06/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

La nueva nobleza del saber

01/11/2000
La tecnología moderna no puede hacer nada sin contenido, y gran parte de éste debe obtenerse con los métodos tradicionales. ¿Pueden las nuevas invenciones servir como complementos, sin tener que competir?

ecuerda la Pared de Berlín? El cambio puede llegar repentina y velozmente, especialmente si ha tardado tanto. En Taiwan, el ritmo de la democratización se aceleró a la máxima velocidad con la abolición de la ley marcial en 1987, un evento clave para los defensores de la libertad en la isla. El 1 de enero de 1988, las restricciones en el número de periódicos y otros materiales impresos llegaron a su fin, y dos años después, la política de transmisiones fue liberalizada para permitir la operación de empresas privadas de televisión por cable y satélite. También se otorgaron nuevas licencias para radio AM y FM, así como para televisión, en vías hacia una nueva era de libre flujo de información. Más recientemente, en julio de este año, el Consejo de Grandes Jueces reinterpretó la ley de difamación para que los periodistas puedan protegerse, justificando sus creencias con la verdad del tema en cuestión (aunque hay que recordar que en Taiwan, la difamación es todavía un crimen, que puede castigarse con hasta dos años de prisión).

Hoy, los residentes de Taiwan disfrutan del mismo grado de libertad de prensa que existe en muchos otros países democráticos. La llegada de las nuevas tecnologías, especialmente las relacionadas al exitoso Internet, ha llevado una inundación de mucha más información a los hogares. ¿Internet, compite con o complementa las fuentes tradicionales de información? En el presente es difícil responder esta pregunta, aunque los medios de comunicación impresos y de transmisión, ambos, están tratando arduamente de doblegar el sistema de red para lograr sus propios objetivos. Eso no es gran sorpresa: Actualmente, hay unos 4 millones de cuentas registradas en Internet en Taiwan, un país con una población de aproximadamente 23 millones, y el número de personas que navegan por la red crece rápidamente.

Los avances tecnológicos, la creciente prosperidad económica, y la liberalización política--esta potente combinación es la fuerza motriz principal detrás de la transformación de los medios de comunicación en Taiwan.

Pero a pesar de todo el dinamismo, hay indicios de que los jugadores actuales están luchando por superar los últimos retos, a medida que desempeñan sus cuatro funciones principales: analizar, entretener, informar, y supervisar el funcionamiento del Gobierno. En pocas palabras, ¿están los periódicos y revistas de la isla destinados a terminar en el bote de la basura?

La nueva nobleza del saber

En esta isla de aproximadamente 23 millones de habitantes, hay casi 4 millones de cuentas registradas en Internet, y el número sigue aumentando rápidamente.

Pareciera que los informes sobre su desaparición son algo exagerados. David Lu, presidente de la corporación Kimo, la primera empresa comercial local de hojeador de Internet, parecida a Yahoo!, está seguro de que todos los medios de comunicación de Taiwan están activamente tratando de emplear las nuevas tecnologías de la mejor manera posible, especialmente Internet, para mantener e incluso fortalecer sus respectivas porciones del mercado. “Hace tres años, los medios de comunicación de Taiwan estaban aún renuentes a poner el contenido de sus noticias en Internet, pero en la actualidad es su mejor arma”, dice. “En este caso, la relación es una de cooperación, no de competencia”. Lu no menosprecia el impacto de Internet, que ofrece noticias interactivas al instante, de manera diferente y eficiente, pero enfatiza que “estamos aquí para ofrecer a los clientes un servicio excelente, trayéndoles noticias al instante a través de la cooperación con otros medios de comunicación”.

Según las propias cifras de Kimo, el número promedio diario de visitas a su página web ha aumentado de 50.000 a 4,91 millones, desde que comenzó a operar en agosto de 1997, y actualmente más de 25,9 millones de usuarios visitan alguna parte de la página cada día. Dadas estas cifras, las empresas de medios de comunicación tradicionales se enfrentan a una triste realidad, “si no puede vencerlos, únaseles”. Pero la amenaza real de Internet para los periódicos convencionales es su fácil acceso. En la red, no hay transportistas organizados en gremios controladores, esperando a las puertas de la imprenta por las pesadas pilas de hojas de papel llenas de noticias.

