05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Vencer los propios límites

01/12/2005
Los deportistas extremos corren casi siempre el riesgo de ocasionarse daños físicos.

Cuando era niña, Candice Liu soñaba con poder elevarse muy alto sobre la tierra, así como un ave, y eso le causaba euforia. Hace cuatro años mientras estaba de vacaciones en Wanli, en la costa norteña de Taiwan, pudo observar un espectáculo maravilloso — parapentes de varios colores volando elegantemente sobre una cuesta cercana. Ella nunca había visto un parapente, y pensó que las cometas humanas parecían bellas medusas gigantes que flotaban en el aire. Ella condujo hacia la colina en búsqueda de la fuente de su emoción, y descubrió a soñadores con sueños similares, y un sitio para aficionados al parapente. Liu se unió a ellos en ese mismo instante. “Simplemente me encanta la sensación de volar por mí misma”, dice ella.

Liu es miembro del cada vez más numeroso grupo de taiwaneses que están siendo cautivados por los nuevos retos y los deportes extremos. Aunque se utiliza la palabra “extremo” para describir estos deportes, el término es definido vagamente. No hay duda de que sugiere desafío, y algo definitivamente diferente al golf y el bádminton. El término se refiere a cualquier deporte que a primera vista no parezca una buena idea —volar suspendido por una tela sintética, lanzarse desde desfiladeros con sólo una cuerda elástica que evita una caída fatal en el último momento, escalar un precipicio como una mosca humana, y hacer piruetas en una pista o rampa sobre bicicletas, patines en línea o patinetas.

Los deportes extremos fueron introducidos al público por primera vez a gran escala en 1995, cuando el canal deportivo ESPN inició el programa X Games (Juegos X), en el que los competidores probaban suerte en 27 eventos en nueve categorías, entre ellas, salto con bungee, patineta y escalada sobre roca. Estos “deportes” fueron alguna vez los pasatiempos de niños alocados y atrevidos. Sin embargo, como lo ha mostrado Candice Liu, estas actividades pueden proporcionar éxtasis al conquistar el miedo y satisfacer la imaginación.

Hoy día, ella va al sitio Wanli cuatro veces por semana para volar por su cuenta o ayudar a Peter Liu, el instructor general del club de parapente, quien le enseñó el deporte. Por supuesto, para volar un parapente es necesario un poco de instrucción, y Liu y otros preparan a los aspirantes a piloto antes del despegue. Para ser piloto o parapentista —el término se refiere a la persona que realiza la contracción de la aeronave y dirige el vuelo— un estudiante debe aprender a despegar, controlar el parapente en vuelo, y aterrizar elegantemente como una gaviota. Los parapentistas deben también ser agudos observadores del cielo, y aprender a leer los vientos y predecir el tiempo borrascoso. Un aficionado al parapente debe comprar equipo propio por un mínimo de NT$120.000 (US$3.750) o alquilarlo por NT$1.000 (US$31) al día.

El trabajo de Candice Liu como instructora le permite tiempo para realizar sus sueños y compartirlos con los demás. Hoy, la escena de muchas medusas coloridas flotando, dirigidas por instructores experimentados y estudiantes nuevos, es una característica común del paisaje de Wanli. A pesar de todo, el deporte sigue siendo desconocido por muchos. El hecho de tratarse de un deporte extremo es una de las principales razones para que la gente le encante o se mantenga distanciado de esta actividad. Para algunos, el torrente de adrenalina que se produce al volar y practicar otros deportes extremos es la recompensa en sí misma; para la mayoría de la gente, la idea de volar cientos de metros por encima de la tierra, y evitar una catástrofe con sólo halar cuerdas para controlar los movimientos de la aeronave, es más aterrador que divertido. “Claro que se corren riesgos, pero si se siguen las reglas de seguridad, es realmente bastante seguro”, dice Candice Liu. “Todos los accidentes son provocados por los errores humanos”. Ella agrega irónicamente que las abundantes y frondosas cimas de los árboles de Taiwan permiten un aterrizaje suave cuando las cosas salen mal. “Es raro que se pierda la vida en un aterrizaje forzoso sobre árboles”, dice ella.

