29/04/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

La televisión pública hacia adelante

01/04/2005

Con dos horas completas antes del espectáculo, los estudiantes se colocan en fila frente a la biblioteca de la Universidad Nacional de Taiwan, a la espera de echar un vistazo a las escenas entre bastidores de una de las series dramáticas más populares de Taiwan. Ellos están aquí para ver una versión en vivo de Chicos de cristal, una serie dramática adaptada que ha sido transmitida en el Servicio de Televisión Pública (PTS, siglas en inglés) desde principios de 2003.

Este evento que dio la oportunidad a estudiantes de comunicarse cara a cara con el director, los actores y el novelista cuya obra inspiró las series, fue el primero de cuatro que se celebraron en los campuses universitarios alrededor del país. El público estaba tan emocionado, PTS incluyó otra universidad en la gira.

Sin duda alguna, Chicos de cristal es una de las series dramáticas más populares de la televisión. En 2003 logró más Premios Campana Dorada que cualquier otra serie, con seis galardones, incluyendo el de mejor serie de televisión. Tuvo tanto éxito, que se convirtió en el producto chollo para PTS, que ha cedido su derecho de propiedad intelectual a dos estaciones de televisión en Hong Kong y a tres en Taiwan.

De hecho, PTS tiene muchos más programas galardonados con premios -en 2003 solamente, esta estación de televisión patrocinada por el Gobierno ganó 18 premios, muchos más que su competidor la Empresa de Televisión de Taiwan (TTV, siglas en inglés) que ganó cuatro.

PTS, que volvió a llamar la atención en 2004 cuando ganó 11 premios en el evento anual, ha construido gradualmente su reputación durante los años. La idea de producir programas de calidad para la televisión pública fue propuesta por primera vez por el ex primer ministro Sun Yun-hsuan en 1980. El concepto fue emprendido en 1984, cuando un equipo bajo la Oficina de Información del Gobierno comenzó a producir programas educativos. Como habían solamente tres estaciones de televisión en ese momento -TTV, la Compañía de Televisión China (CTV, siglas en inglés) y el Sistema Chino de Televisión (CTS, siglas en inglés)- los programas educativos tenían que limitarse a espacios de tiempo seleccionados por las tres estaciones de televisión. En 1998, PTS, con sede en Taipei, apareció para convertirse en la quinta estación de televisión de Taiwan. Hoy, PTS cuenta con un personal de 550, y los programas fundados públicamente de Taiwan tienen ahora un canal propio.

La diversificación es importante para PTS, que es la razón por la que la estación transmite programas que varían su temática, tales como las tribus indígenas de Taiwan, la protección del medio ambiente y el patrimonio cultural. Los filmes documentales que son generalmente ignorados por las estaciones de Taiwan, también desempeñan un papel en la programación de PTS. Lin Lih-yun, profesora asistente en la Escuela de Postgrado de Comunicación Social de la Universidad Católica Fu Jen, recalca la importancia de los filmes documentales. “A medida que la industria cinematográfica de Taiwan continúa decayendo, muchos profesionales de la industria se han dedicado a hacer documentales. Ellos sienten que tienen suerte de que exista PTS para mostrar sus trabajos”, dice Lin. PTS no sólo ofrece opciones a sus televidentes, sino que también sirve de plataforma para que el talento local pueda mostrar el trabajo que otras estaciones de televisión rechazarían.

Una manera de alcanzar el público de PTS es transmitiendo programas que se relacionan claramente con los eventos de la semana. En noviembre de 2004, Vaclav Havel visitó Taiwan, y PTS transmitió dos programas relacionados con el ex presidente checo -un filme especial adaptado de su trabajo y un filme documental sobre uno de los disidentes más famosos de Europa Oriental. El intento de combinar su programación con eventos actuales muestra el compromiso de PTS con el deseo de fortalecer el conocimiento del público sobre los asuntos internacionales.

