06/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Entrada fácil, salida difícil

01/03/2000
La mayoría de los estudiantes maduros piensa que en el aula los profesores dictan las clases y los alumnos toman apuntes. Hacerlos cambiar de idea es a veces difícil.

ara los estudiantes de secundaria superior de Taiwan, el Examen Conjunto para Ingresar a la Universidad es seguramente el mayor reto al que tengan que enfrentarse en su vida. Cada julio, más de 100.000 jóvenes se presentan al examen, y aproximadamente el 60 por ciento lo aprueba. Aquellos que no sacan la nota mínima requerida para obtener un cupo universitario, o la necesaria para entrar en la institución que eligieron como primera opción, terminan inscribiéndose en academias con el objetivo de prepararse para tomar nuevamente el examen al año siguiente. Hay quienes sólo logran aprobarlo después de cinco o más intentos.

En la actualidad, cerca del 8 por ciento de los ciudadanos mayores de dieciocho años, ha recibido o está recibiendo educación universitaria. Pero, en realidad, no todo el mundo quiere entrar a la universidad. Un ejemplo es la peluquera Shih O-chia. “Cuando me gradué de la escuela secundaria vocacional, lo único que deseaba era un trabajo, y quizá, algún día, mi propio salón de belleza”, dice. “Ya había aprendido la destreza que necesitaba para ganarme la vida, y pensaba que había recibido suficiente educación, no deseaba continuar estudiando”. Los próximos quince años, los dedicó a crearse fama como peluquera, al mismo tiempo que se convirtió en esposa y madre.

Sin embargo, a medida que pasaban los años, Shih comenzó a sentir que faltaba algo en su vida. “Siempre creí que, siempre y cuando trabajara duro y tuviera talento, sería suficiente para llevar bien mi negocio, pero comencé a pensar si era correcto dedicar toda mi vida a lo mismo”, dice. “Llegué a pensar que yo era una persona patética, porque ignoraba totalmente lo que acontecía fuera de mi trabajo. Claro que podía leer algo por mi propia cuenta, pero la gente se vuelve perezosa si no tiene a alguien que lo anime”. Lo que necesitaba, según su propia opinión, era la disciplina de la escuela y los profesores. Pero, ¿dónde podía encontrar una institución educativa que pudiera convenirle con sus doce horas de trabajo diario y sus responsabilidades como esposa y madre?

Entrada fácil, salida difícil

¿Qué tan estrecha es la puerta? Todo depende de en qué dirección vaya: Cada año, 15.000 personas se inscriben en los cursos de la Universidad Nacional Abierta, pero solamente logran graduarse 2.000.

Entonces, una clienta salió a su rescate, sugiriéndole estudiar en la Universidad Nacional Abierta (NOU, siglas en inglés). Ya en otoño de 1999, Shih cursaba el primer año. “Era un poco extraño volver a ser estudiante después de tantos años”, dice. “Mi cerebro estaba oxidado, y no estaba segura de hasta dónde llegaría, pero me sentía muy emocionada de tener esa oportunidad”.

Hay alrededor de 45.000 personas que como Shih, por una razón u otra, no quisieron o no tuvieron la oportunidad de estudiar en la universidad, pero que, al cabo de cierto tiempo, decidieron darse otra oportunidad. La Ley de Universidades, revisada en 1982, sentó las bases para la creación de una universidad nacional a distancia. Inmediatamente después de la aprobación de la ley, el Ministerio de Educación encargó al Sistema de Televisión China la creación de una red UHF para transmitir los programas educativos. El siguiente paso fue el reclutamiento de alumnos –inicialmente con carácter experimental–. La NOU fue inaugurada formalmente en 1986, como la primera institución de aprendizaje a distancia en Taiwan, con cursos en humanidades, ciencias sociales y comercio. Durante los años siguientes, se abrieron otros tres departamentos: administración pública, ciencias de la vida, y administración e información.

