06/05/2024

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Los nuevos expertos en administración de Taiwan

01/03/2000
El edificio del Centro del Comercio Mundial es ahora el símbolo del desarrollo económico de Taiwan. Los ejecutivos de alto nivel, que tienen más posibilidades de influenciar los acontecimientos futuros, son los candidatos favoritos de los organizadores de los programas de EMBA.

l jueves es siempre un día especial para Robert Chiang, vicepresidente de una cadena de electrónicos. A partir de mayo del año pasado, ha podido saltarse ese día de trabajo a fin de ir a clases en la Escuela de Administración de la Universidad Nacional de Taiwan (NTU, siglas en inglés). Si bien Chiang, de cincuenta y tres años, así como sus compañeros de clase, se encargan de dirigir a sus subordinados durante el resto de la semana, les corresponde a ellos el turno de escuchar a otra persona desde el momento en que entran al aula de clase. Y, a pesar de tener extensos currículos, Chiang y sus compañeros saben que aún necesitan la Maestría en Administración Comercial para Ejecutivos (EMBA, siglas en inglés) a la que asisten en la NTU para poder mantener cierta ventaja en su profesión.

“Casi treinta años después de haberme graduado de la universidad, me dí cuenta de que la sociedad había progresado extremadamente rápido. Supe que tendría que proseguir mis estudios o me quedaría atrás”, dice Chiang, graduado en contaduría en la Universidad Nacional Chengchi, hoy día cursa el segundo de los tres años del programa de EMBA, en la especialidad de contabilidad. Las inquietudes de Chiang, naturalmente, suelen oírse entre los administradores profesionales de Taiwan, según Lin Neng-pai, el decano de la Escuela de Administración de la NTU. “Nosotros [profesores de la Escuela de Administración de la NTU] tenemos contacto frecuente con administradores y ejecutivos. Estos profesionales sienten que el conocimiento que obtuvieron en el pasado, no es suficiente en el cambiante ambiente comercial de hoy, y nosotros entendemos su deseo de recibir más educación”, dice Lin, cuya universidad ha estado ofreciendo el programa de EMBA desde 1997.

El programa en la NTU, la universidad más importante de la isla, fue el primero de su tipo en llamar la atención de los medios de comunicación; sin embargo, la universidad privada Yuan Ze, fue la que introdujo por primera vez el concepto de EMBA en Taiwan. La idea tuvo su origen en Estados Unidos en 1996, cuando Yu Keh-chiang, jefe de la División de Investigación y Desarrollo de la Universidad Yuan Ze, puso en marcha este programa en su universidad. Tras haber cursado estudios y realizado investigaciones en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, siglas en inglés), Yu quedó impresionado por el programa EMBA del MIT, tras lo cual decidió copiarlo en la Universidad Yuan Ze, un año después siguió el de la NTU. Hoy, más de diez institutos universitarios y universidades de la isla ofrecen el programa de EMBA. El número de estudiantes matriculados en los cursos de EMBA de la Universidad Yuan Ze se ha elevado, de menos de 20 en 1996 a los 32 de hoy; además, el número de aspirantes para participar en el examen de entrada del programa también ha aumentado, de alrededor de 200 a 580. De manera similar, el programa de EMBA de la NTU alistó a 135 estudiantes este año, mucho más que los 45 de 1997.

Los nuevos expertos en administración

Algunos estudiantes comparten características similares, otros no. Aunque se les hace fácil entrar en los cursos de EMBA ­-incluso sin necesidad de tomar un examen de entrada-­ el costo puede ser muy alto para muchos empleados jóvenes.

Los programas de EMBA son ahora tan populares que atraen a profesionales de fuera de los círculos administrativos y empresariales, y son estas personas las que integran gran parte del estudiantado. Alguien “de fuera” es Chuang Chun-shan, fiscal en la Corte Suprema. “Con frecuencia, necesito tratar asuntos pertinentes a las finanzas en algunos casos legales, por eso decidí hacer el curso de EMBA”, dice Chuang, que estudia actualmente el primer año del programa de EMBA en la NTU.