Mientras que a la televisión pública no se le da gran importancia en algunos países, el hecho de que PTS exista es ya un logro. La densidad de medios electrónicos en la isla, según el director de PTS Weng Shieu-chi, es una de las más altas del mundo -el índice de penetración de la televisión por cable solamente es de más del 80 por ciento- y PTS, aparte de las estaciones de televisión patrocinadas por organizaciones religiosas, es la única estación que no tiene que preocuparse de recaudar ganancias derivadas de los anuncios publicitarios. Esto resulta ser cierta ventaja para PTS. La dura competencia entre los medios de comunicación de Taiwan, empeora a medida que los ingresos derivados de la publicidad disminuyen a causa de los recientes problemas económicos, todo lo que obliga a que las estaciones de televisión reduzcan costos y, de forma inevitable, disminuyan sus estándares.

Según Weng, lo que es aún más preocupante es la tendencia de los medios de comunicación de polarizar la opinión pública con el fin de lograr un alto índice de audiencia. “Simplemente vea los programas de entrevistas sobre política que salen al aire después de las siete de la noche, y notará que el discurso público en Taiwan está teniendo éxito”.

En contraste, tanto Lin como Weng están de acuerdo en que PTS, bajo la dirección del ex presidente Wu Feng-shan, ha estado libre de influencia política durante los últimos seis años. La posición independiente de PTS tiene mucho que ver con el hecho de que el comité de supervisión está formado de miembros, cuya lealtad política varía ampliamente. El comité es responsable de seleccionar los directores de la estación, quienes a su vez eligen un presidente entre ellos. “Los medios de comunicación y los círculos académicos juegan un potente rol supervisor en nombre de la sociedad”, dice Louis Chen, recién electo presidente del directorio. “Hay poco espacio para alguna violación contra nuestro espíritu de evitar la política del todo”.

Chen espera que PTS mantenga su sólida reputación y sirva como indicador para el resto de las estaciones de televisión al producir programas de calidad. Es una lucha difícil. Lin Lih-yun dice que la invasión masiva de la televisión por cable y la derivada competencia por el índice de audiencia antes de la aparición de la televisión pública, han dificultado mucho más a PTS la expansión de su influencia.

Sin embargo, hay una oportunidad para que PTS se convierta en un ejemplo para el resto de los medios de comunicación de Taiwan. Ahora una estación de televisión de un solo canal, su influencia en la sociedad de Taiwan es mucho más que sólida; en cambio, los vecinos de Taiwan como Singapur, Japón, y Corea del Sur tienen entre tres y cuatro canales de televisión pública por país. Teniendo en cuenta los vecinos de Taiwan, PTS planifica expandirse en un grupo de transmisión pública que consista en varias estaciones de televisión y radio. Según Louis Chen, la meta más inmediata del proyecto es colocar CTS, una de las cinco estaciones de televisión de Taiwan, bajo el grupo a finales de este año. Y luego se tomarán medidas para incluir estaciones de radio en el grupo para el año 2006. Si todo resulta conforme al plan, TTV, la estación de televisión más antigua de Taiwan, también será miembro de la televisión pública.

Al mismo tiempo, PTS desea negociar con las agencias gubernamentales para el control de las estaciones de televisión que actualmente están bajo su administración, tales como estaciones bajo el Consejo para los Asuntos Hakka, y el Consejo para Tribus Aborígenes. Entre tanto, el plan del Gobierno para la digitalización de la televisión va a crear más canales y fortalecerá más la influencia de la televisión pública. Los recién creados canales asignados a PTS estarán bastante enfocados en el contenido. Por ejemplo, uno se centrará exclusivamente en el Yuan Legislativo de Taiwan. “Esta estación educará al público sobre el gobierno representativo y por lo tanto ayudará a mejorar su calidad. Si el Gobierno piensa que esto es importante para Taiwan, debería impulsar la creación de este canal”, dice Chen.