La NOU tiene ahora un instituto universitario suplementario a distancia, con cursos para personas que no necesitan de estudios muy especializados. Para graduarse, los alumnos necesitan acumular solamente setenta y seis créditos. Su último proyecto es la creación de un instituto de Maestría de Administración Comercial para Ejecutivos (EMBA, siglas en inglés), que probablemente abrirá sus puertas a finales de este año. (Existe también, independientemente de la NOU, la Universidad Abierta de Kaohsiung, que cuenta con 2.600 estudiantes procedentes del sur de Taiwan. El estudio de historia de Kaohsiung es obligatorio en esta institución).

En principio, para entrar a la NOU se exigía que los futuros estudiantes tomaran un examen de entrada. Este no era muy difícil, y entre el 75 y el 80 por ciento de los que se presentaban al examen, lo aprobaban. Chen Yih-young, quien ha ocupado el cargo de rector de la NOU durante nueve años, indica que el examen de entrada facilitaba a la institución el control del número de estudiantes, y a su vez, permitía una mejor administración de recursos. Sin embargo, el examen no se ajustaba al concepto de institución educativa “abierta”, en consecuencia, el examen fue cancelado en 1997. Después de esto, cualquier ciudadano mayor de veinte años que tenga un diploma de secundaria superior o de secundaria vocacional, puede solicitar su ingreso en la NOU. Los aspirantes sin diploma y mayores de dieciocho, pueden participar en clases preparatorias diseñadas para capacitarlos para el curso de “diploma”. Tras completar los cuarenta créditos de dicho curso, el aspirante puede convertirse en alumno de la NOU.

A diferencia de los estudiantes regulares, los alumnos de la NOU no pasan mucho tiempo en las aulas. En lugar de ello, sus principales fuentes de conocimiento son los libros de texto y otros materiales del curso; los programas de televisión o radio producidos por la NOU; y cuatro períodos de clase por semestre durante los fines de semana, en el local de la NOU más cercano al domicilio del estudiante. Cada alumno puede cursar un máximo de cinco asignaturas por semestre, y seis créditos de cursos de verano, además, tiene libertad de tomar clases de los seis departamentos. Para graduarse, los alumnos necesitan completar ciento veintiocho créditos, incluyendo sesenta de un solo departamento. No hay límite de tiempo, y los estudiantes pueden suspender sus estudios por el tiempo que deseen. Muchas jóvenes, por ejemplo, dejan a un lado sus libros por uno o dos años para dedicarse a ser madres.

Entrada fácil, salida difícil

El coro de la NOU actúa en el primer día del nuevo semestre, dándole a los principiantes una calurosa bienvenida, y quizás atrayendo a los meramente curiosos, que podrían convertirse en discípulos algún día.

as estadísticas suministradas por la NOU muestran que cerca del 80 por ciento de sus estudiantes oscilan entre los veinticinco y cuarenta y nueve años. En promedio, los estudiantes de la NOU son entre diez y quince años mayores que los estudiantes universitarios regulares, y la mayoría de ellos había dejado de estudiar desde hacía mucho tiempo. ¿Qué los motiva? Uno de los motivos que frecuentemente se menciona es el deseo de poseer un título universitario, que la NOU otorga a los graduados desde 1994. “Se dice que el diploma no es importante para aquellos con buenas cualidades, pero en la práctica eso no es cierto”, dice Chung Hsiao-ping, quien el año pasado se graduó del departamento de comercio. “En la agencia gubernamental para la que trabajo, las personas con título universitario son promovidas más rápidamente que los graduados de la secundaria superior, independientemente de su rendimiento o antigüedad”.

Muchos otros alumnos se matriculan en la NOU simplemente porque desean adquirir conocimientos. Kuo Yi-ling, que también trabaja para una agencia gubernamental, ha acumulado más del número total de créditos necesarios para graduarse, aunque desafortunadamente aún no reúne los sesenta de un solo departamento. “Un diploma es beneficioso en el trabajo, pero para mí, lograr un ascenso no es muy importante”, dice. “Mi objetivo es aprender sobre las cosas que me interesan”. Algunos estudiantes de la NOU ya tienen una licenciatura e incluso una maestría de otra institución, pero aún así se inscriben en la NOU para estudiar cualquier carrera que pueda serles útil. Según el rector de la NOU, Chen Yih-young, hay también gente que se inscribe en la universidad para servirles de ejemplo a sus hijos o nietos.

