08/05/2024

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La locura por la salud física

01/03/2003
Con los elaborados equipos de audio y efectos visuales de una discoteca, los centros de salud física son un lugar popular para ponerse en forma y aprender nuevos pasos de danza.

úsica descomunalmente ruidosa y luces destellantes llenan la sala cavernosa al tiempo que cuerpos calientes y sudorosos saltan, se estiran, patean, y se mueven al ritmo de la melodía. ¿Es una discoteca? Nada que ver. De hecho, se trata de una clase de combate aeróbico en un gimnasio local. “El equipo de audio y los efectos visuales son tan buenos como los de una discoteca”, dice una estudiante universitaria de veintiún años, Huang Wang-ling. “Lo que me gusta de este lugar es poder aprender nuevos pasos de danza sin tener que soportar el humo del cigarrillo y los costosos precios de una discoteca”.

Huang no es la única que piensa así. Según una encuesta realizada en 2001 por el Consejo Nacional de Salud Física y Deportes, el 75 por ciento de más de 10.000 encuestados dijeron que disfrutaban hacer ejercicios, y más del 15 por ciento se ejercitaba por lo menos tres veces por semana. Alrededor del 53 por ciento hacía ejercicios para mejorar su salud y fuerza física, mientras que 30 por ciento lo hacía por diversión o para mejorar su humor. Huang, quien se hizo miembro de un centro de salud física hace un año, es quizás un caso típico de la nueva generación de gente que está acudiendo al gimnasio como parte de su rutina. “He notado que el ejercicio regular me ha ayudado a mejorar mi figura y aspecto. Eso me ha dado más confianza en mí misma”, agrega. “Aprendí también con los instructores cómo hacer ejercicios de manera adecuada y eficiente. Eso ha sido realmente beneficioso”.

La salud física como entretenimiento no es un nuevo concepto en el mercado, pero el reciente incremento en la afluencia en Taiwan y la esbeltez corporal ideal ampliamente aceptada han motivado a la gente a pagar un promedio de NT$15.000 (US$435) al año para ser miembro de un centro de salud física. Las opciones para los que buscan un gimnasio están aumentando. La Asociación de Salud Física Aeróbica registró 129 clubes de salud física en Taiwan en mayo de 2000, y a finales de 2001 ya habían 160.

Una pionera en el campo, Candy Tang, presidenta del Grupo Alexander, reconoció el enorme potencial en una etapa temprana. Ella estableció su primer estudio de danza aeróbica en 1982 con el objetivo de atraer mujeres y niños. Con una promoción agresiva en los medios de comunicación, demostraciones de danza aeróbica, y eventos especiales, Tang expandió gradualmente su negocio, que es ahora la cadena de clubes de salud física más grande de Taiwan, con veinte sucursales en la isla y más de 200.000 miembros. Diez de las sucursales están en Taipei, cinco en el distrito de Taipei, dos en Taichung, y una cada una en Chungli, Tainan, y Kaohsiung.

Tang atribuye su éxito a haber entrado temprano en el mercado, y al reajuste constante de sus operaciones para satisfacer las cambiantes demandas de los clientes. Por ejemplo, ahora entre los miembros hay jóvenes y viejos, y hombres así como mujeres. Otra estrategia fue la constante reinversión en nuevas sucursales, desarrollo de producto, y la formación del personal. “Siempre estamos tratando de averiguar qué quiere y necesita el cliente”, dice Tang. “Por naturaleza humana, la gente tiende a ser sedentaria. Tenemos que aprender cómo hacer el ejercicio más interesante y divertido”.

La locura por la salud física

Los gimnasios, que una vez eran del dominio exclusivo de los hombres que levantaban pesas, han creado ahora un ambiente sociable que incluye mujeres.

tro aspecto del negocio que Tang debe siempre considerar es la competencia. California Fitness Center (CFC, siglas en inglés), una de las principales cadenas de centros de salud física del mundo, abrió su primera sucursal de Taipei en 1999 en medio de una gran fanfarria, y desde entonces ha abierto otras dos sucursales en la ciudad con una inversión agregada de US$30 millones. Tanto Alexander Health Club como CFC cuentan con espaciosas instalaciones, equipos de entrenamiento con pesas, y una variedad de máquinas de ejercicios, tales como remadoras, escaleras automáticas, bicicletas estacionarias, deslizadoras, y máquinas para trotar. Otras instalaciones estándares incluyen jacuzzis, saunas, cuartos de vapor, camas para bronceado, y algunas sucursales de Alexander cuentan con piscina. Ambas cadenas emplean a entrenadores de salud física y ofrecen una variedad de clases de aeróbicos, tales como step, funky, danza aeróbica latina y hip hop, así como clases de acondicionamiento muscular y yoga.

