Lu Chin Mai, destacada empresaria taiwanesa, fue elegida vicepresidenta de la Asociación Mundial de Mujeres Empresarias (Les Femmes Chef’s D’Entreprises Mondiales o FCEM, siglas en francés), para un mandato de dos años.
Según un informe publicado el 24 de marzo por la Asociación de Mujeres Empresarias Taiwanesas (TWEA, siglas en inglés), Lu, quien es ex presidenta de la TWEA, fue seleccionada para la vicepresidencia mundial de la FCEM durante el 63º Congreso Mundial de la FCEM, que se lleva a cabo en Manama, la capital del Reino de Bahrein, del 22 al 26 de marzo. Dicha actividad cuenta con la participación de 300 líderes empresariales procedentes de más de 40 países de diversas partes del mundo.
Fundada en 1945 en Francia, la FCEM es una asociación pionera de empresarias del mundo, cuyo objetivo es el de unir a las mujeres que comparten un interés común, o sea el espíritu empresarial, bajo las consignas de la amistad y la solidaridad. En la actualidad, la red mundial de la FCEM abarca a más de 120 países, con unas cinco millones de empresas en los cinco continentes.
En una noticia relacionada, el presidente Ma Ying-jeou declaró el 21 de marzo que si bien las condiciones económicas mundiales no han sido tan buenas como lo previsto, han surgido muchas nuevas empresas en Taiwan, de las cuales una gran cantidad están dirigidas por mujeres.
El Mandatario hizo estas declaraciones durante una visita a la compañía de mascarillas faciales MasKingdom, creada y dirigida por Michelle Sung, empresaria taiwanesa. Ma hizo hincapié en que no se puede ignorar que las mujeres “se han convertido en la nueva fuerza económica en Taiwan”.
MasKingdom fue galardonada por el periódico británico Financial Times y el banco británico Standard Chartered, como excelente empresa taiwanesa de 2014. También ha ingresado al mercado internacional, en particular Estados Unidos, China continental y los países del Sudeste Asiático.
Según un informe del Observador del Emprendimiento Global, las mujeres taiwanesas son más activas para crear sus propias empresas que sus homólogas japonesas, surcoreanas y otras mujeres asiáticas. Asimismo, estas empresarias taiwanesas son cada vez más jóvenes y tienden a establecer compañías de alta tecnología.