El especialista en historia de Taiwan y miembro de la Academia Sínica, Tsao Yung-ho, falleció en Taipei el 12 de septiembre, como consecuencia de una insuficiencia múltiple de los órganos.
Nacido en 1920 en el seno de una familia rica, Tsao logró su carrera académica de manera autodidacta. De niño, leía con gran voracidad y absorbía gran cantidad de conocimientos extracurriculares, teniendo particular interés por la historia, literatura y filosofía.
Tras graduarse del Segundo Colegio Secundario de Taihoku, predecesor del Colegio Municipal de Bachillerato Chenggong, Tsao resistió la presión social de ir a la facultad de medicina y terminó sin recibir educación universitaria.
Tsao optó por trabajar en la biblioteca de la Universidad Nacional de Taiwan, de donde se jubiló tras servir 38 años. Durante su estadía en la biblioteca, trabajó con textos en varias lenguas y dominaba bien el japonés, inglés y holandés; teniendo también conocimientos de español, alemán y latín.
Siendo uno de los pocos historiadores taiwaneses capaces de entender idiomas extranjeros, Tsao hizo grandes contribuciones en las investigaciones sobre la temprana historia de Taiwan.
Algunos historiadores comentan acerca de Tsao que “si no hubiera sido por él, no tendríamos investigaciones sobre la historia taiwanesa”.
En 1990, Tsao propuso que la historia de Taiwan debe ser enfocada desde un “concepto marítimo”, apartándose del “concepto continental” con que se estudiaba la historia de la isla hasta ese entonces.
Este enfoque trata de definir el papel de Taiwan en términos de transporte marítimo y comercio a partir del siglo XVII, cuando los holandeses ocuparon la isla a través de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales.
Según Chou Wan-yao, profesor de Historia en la Universidad Nacional de Taiwan, Tsao tuvo una visión amplia de la historia marítima de Taiwan al estudiar los textos en holandés, añadiendo que Tsao fue una figura prominente en el campo de la historia taiwanesa y fue profesor de muchos conocidos investigadores actuales.
Cuando tenía 65 años de edad, fue nombrado como miembro de la Academia Sínica, la más alta institución de investigaciones en la República de China. El vicepresidente de dicha institución, Wang Fan-sen, lo describe de la siguiente manera: “Tsao era un caballero cortés, amable y algo lacónico”.