Lu dice que los medios de comunicación impresos tradicionales son los “aristócratas del conocimiento” canales de comunicación controlados rígidamente, que absorben sumas masivas de capital, y restringen el éxito a largo plazo de los pocos afortunados que logran mantenerse en el negocio y construir una reputación sólida. Sin embargo, Internet significa que cualquiera con un ratón puede simplemente “ir y obtener la información”. “Esto no es más que redistribución de mercado”, dice Lu. “Estamos ahora desempeñando la función de distribuidores de noticias, la del repartidor del periódico para decirlo de otro modo”. Pero están preparados para enfrentar a estos “aristócratas” ofreciendo reportajes noticiosos analíticos, profundos, y bien indagados, los medios de comunicación tradicionales ofrecen algo de enorme valor que es difícil de reemplazar. “A la gente todavía le gusta mirar las noticias analíticas en los periódicos y revistas”, reconoce.

¿Cómo ven los retos los “aristócratas” de los medios de comunicación en Taiwan? Grace Chin es la supervisora de la edición de Common Wealth, una de las revistas impresas más populares y prestigiosas de la isla, que ahora coloca gran parte de su contenido en su página web. Chin, junto con Lu, acepta que para mantener un papel influyente en la sociedad es esencial adoptar la nueva tecnología. Pero desde su punto de vista, es demasiado pronto para juzgar el impacto general de Internet en los periódicos y revistas. “Simplemente, hay demasiada información disponible”, dice. “La gente necesita un filtro confiable que ofrezca reportajes de alta calidad sin pérdida de tiempo, y eso va a seguir siendo importante en el futuro”.

Lo que hace Internet, según Chin, es destruir el sistema de filtrado y transferir a los consumidores parte de la responsabilidad de seleccionar el contenido aunque ellos no estén bien preparados para hacerlo. “En nuestra página web, tratamos de ofrecer noticias ‘reales’ y completas en base a lo que los consumidores quieren saber, no un montón de información casual”, dice. En otras palabras, los consumidores llevan a cabo ciertas decisiones iniciales sobre el contenido, y la labor de la revista es responderles.

La nueva nobleza del saber

La primera imprenta usada por el United Daily News, uno de los diarios de la isla, es ahora un artículo de exhibición.

“Ahora somos suministradores de noticias, no sólo narradores activos de historias”, dice Chin. “Algunas 60.000 personas se han registrado en nuestra página web, y estimamos que esta cifra crece a un ritmo de 4.500 por mes. Los lectores pueden descargar el contenido que deseen, luego enviarnos información de vuelta e incluso sostener una discusión con nosotros, si así lo desean”. Estos son, por supuesto, cifras impresionantes, aunque la compañía considera el número de personas que usa Internet, y subsecuentemente se suscribe a la versión impresa de la revista como un secreto.

Lu Shih-hsiang, vicepresidente y jefe de editorial del diario Economic Daily News, está de acuerdo en que “Internet es verdaderamente una herramienta útil, que ayuda a los medios de comunicación tradicionales a servir a sus clientes”. Pero él indica rápidamente que la calidad de las noticias necesita mejorarse constantemente, no diluirse al mínimo. “La competencia del mercado y la prisa por ofrecer contenido al instante no debería convertirse en una excusa para las noticias de baja calidad”, indica. Así como Grace Chin, él cree que el buen análisis tiene un papel esencial en una sociedad que está recargada con información. “La gente tratará de seguir averiguando”.

