29/04/2024

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Mujeres a la vanguardia de la economía

01/04/2008
La propietaria y directora general de Lite Puter, Naomi Lin, posa con los sistemas de control de iluminación que fabrica su empresa.

Naomi Lin es propietaria y directora general de LitePuter Enterprise Co. Los sistemas de control de iluminación, producidos por su empresa, han sido instalados en la mayoría de los hoteles cinco estrellas y museos en Taiwan. Bajo su dirección, Lite Puter se desarrolló, y ahora coopera con 35 agentes y 80 distribuidores en 65 países.

En 2000, Lin ganó el Premio para Jóvenes Empresarios, de la Asociación para el Desarrollo Profesional de Jóvenes de China (CYCDA, siglas en inglés), financiada por el Gobierno, y desde entonces, ha ocupado un papel destacado en diversas organizaciones relacionadas con los negocios. En 2005, Lin extendió las operaciones de su corporación fuera de Taiwan mediante el establecimiento de una fábrica en China.

Lin es actualmente una exitosa empresaria, que goza de fama y fortuna, y una feliz vida familiar. Pero todo esto no se logra tan fácilmente. “Yo era como una peonza que giraba sin cesar –a menudo, me quedaba lavando ropa y haciendo otras tareas domésticas a media noche, después que mi esposo y dos niños se iban a dormir”, recuerda Lin, sobre su vida hace 20 años. “Considero que tengo una fuerte personalidad. Sin embargo, a veces me siento deprimida”.

La historia de Lin es típica de las mujeres casadas que se dedican a su propia empresa. “Las mujeres deben trabajar definitivamente más duro que sus colegas hombres, porque tienen que cuidar a sus familiares, tanto los jóvenes como ancianos, y realizar las tareas domésticas”, dice Lin. “Tienen que hacer muchos compromisos para poder mantener su matrimonio, particularmente cuando el negocio va bien”.

En general, tener un negocio propio es más difícil para la mujer que para el hombre, explica Lin. Por una parte, a la hora de solicitar un préstamo bancario, las instituciones financieras exigen generalmente a la mujer que su esposo sirva de fiador.

A pesar de las dificultades, Lin y muchas otras mujeres progresan con ímpetu gracias a su determinación. Por ejemplo, Lin asiste a clases nocturnas con el objetivo de consolidar la administración de su empresa y sus conocimientos sobre mercadeo internacional.

Sin límites

“Para tener éxito, hay que ser agresiva y optimista, establecer objetivos específicos y realizarlos paso a paso”, dice ella. “Las mujeres no debemos ponernos límites en lo que deseamos lograr”.

Según un Libro Blanco sobre las Pequeñas y Medianas Empresas en Taiwan, de 2007, publicado por el Ministerio de Economía (MOEA, siglas en inglés), la participación femenina en la fuerza laboral remunerada se elevó al 43 por ciento en Taiwan en el 2006, en comparación con el 31 por ciento en 1971. Las mujeres conformaron también el 37 por ciento de la cantidad total de patronos locales.

Robert Lai, director general de la Administración para las Pequeñas y Medianas Empresas, dice que durante estos últimos años, el índice de crecimiento en la cantidad de mujeres dueñas de sus propios negocios o trabajadoras autónomas es cada vez mayor que el de los hombres, y esto parece ser una tendencia mundial.

Mayores oportunidades educativas y la promoción de la igualdad de géneros, según Lai, elevan la autonomía e independencia de la mujer, lo que a su vez las estimula a entrar en el mercado laboral. Además, muchos gobiernos y organizaciones de todo el mundo contribuyen con más recursos para ayudar a las mujeres a tener sus propios negocios.

“En la actualidad, entre los graduados universitarios o con estudios más avanzados de Taiwan, hay más mujeres que hombres. Además, el próspero sector de los servicios de la isla y la popularidad del mercadeo en Internet, ofrecen más oportunidades de empleo a las mujeres”, dice Lai. “Muchas mujeres taiwanesas abrieron sus propios negocios, como una forma de garantizar su independencia económica. Esta tendencia es favorable para el desarrollo económico general de la nación y puede crear más oportunidades de empleo”.

Asimismo, Wang Yun-tung, profesor asistente, del Departamento de Trabajo Social en la Universidad Nacional de Taiwan (NTU, siglas en inglés), observa positivamente la mayor participación de las mujeres en la fuerza laboral asalariada.

Diversificación y humanización

“La entrada de mujeres al mercado laboral puede contribuir a su diversificación y humanización ”, dice Wang. “Como consecuencia de la transformación de Taiwan de una economía industrial a una basada en los servicios, surgió la necesidad de recursos humanos en el sector de los servicios”, dice. Esto se traduce en mayores oportunidades laborales para las mujeres.

Wang cree que la entrada de un mayor número de mujeres a la fuerza laboral remunerada, particularmente en el nivel administrativo, puede traer un cambio en la cultura laboral y generar una visión diferente.