La inmensa gama de motivos se refleja en una encuesta realizada por el Departamento de Investigación y Desarrollo de la universidad, que revela que los graduados de la NOU consideran que su mayor beneficio es obtener conocimientos, una perspectiva más amplia del mundo y la oportunidad de enriquecer sus vidas. Pero, sin tomar en cuenta las razones que tengan para matricularse en la NOU, la mayoría de los estudiantes tienen, por lo menos, algo en común que los diferencia de los estudiantes regulares: Quizás por todo el tiempo que tenían sin estudiar, los alumnos de la NOU son más pausados y necesitan de tiempo. “La mayor diferencia es que los estudiantes de la NOU tienden a ser muy callados en clase”, dice Chan Ching-fen, quien desde 1991 ha enseñado en el departamento de administración pública de la NOU. “Animo a los estudiantes a hacer preguntas y a expresar sus opiniones, pero la mayoría está acostumbrada al método tradicional en que los profesores dan las clases y los estudiantes toman apuntes”.

Recibir un título de la NOU no es nada fácil. Independientemente de la carrera, los aspirantes deben completar tres trabajos escolares, que representan el 30 por ciento de su nota final. Otro 30 por ciento procede del examen de mediados del semestre, y el resto, del examen final. Chen Yih-young indica que el estricto control de calidad es esencial para la buena reputación de la institución como un establecimiento de enseñanza superior. “Si permitimos que los estudiantes se gradúen con la misma facilidad con que ingresaron, los títulos de la NOU no tendrían ningún valor”, dice. “Esta es una universidad nacional, por lo tanto es responsabilidad de la institución garantizar que todos sus graduados reciban títulos tan valiosos como los de otras universidades”.

En consecuencia, es obligatorio estudiar por lo menos un idioma extranjero en todos los departamentos de la NOU. Para muchos alumnos, en especial para los de más edad, éste es un gran obstáculo; sin embargo, las sugerencias para que el estudio de idiomas extranjeros se convierta en una asignatura opcional, han sido siempre rechazadas. “A fin de convertirse en graduados de una universidad nacional, los estudiantes necesitan satisfacer ciertos requisitos”, dice Chen. “Entendemos que los idiomas extranjeros pueden ser muy difíciles para algunas personas, pero si un alumno no puede satisfacer nuestros requisitos, no puede graduarse. Es tan simple como eso”.

No obstante, para algunos profesores es a veces difícil ser duros cuando ven a sus estudiantes agotados con todos los deberes y obligaciones que conllevan familia, estudios y trabajo. “Lo que necesitan es ánimo, no desaliento, por ello, soy ‘generoso’ a la hora de poner las notas a sus trabajos escolares”, dice Chan Ching-fen. Para equilibrar los efectos de la indulgencia, en los exámenes de mediados de semestre y los finales, la NOU adopta el mismo método que se usa en el Examen Conjunto para Ingresar a la Universidad. Los profesores que elaboran el cuestionario y el personal que los imprime, son aislados durante los días previos al examen. Los nombres de los examinandos son cubiertos en las hojas de examen, que serán revisadas por más de un profesor. En la práctica, ningún instructor puede otorgar más del 30 por ciento de la nota final de un estudiante, y la nota para aprobar es el 60 por ciento.

Un efecto secundario inesperado de este riguroso “control de calidad” es que alrededor del 40 por ciento de los estudiantes se retiran en el primer año, y el 40 por ciento de los restantes, en el segundo. Aquellos que logran superar los dos años, suelen continuar estudiando; sin embargo, anualmente, un promedio de sólo 2.000 estudiantes se gradúa de la NOU, mientras que se matriculan 15.000 nuevos alumnos.

