02/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Hacia la igualdad verdadera

01/04/2006
Un grupo de contadoras en el trabajo. Las mujeres representan ahora el 50 por ciento de la fuerza de trabajo en las industrias de los servicios.

Cuando a una mujer se le niega un préstamo comercial hoy día, tiene generalmente poco que ver con su género, y mucho más con el difícil tema de los números. “Muchas operadoras de pequeñas empresas son mujeres, y generalmente no poseen muchas propiedades a su nombre”, dice Huang Chang-ling, miembro del Directorio de la Fundación para la Promoción y Desarrollo de los Derechos de las Mujeres, y profesora asociada en el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Taiwan.

Así que ¿tienen sentido esos rápidos cálculos a largo plazo? o ¿se está agrandando la diferencia entre géneros que lastima a la economía como un todo, y resulta en el desencadenamiento económico fuera de lugar con el prominente papel que las mujeres juegan en la política y otros aspectos de la vida en Taiwan? Para Huang la respuesta es clara. “El Gobierno debe trabajar aquí para interrumpir la lógica del mercado”, dice. Hasta desde un punto de vista estrictamente comercial, esa intervención gubernamental podría ser beneficiosa. Huang menciona las estadísticas de las Naciones Unidas que muestran que las mujeres son más capaces de liquidar sus deudas que los hombres. Además, ella indica que la desigualdad entre los géneros es primordial para el interés nacional. “La promoción de la conciencia del tema de los géneros y la igualdad entre los géneros no es un asunto marginal que debería sólo recibir atención y recursos después que se resuelvan otros asuntos”, dice ella.

De hecho, juzgando por el número de mujeres en la fuerza laboral hoy día, parece que la cuestión de la justicia social y las consideraciones económicas son inseparables. Según el Consejo para los Asuntos Laborales del Gobierno Central, las mujeres representan el 42 por ciento de la fuerza laboral general, un aumento de alrededor del 10 por ciento durante las dos últimas décadas. En el sector de los servicios, que se desarrolla rápidamente, la mitad de la fuerza de trabajo está compuesta por mujeres. Como las mujeres en muchas otras sociedades, las taiwanesas están retando los papeles tradicionales de los géneros y esperan más de la sociedad.

Cuando la Fundación para la Promoción y Desarrollo de los Derechos de las Mujeres, un grupo sin fines de lucro subsidiado por el Gobierno establecido en 1998, celebró el año pasado un simposio internacional sobre el tema de las mujeres en las pequeñas empresas en Taipei, una preocupación principal era la protección legal para las mujeres y el mayor énfasis en los asuntos femeninos por parte del Gobierno.

Hoy día, el Gobierno está trabajando en el establecimiento de un consejo con el rango de Gabinete dedicado a la igualdad de géneros, y Taiwan tiene un creciente número de reglamentaciones sobre los asuntos de las mujeres, pero muchas protecciones legales importantes fueron adoptadas apenas en la última década, y estos cambios no ocurrieron fácilmente. Por ejemplo, las penas legales por violencia doméstica no recibieron mucha atención hasta que una mujer llamada Deng Ru-wun, asesinó a su esposo en 1993 después de muchos años de abuso.

Otras protecciones básicas han ganado el apoyo solamente en los últimos años. Hacia fines del último siglo, todavía había en Taiwan algunas mujeres que eran obligadas a abandonar sus empleos cuando se casaban o se embarazaban. La gente puede sentir que esa discriminación ya no existe, pero aún se ven formas sutiles de discriminación entre los géneros. Por ejemplo, los niños recién nacidos superan al número de niñas recién nacidas. La preferencia por los niños data de la dependencia en la agricultura y la necesidad de mano de obra de Taiwan. Incluso hoy, en las ciudades principales, la gente prefiere más a los niños que a las niñas. Chen Man-li, presidenta de la Alianza Nacional de las Asociaciones de Mujeres de Taiwan, indica también que mientras que las niñas poseen ahora derecho legal para heredar, se espera generalmente que rechacen ese derecho a favor de sus hermanos. “Nuestra sociedad aún tiende a subestimar a las mujeres”, dice Chen. La Alianza Nacional de Asociaciones de Mujeres de Taiwan, establecida en 2001, ayuda a coordinar información y recursos entre los más de 60 grupos que actualmente tratan los asuntos relacionados con los géneros. “Las mujeres tienen derecho a ser libres de represión”, dice Chen.

