Hace algunos años, Joyce tuvo un bebé y lo que debió ser un evento feliz resultó el inicio de una pesadilla. El niño padecía de una alta sensibilidad cutánea y lloraba cada vez que era bañado debido al escozor que sufría al ser enjabonado.
Desesperada, la madre buscó informaciones acerca del problema de su niño y jabones que fuesen químicamente “blandos” y especiales para personas de piel sensitiva. En medio de la búsqueda, se percató de la existencia del Programa Fénix de Préstamos para el Establecimiento de Microempresas.
Al buscar más informaciones, se enteró que el programa no sólo otorga préstamos de bajo interés, sino que también ofrece servicios de asesoría para el inicio de una nueva actividad empresarial. Con dicho préstamo, encontró la solución a dos problemas: obtener la tecnología para producir jabón orgánico con pH neutral e iniciar un negocio que a la larga ha resultado ser una fuente de ingreso seguro y estable.
El Consejo de Asuntos Laborales (CLA, siglas en inglés) ofrece el denominado programa “Fénix” para mujeres de 20 a 65 años de edad, así como varones desempleados de 45 a 65 años de edad. Los solicitantes reciben fondos por un monto de hasta 31.720 dólares estadounidenses para iniciar una microempresa.
El proceso es relativamente sencillo, los interesados rellenan una solicitud formal y la envían al CLA. Dicha solicitud es estudiada y finalmente aprobada por la entidad gubernamental, que la remite a una institución bancaria para que proceda a entregar el préstamo a la persona que lo necesita.
El programa, destinado a ayudar a la mujer, es particularmente significativo debido a que el préstamo otorgado no requiere de hipotecas o presentación de colaterales a las instituciones bancarias. El CLA ofrece garantía crediticia para el 95% del préstamo, asumiendo la institución bancaria el 5% restante. Su interés es calculado en base a la tasa del ahorro postal, que es la más baja en Taiwan. En la actualidad, la tasa de interés es de 1,61%.
El CLA ha creado un portal electrónico para promover el mercadeo de las microempresas que han sido creadas con préstamos del Programa Fénix. (Foto cortesía del CLA)
El máximo período de duración del crédito es de siete años, con extensión de un año adicional en casos especiales. Los primeros dos años están exentos de interés. Las mujeres que participan en el Programa Fénix que hayan sido víctimas de violencia familiar, accidentes laborales o casos delictivos; así como aquéllas que provienen de áreas afectadas por desastres naturales o familias menesterosas, gozan de exención de interés por tres años, empezando a pagar una tasa fija del 1,5% anual a partir del cuarto año.
En 2009, el CLA recibió un total de 1.419 solicitudes de préstamo para inicio de una microempresa, de las cuales 985 fueron aprobadas y 871 personas obtuvieron financiación. Las microempresas que se iniciaron con estos préstamos generaron un total de 6.284 oportunidades de trabajo.
Obviamente, no todas las solicitudes son aprobadas por el CLA. Los siguientes casos son generalmente rechazados: personas que hayan tenido antecedentes de haber girado cheques sin fondo, con una hoja de crédito negativa o que hayan logrado un préstamo anterior financiado por el Gobierno. En este último renglón, no se incluyen a aquellas personas que hayan terminado de cumplir con el pago de préstamos anteriores.
Empero, emprender un nuevo negocio no sólo requiere de capital, sino también conocimientos acerca de la gestión administrativa de una empresa. Al respecto, el CLA ha establecido el Servicio de Asesoría Empresarial, con el propósito de impartir conocimientos acerca del inicio de una empresa y aumentar la tasa de éxito de las nuevas microempresas. Con este fin, la institución ha creado seis centros de servicios en las ciudades de Taipei, Taoyuan, Taichung, Tainan, Hualien y Kaohsiung.
Al mismo tiempo, el CLA ha contratado los servicios de 115 especialistas en negocios de diferentes sectores que ofrecen asesoría para ayudar a reducir el riesgo de los interesados. El programa ofrece servicios de asesoría individual o en grupo.
Complementado lo anterior, el CLA ofrece cursos de capacitación empresarial. Los mismos se dividen en tres niveles: básico, intermedio y avanzado. El nivel básico es para principiantes, y cubre temas relacionados con los preparativos de una empresa, la identificación positiva de oportunidades de negocios, la evaluación de riesgos y el tipo de negocio más adecuado al perfil de cada persona.
Los cursos intermedios cubren conceptos acerca de la marca comercial, mercadotecnia, administración financiera, trámites de crédito y preparación de planes de negocios.
Las artesanías constituyen un rubro común que seleccionan muchas mujeres que participan en el Programa Fénix.
El nivel avanzado cubre aspectos especializados de diferentes tipos de microempresas, así como la presentación de experiencias exitosas de mujeres que han sido beneficiadas por el Programa Fénix.
Desde que se inició el programa hace unos años, se ha ayudado a 4.620 personas a iniciar sus propios negocios. Para integrar tales esfuerzos, el CLA ha creado un portal en Internet donde se puede obtener información de dichas microempresas y permite un fácil acceso a través de buscadores por computadoras locales.
La mayoría de las mujeres que han participado en el programa se dedican al expendio de bebidas y comidas, que es la forma más fácil y conocida de iniciar una microempresa por parte de una ama de casa. Pero, las opciones son infinitas, y en la actualidad, tales iniciativas personales cubren desde centros para cuidado de infantes, salones de aromaterapia, artesanías, hasta locales de venta de lotería.
En términos demográficos, casi la mitad de las participantes son mujeres de 30 a 44 años de edad (49,9%), seguidas por aquéllas con edades de 45 a 54 años (28,7%). El programa ha incluido a hombres mayores, debido a que muchos de ellos al quedar desempleados a tan alta edad, les resulta muy difícil volver a encontrar trabajo.
Joyce es una de las mujeres beneficiadas por el programa, donde obtuvo un préstamo de diez mil dólares para adquirir moldes, materia prima y otros accesorios con el propósito de iniciar la producción de los jabones artesanales. A través de los cursos en que participó, aprendió principios de administración de empresa, así como la tecnología de manufactura de jabón al frío.
Para asegurar un producto de alta calidad, Joyce sólo usa aceite de oliva comestible, que mezcla con lejía natural y esencias aromáticas de origen orgánico. Aparte de lograr un jabón con pH neutro, ella experimenta ahora con nuevas fragancias, tales como esencia de alcanforero, romero, lavanda y otras especies vegetales. También ha incorporado hierbas medicinales a algunos de sus productos, para que sirvan fines específicos del consumidor, como sería quitar arrugas de la piel, curar enfermedades dermatológicas leves, etc.
Ella vende a reconocidas marcas de cosméticos locales y extranjeras; procediendo a estampar el logotipo de las mismas si así desean sus clientes.
Joyce es un ejemplo de ama de casa interesada en iniciar su propia microempresa y ya ha logrado amortizar totalmente el préstamo que obtuvo del CLA. Así como ella, muchas mujeres en Taiwan han logrado forjar una segunda primavera en sus vidas. Lo que fue al inicio una pesadilla para muchas de ellas, ahora se ha convertido en un hermoso sueño real.
Texto y fotos de Luis M. Chong L.