05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Luces del pasado

01/01/1986
De acuerdo con las personas mayores de Lukang, los faroles, el incienso y las flores constituyen los tres accesorios indispensables en un templo, especialmente para los rituales importantes. El enlace de los faroles con las actividades religiosas en China tuvo sus raíces hace 2.000 años, según Hsiao Ching Yuan Shen Chi, una obra de la dinastía Han, comentada en el Canon de Piedad Filial de Tseng Shen (discípulo de Confucio): "En tiempos antiguos, la gente solía prender antorchas en honor a sus deidades. Los faroles fueron utilizados por primera vez, en el inicio de los ritos en honor a Tai Yi, la Gran Mónada (La Estrella del Norte), durante el reinado del emperador Wu (157-87 a.C.) en la dinastía Han". El diccionario budista clásica, manifiesta posteriormente: "Durante el reinado del emperador Ming en la última dinastía Han Oriental (25-220 d.C.), el budismo consiguió más popularidad que el taoísmo, convirtiéndose en la religión prevaleciente. El Emperador ordenó que los faroles fueran encendidos durante toda la noche de la primera luna llena para demostrar 'la ilustración del budismo'". Sin embargo, los taoístas consideraron a los faroles también como símbolos de su veneración. En verdad la importancia de los faroles en la vida china fue más allá del papel que desempeñaron en los templos y durante el Festival de los Faroles. Como escribiera Hsu Kuang en su obra ya perdida, Los Orígenes de la Materia: "El farol es llamado también kou (canasta); prendemos dentro de ella una candela y su luz ilumina y se refleja hacia afuera, guiando nuestros pasos. Fue inventado durante la dinastía Hsia (2205-1982 a.C.)". Durante los tiempos antiguos no existió ninguna descripción disponible del kou. La forma como fue creado, su diseño y su uso constituyen verdaderos enigmas, perdidos en el tiempo. Pero está generalmente aceptado que después de la invención del papel por Tsai Lun (?-121 d.C.), un funcionario de la dinastía Han Oriental, lo usó para cubrir los faroles, fomentando en esta forma, la expansión de su brillantez en la vida diaria de los chinos. En la China antigua, un farol con la palabra "vino" impresa, colgado enfrente de una tienda, significaba una taberna; otro con la palabra "Wang" indicaba el establecimiento de esa familia etc. Fue así como el farol llegó a convertirse entonces, en un medio de comunicación. Para las bodas, nacimientos y otros acontecimientos propiciosos, la familias chinas suelen colgar un par de faroles rojo y redondos; mientras que durante la época de luto, se cuelgan faroles blancos y cúbicos. En muchos de los dialectos chinos, incluido el taiwanés, la palabra "farol" tiene el mismo sonido que la palabra "hombre", pronunciándose como diern. De esta manera, los faroles tienen un significado simbólico extendido para usos específicos. El pintor de faroles más famoso en la historia china fue Shih Tao -monje del siglo XVII- famoso pintor de paisajes, orquídeas y bambú de toda el área al sur del río Yantze. De acuerdo con las anécdotas históricas, Shih Tao estuvo dándole sermones a unas personas ciegas durante una procesión en honor a Yen Kuang Niang Niang (Diosa de los ojos brillantes) en Yangchow, una ciudad en la costa norte del río Yantze. En la noche, los participantes ciegos, que llevaban palanquines, sombrillas, etc., portaban también faroles iluminados, pintados por Shih Tao, para simbolizar "la reivindicación de la dinastía Ming. Para los corazones de los chinos de ese entonces, Ming, literalmente significaba y equivalía a 'brillantez')". Para cada festival importante, Shih Tao vendía sus faroles pintados a los templos y con el dinero que ganaba, financiaba a los leales a la dinastía Ming con el objeto de derrotar a la dinastía Ching de los manchúes. Las escenas nacionalistas de sus faroles presentaban las inconfundibles figuras de realeza de la dinastía Ming. Sin embargo, la mayoría de faroles presentaba los Ocho Inmortales del taoísmo, los Generales de los Cielos, hadas, dragones, tigres, aves fénix, grullas, orquídeas, bambú, etc. Actualmente en Lukang, Wu Tun-hou de 61 años de edad, se encarga del arte de pintar faroles de la China antigua. Wu perdió el oído desde los 13 años, debido a una enfermedad. Se comunica principalmente por medio de la "traducción" de sus dos hijos, I-te y Jung-chang, quienes han heredado el talento y disposición artística de su padre. Cada año, para el Festival de los Faroles, diseña faroles para exhibirlos para deleite de la comunidad, en Tien Hou Kung, el templo para la diosa Matsu más grande de Lukang. Señalando en el piso unos pequeños moldes de hojalata dijo: "Estos faroles son para rendirles homenaje a los antepasado en sus tumbas. El blanco es el color tradicional, pero algunos prefieren el rosado pálido. Generalmente escribimos en ellos 'Que mi familia crezca y propere', así como 'Que aumente nuestro honor y riqueza' o sea, las dedicatorias tradicionales en homenaje a los antepasados". Asimismo expresó que tradicionalmente los faroles amarillos eran colgados en los templos públicos, en tanto que los blancos, predominaban para las ocasiones privadas. Sin embargo, los faroles de hoy en día, presentan por lo general diferentes colores con propósitos de armonía o formando contraste con temas específicos de decoración. Por lo general, un farol es preparado por la habilidad de dos artesanos, uno es diestro en tejer las tiras en bambú en formas predeterminadas, mientras que el otro es responsable de forrar el marco y pintar las decoraciones. Wu se concentra en esta última actividad. Como practicante de un arte folklórico tradicional, usa los pigmentos más ortodoxos como el cinabrio y bermellón mezclados con un pegamento hecho de cuero de vaca; dichos pigmentos pueden soportar durante más de 15 años los efectos del sol, el viento y la lluvia, expresó. Empezó a dibujar el bosquejo de un dragón -considerado tradicionalmente como propicio y que puede suprimir los poderes malignos. Su composición fue creciendo en forma simétrica; el dragón parecía vivo y vigoroso. Conforme iba pintando, parecía encontrarse en un mundo silencioso, ocupado totalmente en su trazos a color; nada le interfería. Wu estableció su reputación durante el Concurso de Arte Folklórico de Lukang, realizado hace ocho años; posteriormente, al aparecer en el conocido comercial de televisión del detergente Orquídea, los televidentes quedaron cautivados no solamente por la afabilidad del viejo maestro, sino que por encima de todo, por la elegancia clásica del farol que estaba pintando. "Para las actuales generaciones la fabricación de faroles no constituye solamente una artesanía. Es necesario poseer realmente talento artístico para poder romper con un ciclo de pintura con una inalterable representación de historias o leyendas. Los fabricantes de faroles del mañana deberán tratar de alcanzar el objetivo y la fuerza de la herencia de la pintura china. Es por ello que debe tratar de promoverse la contribución artística de los faroles chinos." □

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