04/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

UNA VIDA DE APRENDIZAJE CONTINUO

01/08/2008
Los alumnos participan en una clase de japonés en NOU. La universidad cuenta con 13 sucursales alrededor de Taiwan.
La educación de por vida en sus diversas formas tiene muchas implicaciones sociales, y eleva la competitividad nacional.

Durante una clase de japonés en una tarde de verano a principios de este año, alrededor de 20 alumnos tomaban apuntes, escuchaban y respondían al profesor. La mayoría eran mujeres treintañeras y cuarentonas, incluyendo a una monja budista y otra católica. Las estudiantes participan en la clase como parte de sus estudios en la Universidad Nacional Abierta (NOU, siglas en inglés) en la ciudad Lujhou del Distrito de Taipei. Desde que se formó en 1986, NOU procura ofrecer educación flexible “en cualquier lugar, y cualquier tiempo”, e imparte sus cursos en aulas de clase y vía televisión, radio e Internet. Los miembros de la clase en el campus de Lujhou son parte de un cuerpo estudiantil de 16.300 alumnos para el año escolar 2007-2008, incluyendo los de la sección de secundaria y 13 centros locales alrededor del país. Durante el mismo período, alrededor de 15.500 estudiantes participaron en programas similares en otras tres escuelas “abiertas”, incluyendo la Universidad Abierta de Kaohsiung en el sur de Taiwan, y las divisiones de la Universidad Abierta adjuntas a institutos universitarios en Taichung y Taipei.

En conjunto, los ciudadanos entre 25 y 74 años componen casi el 64 por ciento del total de la población. Brindar oportunidades de aprendizaje conveniente para tantas personas fuera del sistema educativo formal o estándar es uno de los principales objetivos del Gobierno para promover el aprendizaje de por vida. “Desarrollar la capacidad de aprendizaje en cualquier momento de la vida de una persona produce beneficios personales y un impacto positivo en la sociedad”, dice Li Ming-fen, decana del Departamento de Educación para Adultos y Aprendizaje Continuo, en la Universidad Nacional Normal de Taiwan (NTNU, siglas en inglés).


Aunque la adopción de nuevas tecnologías de la información en las escuelas “abiertas” está comenzando a atraer a estudiantes más jóvenes, las instituciones se establecieron principalmente para los adultos, que no cumplen los requisitos regulares para entrar a la universidad, y para aquellos que buscan opciones de estudio más convenientes. Muchas son personas que trabajan y desean elevar sus destrezas o mejorar sus carreras. El 20 por ciento de los estudiantes de NOU ha trabajado en el área comercial. Esta motivación particular marca la diferencia entre los estudiantes de NOU y los estudiantes universitarios más jóvenes, según Chen Sung-po, rector de NOU. “Nuestros estudiantes están muy motivados, y estudian más que aquellos en universidades regulares”, dice Chen.


NOU fue establecida conforme a un estatuto específico de la Ley de Universidades, que reglamenta las instituciones universitarias de Taiwan. La mayoría de sus estudiantes universitarios reciben diversas formas de aprendizaje a distancia, y su edad oscila entre los 25 y 64 años, siendo el grupo de edad al que se dirige la educación de por vida. Chu Nan-shyan, director del Departamento de Educación Social del Ministerio de Educación (MOE, siglas en inglés) –la autoridad responsable de los programas de educación de por vida– dice que este amplio grupo de edad no es bastante extenso. Chu señala que la sociedad de Taiwan envejece tan rápido, y 400 personas cumplen 65 años cada día. Por eso, su departamento desarrolló recientemente programas adicionales para cubrir a la gente entre 65 y 74 años.

Educación social
En Taiwan, los términos, educación para adultos, educación social y aprendizaje de por vida, se han utilizado de forma intercambiable en los últimos años. Este tipo de educación se fundamenta en la Ley de Educación Social, promulgada en 1953, cuatro años después que el gobierno del Kuomintang (KMT, siglas en inglés) se trasladó a Taiwan desde China continental. Li, de NTNU, dice que en la primera parte del siglo XX, antes de la llegada del gobierno del Kuomintang a Taiwan, los esfuerzos en cuanto a educación social en China continental enfocaron los programas de alfabetización para adultos hasta la formación vocacional, y la diseminación de información sobre asuntos públicos. La educación pública era promovida en gran parte por los empleados gubernamentales, intelectuales y líderes de opinión locales, dice Li. Ella explica que en esa época, China continental enfrentaba querellas internas, así como presión externa de las agresivas fuerzas extranjeras, y la educación social tenía como finalidad dar a conocer estas crisis políticas al público general, así como fomentar el sentido de orgullo nacional chino.


