06/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

La destrucción física no doblega el espíritu inquebrantable de un pueblo

01/09/1999
Un barrio residencial reducido a escombros en la ciudad de Taichung. El terremoto fue una de las peores catástrofes que ha sufrido Taiwan.

Los residentes de Taiwan fueron despertados abruptamente por un fuerte sismo en las primeras horas del 21 de septiembre. El terremoto, que tuvo una magnitud de 7,3 grados en la escala abierta de Richter, tuvo su epicentro en Chichi, distrito de Nantou, en el centro de la isla.

El sismo principal ocurrió a la 1:47 de la madrugada, con más de tres mil réplicas, algunas sobrepasando los 6 grados de magnitud. Las mismas han complicado más muchas de las operaciones de rescate.

Los distritos más severamente afectados son Nantou, Chiayi, Changhua y Taichung. Muchos edificios y casas se desplomaron en esos distritos. En Taipei, un edificio de doce pisos colapsó, atrapando a muchas personas entre los escombros.

El edificio, donde funcionaba el Hotel Sungshan, se derrumbó quedando sólo cuatro pisos en pie. Los pisos inferiores colapsaron ante la intensidad del sismo, quedando atrapadas varias decenas de personas. Escenas dramáticas de socorro en el lugar de los hechos dominaron los noticieros por espacio de una semana, culminando con el milagroso rescate de dos jóvenes hermanos que permanecieron atrapados por más de cinco días entre las ruinas de lo que fue su hogar.

En Hsinchuan, distrito de Taipei, un edificio de apartamentos residenciales de doce pisos se desplomó, cayendo sobre otro de cinco. Hubo alrededor de una decena de muertos y un centenar de heridos.

En términos generales, las regiones sur y este de la isla virtualmente no se vieron afectadas por el terremoto.

Una de las ciudades más afectadas fue Puli, en el distrito de Nantou. Funcionarios han reportado que el 98% de los edificios han sufrido daños estructurales. Los servicios básicos fueron interrumpidos durante varios días, y en algunos sectores de dicho distrito todavía no han sido restaurados.

En el centro de Taiwan, muchas personas se han quedado sin casa y muchas de aquéllas cuyas casas no se derrumbaron, no se atreven a retornar a sus hogares por temor a las réplicas.

El número confirmado de muertos sobrepasó las 2.100 personas, además de más de 8.600 heridos. Un total de 6.861 casas y edificios quedaron destruidos por el terremoto más mortífero del presente siglo en Taiwan. Además, 5.632 edificaciones han quedado inclinadas o parcialmente desplomadas. Existe un peligro potencial de que muchas de estas construcciones se desplomen totalmente por las réplicas que han estado ocurriendo con frecuencia desde que se produjo el sismo principal. Por otro lado, un total de 227 edificios han sido declarados como “estructuras peligrosas” por las autoridades. Estos edificios serán demolidos a la mayor brevedad, una vez culminen las operaciones de rescate.

Socorristas locales y extranjeros se encuentran en un carrera contra el tiempo para buscar sobrevivientes entre los escombros, aunque la posibilidad de rescatarlos vivos se hace cada vez más remota con el paso del tiempo.

La solidaridad internacional con la República de China se comenzó a sentir a pocas horas de haber ocurrido el desastre. Se estima que más de 700 expertos en rescate provenientes de 21 países llegaron a Taiwan para ayudar en los esfuerzos de socorro, trayendo consigo más de 100 perros entrenados en la búsqueda de sobrevivientes.

Equipos de rescate provenientes de Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Singapur, Tailandia, Australia, Hong Kong, Rusia, Turquía, Alemania, España, Reino Unido, República Checa, Suiza, Francia, Hungría, Eslovaquia, Austria, México, Filipinas y Nueva Zelanda comenzaron a arribar a Taiwan inmediatamente después de conocerse la noticia.

El mayor contingente extranjero fue el japonés, con un total de 135 personas. El primer grupo de japoneses llegó a la isla en la tarde del mismo día y comenzó su tarea de rescate.

Muchos de los grupos de rescate internacionales trajeron consigo sofisticados instrumentos para detectar señales de vida entre los escombros, junto con equipos para destruir obstáculos, penetrar en áreas de difícil acceso, así como para rescatar sobrevivientes o cadáveres sepultados entre las ruinas.

Un grupo de la Unidad Canina de Rescate de España, compuesto por doce especialistas en rescate y ocho perros olfateadores, llegó a Taiwan en la noche del segundo día. El grupo español realizó labores de socorro en el distrito de Nantou. El mismo fue reforzado al día siguiente con ocho personas y cinco canes del equipo RAPID.

De América Latina, un grupo de rescate procedente de México llegó a Taiwan el 24 de septiembre. A pesar de no contar con equipos avanzados, el equipo mexicano de nueve personas fue altamente elogiado por su experiencia en estas labores y su agilidad para moverse entre los escombros.