Un condiscípulo de Chuang, el general mayor Yen Yung-hsiung, es jefe del Departamento de Comunicación, Electrónica e Información del Cuartel General de la Fuerza Aérea. Yen también cuenta con los conocimientos que le proporcionará el curso de EMBA. “Mi tarea es tomar decisiones, por ello necesito adquirir muchos conocimientos”, dice Yen. “El Comandante en Jefe de la fuerza aérea me brindó mucho estímulo para que me integrara al programa de EMBA. El me ha dicho que le gustaría acompañarme cuando tenga tiempo”.

Por otro lado, algunas instituciones empezaron a ofrecer en septiembre pasado mini cursos de EMBA. Sin exámenes de entrada ni deberes, esta alternativa tiene como objetivo atraer a los administradores de alto nivel que no pueden dedicarle suficiente tiempo a los cursos normales. “Nuestro propósito es aumentar la popularidad de los cursos de EMBA”, dice Chen Ting-ko, quien se ha convertido en una importante figura en el diseño de mini programas de EMBA en la Asociación de Administradores Profesionales de China, una organización que cuenta con más de 1.000 administradores como miembros. “Los programas de EMBA son algo positivo. Un administrador puede aprender algo un día y aplicarlo en su trabajo al siguiente”.

Chen enfatiza que el programa que diseñó es compacto, y se invita a dictar clases a los mejores profesores universitarios, así como también a destacados administradores profesionales de la isla. Cerca de doscientos administradores de alto nivel se inscribieron para la primera sesión que comienza en septiembre ­ cincuenta más de los que Chen esperaba. Este mini programa de EMBA abarca un total de 204 horas, alrededor de la quinta parte de un programa regular de Maestría en Administración Comercial (MBA, siglas en inglés). Al término del mini programa, los alumnos reciben un certificado; en cambio, al finalizar el MBA, a los graduados se les otorga el título de maestría.

Los programas de EMBA son una buena alternativa para aquellos que están ansiosos de adquirir conocimientos, pero que no poseen los requisitos necesarios para participar en un curso regular de MBA, donde los estudiantes deben dedicar todo su tiempo a los estudios. En general, los administradores y otros profesionales no disponen de mucho tiempo para preparar el examen de entrada a los programas regulares de MBA. En algunos casos, se prescinde del examen escrito que, con frecuencia, es el primer requisito para entrar en los programas de MBA. La mayoría de los examinadores en el examen de entrada al EMBA califican a los estudiantes mediante un examen oral y la revisión de su experiencia de trabajo. Algunas escuelas, tales como la Universidad Nacional de Tecnología de Taipei, no exigen un examen escrito para entrar en el programa de EMBA. En la Universidad Yuan Ze, se realizan dos pruebas, una es un pequeño examen escrito de inglés, y el otro, un “análisis de caso”, que no amerita los conocimientos adquiridos en la escuela. “A la gente con potencial le brindamos oportunidades y le formamos”, dice Yu Keh-chiang. “A todo el que esté dispuesto a recibir más educación, debemos abrirles las puertas”.

ero para algunos, la puerta no se ha abierto lo suficiente. No todos los aspirantes logran entrar al programa de EMBA. La Universidad Yuan Ze y la NTU tienen un índice de admisión de apenas menos del 10 por ciento. Inevitablemente, hay dudas sobre cómo se eligen a los estudiantes que participan en los programas de EMBA. ¿Se trata equitativamente a todos los examinandos, independientemente de su situación financiera y social? “Es difícil poner de lado las opiniones y sentimientos personales a la hora de calificar la actuación de una persona en un examen oral”, dice Chen Ting-ko. “Es posible pensar que cuanto más importante la empresa para la que trabaje un aspirante y cuanto más alta la posición que ocupe, mayor la posibilidad de que sea aceptado en el programa”.

Los nuevos expertos en administración

“Taiwan carece de recursos naturales, por eso debemos esforzarnos en elevar el nivel de calidad de sus recursos humanos”, dice un diseñador de programas de EMBA. Los beneficios son recíprocos: los estudiantes brindan a los profesores la oportunidad de entrar en contacto con el mundo real del comercio.