Un ejemplo interesante de la diferencia que marca una página web puede observarse en la competencia entre los tres periódicos en inglés de Taiwan The China Post, Taiwan News, y Taipei Times. Sólo uno de ellos (el Taipei Times) tiene una página web. Esto es particularmente significativo, porque estos diarios realizan doble función: Cubren las necesidades de la creciente comunidad de extranjeros, y sirven como herramienta de aprendizaje para las legiones de estudiantes locales del idioma inglés. “En el futuro, un buen periodista necesitará dominar dos destrezas básicas: Internet e inglés”, dice Sung Ting-yi, una estudiante de posgrado del Departamento de Periodismo del Colegio de Comunicaciones, de la Universidad Nacional Chengchi (NCCU, siglas en inglés). “Leer los periódicos en inglés es una parte esencial de mi rutina”. El suplemento para aprender inglés del Taipei Times puede que no sea el mejor de ellos, pero es el más asequible de todos.

l Gobierno está ansioso de estimular los nuevos medios de comunicación electrónicos. Ya en 1995, con la puesta en marcha del Plan del Centro de Operaciones Regionales de Asia y el Pacífico, Taiwan se embarcó en un programa ambicioso diseñado para convertir la isla en un centro regional para seis diferentes tipos de actividades, incluyendo la operación de los medios de comunicación. Para alcanzar esa meta, la Ley de Televisión por Cable de 1993 fue rediseñada en 1999 y se le cambió el nombre a Ley de Cable, Radio y Televisión. Esto liberó la inversión extranjera en las operaciones en base al cable en Taiwan, restringió los monopolios, y mejoró los derechos de los subscriptores al cable.

La Ley de Transmisión por Satélite fue promulgada, también en 1999, para sentar la base legal de la recepción y transmisión de señales recibidas vía cable o satélite. Esto pretende introducir ciertas normas para reglamentar el contenido del cable, pero más importante aún, también habilita la transmisión directa vía satélite, reduciendo así la total dependencia actual de los sistemas de cable.

La nueva nobleza del saber

Nadie necesita de músculos grandes para tener acceso a las noticias electrónicas, y ya están por acabarse los domingos en que la gente se quedaba en casa para disfrutar la lectura de los periódicos. La carta de triunfo de Internet es su fácil acceso.

Por lo menos en este aspecto, los residentes ya han experimentado la variedad de alternativas que caracteriza el uso de Internet. Hasta octubre de 1999, un total de sesenta y dos compañías comerciales ofrecieron ciento nueve canales vía satélite en Taiwan, incluyendo muchos del extranjero como NHK de Japón, y CNN y Disney de Estados Unidos. Los conglomerados de los medios de comunicación locales, tales como Eastern Multimedia Group, y la Red de Televisión China, operan canales especializados, transmitidos vía satélite, y también el Servicio de Televisión Pública, sin comerciales, que desde julio de 1998, ha atendido los intereses de los diversos grupos minoritarios, así como del público general.

A partir de la primera Conferencia Nacional sobre Asuntos de Radio y Televisión en noviembre de 1998, el Gobierno también ha comenzado a estimular el desarrollo de la televisión digital. Según informes en los medios de comunicación locales, la televisión de frecuencia ancha vía Internet está proyectada para comenzar a operar a finales de año. Y para completar las transmisiones, según estadísticas de la Oficina de Información del Gobierno (GIO, siglas en inglés), antes de 1993 habían solamente treinta y tres compañías de transmisión por radio en Taiwan, pero en octubre de 1999, esa cifra se elevó a cientodieciocho.

¿Se beneficia la gente teniendo tanta información disponible en la punta de los dedos ­o de sus ratones? Grace Chin, de Common Wealth, reconoce rápidamente que el círculo de los medios de comunicación está repleto. En esta pequeña isla, hogar de casi 23 millones de habitantes, hay 140 operadores de televisión por cable, 433 periódicos, y alrededor de 5.700 revistas. Frente a tal competencia, existe la tentación de convertir las noticias en entretenimiento, aún cuando sea a costa de la veracidad. “¿Necesitamos realmente tantos programas de llamadas telefónicas en la televisión y radio, sobre temas que no son de interés para el público?”, pregunta Chin. “¿Necesitamos realmente tantos canales de televisión con programación 24 horas al día?”

