29/04/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Una ciudad industrial se convierte en verde

01/02/2008
Kaohsiung, en el sur de Taiwan, fue designada por el Gobierno Central como un centro de industria pesada durante décadas.

En Kaohsiung, en el sur de Taiwan, se emite tres veces la cantidad de dióxido de carbono per cápita del promedio nacional. En datos numéricos sin procesar, casi 35 toneladas de gases de efecto invernadero fueron emitidas per cápita en Kaohsiung en 2004, en comparación con 11 toneladas per cápita en todo el país en 2003, según un estudio realizado por Lin Tze-luen, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Taiwan (NTU, siglas en inglés).

El promedio de Taiwan equivale a 11 toneladas per cápita entre los países miembro de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, y es casi tres veces el promedio mundial de 4 toneladas per cápita. Si una clasificación de los líderes de emisión de dióxido de carbono fuera publicada, Kaohsiung se encontraría seguramente entre las tres primeras ciudades en el mundo.

A pesar de los alarmantes resultados de la encuesta, el Gobierno de la Ciudad de Kaohsiung, que comisionó el estudio, decidió enfrentar la situación y publicar los datos, al mismo tiempo que tomó medidas para resolver el problema.

“El cambio climático no tiene menos impacto que la amenaza de un misil o el SRAG”, dice Lin. “Debería considerarse un asunto de seguridad nacional. Pero en Taiwan se ha desestimado el tema. Por lo menos en Kaohsiung se está encarando este serio problema en el nivel municipal”.

Aludiendo la investigación de las Naciones Unidas, Lin dice que millones de personas deben desplazarse cada año debido a la sequía, las inundaciones y otros efectos del calentamiento global. Al mismo tiempo, las temperaturas más altas han exacerbado la contaminación del aire en ciudades alrededor del mundo. Taiwan, que ya recibe la influencia de los tifones, y también es susceptible a la sequía, debe tomar precauciones.

Sólo los hechos

Lin, quien posee un doctorado en Asuntos Urbanos y Política Pública de la Universidad de Delaware en Estados Unidos, dice que la tarea que se propuso fue establecer un estándar confiable para medir emisiones, que sirva como base anual, y que sería un punto de referencia para los objetivos de reducción de la ciudad.

El dice que su reto más difícil fue establecer métodos para crear un inventario de emisiones, ya que la mayoría de estos inventarios se realiza a nivel nacional y no municipal. El tuvo que crear métodos factibles y esperar que diversas agencias gubernamentales accedieran a facilitar información.

Según los hallazgos de Lin, las emisiones de dióxido de carbono de Kaohsiung representan alrededor del 21 por ciento del total de Taiwan. El sector industrial produce el 60 por ciento de las emisiones de Kaohsiung. La generación energética se encuentra en segundo lugar, con el 21 por ciento, y el sector residencial y comercial combinados en un tercero, con 14 por ciento.

Lin dice que la política nacional es la que dirige el asunto de las emisiones de la industria pesada. Bajo esta política, las empresas administradas por el Estado, China Steel Corp., Chinese Petroleum Corp., Taiwan (CPC) y Taiwan Power Co. (Taipower), fueron todas establecidas en Kaohsiung. Excluyendo al sector industrial, las emisiones de dióxido de carbono de la ciudad, bajaron a sólo 7 toneladas por persona al año.

Hsiao Yu-jeng, director general del Buró para la Protección Ambiental de la ciudad, dice que como resultado de la política del Gobierno Central, Kaohsiung funciona como la cocina de Taiwan. La “cocción” que ocurre allí crea inevitablemente contaminación.

“Kaohsiung es el sitio principal para la producción de acero y productos petroquímicos, así como de generación energética de Taiwan”, dice. “Por ejemplo, sólo las emisiones de dióxido de carbono de China Steel, representan el 42 por ciento del total de la ciudad. Si el Gobierno Central desea que continuemos en el papel de cocina para la nación, necesita ayudarnos a mejorar nuestras instalaciones”.

En lugar de culpar al cocinero, Hsiao dice que el Gobierno Central debería ayudar para que la ciudad desarrolle fuentes de energía substitutas y renovables, mediante la creación de centros para la investigación y desarrollo, y la mejora del equipo de producción en las empresas estatales.

Establecimiento de objetivos

Entre tanto, el Gobierno de la Ciudad ha formulado una serie de planes de acción realistas para reducir la huella de carbono en Kaohsiung. Para el 2010, tiene planeado reducir las emisiones de carbono en los sectores industrial y energético en un 4 por ciento, en comparación con 2004. En los sectores residencial y comercial, el objetivo es mantener el nivel de 2005.

Hsiao dice que los objetivos de Kaohsiung pueden alcanzarse más fácilmente si el Yuan Legislativo aprueba un proyecto de Ley para la Reducción de los Gases de Efecto Invernadero. El proyecto de ley fue aprobado por el Yuan Ejecutivo en septiembre de 2006, y aprobado en su primera lectura en la asamblea legislativa el pasado mayo. Con trabajo atrasado en la asamblea legislativa, no está claro cuándo, y si el proyecto de ley podrá pasar una tercera y última lectura en este órgano. Hsiao lamenta que sin base legal, será difícil que el gobierno de la ciudad imponga el cumplimiento en el sector privado.

