Bajo el lema de la autoconfianza como base para el desarrollo, se celebró el 10 de octubre el Día Nacional de la República de China.
La concentración principal, realizada en Taipei reunió a más de 250.000 personas, representantes de todos los sectores de la comunidad, así como ciudadanos chinos de ultramar y huéspedes extranjeros.
Llamó particularmente la atención la parada realizada, teniendo como fondo el Palacio Presidencial y las principales calles adyacentes de la ciudad, en la cual participaron tanto militares como civiles.
Las ceremonias correspondientes a la fecha patria o Doble Diez se iniciaron a las 9 a.m. cuando el Presidente habló ante altos funcionarios del gobierno central. En esta oportunidad, el Jefe del Estado dijo que "nuestra nación está enfrentando muchos desafíos y nuestro progreso ha encontrado muchas pruebas, pero las dificultades no son tan grandes como las enfrentadas por la nación durante el periodo de la revolución de 1911".
Agregó que "Tenemos los abundantes frutos de los proyectos de construcción basados en el San Min Chu I (o los Tres Principios del Pueblo), la fortaleza de la defensa nacional y la lealtad y unidad de nuestros compatriotas en el país y en el exterior. Tenemos también los corazones de millones de nuestros compatriotas del Continente chino".
Luego que el Presidente recibiera a los miembros del cuerpo diplomático y a otros prominentes visitantes extranjeros, se inició la revista programada, en la que tomaron parte cadetes de las escuelas militares, estudiantes, jóvenes exploradores, aborígenes, agricultores, refugiados que han huido del Continente y llegado a Taiwan y otros miles de personas.
Un escuadrón de aviones jet de la Fuerza Aérea China realizó diversas acrobacias, al tiempo que desplegaba impresos congratulando a la nación.
En la concentración llevaron la palabra también los representantes de los chinos de ultramar y varios estudiantes, quienes expresaron su lealtad y apoyo a los líderes de China Libre por su lucha contra los comunistas y la misión de recupelar el Continente.
El presidente del Yuan Legislativo, Nieh Wen-ya, habló en esta ocasión señalando que una Asia estable, tal como el mundo la desea, solamente podrá ser alcanzada a través de la estabilidad y la fortaleza de la República de China.
Al lado de Nieh se encontraba el doctor Yang Ching-chiang, uno de los mayores especialistas chinos, quien fue amenazado por Chou En-lai en el Continente.
El Dr. Yang, quien logró llegar a Taiwan con su familia para reestablecerse, dijo en una declaración que "deseaba decir a todos los chinos y a todas las gentes amantes de la paz en el mundo, que solamente en la República de China se practican verdaderamente los Tres Principios del Pueblo".
"¡Viva el San Min Chu I! ¡Viva la República de China! ¡Viva mi patria libre!", enfatizó.
Por su parte, y en representación de los chinos de ultramar, habló el presidente de la Asociación Cultural China en Suecia, Chang Li-tsai, quien subrayó que todos los compatriotas en el exterior reconocen los Tres Principios del Pueblo creados por el Dr. Sun Yat-sen, fundador y padre de la República de China.
Hsu Ti, un estudiante de la Universidad de Tamkang, leyó una declaración en la cual indicó que "nosotros nos comprometemos a llevar al Continente la primavera del San Min Chu I y, con los esfuerzos conjuntos de todo el pueblo chino, lograr una completa y gloriosa unificación de ese mismo pueblo".
En la tarde, se llevaron a cabo otras presentaciones que incluyeron artes folclóricas, como las danzas del león y el dragón, Tahchi y otras artes marciales, en la Plaza Presidencial.
En cercanías del Río Tamsui, personal naval presentó varios espectáculos acuáticos, de paracaidismo y salvamento.
Al caer la noche, varios juegas pirotécnicos fueron presentados a lo largo del mismo río, los que pudieron ser admirados por miles de espectadores.
En otras ciudades de Taiwan, así como en las islas de Kinmen, Matsu y Pescadores se llevaron, igualmente, diversos actos para conmemorar la fecha patria.