05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Un tema aplazado

01/07/1999
La mengua en el número de charcas representa una amenaza para los nenúfares endémicos a la isla.

l de 1979 fue un gran año para los conservacionistas de Taiwan: los planes del Gobierno de desarrollar una área residencial en el manglar próximo al estuario del Río Tamsui en Chuwei, en el término municipal de Tamsui del Distrito de Taipei, dieron lugar a una polémica con los conservacionistas cuyo resultado fue que, en respuesta al llamamiento para salvar los manglares, en 1986 la zona terminara siendo designada reserva natural.

En las zonas pantanosas de la costa occidental de la isla abundan los manglares, pero el de Chuwei es más famoso que otros por ser el más grande de Taiwan donde sólo crece la Kandelia candel, una especie vivípara que echa raíces principalmente en el norte de la isla; la Avicennia marina, otra especie importante de mangle en Taiwan, es más común en el sur.

Pero hay que mantenerse siempre alerta ante los intentos humanos por alterar la paz de los manglares. “La tierra en Taiwan tiene gran valor económico, así que a la gente le interesan incluso los terrenos pantanosos y pretende transformarlos en zonas industriales y residenciales o en piscifactorías”, señala Chiu Chih-yu, investigador asociado en el Instituto de Botánica de la Academia Sínica. “En cuanto a agentes contaminantes en la tierra próxima a los manglares, el aceite y metales pesados de las aguas residuales y los desechos industriales pueden resultar bastante dañinos.”

Afortunadamente, gracias a los esfuerzos de los conservacionistas, los mangles han captado la atención de la sociedad taiwanesa. Hoy en día, organizaciones tales como el Instituto de Investigación de Especies Endémicas de Taiwan (TESRI, siglas en inglés) y la Academia Sínica, llevan a cabo estudios sobre los hábitats y ecosistemas de los manglares de la isla. Chiu señala que algunos gobiernos locales, como el de la Ciudad de Tainan, han comenzado a regenerar los pantanos y animan al público a participar —plantando semillas con sus propias manos, por ejemplo. “No es fácil conseguir que los políticos se interesen realmente por la conservación de los pantanos. Quizás sólo están promocionándose a sí mismos y su imagen, pero en cualquier caso es algo positivo para los manglares”.

Un tema aplazado

Han pasado veinte años desde que los conservacionistas cantaran victoria en su batalla por salvar el manglar de Chuwei, en el Distrito de Taipei.

Al mismo tiempo, sin embargo, Chiu piensa que debería existir una cooperación más estrecha entre los institutos de investigación y los gobiernos locales con planes de regeneración en marcha. Chiu hace tal afirmación tras advertir un fallo en el puesto en práctica por el de la Ciudad de Tainan: se plantaron mangles en unas antiguas salinas. Si bien se trata de especies que crecen en tierras pantanosas salinas, el grado de salinidad de la zona era sencillamente demasiado elevado. Apunta Chiu que tales cosas no sucederían si ambas partes trabajaran juntas, proporcionando las organizaciones de investigación los conocimientos técnicos necesarios a los gobiernos locales.

La conservación de los manglares ha experimentado ciertos progresos: al menos, muchos ciudadanos saben que están siendo protegidos. Otras especies acuáticas, como la Hygrophila pogonocalyx, sin embargo, no son tan conocidas a pesar de que por ser endémicas a la isla resulta más preocupante que se hallen en peligro. A diferencia de ellas, los mangles que crecen en Taiwan se pueden encontrar en otras partes del mundo.

Según Huang Chao-ching, responsable en el TESRI de la investigación sobre vegetación en zonas de agua dulce, estas otras plantas acuáticas se hallan bajo la misma amenaza que los mangles --especialmente a manos del hombre. Por ejemplo, las charcas de toda la isla abundaban antes en vida vegetal, incluyendo el Nuphar shimadai, un tipo de nenúfar endémico de Taiwan; actualmente, una tras otra están siendo desecadas a medida que la gente trata de crear más terreno por razones económicas. “De entre todos los lugares de Taiwan, el Distrito de Taoyuan [en el norte de Taiwan] es el que cuenta con más charcas, y las plantas de éstas se ven ahora allí seriamente amenazadas”, explica Huang.

Son también plantas y animales foráneos los que ponen en peligro a las plantas de las charcas. Hace varias décadas, los granjeros locales comenzaron a importar de Francia, donde se trata de un plato muy popular, el caracol de la manzana (Ampullarius insularus); pero la novedad francesa no consiguió impresionar a los consumidores locales y los caracoles fueron a parar a los cursos de agua. Huang cuenta cómo el caracol de la manzana se ha cebado en muchas plantas submarinas que anteriormente eran muy comunes en los arrozales, cursos de agua y charcas de Taiwan. Por su culpa, algunas especies de la isla se hallan incluso al borde de la extinción.

Un tema aplazado

Los retoños vivíparos de la Kandelia candel, un tipo de mangle.

En lo que se refiere a plantas invasoras, la Eichhornia crassipes de Sudamérica es particularmente agresiva. Si bien puede desmenuzarse y servir de alimento de aves de corral, dada su increíble facilidad para proliferar, bloqueando cursos de agua y reemplazando a otras plantas, la única forma de mantenerla a raya es proceder periódicamente a su extracción del agua.

Según Huang, el medio en que se desenvuelve la vegetación de pantanos y zonas acuíferas no hace sino deteriorarse. Para hacer frente a esto, el TESRI ha construido un curso de agua artificial de 150 metros de largo en el parque de educación ecológica de Chichi, en el Distrito de Nantou, donde se encuentra el Instituto. Asimismo, a fin de conservar especies tales como la Hygrophila pogonocalyx, uno de sus focos prioritarios de investigación, ha excavado tres estanques rectangulares en su estación experimental de baja altitud del Distrito de Taichung (en el centro de Taiwan).

Hasta la fecha, la Hygrophila pogonocalyx sólo puede encontrarse en las áreas costeras del Distrito de Taichung. Huang opina que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales debería incluirla en la categoría de “gravemente amenazada”, inferior sólo a las de “extinta” y “extinguida en estado natural”. A fin de evitar la pérdida de esta especie endémica, el TESRI ha aunado esfuerzos con el gobierno del Distrito de Taichung, las autoridades de dos comunidades costeras de éste y una organización conservacionista de carácter privado con la esperanza de que la gente llegue a conocer mejor esta planta y, consecuentemente, apreciarla y protegerla.

De hecho, una mayor conciencia conservacionista entre el público general es la única esperanza de futuro para las comunidades de plantas de las tierras pantanosas y zonas acuíferas de Taiwan, así como para el resto de los recursos biológicos de la isla. “En una democracia a la gente le corresponde el papel de supervisar, así que es tremendamente importante hacerle entender la importancia de la conservación”, aduce Chiu, de la Academia Sínica. Sólo tras conseguir todas las plantas de la isla atraer tanta atención como lo hicieran en su momento los mangles, podrá algún día Taiwan aspirar a convertirse en un paraíso para la vida vegetal. La verdadera victoria de los conservacionistas está aún, pues, por llegar.

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