Importantes empresas de Taiwan están desplegando esfuerzos por causas benéficas, dando el ejemplo a otras compañías del sector privado en cuanto a participar en la asistencia y recuperación en casos de desastres.
Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. Ltd. (TSMC, siglas en inglés), está a la vanguardia de las empresas que demuestran su responsabilidad social. Con sede en el Parque Científico de Hsinchu, la compañía desempeñó un papel importante en la organización tanto de la reparación de viviendas como de la reconstrucción de infraestructura, tras las explosiones de tuberías en la sureña ciudad de Kaohsiung que ocurrieron el pasado julio.
“La compañía decidió no perder tiempo con una planificación detallada; pero en cambio, tomó medidas inmediatas para ayudar a las personas afectadas por el desastre a que retornaran a su vida normal”, dijo Jung Yi-hung, coordinador de dicha empresa en la zona de la tragedia.
En cooperación con Fu Tsu Construction Co. Ltd., TSMC lanzó una operación sistemática dentro de la semana siguiente al incidente, reparando las viviendas de las víctimas y construyendo vías de acceso para hacer posible la reconstrucción.
La Fundación Chang Yung-fa, establecida por el Grupo Evergreen en 1985, está igualmente dedicada a impulsar las buenas causas; particularmente, en los campos de la educación y los desventajados. La Escuela Primaria y Secundaria de Ecología de Jhanghu, en el poblado de Gukeng en el distrito de Yunlin, es una las instituciones educativas que recibe el patrocinio de esta fundación.
Tras ser destruida por el tifón Morakot en 2009, la mencionada escuela fue reconstruida en su totalidad. De 7,8 millones de dólares estadounidenses invertidos en la reconstrucción, 2,1 millones de dólares fueron aportados por el Ministerio de Educación; mientras que el resto fue provisto por la Fundación Chang Yung-fa.
“Animamos a los alumnos a ser independientes a la hora de aprender, y los resultados han superado todas nuestras expectativas”, dijo el director interino de dicha institución escolar, Chen Ching-chun; agregando que con el apoyo de la Fundación, Jhanghu resurgió de las cenizas, y se ha convertido en un baluarte de la educación tanto por su innovador currículo centrado en la ecología como su pintoresco entorno.