“Estamos yendo en retroceso en lo que se refiere a la calidad”, dice Lu Shih-hsiang, del diario Economic Daily News. “Nadie critica actualmente la falta de supervisión en los medios de comunicación, porque todos quieren aprovecharlos para lograr sus propios objetivos. La sociedad, como un todo, no está realmente contenta ni quiere los frutos de la liberalización de los medios de comunicación la verdad en Taiwan es simplemente tan vaga como siempre lo ha sido”.

Lu culpa diversos factores por el fracaso de la prensa en establecer los estándares profesionales apropiados. Primero, señala el hecho de que las noticias actuales parecen contener cada vez menos material que interese genuinamente al público. Segundo, los periodistas han comenzado a “generar” noticias, como si fueran fabricantes de productos. Tercero, los periodistas están siempre desempeñando el papel de comentaristas. Cuarto, se han vuelto parte de los eventos que reportan, actuando como estrellas de televisión. “¿Qué le ha pasado a la profesión de periodismo?”, pregunta.

Pero cada uno de estos aspectos puede verse desde dos perspectivas, y si las cosas empeoran, quizás una solución sea que el público se vuelva más discriminatorio. “Hoy día, lo importante es que la gente aprenda a analizar las noticias y descartar la información dudosa”, dice Chen Pai-lin, profesor asociado del Departamento de Periodismo de la NCCU. El está de acuerdo con la opinión de que las noticias de Internet no desanimarán a la gente a continuar leyendo periódicos y revistas, siempre que los medios impresos continúen produciendo reportajes de alta calidad, pero él indica que la gente debe usar su propio juicio al considerar la calidad de las noticias.

No obstante, Grace Chin se inclina hacia la opinión de que el Gobierno debería ejercer más activamente su poder de supervisar los medios de comunicación, para prevenir cualquier deterioro de los estándares. Ella también piensa que los grupos civiles, tales como el Consejo Nacional de Prensa de la República de China, deben desempeñar un rol más activo en la supervisión de las empresas de noticias. “Los medios de comunicación necesitan ser estrictamente supervisados”, dice con firmeza.

En el caso de la televisión, hay mucho que decir sobre el tema. Según un artículo reciente en Common Wealth, las ganancias en 1999 de la Empresa de Televisión de Taiwan (TTV, siglas en inglés) fueron 11 por ciento menos que el año anterior, mientras que las de la Compañía de Televisión de China (CTV, siglas en inglés), y el Sistema de Televisión China (CTS, siglas en inglés) bajaron respectivamente casi 9 y 15 por ciento. “Eso no me sorprende en lo absoluto”, dice Sung Ting-yi, una estudiante de periodismo. “Nadie quiere ver esos programas de las estaciones gratuitas de televisión, son terribles”.

¿Hasta qué punto pueden los partidos políticos u otros grupos interesados presionar a la prensa en esta Nueva Era de la Información? Bajo el gobierno del Kuomintang, las estaciones de televisión del Estado estaban sujetas a complejas influencias políticas que inevitablemente tenían un efecto en la calidad de la programación, y los académicos han pedido desde hace mucho tiempo poner fin a esta perjudicial tendencia. Jaw Shau-kong, presidente de la Radio UFO y ex legislador, afirma que el nuevo gobierno debería cumplir rápidamente las promesas hechas por el presidente Chen Shui-bian durante su campaña electoral, en cuanto a desenraizar la influencia política de todas las organizaciones de medios de comunicación administradas por el Estado. Jaw sugiere una solución: convertir las estaciones de televisión en corporaciones públicas.

Puede que ocurra ese cambio. En una reorganización reciente del personal de CTS, se contrataron varios profesionales de los medios de comunicación, y se espera incluir más cuando se reestructure TTV. Pero expertos de la industria han señalado que los nuevos empleados están muy ligados al Partido Democrático Progresista.

Ku Ling-ling, profesor de periodismo en la Universidad Nacional de Taiwan, sostiene que nombrando a esos llamados “profesionales” para administrar estaciones de radio y televisión, el Gobierno está meramente tratando de cambiar el foco del asunto. “La manera de pensar del nuevo Gobierno no es muy diferente de la del anterior”, comenta. Chen Pai-lin, de la Universidad Nacional Chengchi, cree que la presión del público será crucial para determinar si la administración de Chen lleva a cabo las promesas de su campaña en espíritu así como de hecho; mientras que Lu Shih-hsiang, vicepresidente y jefe de editorial del Economic Daily News, sostiene que no hay nada negativo con que los administradores tengan conexiones políticas, siempre que tengan sólidas calificaciones profesionales.

