04/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Altas aspiraciones

01/01/1995
En abril de 1993, el Presidente de la República de China Lee Teng-hui anunció que el gobierno trataría activamente de ingresar en las Naciones Unidas. La participación en las Naciones Unidas ya era un importante objetivo para muchos políticos, no obstante, después del anuncio de Lee, se convirtió en una enorme campaña adoptada por el Kuomintang (KMT), así como también por el Partido Democrático Progresista (DPP), y otros partidos menores. Pero, cada uno es partidario de una estrategia completamente distinta y aspiran obtener la participación bajo términos y condiciones muy diferentes.

La República de China fue miembro fundador de la Organización de las Naciones Unidas en 1945. Pero, hacia finales de los años sesenta, muchos países comenzaron a cambiar sus relaciones diplomáticas a la República Popular de China (PRC, siglas en inglés). Este proceso culminó con el retiro de la República de China de las Naciones Unidas en 1971. Entonces, la PRC tomó posesión de su asiento.

El año pasado, el Ministerio de Relaciones Exteriores (MOFA, siglas en inglés) lanzó una campaña para proponer una revisión del estatus de la República de China en la Organización de las Naciones Unidas. Ese año, siete naciones miembros de las Naciones Unidas presentaron tal propuesta al Comité General de las Naciones Unidas. En 1994, un grupo de doce países miembros de las Naciones Unidas presentó una segunda solicitud. Sin embargo, ninguna de las propuestas fue aceptada para ser incluida en la agenda.

La Oficina de Información del Gobierno (GlO, siglas en inglés) ha estado también involucrada en la campaña a través de la creación de una serie de anuncios publicitarios que ahora aparecen en importantes revistas y diarios internacionales, entre ellos: The New York Times, The Washington Post, Newsweek, Time, The Wall Street Journal, y Foreign Affairs. El anuncio principal, que lleva el eslogan "Sin un equipo completo, es una labor ardua para las Naciones Unidas", ha sido publicado más de cuarenta veces desde mayo de 1993. La Oficina de Información del Gobierno también escribió una serie de cinco artículos de opinión que aparecieron en el diario The New York Times. Y en septiembre, el Director General de la Oficina de Información del Gobierno Jasan C. Hu hizo una gira por Boston, Nueva York, Dallas, Houston, y Los Angeles para dictar conferencias sobre el intento de la República de China de entrar en las Naciones Unidas. El también fue entrevistado por reporteros de Cable News Network, Time, Newsweek, y The New York Times.

La campaña del gobierno ha llamado la atención hacia muchos asuntos referentes a las políticas domésticas y exteriores de la República de China. Algunos políticos y analistas advierten que la calidad de miembro en esta prestigiosa organización mundial elevaría el estatus de Taiwan en el ámbito internacional, pero al mismo tiempo, podría dañar las relaciones con China continental, amenazando los lazos económicos a través del Estrecho, e incluso poniendo en peligro la seguridad nacional. Sin embargo, otros creen que el ingreso en las Naciones Unidas ayudaría a abrir canales de comunicación entre ambos lados y los llevaría más cerca de la unificación. Los partidarios de la independencia de Taiwan, por otra parte, han abrigado la campaña para el ingreso en las Naciones Unidas como una oportunidad para establecer Taiwan como una nación soberana separada.

Cuatro expertos de perspectivas políticas completamente diferentes compartieron recientemente con China Libre, sus ideas acerca de la iniciativa de ingreso en las Naciones Unidas.

A continuación un extracto.

El Dr. Shaw Yu-ming es director del Instituto de relaciones internacionales de la Universidad Nacional Cheng-chi y ex-director general de la Oficina de Información del Gobierno.

CL: ¿Cuál es su opinión en cuanto a la posición del gobierno de ingresar a las Naciones Unidas?

Shaw: La República de China en Taiwan es la décimo segunda nación con mayor comercio exterior del mundo. Es demasiado poderosa para ser ignorada. Aspiramos obtener el respeto y la aceptación que nos merecemos en la comunidad global. Las Naciones Unidas es la organización internacional más grande, y ser miembro de ella conlleva una importancia política simbólica. Dos tercios de los miembros de las Naciones Unidas tienen una población menor, y muchos de ellos incluso ocupan un territorio más reducido que nosotros, ¿Por qué no podemos participar? Formar parte de esta organización internacional es el deseo de los 21 millones de personas de Taiwan. Como un gobierno responsable, debemos hacer de este objetivo una realidad.

