04/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Li Tsung-hou Gerente de sauna

01/07/1998

Estoy trabajando en el sector de los servicios porque es natural que un hijo se haga cargo del negocio de su padre. No fue una cuestión de elección. Estudié economía en Japón durante cuatro años, de ahí que lo que aprendí en la universidad me sea útil ahora que administro esta sauna. Cuando estuve en Japón, trabajé en varios restaurantes de camarero nocturno a media jornada, y esa experiencia me está ayudando ahora. Aprendí japonés, por eso atiendo personalmente a todos nuestros clientes japoneses.

Es necesario conocer todos los pormenores de este negocio. Si un empleado se va de vacaciones, tengo que ser capaz de hacer su trabajo y encargarme de los clientes. También puedo dar masajes, no soy un gran masajista, pero sé cuando uno es bueno. Si alguien quiere trabajar aquí como masajista, el requisito fundamental es que pueda darme un masaje que me satisfaga; por consiguiente, aquí no sólo le dan unos cuantos golpecitos, como en otras saunas de menor categoría, sino un verdadero masaje.

En ocasiones, algún masajista renuncia o se niega a trabajar horas adicionales porque no está satisfecho con el salario y las condiciones de trabajo. Ya sabe, las manos de un masajista comienzan a temblar después de atender a cinco clientes. Hace unos cuantos días, un masajista trabajó hasta las tres de la mañana. Luego, dijo que estaba a punto de desmayarse e insistió en volver a casa, sin importarle que todavía había clientes esperando. La sauna depende de los masajistas, pues sin ellos no existiría este negocio.

Generalmente, llego a las diez u once de la mañana y vuelvo a casa a la una o las dos, o quizás más tarde al día siguiente. Mi horario de trabajo puede parecer muy largo, pero tengo que esforzarme ya que esta sauna es de mi familia. De hecho, trabajo y descanso. Si no hay nada que hacer, algunas veces me relajo bañándome aquí, o salgo con mis amigos. Con frecuencia, a eso de las once de la noche, voy en mi motocicleta a una cancha de baloncesto para hacer deporte. Realmente, no tengo un horario fijo, pero cada vez que salgo tengo que asegurarme de que mis empleados puedan contactarme.

Puedo ir a un KTV o a un pub para divertirme después del trabajo durante los fines de semana. Durante la semana, generalmente voy directo a casa después del trabajo. ¿Qué otra cosa se puede hacer cuando el resto de la gente está durmiendo? En casa, veo televisión hasta que me da sueño, por lo general hasta las tres o las cuatro. Raras veces me levanto para desayunar, y algunas veces no puedo dormir. Si eso sucede, salgo a comer algo. Estoy muy acostumbrado a trabajar en la noche y a ese estilo de vida.

En este negocio, no hay mucha diferencia entre el trabajo diurno y el nocturno. Nuestros deberes son los mismos y la calidad de nuestro servicio no desmejora durante las horas del día. Nuestros clientes --la mayoría de ellos ancianos o comerciantes-- tienden a venir y quedarse hasta que cerramos. Los fines de semana no son necesariamente más ajetreados. La mayor parte de los clientes que vienen por la noche son más jóvenes que los del día. No se imaginan cuán viejos y débiles son algunos de ellos. Recientemente, un general retirado estableció un nuevo récord, él tiene 95 años. Muchos necesitan ayuda para caminar. Tenemos que desvestirlos, y como no se pueden bañar por sí mismos, debemos hacerlo nosotros.

Esta sauna abría veinticuatro horas al día. Pero nos dimos cuenta de que algunas personas de mala índole se quedaban aquí dos o tres días continuos, y esto empezó a preocupar a la administración local. La situación llegó al punto de que uno de esos hombres rompió un televisor. Después de eso, mi padre pensó que la sauna debía cerrarse durante un lapso de tiempo diariamente, para que todos los clientes pagaran y se marcharan. Fue entonces cuando decidimos abrir el club de 10:00 A.M. hasta 6:00 A.M. En septiembre pasado, Chen Shui-bian [el alcalde de Taipei] comenzó a tomar medidas enérgicas contra el negocio de la pornografía en la ciudad. Las saunas fueron uno de los primeros objetivos. Durante un mes, tuvimos un policía en la entrada, las veinticuatro horas del día, supervisando nuestras actividades. Pero nunca hicimos nada ilegal. Imagínese cuánta clientela perdimos por este motivo. Luego, la policía comenzó a realizar inspecciones nocturnas. No nos gusta que nos inspeccionen con tanta frecuencia, porque molesta a nuestros clientes y los ahuyenta. Por eso adelantamos la hora de cierre a las 2:00 A.M. Aunque todavía nos inspeccionan ocasionalmente, la situación ha mejorado mucho después de hacer ese reajuste de horario. Si la policía viene a las 3:00 A.M. no puede hacer nada, porque hemos cerrado.

En realidad, no creo que el negocio de la pornografía haya sido erradicado de la ciudad. Cuando se echa insecticida la primera vez, puede que se eliminen algunos insectos, pero la segunda vez que se rocíe es inútil porque los que quedaron se han inmunizado. La gente en ese negocio conoce maneras para evadir las medidas de Chen, conocen todas las rendijas. Todo el mundo sabe lo que están haciendo, pero la Municipalidad no hace nada para resolver el asunto.

Nuestra sauna es especial, porque siempre ha sido «limpia». Al principio, los servicios que ofrecíamos eran limitados. Los clientes solamente podían bañarse y recibir masajes. Pero al ver que eso no era muy lucrativo, y la demanda por mejores servicios aumentaba, decidimos introducir otra gama de servicios: pedicura, manicura y cuidados para la piel. Eso sí, aquí no hacemos trampas.

El número de saunas al estilo shanghainés como la nuestra está disminuyendo. Cada día menos gente está dispuesta a trabajar tantas horas como masajista u ofreciendo sus servicios en estos lugares. Me entristece pensar en esto.

Creo que seguiré trabajando aquí. Actualmente, dedico mucho de mi tiempo a esta sauna; pero en el futuro, probablemente invertiré en otros negocios. Como ha hecho mi padre, que ahora ha incursionado en el negocio inmobiliario.

--entrevista por Oscar Chung

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