Pero Chen tiene que encarar varios asuntos antes de construir un grupo de transmisión pública de alta calidad realmente influyente. Primero, es un gran desafío incorporar CTS, de la cual el sector privado posee el 25 por ciento, sin mencionar a TTV, una estación donde el Gobierno posee el control de alrededor del 45 por ciento de las acciones. Chen dice que el Gobierno debería comprar todas las acciones privadas de CTS, lo que costaría entre NT$1.000 y NT$1.500 millones (US$30 y US$45 millones), pero el asunto aún está discutiéndose. “Sólo cuando una estación de televisión pública sea totalmente propiedad del Gobierno, podrá operar sin problemas y sin tener que responder a los accionistas privados”, dice. Otros problemas relacionados a la fusión incluyen la carga financiera de la televisión pública que posiblemente ocurra al unirse ambas estaciones. “El ingreso ganado por CTS disminuirá drásticamente cuando ya no sea únicamente una estación comercial. Entonces, ¿qué vamos a hacer para resolver las pérdidas financieras?”

La presión financiera ya es un asunto para PTS. Aunque la estación recibe NT$900 millones (US$27,27 millones) anualmente del Gobierno, el costo de las operaciones de PTS es de alrededor de NT$1.500 millones (US$45 millones) al año. La recaudación de fondos ha sido una tarea difícil. Weng dice que los presupuestos anuales para BBC y NHK, redes de medios públicos en Gran Bretaña y Japón, respectivamente, son más de 200 veces la de PTS. Su homólogo en Corea del Sur, Munhwa Broadcasting Corp. (MBC, siglas en inglés) está mucho más cómoda con sus finanzas que PTS de Taiwan: la producción de cada episodio de Joya del palacio, una serie dramática hecha por MBC que creó una sensación en Taiwan el pasado otoño, cuesta alrededor de NT$7 millones (US$210.000), mientras que el presupuesto de cada episodio de Chicos de cristal, que ya se considera mejor que la mayoría de las series dramáticas en Taiwan, alcanzó un máximo de NT$2 millones (US$60.000). “Algunas veces solamente con suficientes recursos se puede garantizar buena calidad”, dice Weng.

Weng cree que la Ley de Televisión Pública debería revisarse, para que la estación pueda recaudar retribuciones de los televidentes. Pero antes de que eso suceda, dice ella, la estación debe hacer más esfuerzos por recaudar fondos. La buena noticia, según Chen, es que las donaciones, principalmente de las empresas que les importa el desarrollo de PTS, aumentan entre un 10 y 15 por ciento al año.

Otro asunto que Chen tiene planeado poner en acción es mejorar el departamento de noticias, que desde hace mucho tiempo ha sido considerado su área más débil. Weng dice que la Ley de Televisión Pública, que estipula que PTS debe evitar producir programas relacionados con noticias durante sus primeros cuatro años, ha tenido un impacto negativo en las noticias de la estación. “Ahora es el momento de integrar recursos para producir más reportajes noticieros profundos y detallados, y la atención debería colocarse en las noticias internacionales”, dice ella. De esta manera, PTS podría servir como ejemplo para los medios de comunicación de Taiwan, que en general se centran únicamente en asuntos domésticos.

PTS y su grupo de transmisión pública en formación tienen como tarea una misión que podría influenciar en gran medida a Taiwan. Hoy, la televisión pública posee menos poder del que se espera, pero su existencia y mayor visibilidad ha atraído la atención, hasta de la comunidad internacional; PTS ha ganado el derecho de celebrar la Conferencia Internacional de Televisión Pública en 2006, un evento anual que tuvo sus inicios en 1978. El evento tiene como objetivo estimular la alta calidad de la programación de la televisión en el mundo. Casi 1.000 profesionales de la televisión pública vendrán a Taiwan a compartir su trabajo y sus experiencias. Para esa época, quizás la televisión pública de Taiwan no sólo haya ganado un impresionante número de Premios Campana Dorada, sino también un público mucho mayor.

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