Taiwan Today

El pueblo de la República de China conmemoró, del 17 al 24 del presente mes, el vigésimoquinto aniversario de la Resolución de la Semana de las Naciones Cautivas, aprobada por el Congreso de los Estados Unidos el 17 de julio de 1959, señalando la tercera semana del mes de julio como la Semana de las Naciones Cautivas. Esta resolución fue uno de los aspectos más notables de la administración Eisenhower, para hacer ver la determinación de los Estados Unidos por resistir la agresión y expansión comunista. Fue también uno de los instrumentos de política extranjera empleados efectivamente por el secretario de Estado John Foster Dulles para conservar alta la moral de los pueblos esclavizados, para poder resistir la opresión y la tiranía comunistas. Apoyando el movimiento de la Semana de las Naciones Cautivas, los pueblos libres le hemos demostrado a todos, en todos lados, y sobre todo a los pueblos cautivos de detrás de la cortina de hierro, nuestro apoyo moral y material para su rescate definitivo de la esclavitud y la tiranía. La República de China apoyó tan significativo movimiento casi inmediatamente después de su nacimiento, llegando a ser uno de sus soportes más firmes. Cada año, durante la tercera semana de julio se ha celebrado en forma bastante significativa y se ha invitado a muchos dignatarios extranjeros para venir a Taipei a participar en dicha conmemoración. La Liga Mundial Anticomunista (LMAC) y la Liga Anticomunista de los Pueblos del Asia (LACPA), bajo la guía vigorosa del Dr. Ku Cheng-kang, presidente honorario de la LMAC y presidente de la LMAC y la LACPA, capítulo de China, es quien ha dirigido cada año tan significativas conmemoraciones. El año pasado hubo una importante celebración, tanto por parte del Congreso de los Estados Unidos, como por parte de la Casa Blanca. El presidente Reagan presidió personalmente la ceremonia de proclamación de la Semana de las Naciones Cautivas el 19 de julio, en la Casa Blanca y leyó dicha proclamación a un numeroso grupo de líderes anti-comunistas del mundo, incluyendo al Dr. Ku Cheng-kang. En la República de China, se realizaron también dichas celebraciones participando muchos líderes parlamentarios y líderes anti-comunistas mundiales durante la última conmemoración de la Semana de las Naciones Cautivas. Para este año se planificó un animado programa de conmemoraciones. Más de 100 parlamentarios y líderes políticos de 35 naciones llegaron a la República de China para tomar parte en las actividades del movimiento de apoyo a la Semana de las Naciones Cautivas que fueron dispuestas por el comité preparatorio. Los líderes anti-comunistas del mundo libre, participaron en manifestaciones masivas y ofrecieron conferencias en universidades e institutos de nivel superior para impartir sus conocimientos y experiencias anticomunistas a los estudiantes y personal docente. Mediante dichos contactos con el pueblo de esta nación, aprendieron así, de primera mano, cómo vive el pueblo, cómo se comporta y qué es lo que aspira, en una nación unida en su determinación por vivir en libertad, democracia, prosperidad económica y bienestar social, así como por rescatar a sus compatriotas en el Continente chino del gobierno tiránico y perpetuo de los comunistas chinos. El pueblo de la República de China no solamente ha tenido la voluntad de realizar estos objetivos de liberar a sus compatriotas de la esclavización de los comunistas chinos, sino que también los medios efectivos para lograrlo. La República de China ha establecido una doctrina política, los Tres Principios del Pueblo, para conquistar los corazones del pueblo chino en China Continental, en donde el pueblo se encuentra pidiendo la adopción de estos Tres Principios para reemplazar al comunismo al cual han llegado a detestar y a abandonar. La República de China cuenta también con un moderno establecimiento militar con unas fuerzas armadas bien entrenadas y mejor equipadas, así como con una moral más alta que los comunistas chinos. Esto explica el por qué el régimen de Pekín no ha intentado emprender otra invasión a Taiwan luego de su desastroso fracaso y derrota de los años 50. Por otra parte, la quiebra económica de los comunistas chinos con un déficit presupuestario de US$2,2 billones, ofrece un agudo contraste con la próspera economía de la República de China, con un volumen de comercio exterior de US$45 billones en 1983 y un superávit comercial de casi US$ 6 billones, así como una reserva de divisas de US$15 billones. El pueblo de la República de China tiene por eso el derecho de esperar por nuestra final recuperación del Continente chino y por la liberación de las personas cautivas del Continente chino hacia la libertad, la democracia y la prosperidad económica, en un futuro no muy lejano, cuando logremos la reunificación de China.