La República de China fue clasificada en el segundo lugar entre de los países más libres de Asia en el informe Libertad en el Mundo 2016, publicado el 27 de enero por Freedom House.
Según el sistema de calificación de cien puntos del informe, Taiwan obtuvo 89, siendo el segundo en Asia después de Japón (96) y por delante de Mongolia (86), Corea del Sur (83) e India (77).
En la categoría de derechos políticos, la República de China obtuvo 1 en una escala de 1 a 7, siendo 1 la calificación más alta. Taiwan recibió una puntuación de 2 para las libertades cívicas y de 1,5 para la libertad en general, igual que el año pasado.
En diversos países asiáticos, las instituciones políticas enfrentaron varias formas de nacionalismo religioso o extremismo, según el informe. Estos incluyeron un aumento en la violencia e intimidación contra los musulmanes en India; los ataques de los radicales islamistas a los escritores seculares, los extranjeros, y los chiitas en Bangladesh; una aplicación más estricta de los códigos de vestimenta conservadora y persecución de personas lesbianas, homosexuales y bisexuales en Malasia; así como la discriminación contra los musulmanes en Myanmar, según el informe.
El informe de 2016, titulado Dictadores ansiosos, democracias vacilantes, advirtió que 2015 fue el décimo año consecutivo en que se presencia una caída en la libertad mundial, al mismo tiempo que se experimentaron las crisis económicas y el temor a la agitación social que llevaron a Rusia, China continental y otros regímenes autoritarios a reprimir más fuertemente a los disidentes.
El año pasado también vio la migración masiva y las nuevas formas de terrorismo alimentando el sentimiento xenófobo en las grandes democracias, según el informe.
“En muchos países con gobiernos autoritarios, la caída de los ingresos debido a la baja en los precios de las materias primas llevó a los dictadores a redoblar la represión política internamente y atacar a percibidos enemigos externos”, explicó Arch Puddington, vicepresidente a cargo de la investigación en Freedom House.
“Los países democráticos sufrieron de la presión de los ataques terroristas y un número sin precedentes de refugiados, siendo problemas que emanan de los conflictos regionales, tales como la guerra civil de Siria”, señaló Puddington.