03/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Protegiendo a los pequeños

01/10/2005
Gracias al desarrollo económico de Taiwan, el bienestar infantil ha comenzado a traspasar los límites de la ayuda financiera.

La necesidad de mejorar el cuidado hacia los niños ha atraído mayor atención alrededor del mundo. “El niño, por motivo de su inmadurez física y mental, necesita de protección y cuidado especial”, manifiesta la Declaración de los Derechos de los Niños de las Naciones Unidas, adoptada en 1959. En 1989, las Naciones Unidas aprobaron la Convención sobre los Derechos de los Niños para establecer la base de la ley internacional sobre derechos humanos para la protección de los niños.

De hecho, el concepto de bienestar infantil es antiguo en la cultura china. “Aprovisionamiento para los ancianos hasta la muerte, el empleo para la gente sana y los medios de desarrollo para los menores”, escribió Confucio en el Capítulo Utopía del Libro de los Ritos. Sin embargo, los niños han sido vistos desde hace mucho tiempo como una forma de propiedad, y su crianza y educación, eran asunto familiar. El bienestar infantil como parte de un sistema de bienestar social completo es un concepto relativamente nuevo en la sociedad taiwanesa. Aunque la Constitución de la República de China garantiza los derechos de los niños, y la Ley para el Bienestar Infantil fue promulgada primero en 1973 para regular los asuntos de los niños menores de 12 años, estas medidas eran idealistas, en vez de prácticas.

Kuo Jing-houng, director del Departamento de Bienestar Social de la Universidad de la Cultura China, dice que no hay una definición estándar de bienestar infantil. Esta depende de las sociedades, culturas y niveles de desarrollo económico. La asistencia financiera puede ser la suma total del bienestar infantil en un país en desarrollo, mientras que todo lo que se refiere al desarrollo físico y mental del niño se atiende en los países desarrollados. La economía de Taiwan ha prosperado, el bienestar infantil ha comenzado a significar más que solamente asistencia financiera para los niños de familias de bajos ingresos.

Todo cambia

El cambio de la estructura familiar de las numerosas familias tradicionales a las nucleares es otra razón para que la gente haya comenzado a prestar más atención al bienestar infantil. Cuando varias generaciones viven juntas, las responsabilidades de los niños son compartidas. En una familia nuclear en la que ambos padres trabajan, estas responsabilidades se convierten en una carga de la sociedad.

La baja en los índices de nacimiento también ha llamado la atención hacia el bienestar infantil. Las estadísticas muestran que desde mediados de los noventa, la población menor de 12 años de Taiwan se redujo a una media de 30.000 personas por año. A finales de 2004, habían alrededor de 3,4 millones de niños, o sea el 15 por ciento de la población de Taiwan. Kuo dice que cuando solamente hay un niño en la familia, él o ella recibe naturalmente más atención y cuidado. Pero al mismo tiempo que los niños reciben más atención, también enfrentan mayor presión académica a temprana edad. Debido a su limitado conocimiento del mundo, los niños generalmente tienen que depender de aquellos que los cuidan para garantizar o ejercitar sus derechos. Entonces, en la práctica, su independencia y autonomía son ignoradas con frecuencia en la familia, la escuela o en la sociedad en general.

Esto no significa que la gente se preocupaba menos por los derechos y bienestar de sus hijos. Pero el sistema de responsabilidades era diferente en el pasado, donde el bienestar social e infantil comenzaban y terminaban dentro del mismo círculo familiar. Pero con todos los cambios, la preocupación del público sobre la insuficiencia de las leyes existentes, y la demanda por otras mejoras instaron a la revisión total de la Ley para el Bienestar Infantil y las reglas para su aplicación en 1993. La ley fue integrada a la Ley para el Bienestar de los Jóvenes, y así se creó la Ley para el Bienestar de los Niños y Jóvenes en 2003, la que amplió su alcance para incluir a los menores de 18 años, y por lo tanto, se adhirió a la definición de niño de las Naciones Unidas. Aunque la exclusión de Taiwan de las Naciones Unidas no le permite firmar la convención, la legislación abarca el espíritu de colocar primero el mejor interés de los niños.

El objetivo principal de la revisión fue colocar medios de ejecución en la ley. A diferencia de la ley original, con la revisión se exige que cualquiera que descubra casos de abuso infantil o negligencia debe notificar a la policía o autoridades de bienesar social. Todos los casos reportados deben investigarse, y la corte puede nombrar un guardián si ambos padres se consideran incapaces. En otras palabras, el bienestar de los niños ya no es sólo un asunto familiar. A fin de protegerlos, la intervención gubernamental es algunas veces necesaria.

Aunque la legislación de 1973 se convirtió en el marco legal para el establecimiento de la agencia para el bienestar de los niños, no fue hasta 1999 que se estableció el Buró para los Niños (CBI, siglas en inglés), del Ministerio del Interior, como la primera agencia oficial encargada de la promoción del bienestar, los derechos y la protección de los niños. Además de asumir la responsabilidad, y contribuir con los servicios para el bienestar de los niños, y fomentar y propagar los derechos de los niños, el CBI ayuda igualmente a poner en marcha los servicios ofrecidos por los gobiernos locales. Estos incluyen la asesoría y remisión, la educación de los padres y servicios de asesoría familiar. El CBI también promueve los servicios de familias sustitutas, para atender a los niños cuyas familias son temporalmente inadecuadas para cuidarlos.