Desde finales de los noventa, los legisladores de Taiwan se han inclinado cada vez más a dar una base legal a esos derechos. Uno de los obstáculos conceptuales, irónicamente, ha sido el consenso general sobre la importancia de la familia en Taiwan. La familia ha sido vista con frecuencia, especialmente por el jefe del sexo masculino de la familia, como un dominio privado, fuera de los límites del Gobierno. La aprobación de leyes pertinentes a la violencia sexual y doméstica, señaló una nueva disposición por parte del Gobierno a inmiscuirse en los asuntos familiares si un miembro de la familia se ve amenazado. Además, estas enmiendas del Código Civil aseguran que la esposa puede retener su propio nombre familiar después del matrimonio y mantener el control sobre su propia propiedad, que antes se convertía en propiedad conjunta de los cónyuges —un arreglo que a menudo daba al esposo mayor poder por el énfasis tradicional en las prerrogativas de los hombres.

Huang Chang-ling, quien sirve también como presidenta de la Fundación Awakening, establecida en 1982, explica que las protecciones legales no resolverán completamente el problema, sino que ofrecen una base legal para mayor cambio de las actitudes de la sociedad. “Sabemos que las leyes no pueden resolver todos los problemas, y se necesita de una mejor ejecución y una red de apoyo mejor equipada y bien financiada”, dice Huang. “Pero la ausencia de leyes dejaría los problemas enteramente sin solución”. Ella indica que mientras nuestra sociedad cambia, las medidas legales ofrecen un poderoso freno a la violación de los derechos de las mujeres. “Al menos, la gente obedece a regañadientes la ley para evitar problemas”, dice.

La clave de la igualdad entre los géneros es darle verdadero poder a las mujeres, señaló Wang Lih-rong, directora del Departamento de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Taiwan, en la conferencia sobre mujeres empresarias. En el caso del cuidado infantil, ella indica que los servicios disponibles para los padres no deben verse como servicios de bienestar suplementarios, sino como derechos básicos para servir a las necesidades tanto de los niños como de los padres. En otras palabras, los servicios de cuidado infantil deberían permitir a los miembros de la familia tener opciones sobre cuándo ofrecer cuidado y cuándo depender de los sectores público o privado, para que no se sientan presionados a ofrecer más o menos que lo que estén dispuestos o tengan capacidad. “Brindar opciones para las mujeres debería ser la base de la política de cuidado infantil, ya que es esencial para el papel y desarrollo social de la mujer”, dice Wang.

Taiwan parece estar empezando tarde la lucha por los derechos de las mujeres, pero hay que recordar que la ley marcial apenas fue derogada en 1987, y la seguridad nacional y el crecimiento económico recibieron más atención hasta hace poco. Huang rechaza sugerencias de que éste es un concepto occidental que está siendo adoptado en el Oriente, y señala que se trata de un proceso de desarrollo. “La igualdad entre los géneros es un concepto modernista y no un concepto occidental”, dice ella. “Si los países occidentales se desempeñan mejor en esta área, es porque ellos experimentaron la modernización mucho antes que el mundo oriental”.

Sin importar cuáles son las razones, el debate está comenzando a mostrar como una lucha completamente desarrollada para redefinir los roles de la mujer en la sociedad. Aunque se ha hecho mucho para mejorar la seguridad social de la mujer y su importancia en varios campos, Huang indica que las mujeres aún están excluidas de algunos campos tradicionalmente masculinos, tales como el militar, donde las mujeres encuentran un helado recibimiento en todo el mundo. Huang piensa que es una actitud anticuada. “Las guerras modernas se basan en la tecnología, no la fuerza física”, dice Huang. Los tabúes ocupacionales contra las mujeres también han existido en el sector de la construcción. “Hasta la titular Ministra de Economía está propensa a actitudes chauvinistas cuando ella inspecciona sitios de construcción”, dice Huang.