Otro conjunto de problemas –que no enfrentan otras instituciones– se refiere al personal. La NOU tiene menos de cien profesores de jornada completa, lo que significa que cada semestre es necesario contratar a más de 2.000 de jornada parcial para las clases de persona a persona. Todos son profesores cualificados, que no reciben suficiente orientación para ajustar sus métodos de enseñanza regular a este tipo de una clase mensual. La única “formación”, antes de comenzar el semestre que recibió Chan Ching-fen, fue una corta carta explicándole que debería enseñar a estudiantes de una amplia variedad de ocupaciones y edades. Chen Yih-young sostiene que los cursillos introductorios que en el pasado se dictaban antes del inicio del semestre, ayudaban a los profesores de jornada parcial; sin embargo, había poca participación. En la práctica, es difícil reunir a tanta gente de diferentes lugares de la isla. La NOU ha llegado a una solución: completar la organización de un conjunto de materiales preparatorios que serán enviados, en los próximos años escolares, a todos los profesores de jornada parcial.

n factor que impide la deseada expansión de la NOU es la opinión que de ella tiene la sociedad. Desde 1991, año en que se graduó la primera clase de cincuenta y ocho estudiantes, aproximadamente diez mil personas han terminado exitosamente sus estudios aquí. Sin embargo, a pesar de que la NOU trata de alcanzar un alto nivel, mucha gente duda sobre la capacidad de sus graduados. Algunas empresas privadas incluso la consideran una mera academia, y no un establecimiento universitario de excelencia. “Algunos sectores de la sociedad simplemente no pueden aceptar la noción de aprendizaje a distancia”, dice Chen. “No creen que la gente pueda graduarse de la universidad viendo televisión y asistiendo a cuatro clases por semestre”.

Chen piensa que esto es en parte culpa del Gobierno. A la hora de la contratación y la promoción de personal, las agencias del Gobierno Central no hacen ninguna diferencia entre los diplomas de la NOU y los otorgados por otras universidades, por lo menos en teoría, pero en otras áreas existen grandes discrepancias. “El Gobierno dice que anima el aprendizaje continuo y la educación para adultos, pero es más lo que se habla que lo que se hace”, dice Chen. “En comparación con la educación ‘formal’, la educación para adultos es un proceso mucho más largo y puede beneficiar a un mayor número de personas, pero si se compara cuánto gasta el Gobierno en educar a un estudiante universitario regular y a uno de la NOU, la idea es aún más clara”.

Según Chen, cada año el Gobierno gasta entre NT$100.000 y NT$300.000 (US$3.125 a US$9.375) en cada estudiante de universidad privada o pública; en cambio, el total del presupuesto anual de la NOU es actualmente alrededor de NT$900 millones (US$18,1 millones), o NT$20.000 (US$625) por estudiante. Asimismo, la ley exige que los colegios y universidades convencionales recauden sólo 20 por ciento de los fondos que necesitan de fuentes externas. La NOU tiene que financiarse, en gran medida, por sí misma, el 80 por ciento de su presupuesto procede de las matrículas y la venta de libros de texto, y el resto del Gobierno Central. Por suerte, sin embargo, la naturaleza de la NOU le permite funcionar con una base de bajo costo: no necesita costosos espacios de aulas, ni una gran organización administrativa, ni un caro suministro de agua y electricidad.

Tanto el asunto de la categoría como el de las finanzas, son obviamente muy importantes para el futuro desarrollo de la NOU; no obstante, no debe permitirse que se conviertan en mayores obstáculos. En la opinión de los estudiantes, lo que verdaderamente importa es otro asunto. “Un título –asumiendo que obtenga uno– no va a traducirse en un aumento de salario ni en una promoción”, dice la peluquera Shih O-chia. “Lo único que quiero es mejorar mi nivel para ser una mejor persona. ¿No es ese, pues, el objetivo de la educación?” Siempre y cuando la NOU tenga presente esto, no le faltará ni efectivo ni prestigio.

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