30/04/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

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01/12/2003
Un grupo de trabajadores de artilleros montan un yate recién terminado en un remolque para llevarlo hasta al mar.

ntes del alba en un astillero en la sureña ciudad portuaria de Kaohsiung, un pequeño grupo de trabajadores de artillero lucha contra una gigantesca criatura marina un yate de 116 pies de longitud. Igual que una ballena varada, la criatura gigante se encuentra indefensa en la orilla, y los trabajadores se esfuerzan en montar el bote en un remolque y llevarlo hasta el mar antes de que provoque el temido embotellamiento. Sin embargo, una vez en el mar, navegará con elegancia las aguas y rodeará con lujo a su capitán y tripulación. El interior del yate está elegantemente decorado con muebles de madera de teca, un jacuzzi, un acogedor camarote principal, un amplio salón, televisión con satélite y un bar.

Este yate particular está destinado para un comprador de la isla mediterránea de Malta y tiene un costo de US$7,5 millones. Más significativo para los constructores locales, también lleva la marca taiwanesa, Horizon, y es el yate más grande construido en la isla.

La construcción de yates es una de las pocas industrias en Taiwan que ha gozado de un buen crecimiento anual durante los últimos cinco años. Aunque la demanda ha decrecido ligeramente, la industria ha sido bastante provechosa. “Esto es porque el precio promedio por bote ha aumentado constantemente”, explica Jack Chen, presidente de la Asociación de la Industria de Yates de Taiwan (TYIA, siglas en inglés). El salto en el precio promedio es, de hecho, muy llamativo, de US$125.000 en 1989 a $591.000 en 2001. El alto nivel de fabricación también ha sido un incentivo para la industria. “El aumento en los precios demuestra la habilidad de los fabricantes de Taiwan para agregar valor a sus productos”, dice Jack Chen.

La construcción de yates ha resultado ser una empresa provechosa para los constructores de buques de alto nivel con experiencia. El total de los productos producidos por los constructores de buques de placer en 2002 alcanzó un valor de NT$7.000 millones (US$203 millones), un incremento del 20 por ciento en comparación con el año anterior, y un aumento de más del 50 por ciento comparado con los cinco años anteriores. Según datos publicados en la edición de enero de ShowBoats International, Taiwan es el séptimo mayor productor de mega-yates (embarcaciones de placer que miden por lo menos 80 pies de longitud).

Hoy, los constructores de buques de Taiwan son capaces de producir algunos de los mejores yates, y están invadiendo un mercado tradicionalmente dominado por firmas estadounidenses y europeas. Pero la industria de construcción de buques en Taiwan ciertamente ha visto sus altibajos con el paso de los años.

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La habilidad de los constructores de buques locales para fabricar embarcaciones de alta calidad y gran confort ha hecho de Taiwan el séptimo mayor productor de mega yates del mundo.

Aunque Taiwan ha estado construyendo botes durante cierto tiempo, no incursionó en el mercado de los yates hasta los años sesenta, y sólo a pequeña escala. Solamente 28 botes fueron exportados en 1971, pero comenzando en los años ochenta, la demanda comenzó a elevarse. En 1987, cuando el negocio se encontraba en su apogeo, Taiwan exportó 1.755 yates con un valor de exportación de más de US$190 millones.

Sin embargo, así como con la mayor parte de las empresas manufactureras tradicionales de la isla, la industria de los yates de treinta años de experiencia, comenzó a declinar en los años noventa. Los tiempos difíciles fueron causados por el aumento de los costos de la tierra y la mano de obra, así como también la falta crónica de mano de obra. La industria, al igual que muchas otras en el sector manufacturero, estaba sufriendo del alza de los estándares de vida y el rápido desarrollo económico de Taiwan. La economía en apogeo aumentó los costos de la manufactura, y la revalorización del Dólar Nuevo de Taiwan hizo que los yates se volvieran más caros para los compradores extranjeros. Entretanto, la elevación de los impuestos al lujo en Estados Unidos, el mayor mercado para los yates hechos en Taiwan, además de Canadá y Europa, sofocaron más aún el comercio.

En 1994, solamente 228 botes, con un valor de apenas US$72 millones, fueron exportados. En la época de auge, habían alrededor de 90 constructores de yates en Taiwan, pero solamente un tercio de las compañías lograron superar ese período económico tormentoso. Los que lograron sobrevivir lo hicieron al adaptarse a las nuevas condiciones del mercado, que con frecuencia significaban la satisfacción de clientes exclusivos y la producción de yates de mayor valor. “Nosotros y los otros hemos sobrevivido hasta la fecha porque nos hemos transformado de manera continua para enfrentar el ambiente cambiante”, dice John Lu, presidente de Horizon Yacht Co., la empresa fabricante de yates más grande de Taiwan y la novena entre 15 fabricantes en el mundo. “Además, algunos valores socialmente arraigados aquí, tales como un mecanismo orientado hacia el cliente, el arduo trabajo, y la dedicación, nos han ayudado a competir en el nivel internacional”.

arte del éxito de Taiwan en la industria es la flexibilidad y la actitud servicial de los constructores de buques locales. La mayoría de las compañías estadounidenses y europeas se niegan a aceptar pedidos a encargo porque cualquier cambio a los modelos producidos en masa ocasionaría costos más altos. Generalmente, cobran de 70 a 100 por ciento más por un yate a encargo, comparado con menos del 50 por ciento que requieren los constructores taiwaneses. “Podemos lograr más oportunidades de negocio no sólo por nuestros logros tecnológicos, sino por nuestro buen servicio que es aún más importante”, dice Lu. “Decimos que sí a casi todos los pedidos de nuestros clientes, ya que consideramos que ayudarlos a satisfacer sus sueños de tener el yate ideal es una gran misión”.