Además, las mujeres realizan algunos trabajos que en el pasado, sólo hacían los hombres. De allí, su participación en la fuerza laboral puede satisfacer las necesidades de algunas ocupaciones existentes y desarrollar otras nuevas. Por ejemplo, la demanda de profesionales para cuidar niños y ancianos va en aumento. Un campo donde pueden trabajar muchas mujeres, dice Wang.

Cada vez más mujeres prefieren quedarse solteras o casarse tarde y tener pocos hijos. En consecuencia, pueden dedicar más tiempo y energía a su carrera profesional, continúa Wang. Asimismo, el Gobierno ha facilitado la entrada de mujeres en el mercado laboral, a través de la promulgación de leyes, la educación y una variedad de medidas.

Un ejemplo es la Administración para las Pequeñas y Medianas Industrias, del MOEA, que ofrece asistencia a las mujeres que pretenden iniciar sus propios negocios, ya sea a través de consultas, financiación y capacitación laboral, por ejemplo en el uso de tecnología de la información.

“Los problemas comunes que las mujeres enfrentan en el camino hacia el establecimiento de sus propios negocios, son las insuficiencias de conocimiento profesional y capital de inversión”, dice Lai, de la Administración para las Pequeñas y Medianas Empresas. “Por lo tanto, organizamos una diversidad de cursos y seminarios sobre los principios administrativos, leyes y reglamentaciones, planificación financiera, y conceptos de servicio y mercadeo, además de ofrecer préstamos a bajos intereses exentos de la necesidad de un fiador”.

Lai agrega que su administración estableció comités asesores en el norte, centro y sur de Taiwan, a fin de ayudar a las futuras empresarias. Estos comités invitan a las empresarias exitosas para que sean miembro, y cuentan con una red de apoyo formada por voluntarias expertas en diferentes áreas, que ofrecen orientación y ayudan a las mujeres en la fase inicial de sus negocios.

Red de mujeres

Además, se establecieron dos portales de Internet con el objetivo de ayudar a las empresarias taiwanesas a entrar en el mercado o desarrollar un mercado. La página de Internet del MOEA womenbusiness.taiwantrade.com.tw está diseñada con el fin de ayudar a aquellas que desean incursionar en el mercado internacional, y women-village.org.tw se centra en el mercado doméstico. Los encargados de las dos páginas de Internet solicitaron la participación de alrededor de 1.000 empresarias, con el propósito de que éstas exhiban sus productos en estas páginas.

Sólo el año pasado, la Administración para las Pequeñas y Medianas Empresas ofrecieron servicios de asesoría a alrededor de 4.400 mujeres, formación profesional a 1.200 mujeres, y asistencia a 104 para comenzar sus negocios, lo que en conjunto produjo 537 oportunidades de trabajo.

Naomi Lin, de Lite Puter, se encuentra entre las beneficiarias de estas medidas emprendidas por el Gobierno, y desde entonces coordina un comité asesor de MOEA para la región norteña.

“Muchos recursos gubernamentales están a la disposición de las mujeres. Citemos mi caso como un ejemplo. Realicé varios cursos del MOEA y CYCDA sobre administración comercial, y cómo hallar préstamos preferenciales para hacer frente a los tiempos difíciles”, dice ella. “Me gustaría compartir mi experiencia con otras mujeres interesadas en comenzar sus propios negocios. Ahora, no tienen que luchar solas como nosotras en épocas anteriores”.

Lai, de la Administración para las Pequeñas y Medianas Empresas, dice que las mujeres locales generalmente administran en gran medida las empresas en el campo de los restaurantes, venta de textiles, educación, belleza y servicios de peluquería y spa, la mayoría opera a pequeña escala y sirve el mercado doméstico.

El sugiere que las mujeres deberían prestar atención a las cambiantes demandas en el mercado, a fin de encontrar oportunidades comerciales. Por ejemplo, los emergentes sectores de la cultura y cuidados médicos son áreas potenciales de nuevas oportunidades comerciales para las mujeres.

Wang Yun-tung, de NTU, dice que hoy día hay menos obstáculos para establecer un negocio propio, gracias a las diversas formas de asistencia gubernamental y la introducción del e-comercio. No obstante, Wang señala también que las estadísticas del MOEA indican que alrededor del 40 por ciento de las nuevas empresas no sobreviven más de cinco años, y agrega que las mujeres necesitan pensar cuidadosamente las medidas para lograr el mantenimiento de las operaciones y la generación de ganancias antes de comenzar un negocio.

Estrechando la brecha

Por otra parte, Wang observa que la diferencia de salario entre los géneros es menor en los últimos años, y ahora las mujeres cuentan con mayores niveles de ingresos, por eso, también influyen más en sus familias. Además, su capacidad de consumo es demasiado grande para ser ignorada por los suministradores de productos y servicios.

