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Indagando el futuro

01/09/2002
Echar la suerte sigue siendo una de las herramientas más comunes utilizadas por los adivinadores para ayudar a sus clientes a tomar decisiones en su vida.

ntrigado por lo desconocido, el hombre ha tratado desde hace mucho tiempo de resolver los misterios de la vida. Los científicos, filósofos, y aventureros, todos han intentado expandir nuestro conocimiento de quiénes somos, de dónde venimos, y hacia dónde nos dirigimos. Aunque se han hecho progresos en la ciencia moderna —la más reciente identificación del genoma humano— muchas preguntas sobre áreas menos concretas de la vida, tales como si una fuerza mayor dirige nuestras vidas, aún no tienen respuestas.

Esta variable X, o lo que alguna gente se refiere como destino, ha dado lugar, a través de la historia, al estudio de varios signos que se cree unen al hombre y la naturaleza, conduciendo al desarrollo de la profecía como una profesión. Algunos de estos estudios existen desde hace siglos y sus métodos han sido pasados de generación en generación. Pero en Taiwan se está observando ahora un cambio en el antiguo sistema de la adivinación, uno que ha sido muy influenciado por los medios de comunicación, y más recientemente, por Internet.

Las discusiones más abiertas sobre la adivinación y la proliferación de diferentes medios han contribuido a la ampliación de la lista de opciones para aquéllos que desean conocer su destino. Las librerías ofrecen libros sobre temas tan diversos, tales como la astrología china y occidental, guías fáciles de fengshui (el antiguo arte chino de la geomancia), quiromancia, fisonomía, y el estudio de cómo un número de trazos en los caracteres chinos de un nombre puede afectar el destino de cada persona. Las predicciones astrológicas diarias, semanales y mensuales, tanto occidentales como chinas, aparecen de manera regular en los periódicos y revistas. Cada noche, los programas de televisión muestran análisis astrológicos, aconsejando a los televidentes sobre relaciones y carreras.

La selección más impresionante de opciones sobre el tema de la adivinación puede hallarse en Internet, que contiene cientas de páginas web que ofrecen lecturas proféticas en base a softwares especialmente desarrollados, e incluso cursos sobre el tema. “Este es un gran momento para esta profesión antigua ya que se están realizando muchas innovaciones”, dice Rita Tsai, columnista en una revista, y dueña y operadora del Estudio TAO, una empresa que ofrece diversos servicios de adivinación. “La diseminación mundial de información y conocimientos ha renovado el interés en este campo, con muchas cosas nuevas, exóticas y divertidas procedentes de Internet”.

Una de estas empresas es un “centro comercial cibernético de adivinación” que ofrece dos tipos de servicios. El primero permite a los visitantes seleccionar entre cuarenta métodos de adivinación, por ejemplo lecturas procedente de países tan lejanos como Turkía o España, mientras que otras ofrecen cincuenta adivinadores diferentes que responden personalmente a las preguntas específicas dentro de un período de tres días. Es probable que el número de opciones para ambos servicios alcance los cien en septiembre de este año. Este centro comercial, invento de Chinese Global Internet Technology Co. (CGIT, siglas en inglés), fue emprendido originalmente como un sitio web de pagar-por-música, y fue cambiado a su presente forma en el 2000.

“La idea es comercializar la experiencia y tratar la variedad de métodos de adivinación como productos que pueden venderse fácilmente, como artículos en las tiendas por departamento”, dice Yeh Li-hsing, gerente general de CGIT. “Los usuarios de Internet, que son en su mayoría jóvenes, generalmente buscan diversión, conveniencia y respuestas rápidas a sus interrogantes”. El costo del servicio en línea varía, pero los visitantes pueden comprar cuarenta créditos por sólo NT$30 (US$0.80) y gastan generalmente entre NT$40 y $200 (US$1,18 a $5,88) por visita. Aproximadamente el 70 por ciento de los clientes del sitio web son mujeres entre veinte y cuarenta años. La mitad de los visitantes del sitio hacen preguntas sobre sus relaciones amorosas, mientras que la otra mitad quiere saber sobre el matrimonio, dinero, carrera y relaciones interpersonales.