Huang Pi-hsia, directora general, dice que los servicios pertinentes al bienestar de los niños promovidos por el Gobierno y el sector privado, enfocaban principalmente el ofrecimiento de ayuda financiera para los niños discapacitados, pero el desarrollo repentino y los cambios sociales han hecho que la gente vuelva a pensar en sus responsabilidades hacia los niños. Por ejemplo, la necesidad de cuidado infantil se ha incrementado rápidamente con la ruptura de las grandes familias tradicionales, y el aumento de familias de un solo padre que trabaja. Hoy día, los servicios para el bienestar de los niños incluyen todo desde educación hasta prevención del crimen.

Por la gente, para la gente

El Gobierno ha estado trabajando para ofrecer un marco legal apropiado y un sistema administrativo, y las organizaciones privadas siempre han sido activas en la promoción del bienestar de los niños en Taiwan. El Fondo para Niños y Familias de Taiwan cuenta con 23 sucursales alrededor de Taiwan para ofrecer protección a los niños y programas de adopción. La Fundación de la Liga para el Bienestar de los Niños, que trabaja con agencias gubernamentales, estableció una línea telefónica para la búsqueda de niños extraviados. Otros ofrecen servicios médicos y legales, o forman alianzas y redes con las organizaciones internacionales y extranjeras para proteger a los niños del abuso, y promover la salud física y mental de los niños con necesidades especiales.

Huang dice que la falta de mano de obra profesional es el principal problema para las agencias gubernamentales y organizaciones privadas. Hay menos de 200 empleados sociales en las agencias gubernamentales, y menos de 1.000 en las organizaciones privadas. Los recursos humanos limitados han resultado en una carga excesiva para los trabajadores sociales, y ésto socava el progreso del país en este campo.

Como la necesidad del bienestar de los niños ha sido reconocida, el Gobierno ha enfatizado también la promoción de los derechos infantiles en los últimos años. En términos de leyes y reglamentaciones, la Legislatura ha aprobado y revisado leyes relacionadas, tales como el Reglamento para la Prevención de Transacción Sexual de Niños y Jóvenes (1995), y el Reglamento para la Prevención de la Violencia Doméstica (1998). A partir de 1997, la Asociación China para los Derechos Humanos (CAHR, siglas en inglés) con sede en Taipei, inició la publicación de un informe anual sobre los derechos humanos de Taiwan, en el que los derechos infantiles se evalúan según cuatro criterios: derechos humanos básicos, derechos sociales, educación y salud.

La caridad comienza en casa

Pong Su-hwa, profesora asociada en el Departamento de Educación Continua y para Adultos, de la Universidad Nacional Normal de Taiwan, realizó el informe en 2004, e indica que con el desarrollo económico y los avances en tecnología médica, así como el seguro nacional de salud, Taiwan ha progresado en términos de los derechos sobre salud y educación de los niños. Sin embargo, así como en informes de años anteriores, a Taiwan le falta todavía mejorar en la categoría de derechos sociales, que incluyen el acceso al bienestar social y la protección contra los perjuicios, justicia en el sistema legal, oportunidades de participar en la sociedad e igualdad social.

Los incidentes de abuso, negligencia y violación de los niños se reportan con frecuencia, siendo los niños las víctimas del estrés emocional o externo de los padres. Las estadísticas del CBI muestran que en 2004, había casi 5.800 niños —un aumento del 8 por ciento en comparación con el año anterior— quienes fueron víctima de abuso físico, mental o sexual, o fueron perjudicados debido a la negligencia de su guardián.

Wang Yu-min, directora ejecutiva de la Fundación para la Liga de Bienestar de los Niños, está preocupada por al aumento del abuso infantil. Ella indica que durante mucho tiempo en la sociedad taiwanesa, se creía firmemente que los padres amaban a sus hijos, y harían todo lo posible por educarlos. Incluso hoy día, con el cambio en el énfasis de la instrucción a la asistencia en el crecimiento físico y mental de los niños, muchos creen aún en que “quien bien te quiere, te hará llorar”, que la disciplina estricta es un medio aceptable para que el niño se convierta en mejor persona.

Según las estadísticas del CBI, alrededor del 90 por ciento de los abusadores son los padres, parientes o cuidadores de los niños. Sin embargo, la mayoría de los casos son reportados por los hospitales, escuelas, organizaciones de bienestar social o la policía. En muchos de los casos de Wang, los parientes o amigos ya sabían del abuso y prefirieron no intervenir. El hecho de que ya existe un marco legal, no significa que la renuencia tradicional a reportar los casos de abuso, desaparecerá de la noche a la mañana.

Está claro que el bienestar de los niños comienza en casa, donde los padres tienen la responsabilidad primordial de las necesidades de sus hijos. A medida que Taiwan atraviesa por los cambios sociales, los esfuerzos del Gobierno y las organizaciones privadas son cruciales para ampliar la manera de pensar de la gente sobre sus propias responsabilidades, y las que tienen en cuanto al bienestar de los niños.

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