Yo creo que el planteamiento actual del gobierno de buscar participación en las Naciones Unidas es el mejor y el único que podemos seguir. Debemos hacer pública la situación irrazonable que enfrenta Taiwan y expresar nuestro descontento. La realidad es que la gente de la República de China en Taiwan no tiene representación en las Naciones Unidas.

Es posible que la Carta de las Naciones Unidas sea enmendada pronto, de manera que se puedan integrar más miembros permanentes a su Consejo de Seguridad. Nosotros debemos aprovechar esta oportunidad y estudiar la posibilidad de conceder doble representación a las naciones divididas. Bajo las circunstancias actuales, nuestra iniciativa para participar en las Naciones Unidas es casi imposible.

¿Qué título debería usarse en la propuesta de participación?

Definitivamente no podemos usar Taiwan en el título, por tres razones. Primero, la República de China es nuestro nombre nacional y el nombre 'República de Taiwan' no tiene base legal. Segundo, la Resolución 1758 de las Naciones Unidas exige que los "representantes de Chiang Kai-shek" sean expulsados (en 1971), no que la República de China sea expulsada. Por lo tanto, usando el nombre de la República de China, tenemos el derecho de pedir a las Naciones Unidas el establecimiento de un comité especial para reexaminar este asunto. Tercero, si solicitamos como un miembro nuevo bajo el nombre de Taiwan, no tendríamos ninguna oportunidad de éxito porque tales solicitudes deben ser aprobadas por el Consejo de Seguridad, y China continental pondría su veto a la propuesta.

Lo que el DPP está sugiriendo (en su proposición para la independencia de Taiwan) es irresponsable, porque no podemos asumir que China continental no responderá enviando sus tropas a Taiwan, o que la comunidad internacional vendría en nuestra ayuda si la parte continental invadiera. Mientras China continental insista en que el llamado a la independencia de Taiwan es un asunto interno, los demás países no tienen derecho a ayudar a ninguno de los lados. Yo estoy en contra de la independencia de Taiwan.

¿Cree Ud. que Alemania Oriental y Occidental, así como Corea del Norte y del Sur son modelos útiles de participación paralela en las Naciones Unidas?

Estoy de acuerdo en que estos casos establecen un precedente. La única diferencia consiste en la oposición de los chinos comunistas. Los términos de unificación tienen que ser convenidos por la gente de Taiwan, y la unificación pacífica requiere que haya una atmósfera de buena voluntad y amistad mutuas. Hemos anunciado que no cuestionamos el derecho de la representación de los chinos comunistas en las Naciones Unidas, y que no negamos su existencia. Esperamos que las autoridades continentales piensen que nuestra participación en las Naciones Unidas es una manera de fortalecer la voz de todo el pueblo chino en el ámbito internacional, y que el establecimiento de un mismo estatus es la mejor manera de asegurar el respeto y la cooperación mutuos.

Foto de Huang Chung-hsin

Profesor Shaw Yu-ming: "Esperamos que las autoridades continentales piensen que nuestra participación en las Naciones Unidas es una manera de fortalecer la voz de todo el pueblo chino en el ámbito internacional".

Creo que debemos buscar participación en otras organizaciones internacionales, así como también en las Naciones Unidas. De igual modo, si no podemos ser miembro de las Naciones Unidas, podríamos ser observadores. La gente de Taiwan no debe tener grandes expectativas en cuanto a obtener participación en las Naciones Unidas, ésto requerirá mucha paciencia y no es un asunto de gran urgencia. Asimismo, esto es sólo parte de nuestra política exterior. Mayor importancia tiene el fortalecimiento de las relaciones bilaterales con los países amigos. Debemos lograr que los chinos comunistas se den cuenta de los beneficios de la participación paralela. Podemos conseguirlo a través del diálogo entre ambos lados del Estrecho de Taiwan. El Presidente Lee ha expresado que le gustaría reunirse con Jiang Zemin en foros internacionales tales como el de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC, siglas en inglés) para compartir opiniones y establecer amistad.