Huang Chung-hsing, el director del programa de EMBA de la NTU, asevera que es casi imposible juzgar objetivamente a una persona que aspira entrar en el programa de EMBA. Sin embargo, Huang señala que, la NTU ha hecho todo lo posible por ser objetiva en la selección de alumnos, y para ello, un mínimo de quince profesores se encarga de examinar a los estudiantes en las diferentes etapas del proceso de evaluación: cuatro son responsables del examen escrito, cinco de la revisión de la experiencia de trabajo, y seis del examen oral. Esta división de responsabilidades garantiza que no haya excesiva predilección en el proceso de evaluación. Asimismo, según Yu Keh-chiang, la Universidad Yuan Ze trata de ser justa con todos los candidatos. “Primero, tenemos un examen escrito, cuya hoja de examen no lleva el nombre del examinando. Luego, un examen oral, donde podría surgir cierto favoritismo [debido a criterios subjetivos], pero aún así, es esencial que el alumno pase el examen escrito”.

No hay nada de malo con la aceptación de ejecutivos de alto nivel en el programa, indica Chen, ya que una vez terminado el curso, estos empresarios pueden ejercer mucha más influencia que el resto de los estudiantes. Los programas de EMBA fueron creados, en primer lugar, para los ejecutivos que cumplen ciertos requisitos para participar en el examen de entrada ­por ejemplo, tanto la Universidad Yuan Ze como la NTU exigen que todos los examinandos tengan un mínimo de ocho años de experiencia laboral. Pero, por otra parte, no es exactamente ético el hecho de admitir estudiantes simplemente por su categoría social. “Sé de una universidad nacional que invita a grandes empresarios a tomar el examen, y les garantiza un cupo en el programa de EMBA”, dice Yu.

Otro asunto que se plantea, es hasta qué punto son los programas de EMBA sólo asequibles para los ricos. De hecho, la matrícula es bastante alta para los empleados jóvenes en los niveles bajos de una organización. En la NTU, por ejemplo, la matrícula es alrededor de NT$50.000 (US$1.562) por semestre, o NT$150.000 (US$4.687) por tres semestres. A pesar de que algunas personas dicen bromeando que la sigla EMBA significa “Expensive MBA” (MBA a alto precio), la mayoría de los estudiantes no se quejan de la costosa matrícula debido a que ganan altos salarios y gozan de una vasta experiencia de trabajo. Aún más, algunos estudiantes pueden participar en estos programas gracias a la ayuda financiera de sus compañías. La matrícula para el programa de mini EMBA diseñado por Chen, es de aproximadamente NT$50.000 (US$1.562) por 204 horas, y la mayoría de los estudiantes recibe el patrocinio de sus empleadores.

pesar de cualquier crítica que pueda recibir el programa de EMBA, vale la pena promoverlo como una alternativa en el campo de la educación para adultos. Abundan los ejemplos de los efectos positivos e inmediatos de contar con empleados graduados del programa de EMBA. “Puedo aplicar de inmediato en mi trabajo los conocimientos adquiridos, y de este modo ayudar a mi compañía a funcionar mejor”, dice Robert Chiang, que está estudiando contaduría. Asimismo, Yu dice que, tras cursar la asignatura de análisis financiero del EMBA, un alumno pudo asistir a la empresa fabricante de computadoras notebook para la que trabajaba, a emitir acciones en Estados Unidos, en consecuencia, produciéndoles generosas ganancias a los accionistas.

Para Melody Lin, gerente general de la sucursal de una empresa comercial británica en Taiwan, los estudiantes sacan gran provecho de los cursos de EMBA que incluyen estudios de caso suministrados por la Escuela de Comercio de Harvard. “De igual modo, otro importante beneficio se deriva de los intercambios entre condiscípulos, de diferentes profesiones, tales como abogados y contadores”, dice Lin. Esta ama de casa-administradora-estudiante, con una licenciatura en literatura inglesa, cree que el título de EMBA es, más que cualquier otra cosa, una garantía de trabajo. “No lo necesito ahora. Pero, me será útil si cambio de carrera en el futuro”.

Para Lin Chin-hung, que ya tiene un posgrado de la Escuela de Medicina de la NTU, obtener otro tiene poca importancia. Aún así, viaja desde Keelung, una ciudad próxima a Taipei, para asistir todas las semanas a sus clases de EMBA en la NTU. “Me fascina participar en las clases de EMBA”, dice, refiriéndose a su pasión por absorber nuevos conocimientos. Actualmente, Lin estudia EMBA en el Instituto de Posgrado de Administración de la Información de la NTU, aparte de su trabajo a jornada completa como obstetra en un hospital de Keelung.