Quizás sea esa arrogancia y actitud agresiva, las que han convertido al deporte en algo de moda hoy día. Sin embargo, los deportes extremos no son un invento nuevo. La escalada en roca fue popular mucho tiempo antes de que fuera catalogada como deporte extremo. El salto con bungee comenzó en la pequeña isla en el Archipiélago de Vanuatu en el Pacífico hace muchos siglos, como una forma de salto ritual con una cuerda de parra. Su encarnación modernizada fue iniciada en Nueva Zelanda por A. J. Hackett, quien en 1987 saltó de la Torre Eiffel, dándole cierta publicidad al nuevo deporte. Desde entonces, se ha diseminado por todo el mundo.

En Taiwan, los locales han practicado deportes extremos en el exterior y los residentes extranjeros han dispersado el interés en estas actividades poco usuales. Por ejemplo, el salto con bungee fue introducido en Taiwan en 1991 por Cortney Smith, un estadounidense que estableció un club para enseñar este deporte a los locales. Ahora, ya más de 30.000 taiwaneses han experimentado la emoción de una caída libre, principalmente en dos lugares en el norte de Taiwan. Por ejemplo, Meg Luo considera que la experiencia fue desconcertante y emocionante cuando saltó por primera vez el pasado agosto. “Me pareció que pasó mucho tiempo para llegar al punto más bajo del salto”, dice. “A lo mejor fue porque yo quería que todo acabara lo más pronto posible”. Luo había saltado con la cuerda sujetada alrededor de su cintura, como casi todos los principiantes. Cuando todo había terminado, ella quería volver a saltar. “Sentía que no era suficiente”, dice. La próxima vez, a ella le gustaría saltar con el bungee sujetado a sus tobillos y encarar el peligro de frente.

En una época pasada, los deportes eran considerados una distracción innecesaria de los estudios o el trabajo en Taiwan. Pero la mayor prosperidad de la isla marcó el comienzo de un interés en las actividades de ocio, y hoy aquellos que poseen una mentalidad de atleta están traspasando los límites de los deportes.

De todos los deportes extremos de hoy día, los más populares son la patineta (skateboarding), los patines en línea y la bicicleta (BMX, bicicleta de montaña extrema), conocidos en conjunto como los deportes B3 (por las iniciales en inglés de board, blade y bike). Es uno de los centros de interés de la Asociación de Deportes Extremos Chinos-Taipei. Chiang Chih-ming, director de la organización, ha sido un aficionado de los patines en línea durante años. El vió en televisión por primera vez las estructuras onduladas fabricadas que utilizan los aficionados a los deportes B3. Hasta ese momento, las patinetas nunca le habían parecido tan divertidas. Chiang visitó después Bangkok donde pudo probar instalaciones profesionales de deportes B3. Estas estructuras permiten a los patinadores, ya sea de patineta o patines en línea, y a los ciclistas, mantener el ímpetu al deslizarse de arriba para abajo sobre las paredes curvas diseñadas para que los atletas alcancen altas velocidades en un espacio reducido —y realicen piruetas atrevidas, que hacen de este deporte un espectáculo divertido. Chiang quería una para Taiwan, y en gran medida gracias a sus esfuerzos, las primeras instalaciones profesionales para deportes B3 abrieron al público en 2000. La Asociación de Deportes Extremos Chinos-Taipei fue establecida el año siguiente, y la gente ha estado en movimiento extremo desde ese momento.

Los deportes B3 atraen a muchos atletas porque ofrecen un espacio para expresarse libremente y desarrollar su estilo personal, lo que explica su popularidad entre los menores de 25 años, quienes disfrutan al impresionar al público con acrobacias diseñadas por ellos mismos. “Estos deportes son bastante creativos. Sus dificultades técnicas están cambiando constantemente, y por ello, se siguen viendo instalaciones con nuevos diseños para satisfacer las necesidades de los atletas”, dice Chiang.

Hay 29 instalaciones de deportes B3 en Taiwan en la actualidad, y Chiang dice que gracias a ellas, más gente está interesada en los deportes. “Estas instalaciones son magnetos para los aficionados a los deportes B3”, dice. “Han contribuido a la popularidad del deporte y ofrecen un lugar para ver a los deportistas extremos en acción”. La terminación del primer parque de deportes B3 permitió a Taiwan celebrar su primera competencia internacional de deportes B3 en 2002.