El partido de oposición debe reexaminar su postura porque su consigna de la independencia de Taiwan desagrada a los chinos comunistas y no representa realmente el deseo de la gente de Taiwan. La mayoría de la gente en Taiwan quiere mantener el status quo. Tenemos que hacerles saber a las autoridades continentales que nuestra participación en las Naciones Unidas no significa la independencia de Taiwan. Creo que nuestro gobierno debería tener un diálogo no oficial, informal con las autoridades continentales. Esto puede ser hecho a través de personas de confianza y respetadas en ambos lados, tales como Lee Kuan Yew (ex-Primer Ministro de Singapur). A menos que China continental muestre algún entendimiento de nuestra posición, será imposible que progresemos en nuestra propuesta a las Naciones Unidas. El diálogo a través del Estrecho es por lo menos un comienzo.

¿Cómo puede Taiwan lograr más apoyo intemacional?

Desarrollando las relaciones internacionales, no existe eso de un almuerzo gratis. Por lo tanto, debemos aprobar una ley de ayuda al exterior para repagar el apoyo de la comunidad mundial. Japón y los Estados Unidos gastan de 0,2 a 0,3 por ciento de su producto nacional bruto (PNB) en ayuda exterior, mientras que la tasa en Suecia y Noruega es de 0,6 a 0,7 por ciento. Sin embargo, nosotros gastamos solamente de 0,06 a 0,07 por ciento de nuestro PNB en ayuda exterior. Esto es insuficiente para robustecer nuestras fuentes diplomáticas. Así como está, el Ministerio de Relaciones Exteriores enfrenta una misión imposible. Debemos aprobar esta ley.

El legislador por el KMT Wei Yung es el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Yuan legislativo, presidente de la Fundación Vanguardia, y presidente del Instituto Vanguardia para Estudios Políticos en Taipei.

CL: ¿Cuáles son los puntos fuertes y débiles de la campaña de Taiwan para entrar a las Naciones Unidas?

Wei: Existen dos razones principales para nuestro esfuerzo actual hacia la participación en las Naciones Unidas. La campaña muestra la determinación de nuestra gente de integrarse a las actividades internacionales, y demuestra la confianza en sí mismo, así como la fortaleza del gobierno de la República de China. Hasta ahora, nuestros esfuerzos han sido buenos, pero hay un problema en nuestras prioridades.

Nuestra primera prioridad debería ser el mejoramiento de las relaciones bilaterales con los países amigos. Deberíamos unimos a importantes organizaciones gubernamentales internacionales tales como el Acuerdo General de Aranceles y Tarifas (GATT, siglas en inglés), el Fondo Monetario Internacional, y el Banco Mundial, así como también, a organizaciones multinacionales regionales del Sudeste Asiático. Después de alcanzar estas dos prioridades, entonces podemos hacer serios esfuerzos para entrar en las Naciones Unidas. No hay necesidad de afanarse por conseguir una meta imposible.

Hemos obtenido algo por nuestros esfuerzos durante los dos últimos años, la comunidad internacional ha percibido la tenaz determinación de la gente de Taiwan de progresar en contra de las dificultades diplomáticas. Hemos destacado el estatus internacional de la República de China y señalado los obstáculos que enfrentamos para desarrollar las relaciones a través del Estrecho. No obstante, los activistas de la independencia de Taiwan han usado esta oportunidad para presionar la separación y cambiar la identidad nacional de la República de China. Esto acrecenta las tensiones entre ambos lados del Estrecho de Taiwan.

Deberíamos seguir los siguientes pasos en nuestra propuesta de ingreso a las Naciones Unidas: Primero, debemos disminuir su prioridad en nuestra política exterior y considerarla una meta a mediano o largo plazo. Segundo, debemos aceptar el hecho de que se necesitará mucho tiempo y paciencia. Tercero, debemos desarrollar las relaciones a través del Estrecho. De hecho, sólo cuando las relaciones a través del Estrecho y nuestras relaciones exteriores hayan mejorado, podrán la República de China y China continental formar parte de una nación con varios sistemas, aceptable para la mayoría de nosotros.