Quizá algunos beneficios del EMBA son impredecibles. “Puedo convertirme en un ejemplo para los jóvenes”, dice Yang Da-wei, gerente general de una compañía estadounidense en Taiwan, que está preparando la tesis obligatoria para graduarse del programa de EMBA de la Universidad Yuan Ze. “Soy mayor, pero todavía estoy aprendiendo, y no hay motivo para que los jóvenes no sigan mi ejemplo y retornen a la escuela”. Lee Feng-yu, condiscípulo de Yang, también un empresario, indica otro aspecto positivo. “Como debo estudiar duro por las noches, tengo un buen motivo para rechazar compromisos sociales innecesarios. Creo que es la mejor excusa”, dice, advirtiendo que sólo pide permiso para ausentarse en la escuela cuando tiene que viajar al exterior por motivo de negocios.

Para las instituciones educativas, ofrecer programas de EMBA es también una ventaja por las altas cuotas de la matrícula. Sin embargo, ni Lin de la NTU, ni Yu de la Universidad Yuan Ze, creen que estas instituciones obtengan ganancias económicas con los programas de EMBA. “La matrícula es un monto insignificante de dinero. La NTU no inició su programa por razones financieras”, manifiesta Lin.

Tampoco la Universidad Yuan Ze, pero Yu revela que un “curso con crédito” especial relacionado con el EMBA, ha creado una fuente adicional de ingresos para esta institución. El año pasado, este curso preparatorio para el examen de entrada al EMBA produjo a la escuela una ganancia neta de NT$8-9 millones (US$250.000-281.250). Una vez que el estudiante pasa el examen, todos los créditos que obtuvo pueden sumarse al total de créditos necesarios para graduarse en el programa de EMBA. Según Yu, las escuelas nacionales no están interesadas en dictar este tipo de clase preparatoria, porque todo el dinero que obtengan de ellas terminará en manos del Gobierno; en cambio, las privadas pueden quedarse con él.

Los programas de EMBA pueden igualmente proyectar una imagen positiva de la escuela. La Universidad Yuan Ze, relativamente nueva, comenzó a atraer mayor atención gracias a su iniciativa de introducir programas de EMBA a la isla. “Nunca nos imaginamos que estos programas fueran a tener tanto éxito”, señala Yu Keh-chiang. Con el ofrecimiento de estos programas, las instituciones educativas pueden entablar buenas relaciones con ejecutivos influyentes y las empresas para las que trabajan. “Sin duda que tener un gran número de ex alumnos sobresalientes ayuda a promover la imagen de la escuela, pero esto puede ocurrir sólo a largo plazo”, dice Yu. “Y, hasta ahora, no hemos tenido ningún tipo de retribución económica”.

En general, la introducción de los programas de EMBA en Taiwan reviste de gran significado. Primero, el programa está teniendo un impacto positivo en los círculos académicos locales. Según Lin Neng-pai, una escuela de administración integral debería incluir un programa de EMBA, por medio del cual, los profesores puedan tener un verdadero contacto con el mundo del comercio. “Esto sería muy estimulante para los docentes en términos de enseñanza e investigación”. Lin está de acuerdo con la idea de Huang Chung-hsing: el círculo de empresas sería algo como el “laboratorio” de una escuela de administración. “Es importante resaltar que gracias a los cursos de EMBA, la experimentación se vuelve más animada, y el área de investigación, más amplia”.

Por último, a medida que se eleve la calidad de los ejecutivos, la economía de Taiwan recibe un impulso fenomenal. “Taiwan carece de recursos naturales, por eso debemos esforzarnos en elevar la calidad de los recursos humanos”, advierte Chen Ting-ko. La próspera economía de la isla, basada en muchas empresas pequeñas y medianas, debe mucho a la creatividad y flexibilidad de la gente trabajadora de toda la isla. Hoy, Taiwan continúa avanzando hacia la próxima etapa, enfrentando una dura competencia a nivel internacional, e indudablemente, los programas de EMBA contribuirán en gran medida a preparar el terreno.

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