Cheng Kai-lai: He sido disc jockey durante 15 años. Gracias a la computarización, mi trabajo ha sido bastante simplificado y es mucho más fácil. En el pasado, tenía que traer casettes o discos compactos de casa, y pasar considerable tiempo recolectando información. Pero ahora tenemos una base de datos computarizada de la que puedo elegir canciones y establecer un orden de transmisión. Sólo me toma una media hora ubicar la información que deseo en Internet.
Espero que la música que coloco sirva para relajar y alegrar al público. La radio es una industria de servicio ya que tenemos que satisfacer las necesidades de los oyentes. Si quieren escuchar una canción en particular, pueden dejar una nota en nuestra página Web, y trataré de colocarla. Cuando voy a una sala de karaoke, siempre veo qué canciones son las más solicitadas. También escucho a otros canales de música para averiguar cuáles canciones estoy dejando a un lado.
Aparte de presentar brevemente los antecedentes de los cantantes, también converso sobre las condiciones del tiempo o tráfico, algo relacionado con la vida cotidiana porque quiero que mis programas sean informativos. Sin embargo, se supone que no podemos hablar mucho. Necesito aprender a expresar mis ideas de forma más precisa y breve.
Algunos jóvenes planean ser un disc jockey como un trampolín hacia la industria del entretenimiento. Hoy día, no se necesita tener buena voz, dicción perfecta o entrenamiento profesional —lo que más importa es la personalidad. Como hay tantos jugadores, es difícil hacerse conocer. Está la presión de los índices de audiencia, y los salarios no son altos. Debes tener entusiasmo para hacer este trabajo. En mi caso, yo también escribo libros sobre viaje, dicto conferencias, presento programas y hago trabajos de voz en off para aumentar mis ingresos. Y como los programas de radio se transmiten generalmente en vivo de lunes a viernes, no se puede tomar unas largas vacaciones.
A pesar de eso, estoy feliz de poder hacer el trabajo que me gusta. Puedo conocer a cantantes que adoro. Ser un locutor es bueno porque puedes tener cierta privacidad. Por ejemplo, puedo comer en los puestos callejeros y no tengo que preocuparme de ser reconocido por el público. Puedo hacer amistad con los oyentes que me envían tarjetas o regalos en mi cumpleaños. Entre tanto, he estudiado francés, español e italiano, además del inglés, para poder compartir el significado de las letras con los oyentes —es bueno aprender continuamente. En general, la felicidad de ser un disc jockey supera las dificultades.
Chen Feng-shing, presentadora de News 98.
Chen Feng-shing: me gradué de periodista y trabajé para una agencia de noticias local durante 13 años antes de convertirme en locutora de noticias en la radio hace cinco años. Aunque en principio, me encargo de los programas de noticias económicas y financieras, éstas están sujetas a varias influencias externas, como la política y la protección del medio ambiente, por eso mi transmisión es muy amplia. Al ser orientados hacia lo informativo, mis programas cubren los desarrollos de la bolsa de valores, fusiones y adquisiciones, la industria de capital riesgo y tácticas de mercadeo, entre otras. Quiero presentar un juego completo de conocimiento a mi público, en vez de pedacitos y piezas de noticias diarias, y espero hacer sus mañanas provechosas.
Mi programa es de 7 a 10 a.m. Generalmente me levanto antes de las 6 y llego a la estación a las 6:30. Luego, leo aproximadamente cinco diarios y reviso la Internet para seleccionar las principales noticias sobre las que quiero hablar. A continuación practico la narración del tema complicado y especializado de una manera simple y coherente. También debo ver el significado detrás de estos eventos, las tendencias a las que pertenecen y crear mis propios comentarios. Durante este período, mejor que la gente no me moleste porque me pongo de mal humor con frecuencia. Después del programa, discutiré el tema especial que pretendo usar al día siguiente con el productor, y le pido al personal que recolecte el material y contacte a los entrevistados.
La presión del trabajo en la agencia de noticias es diferente a la de una presentadora de programa. A los periodistas se les exige buscar noticias exclusivas, en cambio como locutora de radio, se necesita estar muy concentrado, y la presión es intensa pero dura poco tiempo. Yo termino mi trabajo cuando mucha gente apenas comienza el suyo. Me gusta este tipo de horario porque así tengo mucho tiempo para mí.
Me pagan para explorar temas que me interesan, y la gente que entrevisto me informa lo más importante que han aprendido en sus vidas. Algunas veces siento que estoy tomando una clase y discutiendo algo con el maestro. Esa es realmente la mejor parte de mi trabajo. Para ser capaz de juzgar precisamente las noticias y analizarlas con profundidad, tengo que pensar lógica y claramente. Leo muchísimo, materias bastante serias y detalladas, con el propósito de encontrar artículos que valgan la pena presentar a los oyentes. Todos dejamos a un lado los libros que no nos interesan, pensando que los leeremos cuando tengamos tiempo, pero yo nunca hago eso.
Alguna gente piensa que es doloroso levantarse temprano, pero yo creo que levantarse y acostarse temprano es saludable. En general, no puedo pensar en nada negativo sobre mi trabajo, excepto no poder tomar vacaciones largas. Me gusta viajar durante diez días cada seis meses, pero ahora sólo tomo tres a cinco días al año. Soy la persona más feliz cuando mis oyentes me dicen cuánto disfrutaron mis programas y cuán útiles son para ellos. Es maravilloso hacer algo que beneficia a otros y uno mismo.