La estrategia del Ministerio de Relaciones Exteriores (de presentar una propuesta a las Naciones Unidas para revisar la participación de la República de China) es buena, pero muy pocas naciones apoyan esta iniciativa. Siete países presentaron la propuesta del año pasado, y doce países presentaron la de este año, pero solamente uno de los primeros siete países originales continuó su apoyo uniéndose al grupo que patrocinó la iniciativa de este año. No tenemos suficiente apoyo, ni tampoco apoyo continuo. Otro problema es que muchos de los países que nos apoyan debido a dificultades financieras no han pagado la cuota de miembro de las Naciones Unidas, por lo que ni siquiera tienen derecho a votar.

¿Cree Ud. que la doble participación en las Naciones Unidas de Alemania Oriental y Occidental, así como de Corea del Norte y del Sur son modelos apropiados para Taiwan y China continental?

Yo creo que estos modelos son bastante útiles como posibles arreglos. Había una nación alemana y dos sistemas alemanes antes de la caída del Muro de Berlín, y existe ahora una comunidad nacional coreana con dos sistemas políticos coreanos. La relación entre los dos sistemas coreanos no es de estado a estado, pero es una relación especial entre dos sistemas en una misma nación coreana, un estado con dos sistemas políticos paralelos.

Las relaciones entre Alemania Oriental y Alemania Occidental fueron reguladas por acuerdos internacionales y las áreas controladas por cada una eran similares en tamaño, pero Taiwan y el continente fueron divididos por la guerra civil y las dos áreas no son similares en tamaño. Aún cuando la naturaleza de la separación es igual, dos sistemas opuestos en una nación. Las relaciones entre Taipei y Pekín son en un mismo estado o entre-sistemas, no entre-estados. El único concepto aceptado mutuamente entre ambos lados es la idea de "una nación china". Yo creo que el término "una China" no es correcto, debería ser "una nación china". Cada lado tiene su propia identidad internacional separada, pero no son dos estados separados. Es difícil para nosotros lograr la unificación a través de la coordinación internacional porque tanto China continental como la República de China son muy sensibles a la intervención extranjera en nuestros asuntos domésticos. El gobierno de la República de China, por ejemplo, ha señalado específicamente que no apreciará ninguna presión internacional que le obligue a negociar con China continental. Las autoridades de Pekín por su parte, se oponen vehementemente al intento de cualquier país hacia la mediación entre ambos sistemas políticos chinos.

Será más fácil si tratamos de desarrollar las relaciones a través del Estrecho nosotros mismos. Esto no significa que Taipei y Pekín puedan sentarse a conversar sobre temas de naturaleza política ahora. El tiempo no es oportuno porque China continental todavía rehusa reconocer la jurisdicción de la República de China sobre Taiwan. Yo me opongo firmemente a que el Presidente Lee entable conversaciones serias con Jiang Zemin ahora. Ellos pueden darse las manos y saludarse en las conferencias internacionales, pero el Presidente Lee no tiene Libertad para sentarse con el Sr. Jiang a conversar sobre las relaciones entre Taipei y Pekín en este momento. Un presidente no es meramente una persona, sino que también es una entidad legal y una figura pública que representa a todo un país. Sus acciones y decisiones deben ser ratificadas y aprobadas por la Asamblea Legislativa.

La legisladora del DPP Hsiu-lien Annette Lu fue uno de los primeros políticos en hacer campaña para la entrada en la Organización de las Naciones Unidas. En 1992, ella fundó la Alianza Internacional de Taiwan en las Naciones Unidas para hacer campaña a favor de la entrada en la ONU y ha estado a cargo de oficinas de promoción en Nueva York y en Taipei durante los dos últimos años.

CL: ¿Cuál es su opinión del esfuerzo del gobierno para obtener participación en la Organización de las Naciones Unidas?

Lu: El impacto de nuestra campaña global ha sido muy bueno, hemos tenido alta visibilidad. Además de escapar de la celda del aislamiento internacional, hemos formado un consenso para hacer de nuestra iniciativa de ingreso en las Naciones Unidas una meta nacional.