Hace décadas, los adivinadores en Taiwan eran aquéllos que tenían pocas oportunidades de ganarse la vida, ya fuera porque tenían alguna incapacidad física, falta de educación u otra desventaja económica. Los astrólogos chinos aprendieron a “ver” el pasado y el futuro en base al tiempo, fecha, mes y año de nacimiento de sus clientes, memorizando un conjunto de rimas sentenciosas que les ayudaban a insertar detalles en los cuadros, conocido como los Cuatro Pilares y Ocho Caracteres. Una vez terminado un cuadro, el adivino podía detectar la presencia o ausencia de cinco elementos —metal, madera, agua, fuego y tierra— que ayudarían a descubrir el destino del cliente.

Indagando el futuro

Según las encuestas sobre el tema, una mayor porción de la población está visitando adivinadores.

Estas técnicas fueron enseñadas con frecuencia de manera privada mediante la instrucción verbal, y algunos detalles quizás se perdieron o cambiaron con el transcurso del tiempo. Los novicios comenzaron generalmente sus carreras, colocando una silla y algunas veces una mesa en las aceras, para tratar de atraer clientes. El progreso involucraba típicamente llegar a tener un negocio en la casa y convertirse en un maestro. Estas condiciones contribuyeron a la naturaleza cerrada y mística de la profesión, con diferentes sectas —o grupos con creencias compartidas— desarrollándose una al lado de la otra. Los practicantes aprendieron gradualmente a dar publicidad a sus servicios y usaban prácticas comerciales convencionales para atraer a clientes, en vez de depender solamente en la transmisión oral. Un ejemplo de ésto es la congregación de diferentes adivinos en el pasaje subterráneo cerca del Templo Hsing Tien en la Ciudad de Taipei. Esto permite a la gente que está buscando un profeta personal “ir de compras” alrededor de las diferentes tiendas.

Mientras que algunos métodos de adivinación son bien conocidos en el Occidente, tales como la quiromancia y la lectura del rostro, otros son más misteriosos, tales como la adivinación basada en la primera palabra que el cliente escribe, responder preguntas en base al número de granos de arroz sacados de un tazón, o echar la suerte. Otros desarrollos recientes en el campo incluyen la formación de asociaciones según sectas y teorías diferentes. Estos grupos se benefician de un esfuerzo colectivo en la promoción de servicios individuales y muchos ofrecen lecciones mediante clases o por correo. La mayoría de estas asociaciones han entrado a Internet para promover sus servicios.

Aquéllos que continúan dependiendo más en prácticas convencionales dependen de su reputación para promover sus negocios. Pero para sobresalir en un mercado competitivo, algunos adivinadores han diseñado nuevos trucos publicitarios en sus metodologías. Una persona, por ejemplo, ha ganado muchos seguidores, leyendo las hojas que los clientes cortan de sus macetas. Mientras que los adivinos que utilizan prácticas más tradicionales continúan manteniendo su clientela, un grupo talentoso más joven está apareciendo con servicios más extensos y más entretenidos dirigidos a promover una generación de clientes más jóvenes. Los más activos han escrito libros sobre sus especialidades o trabajan con fabricantes de productos para conectar el análisis de personalidad con artículos comerciales.

Yen Li-hsing, del CGIT, cree que para el momento en que su compañía “tienda psíquica cibernética” comience a funcionar a toda máquina, el mecanismo de mercado libre comenzará a eliminar a muchos adivinadores ambulantes, quedando sólo aquéllos que están bien preparados para el éxito. Para asegurar cierto nivel de competencia, Yen pasa muchas horas conversando con posibles socios antes de firmar contratos con ellos. “El conocimiento y la experiencia son definitivamente esenciales”, indica. “Pero lo que realmente deseamos ver en nuestro negocio es la creencia en nuestra propia habilidad de inspirar a los clientes a pensar de manera positiva, y ayudarlos a conocerse mejor”.