Desde los años cincuenta hasta los setenta, la educación social en Taiwan continuó fomentando una forma de nacionalismo. La Ley de Educación Social consagra la promoción del “espíritu nacional” y el conocimiento de la defensa nacional como sus principales objetivos. Al mismo tiempo, el sistema de educación social de Taiwan recibió la influencia de Japón, que gobernó a Taiwan como una colonia, desde 1895 hasta 1945. Li indica que Taiwan adoptó el modelo japonés con la creación de organizaciones educativas sociales tanto en los niveles nacional y local. Esto tuvo en consecuencia el efecto de institucionalizar la política educativa, y asegurar su diseminación en todos los niveles de la sociedad.


Hasta hoy, las autoridades educativas en los gobiernos central y local cuentan con divisiones específicas que se encargan de la educación social. Estas abarcan centros de educación social y centros culturales, así como bibliotecas, museos, centros científicos, galerías de arte, salas de concierto, teatros, salas conmemorativas, gimnasios, zoológicos e instalaciones para el entretenimiento de niños y adolescentes. Este año, se les dio el nuevo nombre de “centros para el arte viviente” a cuatro importantes centros de educación social en Hsinchu, Changhua, Tainan y Taitung, y ahora son administrados por el Consejo para los Asuntos Culturales. Esos centros hacen énfasis en los proyectos culturales, artísticos y comunitarios.

Redes importantes
Chu, del MOEA, dice que muchos de los centros más pequeños y otras instalaciones bajo los auspicios de las autoridades para la educación social, son también importantes redes a través de las cuales se promueve el aprendizaje de por vida. “En vista de la falta de recursos educativos entre las zonas urbanas y rurales, estas organizaciones representan un canal básico para la educación popular”, dice Chu.


Por ejemplo, este año el MOE procura que estas instalaciones locales funcionen como centros comunitarios para el cuidado de los ancianos en todo el país. El proyecto, puesto en marcha en cooperación con el Ministerio del Interior en algunas áreas, establecerá 100 “centros educativos para ancianos”, que ofrecerán cursos sobre medicina, administración financiera, relaciones familiares y turismo cultural, así como charlas para tratar el tema de la vida y la muerte.

Los estudiantes de la Universidad Comunitaria Yungho reciben una clase al aire libre, a las orillas del Río Sindian, en el Distrito de Taipei. Los colegios comunitarios son el único canal para llevar al público los programas de educación de por vida

Chu dice que la población de ancianos de Taiwan es muy diversa, y por ejemplo, muchos jubilados de las generaciones de la post guerra están mucho mejor física y económicamente que los de generaciones anteriores. Chu considera que el momento es favorable para establecer políticas, que beneficien tanto a los ancianos individuales como a la sociedad en general. “El Gobierno podría lograr enormes beneficios con sólo invertir en proyectos de aprendizaje para los ancianos”, dice. “Los ancianos recibirán beneficios tanto para su salud mental como física, y necesitarán menos recursos médicos, si participan en actividades y socializan con otras personas, en lugar de quedarse viendo televisión en casa, ”. Además, se espera que estos proyectos ayuden a mejorar la presión cotidiana que tienen los miembros de la familia de cuidar a los ancianos.


Algunos de estos centros educativos para los ancianos han sido establecidos en las aulas disponibles de las escuelas primarias y secundarias. Muchas de estas escuelas han abierto también “clases suplementarias” para adultos. Según el MOE, 310 de las 2.651 escuelas primarias, y 241 de las 740 secundarias, ofrecieron este tipo de clases en el año escolar 2007-2008.


