l Plan Nacional de Desarrollo “Desafío 2008”, de seis años, emprendido por el Gobierno en mayo de 2002, exige una revisión completa de la infraestructura básica, leyes y reglamentaciones, calidad de la mano de obra, y procedimientos administrativos gubernamentales del país. El objetivo es elevarlos a los estándares de los principales países desarrollados. “El Desafío 2008 es principalmente un nuevo proyecto socioeconómico en respuesta a los cambios en los ambientes domésticos e internacionales”, dice el vice primer ministro Lin Hsin-i. El plan está diseñado para dar a la economía de Taiwan “el máximo potencial para satisfacer los nuevos retos y aprovechar las nuevas oportunidades presentadas por estos cambios”, agrega.
Pero más allá de perfeccionar la competitividad de Taiwan e incitar el crecimiento económico de Taiwan a través de un paquete de medidas de reforma e inversión en infraestructura, el plan abarca otro objetivo clave －mejorar la calidad de vida del país. “Para retener talento, es necesario ofrecer primero un ambiente de vida de alta calidad, incluyendo infraestructura, tradiciones culturales, participación ciudadana, y conciencia comunitaria”, según establece el Plan de Desarrollo Comunitario Nuevo Hogar, uno de los diez principales proyectos bajo el Desafío 2008.
El objetivo del proyecto es atraer gente talentosa a las diferentes comunidades alrededor de Taiwan para aplicar ideas creativas y utilizar recursos locales para construir comunidades vibrantes, y desarrollar industrias con características locales. El Gobierno tiene destinado un presupuesto de NT$32.500 millones (US$942 millones) para el proyecto, que cubre el período de 2002 hasta 2007, y ofrecerá también orientación técnica para ayudar a llevarlo a cabo.
Los artesanos yamis de la Isla Orquídea dan los últimos retoques a una canoa tradicional. La isla ha sido elegida como el proyecto piloto del “movimiento nueva villa”.
Además del apoyo gubernamental, el hecho de que un proyecto de desarrollo comunitario tenga éxito depende del compromiso y la participación voluntaria de los residentes en esa aldea, pueblo o tribu aborigen. El primer paso en el programa debe ser, por lo tanto, construir una base sólida de organizaciones para el desarrollo comunitario local y ayudar a formar su personal. La manera más eficiente de lograr esto es trabajar a través de las organizaciones existentes, tales como las asociaciones de agricultores y pescadores, los talleres de cultura e historia, y los comités de desarrollo comunitario.
El objetivo general del programa se describe con frecuencia como “la industrialización de la cultura y la culturalización de la industria”. La idea es integrar los diversos recursos de la comunidad, mediante la promoción de un sentido de cultura local, la expansión de las actividades de los centros culturales locales, el desarrollo de industrias locales creativas basadas en las características locales propias, el mejoramiento de la infraestructura, y la remodelación del ambiente comunitario.
Un ejemplo de este esfuerzo puede observarse en Sanyi, Distrito de Miaoli, donde la talla en madera ha sido el pilar de la economía local. Hallar maneras para promover la artesanía y aumentar la escala de producción “industrializará” la cultura. El éxito de la artesanía “industrializada” conduce a una mejor preservación de la tradición local, en otras palabras, una “culturalización” de la industria.
Muchos proyectos gubernamentales en la actualidad ya han pavimentado el camino para este esfuerzo. Por ejemplo, el Consejo de Agricultura ha estado ayudando a localidades individuales a comerciar sus productos agrícolas para que los consumidores estén más al tanto de su calidad y características especiales. El Buró de Turismo ha estado animando a pueblos a usar sus características culturales o geográficas particulares para hacerse más atractivos para los turistas locales y extranjeros. El Ministerio del Interior ha ayudado a 1.120 empresas o artistas en 70 localidades a promover las artesanías y los productos que son característicos de sus pueblos natales.