Rita Tsai, socia de la tienda cibernética de Yen, expone ese tipo de convicción. Ella cree que la ciencia moderna puede ayudar a estimular la credibilidad de su profesión elegida. Las teorías que se desarrollaron separadamente en el Oriente y el Occidente pueden ahora complementarse, y más instrumentos científicos y métodos de experimentación están siendo introducidos para probar el conocimiento que ha sido transmitido durante los siglos, señala.

Tsai agrega que tener una base académica en química aplicada le ha ayudado a utilizar el conocimiento de los informes científicos en física, biología y química. Ella está particularmente interesada en estudios sobre campos magnéticos y su influencia en la gente, y está entusiasmada con tratar nuevos instrumentos médicos que miden la actividad cerebral. “Los aparatos modernos y experimentos físicos no ofrecen todas las respuestas a la pregunta de qué nos hace de la manera como somos”, sostiene. “Pero la evidencia que ofrecen, respalda con frecuencia las antiguas reglas de la numerología”. Ella cita un experimento donde ratas de laboratorio fueron colocadas en ocho puntos diferentes en una “casa”, según el fengshui. A las ratas que vivieron en las áreas con buen chi, les fue mejor que a las otras. “Para que nuestra profesión gané más reconocimiento, debemos mantener la puerta bien abierta a los descubrimientos modernos”.

Un indicativo de que la mística detrás de la adivinación está desapareciendo ante los desarrollos modernos no es sólo la disponibilidad de libros sobre el tema, sino también su fácil acceso, señala Tsai, agregando que el vibrante intercambio de información que ocurre en Internet está en contraste directo con la tradición de instrucciones verbales privadas. “La gente que viene a mí ya tiene cierto conocimiento sobre el tema”, dice. “Nosotros, como adivinadores, estamos siendo instados a estudiar más y saber más”.

Indagando el futuro

La congregación de diferentes adivinadores, tales como ésta en este pasaje subterráneo cerca del Templo Hsing Tien en Taipei, permite a la gente elegir entre una variedad de servicios.

omo en muchas otras vocaciones, la ética es un asunto importante. “Los clientes visitan adivinadores pensando que ellos pueden ver más que otros”, dice Yen Li-hsing. “Eso les da la mejor oportunidad de inspirar a los clientes o tranquilizar sus corazones inquietos. Informar a un cliente cuándo va a morir, por ejemplo, es inmoral porque podría conducir a consecuencias destructivas”.

Rita Tsai y varios de sus colegas están de acuerdo en que su trabajo tiene como fin ayudar a la gente a mejorar su comprensión de su ser interior, en vez de meramente predecir calamitosos sucesos futuros para probar sus destrezas. “Los clientes que se conocen mejor así mismos están más claros en cuanto a cuáles son las direcciones correctas”, dice Chu Fang-yu, subdirectora general de Trinity Management Consultant Co., una firma asesora de adivinación. “Esa es la mejor asistencia que pueden ofrecer los adivinadores”. El cree que aquéllos que están en encrucijadas —tales como los adolescentes, gente que planea comenzar o expandir sus negocios, o aquéllos que no saben qué rumbo seguir en sus relaciones— son los que se benefician más de los servicios del adivinador. “La gente puede pasársela sin conocer su destino, pero si conocen sus opciones con anticipación, pueden evitar pérdidas y extender su buena suerte”, agrega Chu.