La amplia gama de opciones son la principal atracción para los consumidores. “Venir aquí es como ir a un buffet. Con la disponibilidad de varios programas e instalaciones para hacer ejercicios, se puede elegir lo que más le gusta”, dice Henry Tseng, quien es miembro de un centro de salud física desde hace tres años. Para Tseng, el gimnasio es una experiencia social. “La mejor parte de venir aquí es poder hacer ejercicios y conocer gente con intereses similares, como la de la clase de danza aeróbica”, continúa. “Compartir la experiencia y ser parte de un grupo es muy bueno. Esa es una importante fuerza motriz que me impulsa a seguir viniendo aquí de manera regular”.

El aspecto social de los centros de salud física ha sido desarrollado para transformar el gimnasio, que antes era del dominio exclusivo de los hombres que levantaban pesas, en un ambiente abierto para los hombres y mujeres. CFC, por ejemplo, indica que el 70 por ciento de sus miembros son mujeres entre veintiuno y cincuenta años, mientras que los miembros de Alexander se dividen igualmente entre hombres y mujeres, y la mayoría oscila entre veinticinco y treinta y cinco años.

La competencia por atraer nuevos miembros es intensa, y mantenerse al día con las últimas tendencias en ejercicios es crucial. “Hay muchas maneras de hacer ejercicios”, explica Candy Tang, de Alexander. “Nuestra tarea es hacerlo más divertido, modernizando constantemente nuestros programas e instalaciones. Con suerte, podemos atraer no solo gente que le gusta hacer ejercicios, sino también a aquellos que no les gusta”. Eric Levine, director ejecutivo de CFC en la región Asia-Pacífico, está de acuerdo en que generar interés en la salud física es un aspecto vital para atraer nuevos miembros. “Una vez que los clientes entran en nuestros centros, se motivan por la energía positiva que les rodea de ser lo mejor que puedan”, dice Levine. “Estamos haciendo todos los esfuerzos por mejorar nuestras operaciones, ofreciendo los mejores equipos, ubicación, servicio e instructores. Mucho más que eso, creamos un ambiente que logra estimular a la gente a venir y hacer ejercicios”.

La locura por la salud física

Candy Tang: “Hay muchas maneras de hacer ejercicios. Nuestra tarea es hacerlas más divertidas, innovando constantemente nuestros programas e instalaciones”.

Las metas de CFC en el mercado de Taiwan son cambiar los estilos de vida de la gente a través de la salud física y crear una cadena de clubes internacional, señala Levine. Alrededor de 32.000 personas en Taipei son miembros de las sucursales del club, y todos tienen derecho a utilizar las instalaciones de la red internacional de CFC compuesta por 440 sucursales en once países. La cadena internacional de gimnasios tiene planes para invertir otros US$70 millones para expandir el número total de sucursales en Taiwan hasta 10. “El nivel de la calidad de los centros de salud física en Taiwan es actualmente el más alto entre los países que he estado”, dice Levine. “Con el tipo de productos y servicios de calidad que se ofrecen, naturalmente se atraerá a más gente”.

Aunque no cuenta con las ventajas de esta red internacional, Alexander abrió el pasado septiembre un centro en Shanghai para servir mejor a sus miembros que viajan con frecuencia al otro lado del Estrecho de Taiwan, y tiene planeado ofrecer a los clientes la opción de comprar una tarjeta de miembro internacional.

Candy Tang sabe que el mercado de la salud física en Taiwan ya ha alcanzado cierto nivel de madurez. Para impulsar otro negocio, ella indica, es esencial hacer avances en las operaciones. “La última tendencia global es ofrecer servicios diversificados”, dice. “Eso es para decir que no sólo estamos vendiendo salud, sino también otra variedad de servicios cotidianos”. Las operaciones de Alexander están siendo expandidas para incluir cuidado facial, masajes, tratamientos de spa, salas de televisión o lectura, salas de conferencia, y restaurantes. “En el futuro, los centros de salud física no sólo serán un lugar para hacer ejercicios, sino también un lugar para las reuniones familiares y sociales”, indica Tang. “Deberían ser lugares ideales para los deportes, recreación, entretenimiento, educación, socialización, e intercambio cultural y de información”.

Sin embargo, con sólo ofrecer un lugar donde la gente pueda reunirse y ejercitarse no es suficiente para promover la buena salud, afirma Eric Levine, de CFC. La población debe ser educada sobre la importancia de estar en forma. “Taiwan tiene la oportunidad de ser el líder de la industria de la salud física, pero eso requiere de mejoras en los esfuerzos gubernamentales y de los medios de comunicación”, explica. Levine insta al Gobierno a tener una mayor participación en los programas de concienciación de la salud física, sugiriendo que las campañas comiencen en la escuela primaria y continúen hasta el nivel universitario. La salud física puede promoverse a través de lugares públicos, tales como parques, supermercados, centros comerciales e incluso en las calles. “Debe recordarse diariamente que el ejercicio no es un lujo, sino una parte necesaria de la vida y la salud”, dice.

