29/04/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

“Peces pensantes”

01/03/2001
El futuro parece brillante para los profesionales que pueden ganar la mitad del salario mensual nacional promedio en sólo un día de trabajo.

Los diccionarios electrónicos de bolsillo se han vuelto cada vez más populares en Taiwan. Algunos modelos no sólo muestran la traducción en la pantalla , sino que también tienen voz, y algunos de ellos incluso pueden traducir oraciones completas.

En una época en que el interés en estudiar idiomas extranjeros ha aumentado tanto, los últimos modelos se venden apenas llegan a las tiendas. La mayoría de estos minúsculos artefactos sirven como ayuda a viajeros o estudiantes. Pero ¿cómo se satisface en Taiwan la necesidad de servicios más refinados de interpretación, ya sea para cerrar un importante contrato de negocios o asimilar un innovador seminario académico?

Desde hace mucho tiempo, los intérpretes lograron convertirse en indispensables. Acompañaron a reyes que recibían embajadores y emperadores en invasiones extranjeras. Los misioneros también hicieron mucho por esta profesión. Ferdinant Verbiest (1623-1688), un jesuíta enviado a China en los años 1660, aprendió manchú durante su estadía y publicó la primera gramática de latín-manchú. En 1678, interpretó para el lado chino durante las negociaciones con Rusia, que condujeron al primer tratado de China con otro país.

Estos fueron los inicios de lo que se conoce hoy como interpretación consecutiva, donde el intérprete memoriza o toma nota de lo que el orador dice y lo traduce a otro idioma. La forma más común de interpretación de conferencia contemporánea, la interpretación simultánea, es un fenómeno mucho más moderno, que debe su existencia al rápido desarrollo de la tecnología del audio. La interpretación simultánea se usó por primera vez en los juicios de guerra de Nuremberg después de la Segunda Guerra Mundial, desde entonces se ha vuelto muy popular, y los intérpretes profesionales en sus cabinas con ventanas de vidrio se ven regularmente en las reuniones internacionales, de allí su apodo de “peces pensantes”, que trabajan en “acuarios”.

Pero ellos llegaron tarde a Taiwan. Jason Yeh, director administrativo de General Innovation Service, una compañía local que se especializa en la organización de convenciones, aún recuerda su primera aparición en 1983 en Taipei, durante la conferencia mundial de Cámaras Jóvenes de Comercio. “La mayoría de la gente no tenía idea de qué era interpretación simultánea, y no habían programas de formación disponibles en Taiwan”, dice Yeh. “Los tres intérpretes que teníamos habían aprendido por sí solos, interpretando videos. A pesar de que muchos de los miembros de las Cámaras Jóvenes de Comercio empleaban términos profesionales o técnicos, lograron salir adelante”.

Para esa conferencia, los organizadores importaron equipos de interpretación simultánea, la primera vez que se hacía ésto en Taiwan. Se esperaba mucho de ellos, pero no todo salió bien. Pasaron muchos años antes de que la situación mejorara.

Los intérpretes aficionados y equipos inadecuados eran prácticamente la norma en Taiwan hasta finales de la década de 1980. Sin embargo, en 1988, el Centro de Productividad de China (CPC) comenzó un programa de formación de seis meses para preparar algunos intérpretes locales para el Centro de Convenciones Internacionales de Taipei, que estaba programado para abrir el año siguiente. Aproximadamente al mismo tiempo, la Universidad Católica Fu Jen fundó su Instituto de Posgrado en Traducción e Interpretación, el primer programa de posgrado para interpretación y traducción de chino-inglés. Michelle Wu fue una de los primeros tres alumnos de Fu Jen. “Criada en una familia diplomática, estaba constantemente en contacto con las dificultades de la comunicación, debido a las barreras culturales e idiomáticas”, dice. “Pensé que convirtiéndome en intérprete podría reducir las barreras y ayudar a la gente a comunicarse”.

