El presidente Ma Ying-jeou manifestó su beneplácito para que médicos extranjeros vengan a Taiwan a asistir con el tratamiento de las víctimas de la terrible explosión ocurrida en un parque acuático de Nuevo Taipei.
“A pesar de que la Ley prohíbe a los doctores extranjeros ejercer en la República de China, existen excepciones a estas reglas, especialmente en este momento tan crítico”, declaró Ma durante una reunión de seguridad nacional tras el desastre.
Tras saber de la tragedia acaecida el 27 de junio, tanto la Asociación de Doctores Médicos de Asia y la Asociación Médica de Japón ofrecieron enviar diez galenos y 50 enfermeras a Taiwan para brindar asistencia.
No obstante, en primera instancia, el Ministerio de Salud y Bienestar declinó el ofrecimiento, ya que los trabajadores extranjeros del sector de salud no pueden ejercer en Taiwan sin una licencia médica de la República de China.
Casi 500 personas sufrieron graves quemaduras cuando un polvo de colores que se esparció durante la Fiesta de Colores de Asia en el Parque Acuático Formosa Fun Coast explotó en llamas. La cantidad de víctimas ha abrumado la capacidad de los hospitales y trabajadores locales del sector de salud.
Hasta el cierre de edición, hay todavía hospitalizadas 432 víctimas de la tragedia en 49 hospitales de todo Taiwan, con 291 de ellos en cuidados intensivos y 237 en condición crítica. Por el momento, tres víctimas han fallecido a causa de las quemaduras sufridas.
Durante la reunión de seguridad nacional, los participantes evaluaron las acciones tomadas en respuesta al desastre, la coordinación de recursos médicos, la protección de los derechos e intereses de las víctimas; así como los cuidados que han recibido.
El Mandatario prometió que su Administración ofrecerá a las víctimas servicios de “cuidado total”; incluyendo tratamiento médico, atención sicológica; así como educación avanzada y trabajo. Ma declaró que el Gobierno tratará de salvar la vida de cada persona, sin importar el costo.