La locura por la salud física

Los entrenadores personales están a la disposición en la mayoría de los centros de salud física para ayudar a los miembros a ejecutar programas de ejercicios eficientes y beneficiosos según sus metas y niveles de salud física.

unque el Gobierno puede jugar un rol vital en la promoción de la salud física, debería permitir que la industria de la salud pública se autorregule, agrega Levine. El se refiere a las directrices actuales formuladas por el Consejo Nacional de Deportes, bajo el Yuan Ejecutivo, que gobiernan los contratos de participación en los centros deportivos. Las directrices fueron redactadas para proteger los derechos e intereses de los consumidores, indica Levine, pero no protegen a los suministradores del servicio. El Gobierno debería derogar las restricciones y dar mayor libertad a los centros de salud física para invertir y promover sus servicios, agrega.

Los centros de salud física ofrecen un servicio valioso, uno que el Gobierno debería apreciar completamente. “La industria de la salud física debería tratarse como si fuera más importante que la profesión médica, porque contribuye con la medicina preventiva”, asevera el director ejecutivo de CFC. Mientras que quizás esa consideración sea prematura, por lo menos cinco hospitales alrededor de la isla están penetrando en el negocio de la salud física, y otros dos, el Hospital Conmemorativo Chang Gung y el Centro de Rehabilitación Médica Cheng Hsin en Taipei, están en el proceso de incluir instalaciones similares para los pacientes dispuestos a pagar el precio.

Estos hospitales ofrecen equipos de ejercicios, clases de aeróbicos, e instalaciones como piscina y sauna, como los que se encuentran en el Hospital General Kang Ning. ¿Qué diferencia a estos hospitales de los clubes de salud física comunes? “Nuestra competitividad se centra en que contamos con equipos médicos profesionales y de salud física para supervisar estrictamente la salud de nuestros miembros”, explica Wu Jiunn-jer, superintendente del centro de salud del hospital. “Es muy seguro hacer ejercicios aquí porque tenemos un sólido respaldo de recursos médicos. La gente puede recibir el mejor cuidado médico en cualquier momento que lo necesite”.

El hospital inauguró su centro de ejercicios en julio pasado para combinar su programa de rehabilitación con uno de entrenamiento de salud física. “Nuestro objetivo es ayudar a que la gente saludable se vuelva más saludable, y la no tan saludables mejore su salud”, indica. “Estamos construyendo un centro de bienestar en vez de simplemente un centro de salud física. Estamos ayudando a la gente a encontrar un equilibrio en sus vidas mediante la promoción de buenos hábitos de salud física”.

La locura por la salud física

Un beneficio de ser miembro de un centro de salud física de un hospital es que se cuenta con la supervisión y asistencia de médicos profesionales, fundamental para aquellos que sufren de enfermedades crónicas.

Aquellos que desean participar en el centro del hospital, primero deben someterse a un chequeo médico y una evaluación de salud física. Con base en los resultados, un doctor y un instructor de salud física elaborarán una prescripción personalizada con un programa de ejercicios recomendado. Las evaluaciones son realizadas cada tres meses para determinar si es necesario hacer ajustes al programa. Wu dice que algunas personas diagnosticadas con presión alta, diabetes o enfermedades cardíacas deberían hacer frecuentemente ejercicios moderados; pero algunos pacientes, por temor a una recaída, prefieren no realizar ninguna actividad física. Esos pacientes pueden beneficiarse en gran medida del ejercicio supervisado por doctores.

Otro bono por participar en el centro de salud física de un hospital es el equipo profesional de entrenadores de salud física, doctores y enfermeras que están a la disposición para ofrecer consejo y asistencia a los pacientes en el evento de una emergencia. Esto brinda a los miembros un mayor sentido de seguridad, dice Wu. Además del tratamiento médico, el Hospital Kang Ning enfatiza la medicina preventiva, agrega el doctor, “y el ejercicio debería ser una prescripción efectiva”.

Mantener una buena salud es una estrategia que muchos gobiernos alrededor del mundo están tratando de promover para evitar los enormes costos de salud involucrados en el cuidado de una población que envejece. La gente que se hace miembro de un centro de salud física no sólo tiene la oportunidad de recibir los beneficios inmediatos del ejercicio, sino que no hay duda que la sociedad, así como los que operan esas instalaciones, están cosechando los beneficios. El ejercicio no sólo aumenta la fortaleza del ser humano, sino que también mejora el sistema cardiovascular, y también ayuda a reducir el estrés y contribuye a un sentido de bienestar. Para comprobar esto, sólo se necesita ver los rostros sonrientes de los muchos Henry Tseng y Huang Wang-ling que hay en el mundo.

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