La compañía de Lu ha estado haciendo yates cada vez más grandes y más lujosos para satisfacer la demanda de alto nivel. Este tipo de trabajo es de alguna manera ideal para los fabricantes de buques taiwaneses porque pueden contar con ingenieros locales, emplear electricistas, carpinteros, y otros artesanos hábiles, con precios de mano de obra aún más bajos que en otros países con industrias avanzadas. Eso facilita a los constructores domésticos la producción de buques sofisticados a menor costo, lo que permite a los taiwaneses mantenerse competitivos en el mercado.

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Los modelos de barcos en exhibición en el Centro de Diseño y Desarrollo de Buques Unidos. El centro está ayudando a crear posibles diseños de barcos para que Taiwan no tenga que depender de los modelos extranjeros.

Aún así, la mayoría de los constructores domésticos se centran en la fabricación de equipos originales (OEM, siglas en inglés). Esto permite a los constructores locales perfeccionar sus destrezas aún cuando no poseen la sofisticación para diseñar sus propios yates o la experiencia de mercadeo para venderlos. Sin embargo, las ganancias son considerablemente más bajas, y la meta de la mayoría de los constructores taiwaneses es vender yates con sus propias marcas comerciales.

Horizon es una de las pocas marcas taiwanesas que ha establecido una reputación internacional. “Requiere de considerable tiempo, dinero y esfuerzo para construir una marca comercial, pero a largo plazo, realmente vale la pena”, dice Lu. “No podemos depender únicamente del comercio OEM si queremos expandirnos continuamente y mantener la competitividad”. Lu ha llevado Horizon a nuevos mercados, en la búsqueda de clientes en Asia y Europa para garantizar la continuidad de la compañía. Hoy, ésta genera más de NT$1.000 millones (US$29 millones) en ingresos anuales.

Algunas compañías, tales como Bluewater Yacht Builders, han encontrado el éxito en la combinación entre fabricar para compañías extranjeras y vender yates con su propia marca comercial. Establecida en 1972, la compañía ha fabricado hasta ahora más de 1.000 yates veleros y a motor, y goza de un crecimiento anual de ventas del 10 por ciento, con su actividades divididas proporcionalmente entre OEM y la producción con su marca comercial.

El director del astillero de Bluewater, Chen Yung-fu, cree también que la ruta provechosa es construir para los clientes de nivel más alto. Por lo tanto, se están actualmente ampliando las instalaciones del astillero para poder construir yates de más de 120 pies de longitud. “En los meses siguientes, la industria de los yates debe dirigirse hacia los yates de alta categoría, solicitados por encargo, de gran tamaño y alta velocidad, en lugar de los más baratos y pequeños”, dice Chen. “Aquellos que no puedan hacer esos cambios en el desarrollo de sus productos se verán pronto eliminados del mercado”.

El motivo se debe a la economía de escala. Taiwan simplemente no puede competir en el mercado de los botes pequeños porque no puede fabricarlos en grandes cantidades. Pero los constructores de buques locales pueden hacer embarcaciones de lujo para clientes exigentes que quieren muchas modificaciones y alta calidad en la fabricación. Sin embargo, para hacer esto, los constructores de buques necesitan buenos diseños de fabricación, pero en Taiwan escasean aún los diseñadores de barcos con fama internacional. En consecuencia, los constructores de buques compran trazados de diseñadores extranjeros.

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Los arquitectos navales e ingenieros marinos del USDDC explican su trabajo a un comprador. Los buenos diseños están permitiendo a las compañías taiwanesas poner sus yates en el mercado bajo marcas comerciales locales.

Thomas Chen, ingeniero principal del departamento de investigación y desarrollo bajo el Centro de Diseño y Desarrollo de Buques Unidos (USDDC, siglas en inglés), está de acuerdo en que el diseño estético es un aspecto que los fabricantes de Taiwan deben tratar de mejorar para alcanzar a las compañías occidentales. Su centro ha estado haciendo los esfuerzos para resolver este problema.