Estos programas suplementarios se crearon originalmente como clases para reforzar la alfabetización y los conocimientos básicos de aritmética para adultos, quienes cuando eran niños abandonaron la escuela por algún motivo. Pero ahora satisfacen otra nueva necesidad social. De los 27.932 alumnos que se matricularon para estas clases en el año escolar 2007-2008, alrededor de la mitad eran esposas inmigrantes, la mayoría mujeres de China continental y del Sudeste de Asia. Algunos estudiantes participan en las clases para mejorar su habilidad de hablar el idioma, mientras que otros pretenden aprender más sobre la historia y cultura de Taiwan. Hoy, hay más de 400.000 inmigrantes casadas con taiwaneses en Taiwan, por lo que MOE emprendió un proyecto cultural de cuatro años en 2005, con el propósito de desarrollar fuentes educativas para las nuevas inmigrantes, incluyendo el desarrollo de programas de aprendizaje de por vida.

Mente abierta
Durante la última década, junto con los servicios de aprendizaje de por vida creados especialmente para ciertos grupos sociales, tales como los ancianos o los nuevos inmigrantes, los programas para la población de adultos en general se han ampliado y diversificado. En 1996, el desarrollo de una “sociedad de aprendizaje” se incluyó en las propuestas de reforma educativa, hechas por la Comisión para la Reforma Educativa, bajo el Yuan Ejecutivo. “El aprendizaje de por vida” ha sido reconocido como una actitud abierta a ideas y conocimientos nuevos a cualquier edad, y en diferentes contextos, tales como la casa, el trabajo, y durante las actividades de ocio. En 2002, se promulgó la Ley para el Aprendizaje de por Vida, y éste define el aprendizaje de por vida como cualquier tipo de actividad de aprendizaje que se realice durante toda la vida. Se cree que el aprendizaje de por vida en estas formas diversas tiene una amplia gama de implicaciones sociales, y contribuirá a aumentar la competitividad nacional. Asimismo, la Ley estipula que el Gobierno debe dar prioridad a la creación de oportunidades educativas y disponer de recursos para los grupos desfavorecidos, que incluyen a los aborígenes, las familias con bajos ingresos y las personas con deficiencias físicas o mentales.


Un campo que se especifica claramente en la Ley es el aprendizaje en el trabajo, o formación en el trabajo, para que los empleados mejoren sus conocimientos y destrezas. Se estimula la formación relacionada con el trabajo en los sectores público y privado, y ya el Buró de Empleo y Formación Vocacional, del Consejo para los Asuntos Laborales, ha premiado públicamente algunos programas de formación. Muchos cursos en el trabajo, tales como programas de Maestría de Administración Comercial (MBA) o Maestría Ejecutiva de Administración Comercial(EMBA) están muy ligados a la educación continua que ofrecen las universidades en todo el país. De hecho, el sector está convirtiéndose en un campo lucrativo para las universidades, incluso con su propia “marca”, según Chu, de MOE. “Ahora se ven más alumnos que estudian de noche que de día”, dice. Algunas empresas emergentes, tales como el Instituto Xue Xue en Taipei también brindan cursos para el desarrollo de destrezas especializadas en el trabajo, o formación para aquellos que desean empezar su propio negocio. El profesor Li Ming-fen, de NTNU, dice que en Taiwan se ofrecen bastantes oportunidades de aprendizaje al personal administrativo de empresas y a la clase media en general, hay un contraste con la falta de oportunidades para los grupos desventajados.


Los colegios comunitarios son otro sector indicado en la Ley de Aprendizaje de por Vida, y en la última década, estos colegios se han convertido en los principales suministradores de programas de aprendizaje de por vida en el país. Los colegios son establecidos por los gobiernos de distrito o ciudad, en lugar del gobierno central. La mayoría es administrado por grupos sin fines de lucro. Taiwan cuenta con 78 colegios comunitarios y alrededor de 210.000 alumnos para el año escolar 2007-2008. Este número representa más de la mitad de los 400.000 adultos que participan en los programas educativos organizados: los registrados en universidades abiertas, clases de educación continua en universidades regulares, colegios de primer ciclo universitario, escuelas secundarias superiores y vocacionales, y en las clases suplementarias ofrecidas en las escuelas primarias y secundarias básicas. Liu Chiung-hsi, director ejecutivo de una asociación para el desarrollo de colegios comunitarios en el Distrito Taitung, dice que esta cifra representa menos del 3 por ciento del grupo de edad entre 25 y 64 años de Taiwan. Liu hace una comparación, y dice que el 30 por ciento de la población de adultos en Corea del Sur, y el 40 por ciento en las naciones de la Unión Europea, participan en algún tipo de programa de educación para adultos. “La participación en la educación de por vida en Taiwan está rezagada en comparación con otros países”, dice Liu, “aunque la educación regular, desde la educación primaria hasta la universidad, está bastante bien”.

