05/05/2024

Taiwan Today

Noticias de Taiwán

ASI NOS VEN: Chinos y chinos

06/06/1986
Por Archibald Dax

EL PAIS, . Montevideo, 7 de mayo de 1986

Es curiosa la "política exterior" de algunos estados con respecto al problema chino. Por ejemplo en América Latina, Nicaragua y Bolivia, que rompieron lazos diplomáticos con la República de China en Taiwan y establecieron relaciones con los comunistas de China continental, quieren ahora reanudar los vínculos económicos con Taiwan, que mantuvieron hasta la ruptura.

La explicación es muy simple: como siempre los comunistas chinos, prometieron el oro y el moro a aquellos gobiernos que decidieran romper con Taiwan, asegurándoles que serían magníficamente recompensados por Pekín. Al fin y al cabo, argumentaban, "Nosotros tenemos una población de más de mil millones, mientras que en Taiwan hay apenas 20 millones de habitantes".

Estas cifras son exactas. La peor mentira es una verdad a medias. La otra parte de la verdad es que el comercio internacional de Taiwan es mayor que el de China continental. Las reservas monetarias de Taiwan superan diez veces las de China comunista y su ingreso per cápita asciende a US$2.800 por año, mientras que el de China comunista es apenas de US$290. y esta enorme diferencia, a pesar de que sólo es cultivable la tercera parte del reducidísimo territorio de Taiwan (36.000 kilómetros cuadrados) y su densidad de población es de 55 habitantes por kilómetro cuadrado (contra 11,5 en China continental) .

Los comunistas de Pekín creen que, como otrora los chinos inventaron la pólvora, ahora ellos han descubierto la economía de mercado. Se han lanzado a una modernización económica, con la ayuda por su puesto, del tal vilipendiado Occidente, que se mostró ansioso de ofrecérsela.

Ultimamente Pekín tuvo que rescindir varios contratos con firmas alemanas, norteamericanas y japonesas, cuando se constató -lo que se debió saber de antemano- que no dispone de los fondos necesarios. Y tampoco en un futuro previsible tendrá los medios para satisfacer las fantasías megalómanas de sus líderes. Todo tiene su límite: ningún estado, por más promisorias que pudieran haber parecido sus potencialidades en deterninado momento, puede simular indefinidamente tener asegurado el futuro. Algunas super empresas capitalistas de las naciones desarrolladas en Occidente, ya se han dado cuenta de esto y están pagando caras todas sus ilusiones.

¿De qué vale un mercado potencial de mil millones de habitantes si estos son paupérrimos e incapaces de rendir el tipo de dividendos que esperan las multinacionales?

En vista del sistemático intento de los comunistas de aislarla internacionalmente, la República de China en Taiwan ha desarrollado una estrategia económico-política que consiste en apoyar efectivamente a los estados que se mantienen fielmente a su lado y no los abandonan en la adversidad. En Africa y especialmente en América Latina, ha realizado una obra de gran magnitud en los campos de la agricultura, industria, pesca, etc., ofreciéndoles a esas naciones, asistencia técnica, crédito, inversiones, etc. Los comunistas chinos, en cambio, no han hecho prácticamente nada en los países de donde desplazaron a los representantes de Taiwan (compraron muchos granos a la Argentina en la época en que hubo malas cosechas mundialmente, pero esto ya se acabó) y por el contrarío, no cumplieron ninguna de sus generosas promesas. Así que ahora les toca el turno de la desilusión a los países en desarrollo: en Africa, Lesotho y Costa de Marfil; en América Latina, Bolivia -que rompió sus relaciones con Taipei ocho días antes de que Siles Zuazo finalizara su desastroso gobierno- y Nicaragua, intentan reanudar las relaciones económicas con la República de China. Si, Nicaragua, un país comunista que, si en más de seis años no sucumbió a los ofrecimientos de Pekín, sabía por qué.

Hoy, tanto la Paz, como Managua, pretenden volver a disfrutar de las mismas ventajas que concedía Taipei antes de que la traicionaran. i Qué ricos tipos! i Quieren la chancha y los cuatro reales!

Dejemos de lado los argumentos políticos, morales y de autodeterminación de los pueblos -aunque estos de por sí deberían ser convincentes cuando se trata de optar entre un país libre y una satrapía comunista (Pekín es responsable del genocidio de su propio pueblo: 50 millones de víctimas y limitémonos a los factores económicos: China comunista es totalmente incapaz de mantener por su propio esfuerzo, una economía libre en beneficio de su pueblo. Si alguien de buena fe y en serio (nota bene: en serio), cree que los comunistas son preferibles a los chinos libres, que se fije muy bien en lo que opinan ahora los apresurados gobiernos de Bolivia, Nicaragua, Lesotho y Costa de Marfil.

Popular

Más reciente