Las cuentas compiladas por la Dirección General de Presupuesto, Contabilidad y Estadísticas, ejemplifican estas tendencias. Por ejemplo, en octubre de 2007, el salario mensual promedio de los hombres en Taiwan era NT$44.044 (US$1.355), y las mujeres ganaban un promedio de NT$35.459 (US$1.090) –US$265 de diferencia– lo que significa que las ganancias de la mujer eran aproximadamente el 80 por ciento del ingreso de los hombres. En 2000, las mujeres ganaban un promedio de US$377 menos, o el 74 por ciento del ingreso de los hombres. Además, en 2007, el único sostén de la familia en alrededor del 24 por ciento de los hogares taiwaneses eran mujeres, en comparación con el 20 por ciento de hace seis años.

Además, basado en el Informe sobre Riqueza del Asia-Pacífico 2007, publicado por Merrill Lynch, en Taiwan el 43 por ciento de la gente con más de US$1 millón en activo neto son mujeres, la proporción más alta en la región.

Wang, de NTU, dice que como resultado de su situación económica mejorada, muchas mujeres gastan mucho en productos y servicios relacionados con la belleza, artículos de lujo y bienes raíces, entre otras cosas. Según él, esto ayuda a la economía doméstica.

De regreso a casa

Calvin Wu, director de investigación y desarrollo de Sinyi Realty, dice que la cantidad de mujeres que ha comprado vivienda tiende a exceder al de hombres. Por ejemplo, la proporción general de mujeres compradoras, incrementó de 52 por ciento en 2004 a 54 por ciento en 2007. Entretanto, el porcentaje de mercado de apartamentos tipo estudio, de las mujeres, se elevó al 63 por ciento en 2007, en comparación con el 57 por ciento en 2004. Wu dice que el aumento en la propiedad de vivienda también se ve entre las mujeres casadas.

“En el presente, muchas mujeres casadas son las que toman las decisiones sobre el gasto familiar, porque también trabajan y ganan dinero, e incluso ganan más que sus esposos”, dice Wu. “Se observó un incremento en el número de esposas que toman la decisión sobre la compra y la titularidad final de las viviendas en las transacciones de bienes raíces”.

Según Wu, muchas mujeres que permanecen solteras, compran viviendas para mejorar su calidad de vida o como inversión. “Algunas mujeres solteras creen que el hombre puede irse, pero la propiedad no”, dice. “Sienten más seguridad con la inversión en bienes raíces, que en un hombre”.

En consecuencia, Wu dice que los apartamentos tipo estudio son ahora muy populares entre las mujeres solteras. Dado el potencial de consumo de las mujeres, muchos constructores construyen más este tipo de apartamento, cerca de tiendas por departamento o estaciones del sistema rápido de masas, y brindan instalaciones completas.

“Muchos proyectos habitacionales se caracterizan por estilos diferentes de apartamentos de lujo. A pesar de su pequeño tamaño, están equipados con todo lo necesario o deseado, como una buena cocina, jacuzzi, lavadora y secadora, y un sistema de seguridad. Además, sus instalaciones comunes incluyen spa, salas de vapor y sauna”, dice. “Todo esto está diseñado con el propósito de satisfacer las necesidades y preferencias de las mujeres”.

Seguridad verdadera

Wu agrega que al formular las estrategias de mercado, su agencia también toma en consideración el género. Según esto, ha producido una serie de campañas publicitarias y servicios para atraer a las potenciales compradoras. “Las viviendas representan la búsqueda de la seguridad y la estabilidad de las mujeres”, dice. “Las diversas garantías de servicio que ofrecemos, están diseñadas para mejorar ese sentido de seguridad”.

Lydia Lai, profesora de secundaria, de 47 años, dice que gana casi NT$80.000 (US$2.480) al mes, y actualmente es dueña de tres apartamentos. “Tengo planeado jubilarme a los 50 años, y luego viajar por el mundo, sin preocuparme por las finanzas, ya que poseo algunas propiedades”, dice. “Creo que tomé la decisión correcta de colocar mi dinero en bienes raíces. De lo contrario, lo hubiese gastado en cosas realmente innecesarias”.

Entre tanto, Lai es feliz con su vida de soltera. “No fue mi intención quedarme soltera. Era lo que Dios tenía planeado para mí, y lo acepté”, dice. “La soltería va bien conmigo porque me gusta encargarme de mis asuntos. El matrimonio involucra muchos compromisos, y eso es agotador. Además, puedo pasar mucho tiempo en actividades recreativas y hacer lo que quiero”.

Sin importar ser soltera o casada, con certeza, las mujeres en Taiwan son cada vez más independientes desde el punto de vista económico, y desempeñan un papel más influyente como consumidoras, así como en el mercado laboral.

Algunos rasgos tales como tenacidad y ambición, son típicos en las mujeres que trabajan, especialmente entre las empresarias. “En el mercado laboral, nadie simpatizará con una mujer. Es necesario trabajar tan duro como un hombre, y a veces más duro aún”, dice Naomi Lin, de Lite Puter. “Todavía existen algunas formas de presión social para las mujeres. A pesar de todo, si las mujeres desean firmemente tener éxito, y realmente se ponen manos a la obra, pueden superar los obstáculos invisibles o romper “el techo de cristal”, y lograr el éxito.

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