05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

La vida en el zoológico

01/03/2003
El Parque Zoológico de Taipei se ha convertido en la atracción turística más popular de Taiwan en los últimos años. En 2001, el zoológico dio la bienvenida al doble de visitantes que fue al Museo Nacional del Palacio.

E l 28 de septiembre del 2000, un solo huevo se hallaba bajo la inmensa atención del público y los medios de comunicación. Toda la gente de Taiwan parecía haber quedado cautivada por esta “huevo manía” que duró sesenta y cinco días. Los padres orgullosos, entretanto, estaban totalmente inconscientes del escrutinio de cada uno de sus movimientos y comportamiento —pues, después de todo, ellos son pingüinos emperadores. Aunque al final, el público tuvo que esperar por otro par de padres que incubaran con éxito el primer pingüino vivo del Parque Zoológico de Taipei, la fascinación por las aves marinas de cuello dorado y pico naranja continuó sin detenerse.

Durante las festividades del Año Nuevo Lunar en enero del año 2001, el Parque Zoológico de Taipei dio la bienvenida a un récord de 87.833 visitantes en un solo día, muchos de los cuales fueron especialmente a ver los catorce pingüinos emperadores que fueron comprados de Estados Unidos y Japón. Sólo el Museo Nacional de Ciencias Naturales en la ciudad de Taichung, en el centro de Taiwan, compite con el zoológico en cuanto a popularidad, y recibió un poco más del doble de visitantes durante todo un mes.

Más allá del extraordinario interés en estas superestrellas emplumadas, un segmento de la población ha mostrado un interés sostenido en visitar el zoológico. Según el Buró de Turismo del Gobierno Central, el Parque Zoológico de Taipei se ha vuelto la atracción turística más popular de Taiwan en los últimos años. Sólo en 2001, 5,47 millones de personas visitaron el zoológico, más del doble del número de personas que visitó el internacionalmente conocido Museo Nacional del Palacio. La inmensa popularidad del zoológico se le atribuye a la naturaleza humana básica, dice Chen Pao-chung, director del Parque Zoológico de Taipei. “A medida que la urbanización y la industrialización alejan cada vez más a la gente de la naturaleza, algo continúa dentro de ellos que les hace volver a la vida silvestre y a la naturaleza. Ese lugar al que el ser humano ha pertenecido desde tiempo inmemorial”.

Desde hace mucho tiempo, los humanos han mantenido a los animales en cautiverio. En épocas antiguas, la propiedad de los animales salvajes era vista como símbolo de prestigio y poder para sus apresadores. Los jardines del zoológico de Inglaterra y Alemania a partir del siglo XVIII funcionaban como laboratorios para la clasificación científica y la investigación. Sin embargo, con el paso del tiempo los zoológicos han experimentado grandes cambios en carácter y misión.

El Parque Zoológico de Taipei tuvo sus inicios en manos privadas durante el régimen colonial japonés (1895-1945). En 1915, la administración de Taipei compró el sitio original en Yuanshan en honor al nuevo emperador de Japón y dos décadas después, las 4,5 hectáreas del parque se convirtieron en uno de los zoológicos más grandes, comparado incluso con aquellos en el mismo territorio de Japón. Durante la Segunda Guerra Mundial, la administración japonesa mató a muchos de los animales del zoológico por temor a que se escaparan en medio de los bombardeos aéreos de los Aliados y pusieran en peligro a la ciudadanía. Una vez finalizada la guerra, el parque zoológico fue renovado y volvió a abrir sus puertas al público. En los años setenta, el parque fue ampliado a 5,8 hectáreas y experimentó un renacimiento de su popularidad entre los residentes de la isla.

A medida que los zoológicos del mundo evolucionaron, de ser exhibiciones de animales exóticos en jaulas hasta llegar a ofrecer un ambiente más natural, el Parque Zoológico de Taipei se vio en la necesidad de expansión. En 1986, después de trece años de planificación y construcción, el zoológico fue trasladado de su ubicación original en Yuanshan a la parte sureña del valle de Taipei en Mucha, donde está situado en un área más espaciosa de 165 hectáreas en medio de colinas boscosas.

Las exhibiciones individuales de la nueva ubicación fueron diseñadas con detalles que se asemejan mucho a los habitats naturales de los animales en exhibición. Además de las criaturas formosanas, las exhibiciones techadas y al aire libre cuentan con aves y otros animales de Australia, Africa y las selvas lluviosas tropicales de Asia. El zoológico incluye también un centro educativo, un centro de animales nocturnos, así como dos edificios separados para alojar las dos atracciones principales del zoológico —koalas y pingüinos. Además, se están construyendo dos edificaciones adicionales, una para reptiles y otra para insectos.

La nueva ubicación y el diseño del Zoológico de Taipei no sólo ofrecen un modo más humano que beneficia la salud de los animales y la apreciación del visitante, sino que también sugiere un interés fundamental por la santidad ecológica. El Parque Zoológico de Taipei está ahora en el proceso de replicar cuidadosamente los habitats naturales para sustentar diferentes especies. “Todavía estamos tratando de superar las dificultades con el nuevo formato, por ejemplo las luchas internas por el territorio y el alimento”, indica Lin Hua-ching, director general del Departamento de Animales del zoológico. El zoológico experimenta actualmente con animales más pequeños como los reptiles y anfibios, agrega. Más experimentos incluirán la reestructuración del área de exhibición africana, donde diferentes animales como antílopes y cebras compartirán un terreno africano simulado.