En la lucha por la igualdad verdadera para las mujeres, la ley, y de hecho el Gobierno, sólo pueden ofrecer las protecciones básicas. El mar de cambios en actitudes perseguidos por las partidarias de los derechos femeninos, se extiende hasta la caracterización de la mujer en la vida diaria. Chen Man-li se refiere a las expectativas irrealizables creadas por la publicidad y los medios de comunicación. “Las omnipresentes llamadas a las mujeres para que sean bellas y esbeltas, y posean rostros perfectos, crea un manantial de ansiedad en las mujeres”, dice Chen. Ella rechaza el argumento de que la comercialización del cuerpo femenino sea un fenómeno vigorizante.

Para Huang, la cruzada de las feministas debe librarse contra los valores tradicionales, incluyendo el popular campo de la política. Ella cree que el movimiento de las mujeres puede construir una relación pluralista con diferentes sectores, incluyendo los medios de comunicación y el Gobierno. De algunas maneras, esta nueva forma de pensar más radical de los roles de los géneros, refleja el mayor poder de las mujeres en la sociedad. Como una parte esencial de la fuerza laboral y miembros visibles de la sociedad en general, las mujeres están mirando más allá de algunos derechos más fundamentales, y desean ver cómo es la igualdad verdadera entre los géneros. “Esto seguirá siendo tema del diálogo social”, dice ella.


Leyes recientes sobre los derechos de las mujeres

1997

Reglamento sobre la Prevención de la Violencia Sexual

La reglamentación básica tipifica como delito la violencia sexual contra las mujeres.

1998

Reglamento para la Prevención de la Violencia Doméstica

Este reglamento hizo posible que el Gobierno se involucrara en los asuntos familiares para proteger a los miembros de la familia.

Enmienda del Código Civil que permite que la cónyuge retenga su apellido

La revisión ofrece el reconocimiento legal a la práctica ya común de que la esposa mantenga su propio apellido después de casarse.

2002

Enmienda del Código Civil que establece los derechos de propiedad personal para las mujeres casadas

La revisión da el derecho a la esposa a su propia propiedad, que antes debía ser de propiedad conjunta, y el esposo ejercía la mayor autoridad.

Reglamento sobre la igualdad de géneros en el trabajo

La ley prohíbe contratar, entrenar, promover, pagar o despedir a los empleados debido a su género o asuntos relacionados con su género, tales como embarazo o matrimonio. Considera también las necesidades físicas y domésticas de los empleados. Por ejemplo, la ley garantiza a las empleadas el derecho a permiso menstrual, así como ocho semanas pagadas y hasta dos años de permiso de maternidad sin pago.

2003

Reglamento sobre educación familiar

La ley estipula que el Gobierno Central, los gobiernos locales y las escuelas establezcan instituciones y ofrezcan cursos para elevar la conciencia de los diferentes asuntos domésticos, tales como las relaciones entre cónyuges, padres e hijos, y entre ambos sexos.

2004

Reglamento para la educación sobre igualdad entre géneros

La ley exige que el Gobierno Central, los gobierno locales y escuelas establezcan comités para supervisar el uso de recursos educativos para la promoción de la igualdad entre los géneros. Procura construir un ambiente consciente del asunto de los géneros en las escuelas. Prohíbe también el reclutamiento, enseñanza o contratación de personal administrativo dependiendo del género u orientación sexual. Las medidas preventivas contra el asalto sexual y acoso sexual en los campuses también se incluyen en este reglamento.

2005

Reglamento para la prevención del acoso sexual

La ley extiende las protecciones legales para las mujeres al incluir el acoso sin violencia.

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