Un equipo de investigación de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de Pingtung, en el sur de Taiwan, desarrolló un sistema que utiliza microalgas cultivadas en aguas residuales tratadas parcialmente como materia prima para la producción de biocombustible y biomedicinas. El equipo tardó cinco años en este proyecto, ganando incluso el año pasado un primer premio en la categoría universitaria en una competencia nacional de innovación energética. La tecnología permitirá la producción no sólo de biodiesel, sino también de suplementos para la salud, tales como aceite de pescado y aditivos cosméticos, entre otros, explicó uno de los investigadores. Algunas compañías de biotecnología ya están cultivando microalgas a gran escala. Expresando optimismo sobre las perspectivas acerca de esta tecnología de energía verde, Tai Chang-hsien, presidente de la Universidad, manifestó que a través de ésta se podrán convertir los desperdicios en enormes oportunidades comerciales. En la gráfica, participantes en dicho proyecto explican la investigación a los medios de comunicación. (Foto de CNA)