Otros estudiantes se inscribieron por otros motivos diferentes: se sintieron atraídos por los anuncios publicitarios, patrocinados por el CPC y Fu Jen, estaban cansados de sus viejos trabajos, tenían confianza en sus habilidades en idiomas extranjeros, o deseaban un trabajo con alto salario y la oportunidad de conocer gente famosa. Cualquiera que fuera su motivo, el suministro de intérpretes de Taiwan comenzó lentamente a aumentar a principios de los años 1990. Dos factores contribuyeron a la mejora. Los estudiantes de Fu Jen y los del CPC estaban terminando sus cursos y entrando en el mercado local. Y algunos de los estudiantes taiwaneses que estaban en el extranjero tuvieron un importante impacto en la escena de la traducción e interpretación en Taiwan.

Los intérpretes de inglés-chino fueron siempre la mayoría. Esta es una área en la que Taiwan difiere mucho de la mayoría de los otros países. En otros lugares es común “la interpretación de una vía”. Es decir, los intérpretes deben dominar dos idiomas extranjeros que deben traducir a su lengua materna. Sin embargo, en Taiwan, la mayoría de los intérpretes sólo dominan dos idiomas, el mandarín, su lengua nativa, y el otro, el inglés. Esto resulta en “interpretación de dos vías”, lo que significa que traducen el idioma extranjero aprendido en mandarín, y viceversa.

En general, los intérpretes locales dominan ahora idiomas tales como inglés, japonés y español. Hay menos gente capacitada en francés y alemán, requiriendo la contratación de profesionales extranjeros para éstos y otros idiomas menos comunes.

Hoy día, gracias al desarrollo económico de Taiwan, el número de conferencias en diferentes idiomas ha comenzado a aumentar, y la demanda ha superado inevitablemente la oferta. Los cursos básicos de interpretación, que no existían en los currículos de las universidades, están disponibles ahora en la mayoría de los departamentos de idiomas extranjeros. Cada año alrededor de una docena de estudiantes taiwaneses van al Instituto Monterrey de Estudios Internacionales para formación especializada; la Universidad de la Cultura China comenzó a ofrecer cursos similares a los del CPC en 1995; y la Universidad Nacional Normal de Taiwan (NTNU, siglas en inglés) estableció su Instituto de Posgrado en Traducción e Interpretación en 1996.

Ingresar a un instituto de posgrado no es más fácil hoy día que hace diez años. El índice de admisión tanto en la NTNU como en Fu Jen es de alrededor del 3 por ciento. Han habido pocos cambios en los métodos de enseñanza, pero los estudiantes disfrutan ahora un ambiente mucho mejor en comparación con los pioneros que tenían que practicar con videos o tratar de hallar una copia del discurso de algún diplomático en las Naciones Unidas. “Internet lo ha cambiado todo”, dice Michelle Wu, quien enseña en NTNU. “Los estudiantes pueden obtener la copia de un discurso, ver a Bill Gates en su monitor, descargar su voz, y así comenzar a practicar”. Los estudiantes de hoy también cuentan con más oportunidades para afilar sus destrezas.

Una vez que esta difícil parte culmina, la elección de carrera también puede ser problemática. Wu explica que es muy difícil que alguien sin doctorado pueda convertirse en docente en el sistema de educación superior de Taiwan. Pero actualmente, pocos institutos en el mundo ofrecen programas de doctorado en traducción e interpretación. “Una escuela típica en Taiwan le recomendará que obtenga un Ph.D que le sea útil para desarrollar su carrera”, dice Wu. “Esto significa que hay que pasar varios años estudiando educación, literatura comparativa, o algo que no tenga mucho que ver con traducción e interpretación, de lo contrario, seguirá siendo un catedrático por el resto de su carrera docente”.

Para los graduados que no están interesados en la enseñanza, la profesión puede ofrecerles diariamente entre NT$12.000 y $22.000 (US$385 y $710). Las instalaciones y los equipos están constantemente siendo mejorados. Nick Lin, director de mercadeo de Global Integrated Services, arrienda instalaciones para interpretación. Según él, los dispositivos infrarrojos de comunicación que son insensibles a la interferencia de los teléfonos móviles u otros equipos electrónicos, se hayan disponibles en Taiwan desde hace dos años. Las cabinas portátiles insonorizadas que pueden instalarse fácilmente en las salas de conferencia son también una innovación bienvenida.

