02/05/2024

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Taiwán Hoy

RECUPERANDO EL SENTIDO COMUNITARIO

01/06/2008

Chang Mei-yan recuerda la época cuando una compañía de construcción planeaba construir un columbario justo detrás de su residencia en la Comunidad Chiyen en Taipei. Un columbario es el lugar comúnmente elegido por los taiwaneses para depositar los restos cremados de sus familiares, pero Chang y otros miembros de la comunidad pensaron que no era apropiado construir allí este tipo de establecimiento. Decidieron hacer una petición para oponerse a la idea. “En realidad, logramos detener el proyecto con nuestra protesta”, dice Chang. “Fue en ese momento cuando me di cuenta que la fuerza de una comunidad está en la unión de sus miembros”.

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La oficina de la Asociación para el Desarrollo Comunitario de Chiyen. (Cortesía de CCDA)


Chang fue uno de los miembros fundadores de la Asociación para el Desarrollo Comunitario de Chiyen (CCDA, siglas en inglés). La Comunidad Chiyen, un li, o vecindad, en el Distrito de Beitou en el extremo noreste del área metropolitana de Taipei, está rodeada por Danfeng, Chili-an y las montañas Chiyen. Allí habitan más de 10.000 residentes en un área de 1,4 kilómetros cuadrados. Desde su establecimiento en 1994, CCDA trabaja con el propósito de lograr el mantenimiento y el alza de la calidad de vida en la vecindad, a través de la protección del medio ambiente natural y la realización de proyectos para mejorar el bienestar público. Los esfuerzos y logros del grupo han sido reconocidos con una serie de premios que la comunidad ha ganado en estos años, incluyendo primeros lugares en el Galardón Nacional para Comunidades Sostenibles en 2007. En una época cuando los residentes se sienten más y más alienados, especialmente en las grandes ciudades, Chang dice que es “reconfortante ver a la gente unirse y participar en su comunidad”.


En Taiwan, las comunidades fueron originalmente organizadas en unidades administrativas para facilitar la administración por parte del gobierno del distrito, dice Tseng Tse-fong, profesor asistente en el Instituto de Postgrado sobre Arquitectura y Desarrollo Urbano, de la Universidad Nacional de Kaohsiung. “Esto paralizó el desarrollo de la autonomía comunitaria. Por lo tanto, la gente prestó muy poca atención a su vecindad, especialmente a las zonas públicas”.

Comunidad poderosa
Las dificultades continuaron hasta 1994 cuando el importante programa Capacitación Comunitaria fue puesto en marcha por el Consejo para los Asuntos Culturales. El programa anima a los residentes a valorar y tomar la responsabilidad en sus comunidades, y otorga apoyo financiero para proyectos comunitarios. El programa de Capacitación Comunitaria hace un llamado para que cada li administrativo, que representa generalmente entre 700 y 2.500 familias, dependiendo de la densidad del área, se registre como una asociación comunitaria privada.


En ese entonces, según Kao Mei-hua, directora ejecutiva de CCDA, algunos miembros de la comunidad Chiyen decidieron unirse para luchar en contra de la presión externa que recibía nuestro club de lectura. “Nuestro club de lectura tenía un aula reservada para uso regular en la biblioteca comunitaria, pero no nos gustó cuando los encargados de la biblioteca comenzaron a asignar libros específicos para nuestras discusiones”, dice. El club de lectura solicitó una reunión con el director de la biblioteca y exigió una votación secreta entre los miembros del club para decidir su dirección futura. El resultado fue predecible, y la mayoría de los miembros se opusieron a la interferencia de la biblioteca.


Kao dice que aunque club de lectores fue expulsado de la biblioteca y tuvo que buscar otro lugar de reunión, el incidente fue positivo porque llevó al consiguiente establecimiento de CCDA en 1994, que brindó la oportunidad a las madres del grupo de lectura de extender su amor por la familia hacia la comunidad.

Capacitación
Hoy, más de 70 residentes participan activamente en el trabajo comunitario de Chiyen. Alrededor del 60 por ciento de los fondos de CCDA procede de varias agencias gubernamentales, y el resto de comercios, organizaciones no gubernamentales y los residentes de la comunidad. Los voluntarios participan en cursos y reciben formación según los programas elegidos. “La asociación atrae a voluntarios, que están dispuestos a comprometerse a largo plazo, y los capacita para que participen en las áreas de su interés”, dice Kao.

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Gracias a la cercanía de las montañas y arboledas a lo largo de las calles, Chiyen cuenta con una atmósfera tranquila que no es fácil de hallar en la Ciudad de Taipei.