La principal debilidad de nuestra iniciativa es que no hemos aclarado nuestra identidad nacional y tampoco hemos decidido nuestro nombre nacional. Debemos decirle al mundo que sólo hay una China, así como solamente unos Estados Unidos y un Japón. No contrariamos eso. Pero, no podemos aceptar que Taiwan sea parte de China. Japón controló Taiwan durante cincuenta años, sin embargo los japoneses nunca han reclamado Taiwan como parte de Japón. ¿Cómo pueden los chinos comunistas decir que Taiwan es parte de China cuando nunca han controlado Taiwan ni siquiera un día? Si aceptamos la ideología de "una China", entonces las relaciones a través del Estrecho serían un asunto interno, lo que significaría que los chinos comunistas ya nos representan en las Naciones Unidas.

En relación al título nacional, la Oficina de Información del Gobierno merece ser elogiada en esta oportunidad, porque (en un discurso reciente en los Estados Unidos) Jason Hu (director general de la GIO) dijo "Diga sí a Taiwan", él no dijo a "la República de China" o "la República de China en Taiwan". Es un tardío pero substancial avance. Yo añadiría al eslogan, "Diga no a China". La comunidad internacional no debería doblegarse a Pekín nunca más.

Foto de Wang Ho-yi

La legisladora del DPP, Annette Lu: "No podemos esperar que los Estados Unidos y Japón cambien sus politicas hacia Taiwan y China. Sin embargo, ellos pueden comenzar a jugar la carta de Taiwan para servir sus propios intereses".

El mejor método para escoger un título nacional es a través del proceso democrático. Podemos llevar a cabo unas elecciones o un plebiscito para votar sobre este asunto. Después de todo, nada es fijo en una nación democrática, incluso la Constitución puede ser enmendada. Podemos resolver este asunto antes del 20 de marzo de 1996 (la fecha fijada para las primeras elecciones presidenciales directas de la República de China).

¿Está Ud. de acuerdo con la estrategia del Ministerio de Relaciones Exteriores de pedir a los países que tienen lazos diplomáticos con la República de China que preparen una propuesta a la Organización de las Naciones Unidas para revisar el tema de su participación?

Esta estrategia es demasiado débil. Las naciones que nos apoyan son países muy pequeños con problemas financieros, y tienen poca influencia en la comunidad mundial. Además, han sugerido meramente establecer un comité ad hoc para estudiar la situación de la República de China. La propuesta es muy indirecta, no va a llegar a la agenda de las Naciones Unidas. En vez, ¿Por qué no solicitamos ingresar directamente como un miembro completamente nuevo? China continental pondrá su veto a la proposición en el Consejo de Seguridad, pero al menos tendremos la oportunidad de presentar nuestra posición.

En los dos próximos años, tenemos que discutir los asuntos referentes a la unificación y la independencia. Hay que recordar, el Comunicado de Shanghai fue redactado desde el punto de vista de China continental, sin consultar a los 21 millones de personas de Taiwan. Lo que los taiwaneses defendemos es que Taiwan es Taiwan, China es China.

¿Piensa Ud. que Taiwan necesita el apoyo de las principales potencias internacionales?

Sí, pero no podemos esperar que los Estados Unidos y Japón cambien sus políticas hacia Taiwan y China. Sin embargo, ellos podrían comenzar a jugar la carta de Taiwan para servir a sus propios intereses. Si nosotros manejamos bien la situación, podríamos beneficiarnos de esto. Por ejemplo, el gobierno japonés permitió al Vice Primer Ministro Hsu Li-teh asistir a los Juegos de Asia (Octubre de 1994) en parte como respuesta al reciente relajamiento de la política exterior de los Estados Unidos hacia Taiwan, permitiendo que ministros de la República de China visiten algunas oficinas del gobierno estadounidense. También estamos interesados en la Unión Europea, porque si el Parlamento Europeo aprueba algunos proyectos favorables a Taiwan, esto podría incitar a los Estados Unidos a tomar mayores acciones.

Es interesante que el Congreso de los Estados Unidos apoye nuestra iniciativa de ser un observador en las Naciones Unidas. No deberíamos seguir activamente esa sugerencia porque, para lograr la atención de los chinos comunistas, debemos aspirar mayores metas. Si minimizamos la importancia del asunto y solicitamos el estatus de observador, ellos ni siquiera nos van a prestar atención. No obstante, podemos dejar que la comunidad internacional presione por nosotros.

