03/05/2024

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Taiwán Hoy

La fiebre del bowling

01/11/1995
Son las nueve de la noche de un día jueves en el Bowling Tunghsing, uno de los centros recreativos nuevos y de moda de Taipei. Desde la calle, la mayor parte del edificio de oficinas de varios pisos se ve oscura y vacía a estas horas de la noche, pero en el iluminado sótano, el ambiente es bullicioso. Montones de aficionados al bowling se conglomeran para esperar que su número sea llamado y se les asigne una pista. Otros están descansando un poco después del juego, disfrutando de una cerveza o un arroz frito. En medio del recurrente estruendo de las bolas derribando los bolos, y el ruido mecánico de los juegos de video de la sala adyacente, hay una algarabía de personas cantando, conversando, y riendo en las salas de karaoke. Hasta altas horas de la madrugada, la escena será la misma; el Bowling Tunghsing abre las veinticuatro horas del día. Esta noche, el establecimiento está especialmente lleno porque tiene lugar la competencia semanal. Los ganadores podrán recibir grandes premios en efectivo, provenientes de apuestas ilegales. Una multitud de amigos y familiares se ha reunido para animar a los competidores. En una buena noche, los ganadores pueden obtener hasta NT$30.000 (US$1.200). Con tanto dinero en juego, el ambiente está más tenso de lo normal. Sin embargo, como la mayoría de los jugadores son amigos, la noche culminará con el campeón invitando a cenar a los perdedores, con frecuencia un festín de múltiples platos de mariscos. En otros lugares, las competencias se realizan a la medianoche y atraen a otro tipo de competidores. El torneo del Bowling Tunghsing atrae a personas que trabajan de nueve a cinco que juegan al bowling como pasatiempo; en cambio, las competencias de medianoche atraen a jugadores más serios, incluso algunos viven de eso. En los trescientos establecimientos para jugar al bowling que hay en la isla, se realizan a diario aproximadamente un millón de juegos. El número de bowlings ha aumentado diez veces desde 1989, ésto refleja el interés en el deporte que ha sido causado por el crecimiento del poder adquisitivo y la reciente fama de Taiwan en los círculos internacionales del bowling. Los miembros de la generación anterior jamás pudieron imaginarse esta locura por el bowling. En los años cincuenta, existían solamente dos establecimientos para jugar bowling, y ambos estaban ubicados en los exclusivos clubes para oficiales de las fuerzas armadas de los Estados Unidos. En ese entonces, los únicos residentes que podían jugar bowling era un pequeño grupo de amigos íntimos de los oficiales americanos. En 1960, se abrieron dos instalaciones públicas, pero la situación no cambió mucho. Eran demasiado costosas y solamente un pequeño circulo de familias adineradas podía jugar bowling. Los establecimientos para jugar bowling eran centros sociales de la élite (al igual que los costosísimos campos de golf de la isla hoy día) y los jugadores vestían formalmente, las mujeres usaban chipaos, y los hombres trajes. Las chicas competían por el trabajo de tanteadora, no por la paga, que era muy baja, sino porque era una oportunidad de codearse con los ricos y famosos. (Las tanteadoras manuales fueron reemplazadas por computadoras en 1988 debido al aumento de los costos laborales, y las quejas de que las chicas dejaban jugar gratuitamente a sus amigos). En los años setenta y ochenta, a medida que las familias comenzaron a disponer de mayores ingresos, más establecimientos fueron abiertos y el deporte se volvió accesible a la creciente clase media. A finales de los años ochenta, los empresarios abrieron complejos recreativos que incluían otras actividades tales como juegos de video, karaoke, pool, tenis de mesa, dardos, y cafeterías. Muchos de estos centros abren las veinticuatro horas. "Es la hora de incitar el consumo, y no el ahorro", dice Eric Cheng, Gerente General del Bowling Chungshan en Panchiao, al oeste de Taipei. "Tenemos que ofrecer diversos servicios". El bowling atrae a gente de todas las clases sociales y edades, no obstante, la edad de la mayoría de los jugadores oscila entre los veinte y treinta años. Las ligas de bowling tienen mucha popularidad entre los colegas o los clientes fijos de un bowling determinado. Aquellos que toman seriamente este deporte se reconocen fácilmente por sus bolas y bolsos de marcas famosas, sus zapatos especiales, las bandas para proteger las muñecas, y el talco para mantener sus manos secas. Estos artículos especializados se encuentran disponibles en las tiendas de artículos de bowling, que cada día aumentan en número. Cuando no hay campeonatos, los aficionados pueden mantenerse al día en este deporte, leyendo la revista mensual Chinese Bowlers Journal una edición local de la publicación original norteamericana. Esta revista fue fundada en noviembre de 1994, y contiene artículos sobre lo que acontece en este deporte en Taiwan, China continental y a nivel internacional. Esta publicación tiene más de setecientos subscriptores, y vende otros diez mil ejemplares en puestos de revistas y establecimientos para jugar el bowling. ■ -por Virginia Sheng

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