El USDDC, establecido en 1976 bajo el patrocinio conjunto de los ministerios de Asuntos Económicos, Defensa Nacional, Transporte y Comunicaciones, y Educación, espera acelerar el desarrollo de la industria de construcción de buques de Taiwan, con un énfasis especial en el fomento de la capacidad de diseño de buques. En particular, el USDDC formó una fuerza especial en 1989 para gestionar el trabajo de diseño de yates y barcos pesqueros, y ofrecer asistencia a los constructores de buques. Además, ofrece información actualizada sobre el mercado, y forma personal capacitado. Incluso desde su establecimiento, Chen dice, el grupo ha trabajado estrechamente con los constructores locales de yates para fomentar la capacidad de diseñar, mejorar la tecnología, crear marcas comerciales y explorar oportunidades comerciales.

Entretanto, los aproximadamente 100 arquitectos navales e ingenieros marinos del centro han procurado refinar sus conceptos y técnicas de diseño, mediante la participación continua en exhibiciones internacionales de botes, la visita a astilleros extranjeros, y la introducción de nuevas tecnologías del extranjero. Los laboratorios del USDDC buscan maneras de mejorar la construcción de buques, y para ello, investigan la prevención de ruidos y vibraciones, técnicas de ingeniería marina, y partes de alto rendimiento.

Un pilar central de la estrategia del USDDC para la industria es dividir la mano de obra entre subcontratistas especializados para distintas etapas en el proceso de manufactura. Por ejemplo, una compañía especializada podría centrarse sólo en el diseño, otra en el laminado del casco, etc. La esperanza es que Taiwan pueda tener en corto plazo grupos de especialistas con experiencia, mientras que las compañías de construcción de buques podrían gastar más tiempo en el mercadeo de yates bajo su propia marca comercial. “De esta manera, los constructores pueden ahorrar mucho en gastos generales si comparten la carga de trabajo de cada yate, y al mismo tiempo, se hace todo el proceso más eficiente”, explica Chen. “Por fortuna, las compañías de yates domésticas serán más competitivas y más prósperas”.

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Horizon Yacht Company ha tenido éxito en la venta de sus embarcaciones gigantescas con el nombre de su propia compañía, lo que ha ayudado a ganar reconocimiento para la industria de la construcción de yates de Taiwan.

na de las dificultades que entorpece la industria es la falta de acceso al mar. Alrededor del 80 por ciento de todos los yates son construidos en uno u otro de los muchos parques industriales cercados de la isla, según Chen Yung-fu, de Bluewater. Al transportarlos a un puerto para pruebas en el mar o exportarlos, se encuentran obstáculos en el camino como líneas eléctricas, señales de tráfico, y antenas sin dejar de mencionar los embotellamientos de tráfico causados al tratar de trasladar yates gigantescos por las vías públicas durante las horas diurnas. Este problema se está volviendo más serio porque los constructores están construyendo modelos más grandes. “Debemos tener un lugar cerca del mar para facilitar la construcción y prueba de botes a fin de evitar el transporte por vías terrenas”, recalca Chen. “La designación de sitios apropiados para la construcción de yates es imperativa si se pretende que la industria prospere en Taiwan”.

Además, la falta de marinas adecuadas ha paralizado el desarrollo del mercado doméstico. En la actualidad, hay solamente dos marinas en Taiwan, en comparación con más de 300 puertos pesqueros. La pesca ha ido decayendo en los últimos años, y muchos puertos pesqueros son improductivos, a pesar de eso, los pescadores se oponen firmemente a los intentos de transformar los puertos. Chen espera que el Gobierno logre resolver este problema mediante la invitación de representantes de la comunidad pesquera, la industria de construcción de yates y las asociaciones relacionadas para acordar ciertos compromisos. El cree que los pescadores podrían beneficiarse de la participación conjunta en la transformación de los puertos pesqueros en marinas recreativas, lo que crearía un mercado para la pesca recreativa.

Asimismo, Chen dice que el Gobierno se ha involucrado demasiado en las operaciones de los fabricantes de yates, y les exige revisar sus diseños y hacer visitas de inspección desde el principio hasta el final del proceso de fabricación. El espera que el Gobierno adopte estándares internacionales y le de a la industria el espacio necesario.

Otra dificultad para los navegantes domésticos son las numerosas restricciones que limitan el acceso al mar. Algunas son legado del período de la ley marcial, y otras reflejan el hecho de que las aguas de Taiwan aún están bajo control debido a las tensas relaciones con China. Las restricciones se han flexibilizado un poco en los últimos años, pero los ciudadanos están aún sujetos a rigurosos controles para navegar en el mar.

Si estos problemas pueden resolverse, la industria de yates podría reducir algunos de sus gastos y, quizás crear una demanda doméstica de yates.

John Lu, de Horizon, por una parte piensa que ha llegado el momento de permitir a los navegantes locales disfrutar también del mar. “Durante todos estos años, he hecho muy buenos negocios con los extranjeros. Espero que pronto llegue el día en que pueda decir ‘bienvenido a bordo’ no sólo a los compradores extranjeros, sino también a los ciudadanos locales”, dice Lu. “Como una nación insular, Taiwan debería animar más las actividades marinas. Y nos sentimos orgullosos de invitar a los nacionales taiwaneses a tomar el mando de nuestros yates de lujo y navegar las hermosas aguas del área”.

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