30/04/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Doctores voluntarios al servicio de los pobres

01/04/2004

Son las tres de la mañana. Después de un largo día, la mayoría de la gente de Taipei cae en un profundo sueño. Sólo unos cuantos trabajadores nocturnos, fiesteros e insomnes se ven por las calles. Pero en una esquina de la ciudad se forma un convoy. Se cargan jeeps, camionetas y camiones con suministros médicos. Sesenta voluntarios suben a bordo.

Puede ser una hora inverosímil, pero las tres de la madrugada es la hora regular de partida para esta organización. El convoy debe pasar por caminos curvos y estrechos en las montañas para llegar hasta las villas remotas. Los voluntarios desean llegar suficientemente temprano para poder colocar dispensarios en tres villas en un mismo día. Cuando los voluntarios llegan a la primera villa, algunos colocan la clínica en un aula de clases o en una iglesia. Otros diseminan su llegada con altavoces por los callejones de la aldea, e invitan a la gente a buscar tratamiento.

Los voluntarios incluyen médicos generales, dentistas, ginecólogos y obstetras, ortopedistas, pediatras, enfermeras, técnicos de laboratorio y farmacéuticos. Todos ellos son profesionales bien cualificados. Sin embargo, las villas en las que trabajan se encuentran entre las más pobres del país. Entre los efectos de esa pobreza están el alcoholismo y la prostitución de adolescentes.

El Cuerpo de Paz Médico Raíces de Taiwan ha organizado estos convoys de ayuda médica de manera mensual desde 1995. Liu Chi-chun, el dentista que fundó el grupo, dice que el mismo nombre “raíces” se refiere a la planta de bambú que se encuentra a lo largo de los caminos de las montañas que tienen que cruzar sus colegas. Asimismo, aunque el nombre sea “cuerpo de paz”, se trata de un grupo privado. “Nuestro objetivo es aumentar el acceso de los servicios médicos y la educación sobre la salud en las regiones aisladas, y mejorar las vidas de la gente en esos lugares. Nosotros esperamos, a través del trabajo concertado y persistente, no sólo ofrecer alivio temporal sino establecer las bases para los sistemas permanentes de servicio médico”.

Liu dice que el Programa Nacional de Seguro de Salud es bueno hasta cierto punto, pero que la gente desempleada no está cubierta a menos que tenga dinero para pagar la cuota mensual. El dice que algunos pueblos en las montañas no poseen siquiera dispensarios de salud básicos, mucho menos hospitales. Los equipos tratan de ayudar a los aldeanos aborígenes representándolos ante las agencias públicas y privadas.

“Al final, esperamos que los servicios médicos voluntarios no sean necesarios”, dice Liu. “Sin embargo, la necesidad actual de esos servicios voluntarios se debe a la insuficiencia de sistemas de servicio médico público”.

Chen Kuang-chuan, un ministro presbiteriano en el montañoso Distrito de Miaoli, en el norte de la isla, dice, “Nosotros siempre ansiamos la llegada de los equipos. Estamos agradecidos por sus esfuerzos. Es un consuelo pensar que no hemos sido olvidados por la sociedad. Las visitas de los equipos son una gran ayuda para las pequeñas villas como la nuestra. Alrededor del 30 por ciento de nuestra gente no está cubierta por el Seguro Nacional de Salud. Necesitamos asistencia médica. Las enfermedades se agravan constantemente por el consumo de alcohol y los problemas económicos”.

En otra villa de montaña, en el centro de la isla, Lai Ya-hui, de 35 años, trae a sus cuatro hijos a la clínica del equipo para ser examinados y tratados. “Nos toma más de dos horas conducir los caminos con curvas para bajar a las tierras llanas para ver al médico. Por ello, apreciamos cuando estos doctores vienen a vernos. Y estos doctores son muy amables con nosotros. Los servicios que brindan son realmente necesarios, en especial para nuestros niños y ancianos. Sólo esperamos que los equipos puedan venir aquí con mayor frecuencia”.

Liu, el fundador, dice que el grupo comenzó haciendo una lista de las villas que querían visitar. Al principio, los equipos sólo podían visitar cada villa una vez al año. Ahora, gracias a las mejoras en los caminos y al progreso económico de algunas villas, los equipos pueden hacer sus giras cada seis meses. Liu dice que los equipos nunca han dejado de ir a sus destinos, a pesar de los tifones e inundaciones. “Los desastres naturales son los momentos de mayor necesidad para los pueblos de las montañas. El hecho de que los aldeanos estén esperándonos, ha sido para nosotros la motivación que nos mantiene haciendo esto”.

A medida que el Cuerpo de Paz Raíces de Taiwan fue ganando experiencia en las montañas de Taiwan, Liu tuvo la idea de responder a las necesidades médicas de países extranjeros. “Dondequiera que haya necesidad de asistencia médica, en cualquier rincón del mundo, nuestra meta es llegar a ese lugar”, dice. En 1999, el Ministerio de Relaciones Exteriores solicitó al grupo enviar una misión para servir a los refugiados en Kosovo en Macedonia. Fue la primera misión de ayuda internacional del grupo. Desde entonces, algunos equipos han servido en Asia (Afganistán, India, Indonesia, Filipinas y Sri Lanka), en Africa (Gambia, Ghana, Liberia y Swazilandia), y en el Caribe y Latinoamérica (Bolivia, República Dominicana, Haití, Paraguay y Perú). Los equipos responden a emergencias provocadas por la guerra o los desastres naturales, pero la organización también trata de enviar equipos a esos mismos países para otras visitas.