El pueblo en Taiwan quedó impresionado por el arduo trabajo y profesionalismo mostrado por los equipos de rescate extranjeros que llegaron a la isla. Huang Cheng-tai, presidente del Consejo Nacional de Ciencias y convocador del Comité Nacional para la Prevención de Calamidades, manifestó que la experiencia de los equipos extranjeros es de valor incalculable para el futuro.

La comunidad internacional quedó consternada por la intensidad y alcance destructivo del sismo. Los mandatarios y gobiernos de la mayoría de los países del mundo enviaron mensajes de condolencia y pesar al Gobierno y pueblo de la República de China. Entre los Jefes de Estado que enviaron mensajes de solidaridad a Taiwan se encuentran el presidente Bill Clinton, de Estados Unidos; el presidente Joseph Estrada, de Filipinas; el primer ministro japonés, Keizo Obuchi; el presidente Kim Dae-jung, de Corea del Sur; el primer ministro Jean Chretien, de Canadá, así como los Presidentes de la mayoría de los países latinoamericanos.

El papa Juan Pablo II exhortó a que el mundo entero acuda en ayuda de las víctimas del sismo, tanto ahora como durante el período de reconstrucción. “En estos días, mis pensamientos se han vuelto constantemente al amado pueblo de Taiwan, mientras se recupera del reciente terremoto y su trágico saldo”, dijo el Santo Padre.

En un oficio religioso celebrado el 26 de septiembre, Juan Pablo II oró por las víctimas y sus seres queridos, y luego expresó su confianza en que “la comunidad internacional responderá con renovada solidaridad y pronta asistencia en la urgente tarea de ayuda y reconstrucción”.

En un mensaje a la nación, el presidente Lee Teng-hui dijo: “Es responsabilidad del Gobierno cuidar de todo nuestro pueblo. Al enfrentarse a la destrucción causada por este terremoto, el Gobierno de la República de China responderá con sus mayores esfuerzos y con una actitud positiva frente al desastre”.

Lee hizo esa declaración después de hacer una gira de inspección a las zonas más afectadas por el sismo en la mañana del día 21. En el mensaje, el Presidente expresó sus sinceras condolencias a los familiares de los fallecidos y su profunda preocupación por los heridos. Además, agradeció los mensajes de simpatía y la ayuda proporcionada por países amigos.

En el país, la reacción de la ciudadanía fue instantánea. Gente de todos los estratos sociales en Taiwan comenzó a donar dinero, alimentos, colchas, medicinas y otros materiales a las pocas horas de haber ocurrido el sismo.

 Las empresas del sector privado hicieron cuantiosas donaciones en efectivo y en bienes para asistir a los damnificados. El Grupo Evergreen donó 3,8 millones de dólares estadounidenses. El Grupo President envió doce camiones cargados de fideos instantáneos y agua mineral a los distritos de Taichung y Nantou, para ser distribuidos entre los afectados por el desastre natural.

Los principales medios de comunicación también hicieron donaciones. Los principales diarios de Taiwan manifestaron su solidaridad humana con la entrega de un día de salario por parte de todos los trabajadores.

Las televisoras comenzaron la colecta de donaciones a través de programas especiales y teletones. Varias emisoras de radio también instaron a sus radioescuchas a hacer donaciones en cuentas especiales creadas para ayudar a los damnificados.

Varias organizaciones religiosas entregaron ayuda material o monetaria. También enviaron voluntarios para brindar asistencia médica, confortar a los deudos o ayudar en las tareas de distribución de bienes a los afectados por el sismo.

Varios legisladores decidieron donar un mes de salario para contribuir a la ayuda humanitaria para los damnificados.

El gobernador de la provincia de Taiwan, Chao Shou-po, señaló en una reunión del Comité Central Permanente del Kuomintang, partido gobernante, que las tres tareas más urgentes en las áreas afectadas por el terromoto son: llevar a cabo los funerales para las víctimas del sismo; dar albergue a los damnificados; y rescatar a las personas que siguen atrapadas entre los escombros.

El primer ministro, Vincent Siew, decretó un duelo nacional de tres días el 23 de septiembre, durante los cuales la bandera nacional fue izada a media asta. El Cuerpo Diplomático acreditado ante la República de China también mostró su solidaridad con el pueblo en Taiwan bajando sus respectivas banderas a media asta en las embajadas, consulados y oficinas representativas.

En vista de las terribles consecuencias del sismo, el presidente Lee Teng-hui promulgó el 25 de septiembre un decreto de emergencia diseñado para acelerar los esfuerzos de socorro y reconstrucción.

El decreto especial, que tendrá una vigencia de seis meses, cubre una amplia gama de medidas legales extraordinarias. Esta es la cuarta vez que el Gobierno de la República de China ha hecho uso de este recurso de excepción desde que se trasladó a Taiwan en 1949.

Algunas personas consideran que el anuncio del decreto de emergencia vino muy tarde y no ha sido efectivo para aliviar las quejas de quienes perdieron sus propiedades y seres queridos, o quedaron heridos.