Ha sido sólo en una atmósfera más abierta que se han desarrollado métodos nuevos de adivinación. Aquéllos en el negocio están ahora más dispuestos que en el pasado a discutir sus métodos. Chu estableció el año pasado su compañía junto con un socio, esperando ofrecer consejo a las empresas, pero ahora están promoviendo un nuevo método profético conocido como denominación imaginaria, diseñado por el socio asesor de la compañía Wu Chuan. El método tradicional de seleccionar un nombre para un niño o compañía se basa en el número de trazos que existen en los caracteres chinos. La denominación imaginaria, sin embargo, trata sobre la interpretación del significado, la forma y la estructura de los caracteres en relación con la personalidad del cliente.

“Los nombres son como símbolos sujetados a una persona”, dice Chu. “La mayoría de los caracteres chinos fueron creados primero en las formas de objetos que existían en la naturaleza. Por ello, la estructura y forma de los caracteres son más fidedignos que el número de trazos, lo que ha cambiado con el transcurso de la historia”. Chu y Wu han enseñado su teoría a corredores de seguro para reforzar su habilidad de “leer” a sus clientes. El método puede enseñarse en una sesión de un solo día que cuesta NT$60.000 (US$1.765).

Hsiao Chien-fan es otro individuo que ha diseñado su propia manera de adivinar. La suya es un tipo de fisonomía, formulado hace veinte años. En lugar de ver simplemente los rasgos faciales de una persona, él toma en consideración la genética. Hsiao, que no confía en teorías basadas en signos de la naturaleza, mantiene que el destino de una persona queda decidido en el momento de la concepción. “La numerología se refiere a la profecía”, dice. “La fisionomía se refiere a la observación de la gente. Mi teoría se basa en el conocimiento científico —genética, fisiología y sicología”.

Según la teoría de Hsiao, las condiciones físicas y sicológicas de los padres en el momento de la concepción determinan la salud, inteligencia y personalidad de sus hijos. Estos tres factores innatos son responsables del 70 por ciento de los eventos en la vida de una persona, y el restante 30 por ciento es influenciado por la educación, el ejercicio, y el fomento de la personalidad. “Las cualidades congénitas y adquiridas pueden detectarse fácilmente en la apariencia de una persona”, afirma. Sin embargo, un “buen destino” significa mucho más que una buena apariencia; depende del número de células del cerebro, así como de la calidad de la sangre, los órganos y la estructura ósea.

Hsiao ha escrito varios libros sobre su teoría y ha enseñado a miles de estudiantes durante los años, incluyendo a muchos profesionales, tales como abogados, profesores y doctores. El calcula que sólo uno de cada diez estudiantes ha usado este conocimiento para emprender una carrera. “La mayoría de la gente viene para aprender más sobre sí mismos y los demás”, dice. “Una vez que aprenden sus ventajas y desventajas innatas, ya saben qué van a hacer en el futuro”.

Cuando se trata de pensamientos sobre el futuro, muchos taiwaneses creen en la adivinación china. Según una serie de encuestas realizadas por Chiu Hei-yuan, investigador del Instituto de Ciencias Sociales de la Academia Sínica, esta creencia está aumentando. En 1985, el 27,5 por ciento de los encuestados habían visitado un adivinador, y la cifra aumentó al 31,7 por ciento en 1990, y el 37,5 por ciento en 1995. Los resultados de la encuesta indicaron también que la creencia no se limitaba a un método de adivinación, y el 50 por ciento de los encuestados tenían fe en los Ocho Caracteres, la quiromancia y la lectura del rostro, más del 41 por ciento en la astrología china, y el 30 por ciento en el augurio, la sensación de los huesos y el zodíaco.

El futuro de la adivinación —como sus practicantes lo predecirían —es tan seguro como el de la ciencia moderna. Los desarrollos recientes en la sociedad, tales como Internet han ayudado a demistificar la industria —ya no se relega a los adivinadores al margen de la sociedad, y se permite una discusión más amplia de los diferentes métodos de adivinación. Por el momento, la mejor metodología que hasta un científico crítico aprobaría es “conocer mejor quién es uno mismo”. Eso es todo lo que se necesita.

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