La escalada en roca también cuenta con una larga historia en Taiwan. Hace dos décadas, la Asociación Alpina Chinos-Taipei, el principal promotor y organizador de actividades de montañismo en Taiwan, celebró competencias para los escaladores locales en los primeros muros artificiales verticales con obstáculos. La escalada en roca en Taiwan recibió un gran impulso en 1998 gracias al Séptimo Campeonato de Escalada Deportiva de Asia, que fue el primer evento de escalada celebrado en Taiwan. Mark Ma, un instructor de escalada en roca, calcula que el número de muros artificiales para escalada en lugares públicos, tales como parques y escuelas, aumentó tres veces después de los juegos. El estima que ahora hay más de 300.

Ma cree que el creciente interés en los deportes que ponen a prueba los límites, refleja la necesidad de relajarse y tomar un descanso del mundo laboral. El dice que muchas personas que se acercan a él para aprender escalada son comerciantes y personas que realizan trabajos estresantes. “Ellos necesitan un poco de emoción para liberarse de la pesada rutina diaria”, dice.

Parte de la liberación para los escaladores deriva de hacer cosas que ellos no sabía que podían hacer. “Yo pensaba que escalar en roca era demasiado para mí, pero ahora sé que puedo hacerlo”, dice Ano Law, quien escala una vez a la semana junto a su esposa. “He adquirido un nuevo conocimiento sobre mi cuerpo desde que empecé el deporte”, dice Law.

Sin embargo, a menudo, los padres no ven estos beneficios, quienes piensan que “extremo” es un aviso gigante de peligro. “Ellos temen por la seguridad física de sus hijos si practican deportes extremos”, dice Chiang. “Ser etiquetado de “extremo” puede ser una desventaja para el desarrollo de un deporte”.

Aunque están teniendo éxito, los deportes extremos seguramente no alcanzarán la popularidad del baloncesto o el fútbol. Por un lado, estos deportes son generalmente altamente individualistas por naturaleza propia. Un individuo se mide contra sus propios temores. Incluso los instructores, indica Ma, pueden estar mucho más interesados en sus propios logros que en la promoción del deporte. El indica que hay cientos de instructores de escalada en roca con licencia, pero sólo algunos de ellos enseñan sus destrezas. “Muchos obtienen las licencias por el simple motivo de alcanzar un sentido de logro”, dice. “No están interesados en enseñar”.

Chang Chih-ming explica que los deportes extremos están apenas en sus inicios, y lo mismo ocurre con la mayoría de los atletas que trabajan en la Asociación de Deportes Extremos Chinos-Taipei, y sus 10 oficinas alrededor de Taiwan. “Los atletas extremos son demasiados jóvenes para tener una actitud seria sobre la promoción del deporte en sí, y están más interesados en experimentar las emociones que estos producen”, dice.

A pesar de todo, el interés está aumentando. Por ejemplo, los deportes B3 serán incluidos en los primeros Juegos Indoor de Asia, un importante evento deportivo bajo techo en la región programado para el mes de noviembre en Bangkok. Chiang ha propuesto al Consejo Nacional de Deportes y Salud Física que incluya los deportes B3 en los Juegos Nacionales de Taiwan. Ya el año pasado, el primer Abierto de Parapente de Taiwan fue celebrado en Taitung, en el sureste de Taiwan. El evento a comienzos de agosto atrajo a 110 atletas, entre los que había más de 80 competidores extranjeros, en comparación con 20 en 2004. Durante este último año, la Asociación de Deportes Aéreos Chinos-Taipei también inauguró más oficinas para promover las actividades de parapente, y los parapentistas esperan que el deporte sea incluido en los próximos Juegos Mundiales a celebrarse en 2009 en la sureña ciudad taiwanesa de Kaohsiung. Los organizadores de los Juegos Mundiales ya incorporaron la escalada deportiva a la lista de competiciones.

Pareciera que los deportes extremos están lentamente entrando en la corriente principal, al tiempo que aumenta el interés de la gente en ellos. “No se puede esperar que el viento sea favorable cada vez que a uno se le ocurre volar”, dice la parapentista Candice Liu, mirando el extenso océano desde lo alto en la colina de Wanli, donde se encuentra el sitio para volar parapentes. “Pero si espera el tiempo adecuado, tarde o temprano será premiado con excelentes condiciones del viento, que lo elevarán vertiginosamente hacia el cielo”.

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