Por ahora, el gobierno de la ciudad se centra en los esfuerzos del sector público. Ha coordinado con China Steel, para que la compañía canalice el exceso de vapor, que es un producto derivado de su proceso manufacturero, a las plantas vecinas para la generación de energía.

Liu Kuo-chung, quien dirige las operaciones sobre protección ambiental en China Steel, dice que su compañía genera electricidad del vapor y ha trabajado con otras 12 compañías en la integración de recursos energéticos. El dice que como consecuencia de su cooperación, los participantes ahorran costos de combustible, y han reducido de manera combinada 210.000 toneladas de emisiones de dióxido de carbono al año.

Liu explica que los gases de invernadero producidos por China Steel se originan de la combustión de combustibles fósiles en el proceso de refinamiento y el uso de carbonato de calcio, que es la materia prima clave en la producción de acero. En los últimos años, la compañía de Liu ha mejorado su proceso de producción y fortalecido el índice de producción y eficiencia energética a través del uso de tecnologías e instalaciones avanzadas.

A fin de procesar una tonelada de acero crudo en 1979, China Steel emitía 2,56 toneladas de dióxido de carbono como consecuencia de la combustión. En 2006, las emisiones se redujeron en 20 por ciento, a 2,06 toneladas por tonelada de acero crudo. Aún más, el sistema de recuperación de calor excedente que se ha usado durante una década, ha reducido las emisiones de carbono en más de un millón de toneladas por año.

Entre tanto, el gobierno de la ciudad ha trabajado con el Ministerio de Economía y la Administración para la Protección Ambiental de Taiwan, en la transformación de un vertedero en una planta de energía de metano. Actualmente, la instalación puede generar 5.500 kilovatios de energía, mientras que se reducen las emisiones de carbono en 345.000 toneladas al año.

Kaoshiung también ha promovido el uso de biodiesel en los vehículos del servicio público. En 2006, alrededor de 200 vehículos funcionaban con biodiesel, reduciendo las emisiones de dióxido de carbono en 6.000 toneladas al año. A comienzos de 2007, la ciudad comenzó a emplear autobuses que funcionan con biodiesel. En algún momento, los transbordadores que recorren el río Amor, y van desde la ciudad hasta la Isla Cijin utilizarán este combustible ecológico.

Estrategia ecológica

El Buró de Obras Públicas de Kaohsiung también se aboca a resolver el asunto del cambio climático. El buró está plantando árboles a lo largo de las calles y en lugares públicos, y crea más parques en la ciudad. Wu Hong-mo, director general, dice que su buró ha creado casi 700 hectáreas de espacios verdes durante la última década. Dentro de cuatro años, se terminarán 86 hectáreas adicionales de espacio verde.

Otra importante iniciativa del Buró de Obras Públicas, dice Wu, es la instalación de nuevos postes de luz integrados, semáforos y rótulos de calles en las principales intersecciones. El explica que estas unidades están equipadas con lámparas de diodos emisores de luz (LED, siglas en inglés) que utilizan células solares. Estas ahorran a la ciudad alrededor de 640 kilovatios al año, una reducción del costo de NT$2,6 millones (US$80.000).

Además, en un intento de reducir el número de motocicletas y automóviles, el buró trabaja en la construcción de canales para bicicletas. Algunos caminos se extienden a lo largo de la ruta del sistema de tránsito rápido de masas (MRT, siglas en inglés), que comenzará operaciones a principios de este año, y ofrece la opción de transporte a los residentes que prestan atención a su salud o el medio ambiente.

Kaohsiung tiene un promedio de 6,1 horas de luz solar al día, el mayor entre las ciudades de Taiwan. Gracias a una sólida base tecnológica, la ciudad está destinada a desarrollar sistemas de energía solar. “La industria ecológica puede traer oportunidades comerciales lucrativas a Kaohsiung”, dice Wu. “Esperamos que nuestra ciudad pueda transformarse en un fuerte de la industria ecológica”.

El Buró de Obras Públicas ha promovido el uso de energía solar en los edificios y parques públicos. La Isla Cijin cuenta con siete turbinas que producen 79 kilovatios combinados de electricidad al día, suficiente energía para iluminar el parque y sus alrededores durante cuatro horas todas las noches. En el Ayuntamiento, se instalaron paneles solares, así como tanques para reciclar agua de lluvia, células solares, ventanas de baja emisión y sistemas de iluminación con alto rendimiento. Se calcula que este proyecto de renovación ha reducido las emisiones de carbono en 9 por ciento por año en el Ayuntamiento. Se construye un estadio para los Juegos Mundiales 2009 que también presenta características ecológicas.

Pensando en el mundo

Lin Tze-luen, profesor de NTU, ayudó a solicitar y asegurar que la ciudad obtuviera la calidad de miembro (como Kaohsiung, Chinos-Taipei) en el Consejo Internacional para Iniciativas Ambientales Locales (ICLEI, siglas en inglés) en diciembre de 2005.

