisión de culpabilidad en la consecución de estos errores".