Los clientes están también madurando. Los intérpretes y los organizadores de conferencias de hoy día ya no necesitan pasar mucho tiempo explicándole al cliente por qué deben ofrecer a los intérpretes materiales preparatorios, o por qué los intérpretes cobran por medio día cuando sólo trabajan treinta minutos. Al mismo tiempo, a medida que el mercado aumenta, también pasa lo mismo con el número de conferencias sobre cualquier tema, desde ingeniería informática hasta aspectos específicos de la medicina. “Lo más desafiante de esta profesión”, dice Wu, “es que nunca se sabe sobre qué tema se va a interpretar”.

Para mantenerse competitivo en el mercado, un intérprete necesita acumular tanto conocimiento como le sea posible. Algunos poseen conocimientos previos de computación, medicina u otras especialidades, pero aún así deben tomar los casos que se le presenten. “En realidad no podemos darnos el lujo de decir ‘Sólo voy a dedicarme a los casos de economía’, o ‘sólo voy a interpretar finanzas’”, dice Michelle Wu. “Tenemos que ser capaces de interpretar en todos los campos”. Para ella, los intérpretes deben pasar mucho tiempo leyendo, consultando expertos o estudiando con tutores.

Aún así, a pesar de toda la preparación hay dificultades. Es posible que un concepto en un idioma no tenga equivalente en otro. Por ejemplo, la palabra “cousin” (primo) tiene un contenido más amplio en inglés (o español), en chino cada pariente posible tiene un término preciso. Los intérpretes consideran que han realizado un buen trabajo si logran comunicar el 80 por ciento del contenido con exactitud. Las partes que no pueden ser interpretadas en el estricto sentido del término, necesitan ser “arregladas” con la experiencia. “La diferencia entre un intérprete con experiencia y un novato es que el primero puede continuar ‘hablando’ mientras que el segundo debe interrumpir su discurso”, dice Yeh. “El ‘discurso’ debe ser fluido y lógico, pero ‘vacío’, para que no tenga efecto en la alocución original”.

En la época en que las conferencias multilingües se referían en su mayoría al comercio, inversiones, y otros temas de economía, utilizándose sólo algunos términos especializados, los intérpretes con experiencia podían realizar su trabajo sin ninguna preparación. Yeh indica que muchos de ellos aún se mueven en ese círculo a pesar de que el mercado ha cambiado mucho. “Pueden salir adelante en las conferencias siempre que no se utilicen muchos términos profesionales o técnicos”, dice Yeh.

Además de la experiencia, la preparación y las destrezas, los intérpretes calificados también necesitan de mucha ética, tacto y otras cualidades diplomáticas. Entonces, ¿cómo puede saber el cliente quién está mejor calificado para el trabajo cuando en Taiwan no existe un sistema de licencia para traductores e intérpretes? Algunos trabajadores independientes ya tienen reputación internacional, pero sus servicios suelen estar reservados con meses de anticipación. ¿Hay algún otro lugar a dónde acudir, aparte de las páginas amarillas? Mucha gente acude a agencias especializadas en la organización de conferencias, quienes evalúan las necesidades de los clientes y brindan sugerencias apropiadas.

Sin embargo, incluso con el consejo profesional, escoger al intérprete adecuado no es fácil. “El círculo de intérpretes en Taiwan no es muy grande, por lo que conocemos y hemos trabajado con la mayoría de ellos”, dice Nick Lin. “Sabemos cosas que el cliente común no sabe, tales como quién tiene experiencia y destrezas, buena reputación, o quién es perezoso, quién trabaja con quién, y quién cobra más razonablemente”.

Por otra parte, es difícil que la mayoría de los clientes o participantes en las conferencias puedan juzgar la calidad de la interpretación ofrecida porque, por definición, los que necesitan de intérpretes no comprenden el idioma del conferencista, y aquéllos que lo entienden no necesitan de intérpretes. En el círculo se suelen oír algunas historias donde la interpretación ha sido un fracaso, sin embargo, a medida que más y más estudiantes se gradúen de escuelas prestigiosas, estas historias se transformarán en parte de la historia.

Pero algo pareciera cierto –este es un trabajo que continuará siendo realizado por los seres humanos, con todos sus errores naturales, durante muchos años más. Las mejoras de los programas de computación han facilitado la traducción de textos escritos, aunque no necesariamente la han mejorado. Pero en cuanto al lenguaje hablado en una sala de conferencia –con el humor y las manías del orador, sus características personales e hincapiés individuales –los intérpretes son el único medio de comunicación universal.

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