El Año Nuevo chino se celebra con gran similitud a la Navidad en el mundo occidental: vivaces decoraciones, cenas opíparas, y sobretodo, compras. En las calles se ve a la gente apresurada cargando muchas bolsas, generalmente con comida tradicional para la cena de Año Nuevo, como abulón, huevas de pescado, salchichas y otros. Los mercados de productos de temporada se llenan a más no poder de personas escogiendo los mejores productos para su celebración. Las tiendas por departamentos no se quedan atrás, y montan sus propios mini-mercados, ofreciendo desde dulces y chocolates importados, hasta trajes para las fiestas familiares o de trabajo. Para atraer a más consumidores, tales establecimientos organizan actividades, siendo la más famosa las ya tradicionales “bolsas de la fortuna”. Muchas personas hacen largas filas para tener la oportunidad de comprar una de las bolsas que se ofrecen en cantidad limitada y que contienen premios sorpresa, desde joyas, bolsos de marca, computadoras, televisores, hasta automóviles. En la gráfica, vemos a dos modelos en una tienda por de-pa-r-tamentos en Kaohsiung mostrando dulces en forma de lingotes y monedas de oro, vestidas para anunciar la llegada del Año de la Liebre. (Foto de CNA)