Un seminario en un taller de cultura e historia local en Chiaoto, Distrito de Kaohsiung. El éxito del “movimiento nueva villa” dependerá principalmente en la participación de los residentes locales.
n el que ha sido llamado el “movimiento nueva villa”, las tribus aborígenes de Taiwan están incluidas también en el Plan de Desarrollo Comunitario Nuevo Hogar. Un problema serio que enfrentan estas tribus es la falta de actividades económicas en sus propias comunidades. Como resultado, mucha gente joven se muda a las ciudades, y algunas veces pierde contacto con su cultura. El “movimiento nueva villa” espera resolver este problema a través del estímulo hacia las tribus aborígenes para que desarrollen negocios a fin de mantener sus economías locales, para que las generaciones más jóvenes no se vean forzadas a abandonar el hogar en búsqueda de trabajo.
Una industria que parece tener potencial es el turismo. Las tribus indígenas, con la ayuda de las agencias gubernamentales, han estado promoviendo sus festivales para mostrar a los visitantes sus tradiciones y estimular el turismo. Algunas de ellas están también sacando provecho de los recursos naturales para ganar el dinero de los turistas, tales como las aguas termales.
La Isla Orquídea, ubicada en las cercanías de la costa sudoriental de Taiwan y hogar de la tribu Yami, ha sido elegida como proyecto piloto. Tomando en consideración el rico patrimonio cultural de los yamis y la belleza natural de la isla, el Gobierno espera convertir la Isla Orquídea en un lugar turístico de nivel internacional. Se considera la influencia de los turistas como la solución para los problemas de desempleo de la isla, así como una fuente de ingreso a ser empleada para el desarrollo de la comunidad.
Otro grupo local que está recibiendo especial atención es el hakka. Con la promoción de renacimiento y el uso expandido de la lengua hakka, el apoyo a la revitalización de la cultura hakka, el desarrollo de asociaciones hakkas, y el desarrollo de oportunidades comerciales con base en la cultura hakka, el “nuevo movimiento hakka” está buscando salvar una cultura que está desapareciendo.
Un artista en Sanyi talla una escultura en forma de un músico con un instrumento. Las artesanías tales como la talla en madera pueden generar ingresos a los artesanos locales y estimular el turismo.
Otro aspecto del Nuevo Plan de Desarrollo Comunitario Nuevo Hogar, adoptado debido al rápido envejecimiento de la sociedad taiwanesa, y la falta de instalaciones de cuidado infantil en muchas áreas rurales, es la promoción de servicios comunitarios de cuidado. En la actualidad el Gobierno está reuniendo una base de datos de trabajadores voluntarios para ayudar a cuidar a los ancianos, los enfermos y los niños en 36 comunidades, y también está preparando las instalaciones apropiadas para el uso de los que brindan cuidado.
De muchas maneras, el Plan de Desarrollo Comunitario Nuevo Hogar es una continuación del plan de desarrollo comunitario integrado emprendido en 1994 por el Consejo para los Asuntos Culturales (CCA, siglas en inglés). Desde entonces, varios proyectos han sido llevados a cabo con el objetivo de enriquecer la cultura comunitaria mediante la promoción de actividades comunitarias, el ofrecimiento de instalaciones para actuaciones culturales y exhibiciones, y el embellecimiento de los sitios culturales locales. El ministro sin cartera, Chen Chi-nan, quien redactó el plan de desarrollo comunitario integrado cuando estaba sirviendo como vicepresidente del CCA, señala que durante muchos años el “desarrollo comunitario” se entendía como modernización. Muy poca gente pensó en términos de reunir a los residentes de una comunidad para procurar convertir su hogar en un lugar mejor.
Además, Taiwan pasaba entonces por un proceso difícil de transformación, de una sociedad agrícola a una industrial. Numerosos grupos de personas emigraron desde sus pueblos rurales a las grandes ciudades, lo que ha dejado el campo al destino de problemas como una economía en declive y reducción de población. Al mismo tiempo, aquellos que fueron a las ciudades enfrentaron la pérdida de apoyo social, patrimonio cultural y el sentido de identidad personal, que habían tenido en su tierra natal.
La meta del programa de desarrollo de comunidad integrada fue reconstruir el sentimiento de pertenencia a una comunidad, para enlazar a sus residentes con el conjunto de derechos y obligaciones mutuas que esa idea implica. El desarrollo de una comunidad integrada, enfatiza Chen Chi-nan, es más un problema de actitud que de construcción física.
El pueblo de Chichi en el centro de Taiwan se está recuperando de la devastación de un terremoto en 1999, gracias a su reserva de espíritu comunitario. Muchos dicen que la comunidad es mucho más fuerte que antes del desastre.