Tseng, de la Universidad Nacional de Kaohsiung, indica que Chiyen tiene una gran ventaja en cuanto a desarrollo comunitario, y señala las diferencias con otras comunidades en el sur de Taiwan, especialmente en las áreas rurales. “En las comunidades de las zonas rurales de Kaohsiung y Pingtung, la mayoría de la gente joven ha dejado el hogar para trabajar en las grandes ciudades. Para los que se quedan, en su mayoría los ancianos, es mucho más difícil hacer cambios en su comunidad aún cuando les importa su pueblo tanto como a los miembros de otras comunidades”, dice. “En cambio, los miembros de la comunidad Chiyen viven y trabajan en la misma ciudad; y saben dónde hallar los recursos necesarios para resolver los asuntos de su comunidad”.


“El programa de Capacitación Comunitaria elevó realmente la conciencia cívica a través de la ayuda a las comunidades para trazar sus propias visiones y, ponerlas en marcha con la ayuda gubernamental”, dice Tseng.


Sin embargo, aunque le da crédito a los esfuerzos gubernamentales, Tseng dice que la común ausencia de espíritu comunitario se debe también a la falta de conocimientos sobre la comunidad. “Hay muy poca historia y cultura local en nuestro sistema educativo; por lo tanto, la gente no relaciona su éxito personal con el de su comunidad”, dice.


Como una continuación del programa de Capacitación Comunitaria, el Plan Seis Estrellas para Comunidades Saludables de Taiwan, que se puso en marcha en 2005, presenta pautas más completas para el desarrollo comunitario futuro. El plan estimula la participación comunitaria en seis áreas: promoción comercial, seguridad comunitaria, bienestar social y cuidado médico, educación cultural, mejora del paisaje y protección ambiental. El año pasado, después de una evaluación según el Plan Seis Estrellas, Chiyen fue reconocida como una de las comunidades más avanzadas de Taiwan.

Ambiente natural
El paisaje montañoso y panorámico de Chiyen es precioso para los residentes del área. Brinda a su comunidad una atmósfera tranquila que no es fácil de encontrar en otras áreas de la Ciudad de Taipei. Kao dice que es importante que los ciudadanos locales conozcan su medio ambiente a fin de desarrollar un sentido comunitario. “Hay muchos factores que pueden caracterizar a una comunidad. Sólo hay que buscarlos”, dice Kao.


Con el objetivo de delimitar mejor la comunidad, CCDA trabajó junto a la Sociedad de la Vida Salvaje en Taiwan para estudiar el ambiente de la comunidad, tanto natural como concreto. Este estudio concluyó con la creación del Mapa Verde de Chiyen en 2003, el primer mapa de su tipo en Taiwan. El mapa señala los lugares culturales de la comunidad, tales como templos históricos y otros patrimonios, así como los puntos de interés ecológicos, tales como parques comunitarios, el centro de reciclaje y lugares panorámicos en la Montaña Danfeng. El mapa no sólo funciona como una guía para los visitantes, sino que también ayuda a los residentes a compenetrarse con los esfuerzos conservacionistas locales.

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La laguna ecológica Dingbi-a es actualmente un lugar popular frecuentado por los vecinos de la comunidad que desean relajarse.

Después de finalizar el mapa, CCDA entrenó a voluntarios locales como guías quienes ofrecen giras por los diferentes puntos del Mapa Verde. Una de las guías y creadoras del mapa, Gao Yi-jia, es una vecina que disfruta de la naturaleza y las actividades al aire libre. Aprendió mucho con el programa de entrenamiento del Mapa Verde, de CCDA, pero dice que su mayor beneficio proviene de su trabajo como guía voluntaria. “He aprendido tanto en mi labor como guía”, dice. Según Gao, en 2006 el CCDA finalizó la “laguna ecológica” Dingbi-a en Chiyen. La laguna se ha convertido en el hábitat de más de 10 tipos de libélulas y varias especies de ranas. Chang Mei-yan, miembro fundadora de CCDA, dice que le conmovió observar la participación de más de 250 vecinos en la siembra de nuevas plantas de agua en Dingbi-a. “Eso me demostró que la gente en la vecindad cuida apasionadamente el lugar donde vive”, dice Chang.

