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El crecimiento de Taiwan ha marcado un precedente - Por Kuo Tai-chun

16/11/1984
Cuando el gobierno nacionalista se estableció en Taiwan en 1949, dicho traslado se consideró como un refugio permanente dentro de un mar tormentoso. El Continente había caído en manos de los comunistas chinos y las fuerzas del Generalísimo Chiang Kai-shek se encontraban abatidas, desorganizadas y desesperadas, mientras que los comunistas se encontraban amenazando con llevar su campaña a su más alto grado, invadiendo Taiwan. Las ciudades e industrias de la isla se vieron afectadas por los bombardeos de los aliados. Los administradores y técnicos japoneses, quienes habían tenido una influencia constructiva y estabilizadora, se habían retirado. El gobierno central se encontraba sin jefe. Había un cáos general y se consideraba que la nación iba a naufragar. Resulta en verdad difícil poder imaginarse un cuadro más desalentador. Sin embargo todo lo que aconteció, que se inició casi inmediatamente, en 1950, es un tributo a la resistencia del pueblo chino. Primero de todo, el regreso de Chiang Kai-shek a la presidencia, le dió al país la oportunidad de tener algo que no cualquier otro país podría tener: un líder nacional. El Gobierno introdujo rápidamente un programa de reforma agraria de largo alcance que colocó la tierra en manos de los labradores, mejorando en esa forma el nivel de vida de los agricultores, que constituían en esa época la piedra angular de la nación. El estallido de la Guerra de Corea, a mediados del año 1950 ofreció un inesperado florecimiento a la forma de ayuda militar y económica, así como un tratado de defensa mutua. Esta ayuda contribuyó a que el gobierno de la República de China pudiese controlar la inflación, rehabilitar la resquebrajada economía y restaurar los sistemas de transporte de la isla. Estas mejoras marcaron el inicio de lo que el mundo llegó a conocer posteriormente como "el milagro económico de Taiwan". Otras mejoras se sucedieron rápidamente. La Asamblea Provincial de Taiwan fue establecida en 1951 con representantes electos por voto popular. Un "plan cuadrienal" iniciado en 1953 enfatizó el crecimiento de la agricultura, la energía eléctrica y la industria ligera. Dichas acciones prepararon el escenario para un nuevo acto en el drama de la rehabilitación de Taiwan. Hacia 1953, la agricultura, la minería, el transporte y las industrias de construcción habían logrado alcanzar los niveles previos a la II Guerra Mundial. De 1952 a 1959, la tasa de crecimiento del producto nacional bruto (PNB) creció en un promedio aproximado del 8% anual. En los siguientes 10 años Taiwan llegó a alcanzar un progreso económico y social sin precedentes. El cambiante ambiente interno de la isla se vió confrontado por las adaptaciones políticas a finales de los años 60, cuando se celebró una elección nacional suplementaria, habiendo escogido los electores a 15 nuevos miembros de la Asamblea Nacional, 11 miembros del Yuan Legislativo y 2 miembros del Yuan de Control. Todos estos miembros fueron nativos de Taiwan, tendencia que se ha mantenido. Actualmente casi todos los funcionarios y representantes electos son nativos de Taiwan, así como también muchos funcionarios importantes que han sido nombrados, como por ejemplo, los alcaldes de Taipei y Kaohsiung, el gobernador de la provincia de Taiwan, así como altos funcionarios en el campo educativo. Más del 60% de los miembros del Kuomintang son también nativos de Taiwan y han desaparecido las diferencias y tensiones que una vez existieron entre los chinos procedentes del Continente y los nativos de la isla. Entre 1973 y 1982 el PNB continuó manteniendo una proporción de crecimiento anual de más del 7%, mientras que las exportaciones aúmentaron en casi el 22%. Una nueva elección nacional aumentada en 1972 llevó 52 nuevos miembros a la Asamblea Nacional y 51 miembros al Yuan Legislativo. Esta estimulante situación interna se vió perjudicada, sin embargo, por la nueva política exterior de los Estados Unidos hacia China Comunista. El retiro de la República de China de las Naciones Unidas, en 1971 y el posterior desconocimiento de parte de los Estados Unidos, causó un serio revés en las relaciones exteriores. En muy pocos años, el número de naciones que mantienen relaciones diplomáticas con la República de China aumentó a 25. Pero de nuevo, una vez más se puso de manifiesto la resistencia del espíritu chino, habiendo logrado contrarrestar las influencias negativas. El gobierno de la República de China adoptó una actitud flexible hacia las naciones que habían cortado relaciones diplomáticas formales, poniendo énfasis en las relaciones económicas y culturales en lugar de los lazos diplomáticos. Adicionalmente Taiwan empezó a comerciar con los países del Oriente de Europa a pesar de sus ideologías comunistas. Actualmente la República de China mantiene relaciones substanciales no oficiales con más de 150 estados, además de relaciones formales con 25 naciones. Incluso los críticos -que nunca faltan- tienen que admitir que a pesar de todo esto no es un mal logro para un país que solamente en 1949 era considerado como una comunidad perdida. El traslado del gobierno nacionalista a Taiwan ofreció un gran influjo de alto nivel administrativo, económico y de expertos en tecnología dentro de un área relativamente pequeña, en donde su talento pudiera encontrar expresión y así el Gobierno estableció como meta común, los famosos Tres Principios del Pueblo del Dr. Sun Yat-sen, centralizados en la democracia, la igualdad y la prosperidad. Finalmente, la ayuda económica y militar que ha estado llegando de los Estados Unidos ha ayudado a la República de China a superar muchas formas de inseguridad. Se ha señalado que el aumento del comercio mundial en los últimos 30 años, es lo que ha hecho que la economía de la República de China tenga la flexibilidad y experiencia suficiente para crear la base del crecimiento sobre la demanda exterior. Sin embargo, la experiencia de Taiwan no se ajusta enteramente a ninguna de las teorías clásicas del desarrollo. Simplemente permanece como un logro original y diferente que ha merecido la admiración de todos y la envidia de muchos.

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