Una idea mucho menos convencional pertinente a gestión de zoológicos procura ofrecer un ambiente donde las criaturas puedan trasladarse con libertad en lugar de estar confinadas. Los planes ya están en marcha para crear un pantano para este propósito. “Muchos pantanos fueron erradicados porque se consideraban un lugar sucio e inútil que sólo atraía moscas y zancudos”, explica Lin. “Nuestro modelo ayudará a la gente a aprender sobre la importancia ecológica de los pantanos y la necesidad de preservarlos”.

Esos esfuerzos reflejan un mayor ajuste del papel de un zoológico en la sociedad. “Desde principios de los años noventa, se ha instado a los zoológicos a desempeñar un rol más activo en la promoción de la conservación de las especies y la educación ambiental”, dice el director Chen Pao-chung. Esta tendencia global se manifiesta no sólo en el diseño de zoológicos, sino también en los esfuerzos de los zoológicos para preservar los habitats silvestres. El Parque Zoológico de Taipei, por ejemplo, está actualmente involucrado en programas de conservación de la rana delgada rayada en el distrito de Taipei, y el de la rana de árbol verde Chulo en el distrito de Chiayi en el sur de Taiwan. El zoológico trabaja con los gobiernos locales, escuelas, y grupos interesados en la promoción de la conciencia pública en cuanto a las especies en peligro de extinción y la necesidad de proteger sus habitats naturales.

Los esfuerzos del zoológico para proteger las ranas incluyen “alquilar” espacio de los terratenientes, a quienes se les pide cultivar el terreno usando métodos que no provoquen daños a las ranas, como el control del uso de fertilizantes o herbicidas. Aún más, el zoológico está ayudando a los terratenientes a cultivar productos de loto en los estanques habitados por las ranas de Taipei, y ayudándolos en la venta de esos artículos. “Si los agricultores sienten que es un negocio beneficioso, dejarán la tierra como está”, dice Joann Chang, quien es una de tres empleados de jornada completa de la Fundación del Parque Zoológico de Taipei.

Esta fundación fue establecida en 1999 con fondos de patrocinadores corporativos con el fin de ofrecer un eslabón entre el Parque Zoológico de Taipei y el sector privado, entre otras cosas. “Algunas veces, la gente piensa que nuestro grupo es una parte del zoológico”, dice Chang. “Pero, en realidad, somos más flexibles y efectivos a la hora de responder a las necesidades del público”. La fundación ha celebrado un número de actividades en el Parque Zoológico de Taipei, tales como campamentos de padres e hijos, y cursos regulares sobre ciencia biológica para los voluntarios del zoológico y el público general.

La fundación contribuye también a financiar algunos de los proyectos del zoológico, en particular los que no han sido programados bajo el presupuesto planeado. Debido a la disminución del apoyo financiero del Gobierno y la cantidad de trabajo necesaria, el zoológico debe buscar donaciones financieras más allá de la administración del gobierno de la ciudad y los ingresos de venta de boletos, indica Chang. “Si doblamos el precio del boleto de entrada, podríamos cubrir todos los gastos”, señala Chen Pao-chung. “Pero no logramos la aprobación de la ciudad porque estamos definidos como un centro educativo para el público general”.

Un plan para recaudar fondos para el zoológico que ganó la aprobación de la ciudad en julio de 2002, y que aún no ha comenzado, trata sobre la solicitud de donaciones públicas de NT$1.000 (US$29) al año para “adoptar” un animal. Entre las veintiún especies de animales en el programa de adopción, cerca de la mitad son autóctonas de Taiwan y la otra mitad son las exhibiciones más populares del zoológico. “Las donaciones ayudarán a financiar los programas de educación, investigación y conservación del zoológico”, dice Chen. “Nos gustaría llegar a tener por lo menos diez mil adoptantes al año”.

En respuesta a la crítica que el zoológico ha creado una locura por algunos “animales estrellas” procedentes del extranjero, tales como los koalas y pingüinos, Lin Hua-ching dice que el interés estimulado en cualquiera de los animales del zoológico ayuda a aumentar la conciencia y el dinero para la conservación de las especies. Lin indica que aunque la protección de varias especies con la perspectiva de mantener la biodiversidad es una tarea relativamente nueva para el zoológico, seguramente actuará como una fuerza crucial que coordina e integra recursos disponibles. “Con más frecuencia de lo que se cree, la conservación requiere un espacio donde los animales, especialmente los que están en peligro, estén bajo observación”, explica. “Y el zoológico tiene bastante experiencia en confinamiento de animales, lo que requiere un ambiente apropiado para estimular su salud física y mental”.

Los esfuerzos conservacionistas del Zoológico de Taipei no han pasado desapercibidos. Recientemente, el Zoológico ganó la oportunidad de ser el anfitrión de las conferencias anuales de 2004 de la Asociación Mundial de Zoológicos y Acuarios, y del Grupo Especialista para la Reproducción y Conservación. La publicidad internacional confirmará aún más el zoológico como una institución que engendra respeto por todos lo animales y representa la perspectiva mística de la naturaleza, dice el director Chen Pao-chung. Además de ser un pasatiempo y ofrecer recreación, los parques zoológicos educan al público sobre los animales, fomentan la preservación de los habitats naturales de los animales, e inspiran una mayor compasión por las criaturas salvajes. Sobre todo, los zoológicos albergan una multitud de especies, no sólo las más populares y bonitas. En un análisis final, el huevo del pingüino emperador quizás haya contribuido a “incubar” una mayor atención en la interconexión entre todos los seres vivientes.

Popular

Más reciente