Posibles mejoras
Chen Sung-po, de NOU, dice que la Universidad Nacional Abierta de Corea del Sur tiene nueve veces más estudiantes que su escuela, aunque el país tiene sólo el doble de la población de Taiwan. “El Gobierno debería considerar dar más recursos a nuestra escuela, como por ejemplo, facilitar los cursos por televisión las 24 horas del día, como en Corea”, dice Chen. “Nuestros estudiantes deberían poder disfrutar oportunidades de aprendizaje, de una manera fácil y conveniente”. NOU organiza un colegio comunitario en la isla aledaña de Kinmen. Por ahora, estas instituciones comunitarias, ubicadas en distritos y ciudades alrededor de Taiwan, son lo más cercano al ideal de aprendizaje y conveniencia.


Entre tanto, el MOE trabaja en la acreditación de los cursos y certificados obtenidos en colegios comunitarios y otras organizaciones, para que sean reconocidos por NOU y otras universidades regulares, tales como la Universidad Nacional Taitung, donde Liu imparte clases en el Instituto de Ciencias de la Vida. Esto facilitaría la entrada a los estudiantes de colegios comunitarios a esas universidades. Al mismo tiempo, algunos colegios comunitarios y otros suministradores de educación para adultos, esperan crear sus propios programas a fin de poder otorgar sus propios títulos. Por consiguiente, Liu sugiere que el Departamento de Educación Social, de MOE, considere ser un departamento de educación para toda la vida con la autoridad de acreditar estos cursos e instituciones.


Liu dice que el aprendizaje de por vida, un concepto revolucionario en el último siglo, debe ser ahora reconocido como un derecho humano básico. “No sólo se trata de un derecho civil, sino que también es un vehículo para otros derechos, tales como los concernientes con la política, economía, cultura o el arte”, dice. El derecho a aprender, y continuar aprendiendo, ocupa un lugar junto a los derechos de expresión política, seguridad o cuidado de salud, dice Liu. El profesor cree que así cada ciudadano tendría mayores oportunidades de desarrollar todo su potencial en una verdadera “sociedad de aprendizaje”.


Sin embargo, hasta ahora el Gobierno ha destinado solamente un presupuesto muy limitado para el aprendizaje de por vida. Por ejemplo, mientras que el MOE invierte más de NT$30.000 (US$1.000) por año en cada estudiante universitario en Taiwan, solamente hay NT$1.000 (US$33) por estudiante disponible en el sistema de colegio comunitario. Este año, el presupuesto para la educación social del MOE, aproximadamente NT$2.000 millones (US$66 millones), representa apenas un poco más del uno por ciento de su presupuesto total para la educación. Chu dice que, así como muchos otros países, Taiwan concede más importancia a la educación estándar para la gente entre 6 y 25 años, incluyendo nueve años de educación obligatoria, que a la educación de por vida. El espera que el Gobierno haga más para desarrollar las oportunidades en este campo en el futuro.
Según encuestas realizadas por MOE en los últimos dos años, alrededor del 80 por ciento de los adultos taiwaneses está dispuesto a participar en programas de aprendizaje, pero muchos citan algunas dificultades como la falta de instalaciones apropiadas y el costo de los programas. Liu sugiere que los gobiernos locales deberían tratar de atraer a los adultos que deseen aprender con cursos de corto plazo, tales como programas de un año de duración, así como también algunas formas de reconocimiento público, tales como galardones o certificados. Asimismo, espera que los programas de aprendizaje de por vida del gobierno central sean administrados por un ministro de estado, que pueda integrar proyectos y recursos del MOE y otros ministerios. “El aprendizaje de por vida debe promoverse igual que cualquier política nacional importante”, dice Liu.

Popular

Más reciente