ICLEI fue establecido en 1990 para coordinar los esfuerzos de desarrollo sostenible, así como también políticas de protección ambiental, con programas y técnicas puestos en marcha por instituciones locales en el nivel local. Más de 700 gobiernos locales que representan más de 300 millones de personas alrededor del mundo, han firmado hasta ahora.

“Muchas ciudades han reducido las emisiones de gases de efecto invernadero gracias a políticas, tecnologías y experiencias positivas”, dice Lin. “La calidad de miembro de ICLEI brinda una plataforma para que Taiwan intercambie ideas con ellos. La participación en este tipo de red internacional es significativa, en vista de que Taiwan ha estado aislada en la comunidad internacional por mucho tiempo”.

ICLEI celebró su segundo Consejo Mundial Principal sobre Cambio Climático, así como la Conferencia de Kyoto sobre Cambio Climático, en Japón en febrero del año pasado. Kaohsiung estuvo representada en ambos simposios internacionales.

Además de las consultas técnicas, la formación de mano de obra y los servicios de información que facilita la organización internacional, Hsiao Yu-jeng, del Buró para la Protección Ambiental, dice que el gobierno de la ciudad está solicitando la participación en la campaña Ciudades por la Protección Ambiental de ICLEI. Esta iniciativa central de ICLEI ayuda a los gobiernos locales a trazar estrategias y establecer objetivos para reducir las emisiones de carbono, mejorar la calidad del aire y fortalecer la habitabilidad y sostenibilidad urbanas.

El Gobierno de la Ciudad de Taipei fue admitido en ICLEI hace casi dos años en abril de 2007, después de Kaohsiung. Chen Tsung-ming, jefe de sección en el Departamento de Protección Ambiental de Taipei, dice que hasta ahora su departamento ha trabajado principalmente a través de la organización para recolectar información ambiental, y tiene planeado establecer conexiones con otras ciudades miembro de ICLEI durante una visita que hará a Canadá a finales de año.

Actuación en el nivel local

Lu Tai-ying, director de la Asociación Verde de Kaohsiung, describe las operaciones en China Steel, CPC y Taipower, como hechos que los residentes no pueden dar marcha atrás. Pero Kaohsiung puede controlar las emisiones en áreas, tales como el transporte.

“En Taipei, además de los trenes del MRT, alrededor de 4.000 autobuses públicos están en servicio a diario”, dice Lu. “Pero en Kaohsiung, hay menos de 500 autobuses públicos que sirven una población que es dos tercios el tamaño de la de Taipei. El gobierno de la ciudad planifica elevar el número a 1.000 en cuatro años, pero no creemos que sea suficiente”.

Lu desea que el gobierno de la ciudad construya más caminos para bicicletas, a fin de estimular a la gente a usar este medio de transporte. El quiere también que el Gobierno construya bicicletas y las coloque en sitios de alquiler público en áreas concurridas, y además, él insta al gobierno a producir autobuses públicos eléctricos para reducir la contaminación del aire.

Asimismo, Lu insta al Gobierno Central a que deje de promover las industrias consumidoras de energía y contaminantes, tales como la refinería de petróleo y la fabricación de acero. El dice que se debería restringir la producción de estas industrias a un nivel que sea suficiente para satisfacer la demanda doméstica.

“Aunque las 175 naciones que ratificaron el Protocolo de Kyoto han procurado reducir sus emisiones de carbono en un promedio colectivo de 5 por ciento en comparación con sus niveles de 1990 para el año 2012, las emisiones de Taiwan han aumentado de manera continua”, dice. “El Gobierno de Taiwan debería adoptar medidas de reducción agresivas y ajustar la estructura industrial doméstica hacia las industrias no contaminantes, tales como el turismo. De otra forma, nuestra competitividad internacional podría sufrir mucho como resultado de las sanciones comerciales”.

Lu, de 46 años de edad, ha vivido toda su vida en Kaohsiung. El profesor de secundaria ha trabajado en el movimiento de protección ambiental por más de 10 años.

“Como ecologistas, no tenemos derecho a sentirnos impotentes o pesimistas”, dice. “Creo que podemos hacer algo para marcar una diferencia. Igualmente, intentamos establecer una asociación con el Gobierno, no sólo criticarlo y organizar protestas”.

La organización de Lu ha emprendido campañas educativas para la conservación de energía, y ha participado activamente en el proceso de creación de políticas ambientales del gobierno de la ciudad.

Lin Tze-luen, de NTU, indica que el Gobierno Central debe considerar muchos factores, al mismo tiempo que reduce su eficiencia en la ejecución de las políticas ambientales.

“En la actualidad, el asunto del cambio climático se trata de resolver más en el nivel local en todo el mundo”, concluye. “Aquí, en Taiwan, Kaohsiung completó un inventario de gases de efecto invernadero y planes de acción. Aunque aún falta ver los resultados, creo que la ciudad va por el camino correcto y esto animará a otras ciudades y distritos a seguir su ejemplo”.

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