La Administración para la Protección del Medio Ambiente (EPA, siglas en inglés) anunció el 2 de marzo que a partir del próximo año los reglamentos sobre el medio ambiente relacionados con las emisiones de contaminantes del aire serán más rigurosos.
Según la EPA, la supervisión de las fábricas que planifican realizar expansiones será más estricta, e incluirá la solicitud de información sobre posibles aumentos de partículas en suspensión de 2,5 micrómetros (PM2,5) o de diámetros más pequeños.
Las partículas en suspensión de PM2,5 son consideradas particularmente peligrosas debido a que están conformadas generalmente por sustancias tales como los metales pesados, que son más tóxicos, y pueden penetrar más profundamente los pulmones humanos que las partículas más gruesas.
La nueva normativa examinará las emisiones en los niveles máximos en lugar de los niveles promedio, con el objetivo de proteger en forma más abarcadora la salud del público, señaló la EPA.
Del mismo modo, la EPA establecerá diferentes regiones para el control de las partículas en suspensión de PM2,5 basada en la información recolectada durante los últimos tres años, dijo Huang Wei-ming, jefe de sección del Departamento para la Protección de la Calidad del Aire de la EPA.
La principal área de control dentro de un sistema de tres niveles será la parte occidental de la isla de Taiwan, ya que es más propensa a recibir la contaminación del aire procedente de China continental cuando las masas de aire frío viajan a través del Estrecho de Taiwan, agregó Huang.