¿Cómo puede Taiwan obtener mayor apoyo internacional?

El Yuan Legislativo debería pasar una ley de ayuda al exterior que regule la asistencia a otras naciones por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores. También, deberíamos ayudar a los países tercermundistas, enseñándoles nuestros métodos para sobrevivir en los tiempos difíciles. Creo que el espíritu detrás de la experiencia de Taiwan es lo más importante que podemos ofrecer a estos países.

La Dra. Chang Ling-chen es profesora de ciencias políticas en la Universidad Nacional de Taiwan, especializada en relaciones internacionales y los lazos a través del Estrecho.

CL: ¿Qué opina sobre la campaña del gobierno para entrar en la Organización de las Naciones Unidas?

Chang: La iniciativa para participar está justificada, la gente de la República de China en Taiwan no tiene representación en las Naciones Unidas. Pero mientras que el gobierno de la República de China intenta obtener nuevamente su estatus internacional, el DPP está usando esta campaña para servir otros propósitos, tales como cambiar el nombre y la bandera nacionales.

El Ministerio de Relaciones Exteriores está tratando de pasar inadvertido solicitando simplemente a las Naciones Unidas que reexamine la Resolución 1758. El método en sí es aceptable, sin embargo la política fundamental es defectuosa. La realidad es que no tenemos suficientes fuentes para atraer la atención internacional. El gobierno debería decir al pueblo que es casi imposible lograr la participación en las Naciones Unidas. Los principales motivos son: no tenemos suficiente apoyo, China continental se opone a la idea de la representación paralela, y las principales potencias internacionales no apoyan nuestra propuesta.

Deberíamos enfocar en mejorar las relaciones bilaterales con las naciones que nos reconocen diplomáticamente y en discutir el asunto con Pekín. No es aconsejable crear un conflicto con China continental.

¿Deberían ser modificadas de alguna manera las políticas de la República de China en cuanto a las relaciones a través del Estrecho?

Nuestra política hacia el territorio continental debe ir al mismo ritmo que los intercambios a través del Estrecho. Mientras Pekín no presione la unificación y Taipei no busque la independencia, muchos temas pueden discutirse entre la Fundación para el Intercambio a través del Estrecho de Taiwan (SEF, siglas en inglés) y la Asociación para las Relaciones a través del Estrecho de Taiwan (ARATS, siglas en inglés), que son los organismos no oficiales para tratar los asuntos a través del Estrecho de Taiwan y el área continental respectivamente.

El DPP no debería imponer la ideología de su partido en los ciudadanos de la República de China, afirmando que la plataforma de su partido es opinión pública. No es aconsejable provocar a China continental sobre un asunto en el que no tenemos ninguna oportunidad de ganar. La campaña de las Naciones Unidas eleva el reconocimiento internacional de nuestro nombre, pero también dificulta las relaciones a través del Estrecho. Perdemos más de lo que ganamos. No podemos esperar que el gigante (China continental) sea bondadoso, sin embargo, podemos esperar de nosotros mismos actuar sabiamente.

Para aumentar nuestra fortaleza nacional, debemos solidificar las relaciones con otros países, y ganar el apoyo de países influyentes. La iniciativa de ingreso a la Organización de las Naciones Unidas ha exacerbado las dificultades que enfrentamos para promover las relaciones internacionales y los intercambios a través del Estrecho simultáneamente, y la idea de la independencia de Taiwan ha ocasionado nuevos problemas. La iniciativa para entrar a las Naciones Unidas no nos trae ningún beneficio sino que provoca mucho daño potencial.

Creo que el asunto de las Naciones Unidas debería ser pospuesto y enfriado. La campaña actual sólo beneficia al DPP. Lo que deberíamos hacer ahora es implementar nuestra política hacia el área continental paso a paso.

La mejor manera para alcanzar un avance diplómatico sería lograr la participación en organizaciones internacionales como el GATT, el Fondo Monetario Internacional, y el Banco Mundial. Estas organizaciones internacionales no son tan políticamente sensitivas y sus regulaciones no son tan estrictas. Creo que nuestro esfuerzo para participar en las Naciones Unidas podría llamarse: espectáculo diplomático, mucho espectáculo y poco significado. ■

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