La discusión parece que va a continuar por un tiempo, sin embargo, Chung Chin, ex directora general de la Oficina de Información del Gobierno, ante las preguntas de los legisladores durante una sesión parlamentaria reciente cuando aún era jefe de esta agencia, afirmó que el nuevo Gobierno terminará tan pronto como le sea posible la revisión de los planes para despolitizar las estaciones de televisión. Pero también confirmó que la nueva administración no tiene la intención de interferir con los nombramientos de personal en CTS, CTV, o TTV.

l periodismo va a cambiar eso parece algo claro. ¿Qué aspectos tendrían que cambiar para formar parte de esta nueva era? En particular, ¿en qué se debería diferenciar la formación de periodistas actual y la del pasado?

Aunque la industria de los medios de comunicación se ha visto ampliamente liberada durante las últimas dos décadas, “en la actualidad, la calidad de las noticias y otros programas de TV está decayendo”, dice Lu Shih-hsiang. “¿Quiere en realidad la gente escuchar la verdad?”, se pregunta. “Todavía no hemos creado un foro apropiado para debatir asuntos de interés público, y la prensa aún no tiene el adecuado sentido de profesionalismo”.

¿Cómo pueden mejorar las cosas? Chen Pai-lin, de la NCCU, cree que formar periodistas con estándares más altos es lo esencial. Aunque la tecnología ha ayudado en gran medida a facilitar el trabajo de los medios de comunicación, él señala que aquélla debe desempeñar un papel secundario frente a las consideraciones humanitarias. “Las destrezas en computación son importantes, por supuesto, pero la escuela de periodismo no es sólo un lugar para adquirir formación vocacional”, dice. Los periodistas deben saber pensar y juzgar, tomando en cuenta su propia experiencia a la hora de analizar correctamente asuntos sociales. “En la actualidad, encontrar un equilibrio entre el análisis compasivo y las destrezas técnicas en computación es el mayor reto para los periodistas”, sostiene Chen.

No obstante, no todos los estudiantes están de acuerdo con él. Sung Ting-yi, estudiante de posgrado en la NCCU, indica que “los profesores en su escuela saben desde hace mucho tiempo lo que sucede con Internet, pero su enseñanza no ha cambiado de dirección lo suficientemente rápido. De hecho, algunos profesores se resisten por completo a la idea de cambiar sus métodos de enseñanza”. Lu Shih-hsiang, quien anteriormente enseñó en el Instituto de Posgrado de Periodismo de la Universidad Nacional de Taiwan, sugiere que una solución podría ser incrementar la interacción entre las escuelas de periodismo y la prensa en sí misma. “Los estudiantes podrían obtener mayor experiencia de lo que acontece en el mundo real, y así, mejorar sus destrezas”. En la actualidad, la mayoría de los estudiantes de periodismo deben hacer una pasantía, equivalente a un crédito, antes de graduarse.

“Gracias a Internet, la gente tiene libre acceso a la información”, dice David Lu. “La prensa de hoy día ya no puede esperar disfrutar de sus viejos privilegios. Realmente, se trata de un cambio dramático”. Los medios de comunicación tradicionales han dejado claro que van a luchar ante tantos retos. Y mientras aún existan, continuarán los ya conocidos asuntos sobre libertad de prensa, calidad de noticias, y control de las estaciones de televisión. “Hasta donde yo sé, el futuro no se ve con mucho optimismo”, dice Lu Shih-hsiang. Pero Chen Pai-lin tiene una respuesta: la presión del público. “Esa es la mejor arma para luchar esta guerra”, dice. ¿Otros cien años más de guerra? Los críticos, funcionarios, y el público en general sólo pueden cruzar los dedos y esperar que no sea así.

Popular

Más reciente