Dieta saludable
En 2002, con el objetivo de ayudar a que los vecinos se alimenten de forma más saludable, CCDA se asoció con la Cooperativa de Consumidores de la Unión de Ama de Casas (HUCC, siglas en inglés) para abrir una tienda cooperativa de alimentos en la comunidad. Con sólo pagar una cuota de inscripción única de NT$2.000 (US$60) y una matrícula anual de NT$360 (US$11), sus miembros pueden comprar y hacer pedidos de alimentos en cualquiera de las 30 tiendas cooperativas de HUCC en todo el país. La cooperativa vende alrededor de 800 alimentos producidos orgánica y convencionalmente, con garantía de estar libres de residuos pesticidas. El sistema de compra colectiva de HUCC posibilita la relación directa entre la cooperativa y los agricultores, y la supervisión de la producción de los alimentos. Chang Mei-yan, administradora de la tienda cooperativa HUCC en Chiyen, dice que una de las mayores ventajas de la relación directa con los agricultores es que los clientes pueden acceder a los registros que detallan la forma de producir cada alimento. “La cooperativa puede también especificar los ingredientes que sus miembros desean agregar en algún tipo específico de alimento, y pedirle a los fabricantes que lo hagan”, dice Chang. “El sistema nos ayuda a comer de forma más saludable, y al mismo tiempo protege el ambiente porque los agricultores usan menos pesticidas”. Hasta ahora más de 300 hogares en Chiyen participan en el programa, y el número aumenta cada mes.


Otra parte del esfuerzo del CCDA en la promoción de una dieta saludable es llegar hasta los residentes ancianos en la comunidad a través del servicio de entrega a domicilio de comida. El servicio comenzó en 2003, y ofrece comidas bajas en sodio, azúcar y grasa. Los nutricionistas del Hospital General de las Fuerzas Armadas de Taipei aconsejaron al CCDA en cuanto a los ingredientes para garantizar que cada comida sea nutritiva. Un chef y dos asistentes preparan las comidas en la cocina de CCDA. Los ancianos de pocos recursos reciben comidas gratuitas; otros pagan NT$50 (US$1,50) por comida.


Según Liu Siou-mei, directora del servicio de entrega a domicilio, al principio algunos ancianos piensan que la comida es demasiado sosa para sus gustos, pero con el tiempo se acostumbran y prefieren las comidas más saludables. “Cuando el programa apenas comenzaba, algunos ancianos se me acercaron, preguntándome si se nos había olvidado echarle sal a la comida, pero ahora dicen que la comida que compran fuera del CCDA es demasiado salada o grasosa”, dice Liu.

Agotador pero gratificante
Es inevitable que ocasionalmente los miembros de CCDA se sientan cansados del trabajo como voluntarios, pero Liu dice que son más los momentos gratos porque saben que están haciendo algo significativo. Todos los ancianos que reciben el servicio de comida de CCDA están muy agradecidos, observa Liu. “Han mostrado su gratitud enviando pinturas y macetas de orquídeas a la oficina que sirven como decoración”, dice. Liu recuerda una mujer diabética que era muy tímida y, al principio, no abría completamente la puerta a los voluntarios de CCDA que le llevaban la comida. “Apenas abría un poquito la puerta, y sacaba la mano para tomar la comida”, dice Liu. “Pero cuando me la encontré algunos meses después, me sorprendió verla diciendo ‘hola’ a nuestros voluntarios y presentándoles a su esposo”.

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La tienda cooperativa HUCC de Chiyen ofrece alimentos con garantía de estar libres de residuos pesticidas.

Aparte de ofrecer comida saludable, CCDA organiza clases y actividades recreativas diseñadas especialmente para los ancianos, brindándoles oportunidades para reunirse y salir de paseo. Una vez al mes los voluntarios visitan a los ancianos en su casa, algunas veces acompañados por médicos locales, quienes les hacen un chequeo médico básico.


Aunque muy apreciado por los vecinos mayores, el servicio de comida se ha visto amenazado por problemas financieros desde sus comienzos. La situación empeoró el año pasado cuando el Gobierno Central puso fin a dos años de patrocinio. Para empeorar más la situación, Kao dice que el Gobierno de la Ciudad de Taipei cobra a CCDA el uso de las instalaciones en el centro de actividades de la comunidad. En febrero, el CCDA decidió con gran pesar, suspender el servicio de entrega a domicilio de comida, en protesta por las cuotas del centro de actividades. Aunque todos los miembros del CCDA lamentan que el servicio se haya detenido temporalmente, los problemas presupuestarios no les dejan otra opción. “Espero que el gobierno local pueda esforzarse más y mostrar mayor determinación en el cuidado de los ancianos”, dice Kao, quien desea continuar ofreciendo el servicio cuando el Gobierno de la Ciudad ofrezca más recursos y apoyo.


Sin importar el resultado, CCDA continúa con el trabajo comunitario. Los azulejos que adornan las paredes exteriores de la Escuela Primaria Qingjiang en Chiyen exhiben plantas, insectos, aves y un mapa del área. Cada azulejo fue creado por un voluntario de CCDA, como muestra de su compromiso con la comunidad. Kao Mei-hua dice que su crecimiento personal está muy unido al de la comunidad. “Mis valores y actitudes cambian a medida que me compenetro más con el trabajo comunitario”, dice. “Antes sólo atesoraba las alegrías de mi propia vida. Pero ahora pienso que la vida misma y el ambiente que nos rodea son mucho más importantes”.

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