El mismo permite que el Gobierno emita bonos estatales por encima del tope del 15% del presupuesto anual. También permite que el Gobierno disponga de los recursos hídricos, las propiedades privadas baldías y los medios de comunicación con el propósito de socorro y asistencia. Las Fuerzas Armadas también podrán ser movilizadas para mantener el orden público y ayudar en las obras de reconstrucción.

Por otro lado, el Yuan Ejecutivo adoptó un paquete de medidas de emergencia que incluye: compensaciones de socorro y consolación; albergue temporal para los damnificados; creación de un fondo de emergencia; concesión de préstamos para la reconstrucción, así como para la vivienda, la industria y el comercio; prevención y control epidemiológico, así como atención médica de emergencia; inspección de seguridad para las casas; abastecimiento de bienes de primera necesidad; estabilización de los precios al consumidor; entrega de bienes a los damnificados; reanudación de las actividades escolares en las áreas afectadas; instalación de líneas telefónicas especiales; creación de una cuenta bancaria especial para las donaciones; movilización de las Fuerzas Armadas en las áreas afectadas; saneamiento ambiental; asistencia para los trabajadores en las zonas destruidas por el sismo; y preparación del listado de muertos y heridos.

El Gobierno de la República de China también decidió cancelar todas las celebraciones del Día Nacional. Esta será la primera vez en los 88 años de historia republicana que las efemérides patrias del 10 de octubre no serán recordadas con actividades festivas que van desde desfiles militares a presentaciones de artes folclóricas y espectaculares despliegues de fuegos artificiales.

Una sencilla ceremonia en conmemoración al Día Nacional se realizará en el auditorio del Palacio Presidencial en la mañana del 10 de octubre.

En el campo económico, el devastador terremoto causará una disminución en la tasa de crecimiento económico del país. Funcionarios de la Dirección General de Presupuesto, Contabilidad y Estadísticas indicaron que el sismo ha ensombrecido el brillante panorama económico que se había pronosticado a inicios del presente año.

El terremoto paralizó las líneas de producción del Parque Científico Industrial de Hsinchu, en donde se encuentran la mayoría de las fábricas de productos de informática y alta tecnología. Los fabricantes de computadoras y sistemas periféricos en Taiwan han sufrido serias pérdidas a consecuencia del sismo.

La economía de Taiwan también ha sido afectada por los apagones que se han producido a causa del terremoto, que ocasionó daños de consideración en el sistema de generación y distribución de electricidad en la isla. La situación ha erosionado la competitividad y ha afectado las exportaciones del país.

El sismo también ha dado lugar a una disminución de la riqueza nacional, lo que afectará los gastos en el sector privado, causando un descenso en el crecimiento económico.

En el aspecto positivo, se espera que las obras de reconstrucción tras el terremoto contribuyan al recobro de la industria de construcción en la isla, que ha sufrido de un estancamiento en los últimos dos años. Esto probablemente ayude a que Taiwan logre una mejor actuación económica durante el próximo año.

Ingenieros y sismólogos del mundo entero han viajado a Taiwan para examinar por qué algunos edificios colapsaron y muchos otros no han resultado afectados por el fuerte terremoto. En Taiwan existen códigos de construcción similares a los de Japón y algunos estados de Estados Unidos.

Chen Hung-ming, arquitecto de Taiwan, señaló que después del terremoto de Kobe, Japón, los códigos de construcción en la isla han sido modificados para tomar en consideración no sólo los efectos de sacudidas horizontales, sino también de las verticales.

“El daño pudo haber sido peor”, indica Chen. Taiwan sufrió menos daños que Kobe, a pesar que el sismo que afectó la ciudad japonesa en 1995 fue menor en intensidad que el ocurrido en Taiwan.

Algunos expertos consideran que inadecuadas estructuras de base o la calidad del subsuelo han sido las principales causas del colapso de muchos de los edificios.

Takao Nishikawa, profesor de Ingeniería de Terremotos en la Universidad Metropolitana de Tokio, considera que los amplios intervalos entre los aros para unir la varillas dentro del concreto, la calidad del concreto y el uso de códigos inadecuados han sido las principales causas del colapso del edificio del Hotel Sungshan, en Taipei.

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas envió especialistas para evaluar la situación del terremoto como referencia en calamidades naturales similares en el futuro.

El terremoto y las réplicas que le sucedieron han tenido sus epicentros en las cercanías del pintoresco Lago del Sol y la Luna. El movimiento telúrico fue particularmente devastador debido a que se registró a menos de un kilómetro de profundidad y en el centro de la isla.

Taiwan se encuentra ubicada en la zona sísmica denominada “Cinturón de Fuego del Pacífico” y ha registrado varias decenas de terremotos de magnitud superior a los cinco grados en los últimos años. Sin embargo, la mayoría de ellos tuvieron su epicentro en el mar. “Es el peor terremoto que he visto hasta ahora”, dijo el alcalde del distrito de Taichung, Liao Yung-lai.

El peor sismo que sufrió Taiwan en el presente siglo antes del reciente terremoto ocurrió en 1935, y registró una magnitud de 7,1 en la escala de Richter, causando la muerte de 3.275 personas.

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