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Taiwan Today

Taiwán Hoy

Investigación de la diversidad

01/06/2005
Saminathan Thangasamy (izquierda) y John Lin.

El Programa de Postgrado Internacional de Taiwan (TIGP, siglas en inglés) está diseñado para atraer a intelectuales de postgrado hacia uno de los principales institutos de investigación de la nación. Bajo su auspicio, la Academia Sínica administra ahora ocho programas de doctorado (Ph. D.) tanto para alumnos locales como extranjeros. Los programas se centran principalmente en ciencias naturales interdisciplinarias, tales como bioinformática y nanotecnología; aunque también se están tramitando cursos de historia y sinología.

El personal docente del programa es de la Academia Sínica, cinco universidades seleccionadas y el Centro Médico de la Defensa Nacional, y los doctorados son otorgados por las universidades participantes.

Para garantizar la participación de estudiantes extranjeros, todas las clases se imparten en inglés, y los estudiantes deben presentar sus expedientes académicos, recomendación y pruebas de aptitud de idioma inglés para llenar los requisitos de admisión. Los estudiantes deben tener un puntaje de 550 en el TOEFL, y aprobar otras pruebas realizadas por profesores sobre la fluidez en el discurso académico de su especialización.

El TIGP ofrece investigación altamente especializada y financiación generosa. “El mayor incentivo para mí es la ayuda financiera, pero para mi sorpresa, las instalaciones son también muy buenas aquí”, dice John Lin, de 27 años, canadiense emigrante que el año pasado comenzó a estudiar medicina molecular. El programa ofrece una beca de NT$32.000 (US$1.032) mensual a cada estudiante durante tres años. Saminathan Thangasamy, hindú de 31 años, candidato a doctorado en ciencias agrícolas y ciencia molecular biológica, está impresionado con las buenas conexiones de la Academia Sínica en los círculos académicos. “La mayoría de los investigadores que conozco tiene lazos de colaboración con sus homólogos alrededor del mundo. Esto facilita definitivamente el desarrollo científico en Taiwan”, dice.

Aparte del ambiente académico, la Academia Sínica está tratando de que la vida de los estudiantes extranjeros sea más fácil en Taiwan. Un dormitorio totalmente nuevo será completado en verano. Los cursos de idioma mandarín y taiwanés se ofrecen para que los estudiantes extranjeros puedan adaptarse mejor a la sociedad local.

Hay 35 alumnos locales y 25 extranjeros estudiando en TIGP. Mientras que los representantes del programa pregonan sus incentivos en países como Rusia, Brasil y Vietnam, los estudiantes de países desarrollados son todavía muy pocos. “Las escuelas en Estados Unidos y Europa son muy competitivas para atraer a los estudiantes selectos del mundo”, dice Ovid Tzeng, director del programa y vicepresidente de la Academia Sínica. Pero Tzeng, ex ministro de Educación, es optimista en cuanto al futuro. “El programa está apenas en una primera etapa. Necesitamos tiempo para ganar fama en la comunidad internacional”.

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