A menos de una hora en tren de la ciudad de Taipei, se encuentra la villa de Houtong, conocida como paraíso de los gatos… y de los amantes de los felinos. En la actualidad, miles de visitantes llegan para disfrutar de la compañía de los gatos que viven allí. La otrora pujante villa minera cayó en el olvido cuando su producción de carbón ya no fue necesaria al electrificarse el sistema ferroviario en la década de 1970. No obstante, renació gracias a los blogueros y los entusiastas de la fotografía, que hicieron populares a sus residentes felinos. Las imágenes de cuatro de ellos, conocidos como “los cuatro ancianos venerables” por su avanzada edad y mayor rango, a saber: Cabezón, Orgulloso, Nariz Negra y Gordo, pululan en cartelones, ilustraciones y manualidades. De hecho, cuando Nariz Negra falleció en 2010, se comisionó una estatua con su imagen, vestido de conductor de tren, que es ahora la mascota de la estación de Houtong y se aprecia en la gráfica. En este poblado también se encuentra un museo dedicado a la minería, y de su pasado como centro minero quedan ahora los bocadillos de sésamo o maní, que representan el carbón y el oro que se extraían en Houtong. (Foto de CNA)