Ah Leon: “Es imposible producir dos piezas de cerámica idénticas. Esta forma de arte es completamente única”.
Un ejemplo de las teteras puramente funcionales que elabora el artista.
El puente, la obra maestra de Ah Leon, completada en 1997, maduró en “una visión de crear una escultura que se asemejara perfectamente a la madera, hasta el punto que la línea que divide la ilusión y la realidad desapareciera del todo”, según un crítico.
Hacer “clavos” requiere la utilización de pequeñas cantidades de mineral de manganeso y cobalto para lograr un acabado metálico.
El secreto del éxito se basa en el proceso de cocción de la pieza, lo que le da el color semejante a la madera.