Emily, una de los koalas que viven en el Zoológico de Taipei, reposa sentada en la rama de un árbol en su hábitat. De su marsupio, emerge curioso su cachorro, de apenas siete meses, que tímidamente empieza a sacar su cabeza del cobijo de su madre y mostrar interés en el mundo. Los marsupiales, infraclase a la que pertenecen los koalas, poseen el marsupio, que consiste en una pequeña bolsa en su panza donde sus cachorros permanecen por varios meses para continuar su crecimiento en forma segura. Los koalas al nacer son apenas del tamaño de un frijol, y dependen absolutamente de la seguridad y protección de la bolsa para subsistir. El hábitat de los koalas es una de las mayores atracciones del Zoológico de Taipei, junto con el de los pandas y los pingüinos. (Foto cortesía del Zoológico de Taipei)