Shih Liang-feng, una anestesióloga de 30 años de edad, recuerda su primera misión a Liberia. El equipo trabajó desde temprano en la mañana hasta tarde en la noche. No había electricidad. Cuando oscurecía, dependían de un generador para la luz eléctrica o trabajaban bajo las luces de un auto o camión. Era la estación de sequía. El agua era tan escasa que el equipo no pudo ducharse durante cinco días. Shih dice que ella aún recuerda su primera ducha bajo la regadera cuando venían de vuelta a casa.

“A pesar de todos los retos, siempre pensé, si no hubiera venido aquí, ¿quién lo hubiera hecho? Cuando supimos que la gente local tenía que venir desde muy lejos a nuestra estación médica, y los veíamos haciendo colas largas para recibir tratamiento, supimos que habíamos venido por una buena razón. Cuando trataba a mis pacientes de Liberia, con frecuencia tenía que contener las lágrimas. Sus ojos expresaban una especie de expectativa, un poco de esperanza. Ese poquito de esperanza es el motivo detrás de nuestras misiones. Por eso es que sacrificamos nuestros días feriados y pagamos nuestros propios boletos para participar”.

Los miembros de los equipos dicen que su participación les ha ayudado como personas y como médicos. Shih dice, “En el pasado yo solía enredarme con cosas insignificantes. No sabía lo útil que podía ser para otra gente. Pero después de estas misiones de voluntariado, tengo la mente más abierta y soy más flexible al tratar las circunstancias. Sé que puedo hacer algo por los demás. Eso hace que mi vida sea más significativa”.

Chiu Ying-ming es un doctor en el Hospital General de Veteranos en Taichung, en el centro de Taiwan. El dice, “en las misiones de voluntarios, suelo ser más paciente. Muestro mi preocupación por mis pacientes mientras los examino. Escucho detalladamente sus problemas. Estoy al tanto de una contradicción en mi comportamiento, y eso ha tenido un impacto en mí. Comencé a pensar por mí mismo, ¿por qué no trato a mis pacientes en mi país de la misma manera que trato a los pacientes en estas misiones? ¿No debería tener la misma aptitud, sin importar el ambiente?"

Otro doctor, Liang Shih-tsung, de 26 años, ortopedista en el Hospital General de Veteranos en Taipei, ha participado en misiones en Taiwan y el extranjero desde que era un estudiante de medicina. El dice que las misiones le han dado experiencia sobre condiciones médicas que él había estudiado sólo en sus libros de texto. El dice que las incomodidades de las misiones le han ayudado a mejorar su tolerancia y ampliar su entendimiento.

“Para mí, alejarme del medio ambiente cotidiano es una forma de recreación. Y el sentimiento de ayudar a alguien en necesidad es maravilloso. Pero estas misiones son más que un viaje o un voluntariado. Logro entender las condiciones médicas en un ambiente diferente, así como también la gente, la cultura y las costumbres. Ver la pobreza en algunos lugares me hace sentir más agradecido de la opulencia de mi propio ambiente en Taiwan. Me hace apreciar lo que tengo”.

Lo más difícil, según ambos, Chiu y Liang, es estabilizar un caso urgente en el campo, y luego tener que dejarlo, sabiendo que el sistema médico local seguramente no tiene los recursos para continuar la labor. Eso hace que el equipo de doctores se sienta triste e impotente.

Liu, el fundador, está al tanto de la frustración de las misiones cortas. “La educación sobre la salud y el cuidado preventivo pueden tener prioridad frente al tratamiento médico. Eso es lo que podemos hacer para maximizar la utilidad de nuestras visitas. Estamos trabajando en un programa de enseñanza para los trabajadores médicos locales. Esperamos que ellos puedan canalizar los conceptos básicos de cuidado de salud e higiene en la vida diaria de su propia gente”.

Liu dice que una vez de vuelta a sus hospitales y clínicas, los miembros del equipo han estado usando estudios de caso y especímenes de las misiones en la investigación. El Cuerpo de Paz Médico Raíces de Taiwan ha colaborado en la investigación de enfermedades tropicales con el Centro para Estudios Parasíticos en la Universidad de Medicina de Taipei. Los miembros del equipo también han participado en la investigación del virus de inmunodeficiencia humana y el SIDA. Alguna parte de la investigación es llevada a cabo en asociación con organizaciones del extranjero. A finales de 2002, el Cuerpo de Paz Médico Raíces fue admitido a la Conferencia de las Naciones Unidas de Organizaciones No-gubernamentales.

El grupo ha organizado hasta ahora más de 85 misiones a las regiones aborígenes de Taiwan y 25 misiones al extranjero. “Con el tiempo, nos hemos entrenado para superar cualquier circunstancia y lograr nuestras metas”, dice Liu. “Nos sentimos orgullosos de eso”.

El Cuerpo de Paz Médico Raíces de Taiwan
Su página web es www.taiwanroot.org.

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