Una diferencia fundamental entre los programas más antiguos y el Plan de Desarrollo Comunitario Nuevo Hogar, así como del proyecto de desarrollo de comunidad integrada del CCA, es que los planes del primero tendían a ser desde los niveles altos dominados por la política. Las agencias gubernamentales se encargaban de toda la planificación e implementación. Ahora la filosofía que se basa en la visión de una sociedad centrada en el ciudadano como base fundamental para el desarrollo de una comunidad integrada. “El desarrollo comunitario no se trata sobre un gobierno maravilloso que puede crear un ambiente hermoso para la gente”, dice Tseng Tse-fong, profesor de la Escuela de Postgrado de Planificación Urbana y Arquitectura de la Universidad Nacional de Kaohsiung, quien ha participado en varios proyectos de desarrollo comunitario. “Se trata de si hay un gobierno que pueda diseñar un sistema para motivar a la gente a enfrentar los retos y mejorar sus propias comunidades”. El Gobierno debería ser responsable de establecer reglas fundamentales para mantener el desarrollo comunitario en marcha, a pesar de los cambios constantes entre los que ocupan cargos de autoridad.
a base sólida establecida por el plan previo del CCA permitió la rápida entrada en marcha del Plan de Desarrollo Comunitario Nuevo Hogar. Aunque el Desafío 2008 fue emprendido sólo hace poco más de un año, ya ha visto varios éxitos en el desarrollo comunitario con base a ciertos trabajos previos. Algunos ejemplos incluyen el Distrito de Ilan, Tamsui en el Distrito de Taipei, y Sanyi en el Distrito de Miaoli. Los tres lugares tuvieron anteriormente problemas económicos, pero lograron superarlos mediante el uso adecuado de sus particulares características culturales y geográficas, y ahora atraen a grandes cantidades de visitantes.
Un factor importante en el éxito de aquellos lugares fue que el esfuerzo de desarrollo comunitario integrado logró atraer la participación de los residentes de distintos campos, incluyendo amas de casa, maestros, trabajadores sociales, policías retirados, y miembros de organizaciones religiosas. Estos voluntarios han establecido un nuevo estándar para la actividad comunitaria en Taiwan.
Un grupo de mujeres hakkas realiza la danza tradicional de la cosecha del té. El “nuevo movimiento hakka” está tratando de salvar una cultura que está desapareciendo.
Sin embargo, en la mayoría de los otros lugares, uno de los principales dolores de cabeza para los programas de desarrollo comunitario es la falta de voluntarios que puedan comprometerse a largo plazo para ayudar a su comunidad. “El factor humano es la parte más importante del desarrollo comunitario”, dice Tseng Tse-fong. “Por desgracia, es también el más difícil”. El Gobierno entrenó a más de 20.000 voluntarios bajo el proyecto de desarrollo comunitario integrado, pero solamente el 10 por ciento ha seguido participando. El Plan de Desarrollo Comunitario Nuevo Hogar está tratando otra vez de animar a la gente a interesarse en el trabajo comunitario, pero la experiencia pasada muestra que el entusiasmo de los voluntarios se desvanece con el tiempo.
Tseng Nien-yo, trabajador cultural y comunitario en Nanchuang, un pueblo hakka en el Distrito de Miaoli, sugiere que desarrollar industrias locales creativas con características locales distintivas puede ayudar a resolver el problema. No sólo contribuye a preservar el patrimonio cultural del área, señala, sino que también motiva a más gente a participar en el trabajo por los beneficios económicos que aporta. “El dinero nunca es una razón por la que nosotros los trabajadores comunitarios dedicamos nuestro tiempo y energía, pero es con frecuencia la razón por la que muchos de nosotros tenemos que dejar de hacerlo”, dice Tseng. “Encontrar una manera de preservar la cultura, y al mismo tiempo generar algo de ingreso es de vital importancia para el desarrollo comunitario sostenido”.
El Plan de Desarrollo Comunitario Nuevo Hogar está abriendo nuevas posibilidades para muchos lugares que antes habían sido ignorados en Taiwan a través de la conexión de la cultura y el comercio, con el fin de que se produzcan beneficios para ambos.