27/04/2024

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En los frascos más pequeños... se guarda el mejor rapé

01/09/1985
Frecuentemente más pequeño que un pulgar y sin ningún interés en especial más que el propósito para el que ha sido creado, el pequeño frasco para rapé ha venido desarrollándose desde hace mucho tiempo como un objeto de gran encanto y para los que están especialmente interesados en el desarrollo histórico y artístico del antiguo período imperial chino, es una vívida réplica en miniatura. En la remota etapa de intercambio entre China y el Occidente, fue un símbolo único: un definitivo producto de convergencia entre la tecnología occidental y la cultura china. Sin embargo, con la desaparición del imperio chino, el pequeño frasco para rapé cayó en el olvido histórico, convirtiéndose en un objeto de recuerdo. Aunque comparado con la mayoría de las antigüedades chinas, el frasco para rapé tiene una historia relativamente corta, actualmente se le considera como un objeto para coleccionistas -a un precio bastante bueno- en el mercado internacional de antigüedades. Tan exquisito como podría parecer a los ojos de lo coleccionistas, los frascos para rapé ofrecen un encanto que va más allá de sus formas tangibles. Bob C. Stevens, coleccionista y experto afirmó su experiencia de sublimación espiritual: "Me gustaría pensar que los verdaderos amantes de los frascos aprenden a sentirlos con los ojos, a observarlos con las manos y a saborearlos con la mente. Como suele hacerse en la meditación Zen, hay que dejar la mente en blanco. Luego, algunas veces, en forma parecida a un clarividente con una tabla de güija o de una persona en estado de paz a través de la meditación, encontrará que entre usted y los frascos se establece cierta comunicación." El papel desempeñado por el frasco de rapé en la historia imperial china puede ser mejor encontrado, en primer lugar, si conocemos algo de lo que es el rapé, que se originó en Europa en el siglo XVII, en donde la alta sociedad lo prefería a fumar tabaco. El rapé es tabaco en polvo y su uso, durante épocas pasadas, de acuerdo al punto de vista contemporáneo, estuvo dotado con un tinte especial de gracia y distinción. Según los intelectuales de la dinastía Ching y el calígrafo Chao Chi-chien, el Padre Mateo Ricci fue el primer europeo que introdujo el rapé como regalo real para el emperador Shentzung (1573-1619), en el año noveno del reinado del emperador; dentro de los regalos que Ricci le obsequió se encontraba una caja de rapé. En 1684 apareció por primera vez la palabra "rapé" en los documentos oficiales chinos, cuando el emperador Kangshi realizó su primer viaje al sur de China. Al llegar a Nanking, el emperador le dio una audiencia a los sacerdotes jesuitas Joannes Cabiami y Joannes Valat y dentro de los cuatro regalos obsequiados por ellos, se encontraba el rapé. En cuanto a los frascos de rapé, no tenemos que buscar sus orígenes en el Occidente: después de que los chinos hicieron uso del rapé, buscaron la forma de preservar mejor su sabor y aroma. Afortunadamente para los coleccionistas de la actualidad, las cajas para rapé occidentales probaron ser inadecuadas en el clima húmedo del Oriente y los diseñadores chinos dieron el entonces único frasco para rapé a los mundos artístico y diplomático. Al principio los frascos no fueron producidos con el propósito de guardar rapé. Evolucionaron de los pequeños frascos medicinales de la dinastía Ming y no precisamente por pura coincidencia: durante las dinastías Ming y Ching las personas consideraron también al rapé como una efectiva medicina contra el dolor de muelas y para aliviar problemas respiratorios como resfriados, tos y asma; muchos creyeron también que el rapé era bueno para la digestión y el apetito (ninguno de esos méritos han sido probados médicamente). Lo único que podemos asegurar es que el rapé ofrece por lo menos, alivio psicológico a las personas que suelen disfrutar abundantemente de la buena vida y que se preocupan demasiado de sí mismas. De todas maneras, el frasco para rapé pronto se convirtió en un objeto de interés artístico en China, debido al mecenazgo de varios emperadores aficionados de la dinastía Ching, como por ejemplo, Kangshi. Durante los reinados de los emperadores Yung-cheng (1723-1735) y Chien­ lung (1736-1796), el rapé aumentó su popularidad dentro de las clases media y alta, por lo que existió gran una demanda de frascos para rapé. No solamente los emperadores y príncipes estaban orgullosos de los diferentes y delicados diseños, sino que para entonces los frascos de rapé se convirtieron en una alhaja social dentro de los círculos de corte­ sanos y funcionarios. Aunque el patronato imperial no fue necesariamente favorable para el cultivo de todas las formas de arte, en el caso de los frascos para rapé, los artistas y artesanos gozaron de la protección política para garantizar su productividad. Con las ventajas llegaron también las desventajas. Si a los artesanos capacitados de un país se les pone a trabajar bajo las órdenes de un sólo hombre, es natural que su arte llegue a ser cada vez más y más delicado y refinado hasta que empiezan a perder contacto con la realidad. La vitalidad del arte va cediendo gradualmente a la serenidad y complacencia, hasta llegar a la apatía. Para comprobarlo sólo hay que inspeccionar los motivos artísticos desarrollados y presentados sobre los pequeños frascos. Una gran parte podría catalogarse bajo el grupo "aspiraciones para la buena fortuna", para la riqueza, fertilidad, inmortalidad, longevidad, etc. Dentro de los temas usados con mayor frecuencia están los Ocho Inmortales y los Tres Dioses de la Estrella del Taoísmo, el emblema del dragón del poder imperial, el fénix y el tema de los cien niños, símbolos de la fertilidad, el unicornio y la tortuga para la longevidad y el pescado para la riqueza y abundancia. Hacia finales de los años 1800, encontramos a los artistas expandiendo el sujeto de las ilustraciones de los frascos con adaptaciones del Liao Chai Chih 1 (Extrañas historias de un estudio chino) de Pu Sung-ling, antología que proporciona un cuadro vivo del punto de vista de la vida común de los ciudadanos chinos a finales del siglo. De todos los frascos para rapé, los de esmalte son probablemente los más "curiosos", debido a que dicha técnica llegó del Occidente y asimismo, por influencia del arte occidental. Una de las características frecuentes de los frascos para rapé producidos durante el reinado de Chienlung, es la mezcla de temas chinos con escenarios y retratos occidentales, produciendo un efecto exótico y encantador. Los jesuitas como Gastiglione y Attiret fueron nombrados por el emperador para realizar bosquejos para los artesanos para que los pintaran en los frascos de esmalte para rapé y en este proceso, introdujeron del Occidente a China las técnicas de "la perspectiva sólida." Actualmente dentro de las grandes rarezas en el mercado internacional de antigüedades se encuentran los frascos para rapé de Yi-hsing, en la costa occidental del lago Tai Hu, en la provincia de Kiangsu, famosa también por sus juegos de té. Podría ser muy peculiar para algunas personas que con todos los frascos para rapé existentes de jade, marfil, vidrio, esmalte y piedras preciosas, que los hechos de barro puedan ser también apreciados. Realmente, en opinión de muchos expertos, los frascos de Yu-hsing dejan mucho que desear en cuanto a diseño artístico y al vidriado. Inicialmente los frascos de Yu-hsing, como los juegos de té, obtuvieron fama por la excelencia en preservar el aroma y el sabor de su contenido. Mientras pasaba el tiempo, la ley de la oferta y la demanda garantizó que los frascos fueran altamente apreciados, especialmente por parte de los coleccionistas que solían tomar mucho en cuenta las fluctuaciones de los precios en el mercado de antigüedades. □

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