30/04/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

NUEVA INFLUENZA, VIEJA GUERRA

01/01/2010
La vacuna contra H1N1 ya se encuentra disponible para todos los ciudadanos de la isla.

Taiwan está listo para una potencial epidemia, que quizás no sea tan severa como se pensó originalmente.

El 20 de mayo, varias semanas después de que comenzara la epidemia del subtipo H1N1 del virus influenza A en ciudad de México en marzo de 2009, Taiwan registró su primer caso cuando el Centro de Comando Central para Epidemias (CECC, siglas en inglés) confirmó que la influenza había sido diagnosticada en un hombre australiano de 52 años que acababa de llegar de la ciudad de Nueva York. Al día siguiente, se descubrió que dos mujeres taiwanesas –una que llegó de Nueva York y otra de San Francisco– también habían contraído el virus. Los tres casos de H1N1 fueron detectados en la estación para el control de fiebre dentro del Aeropuerto Internacional Taoyuan de Taiwan, donde se les detectó fiebre superior a los 38 grados C. Después del control inicial, cada pasajero fue enviado al Hospital General de Taoyuan, que opera bajo el Departamento de Salud (DOH, siglas en inglés).

El 2 de julio, los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, siglas en inglés) del DOH, anunció haber detectado el virus H1N1 en especímenes recolectados de dos residentes de comunidades en Taiwan, demostrando que ya se había iniciado la transmisión de H1N1 local. El primer caso severo en un hombre de 34 años ocurrió el 17 de julio, y la primera muerte de un hombre de 39 años sucedió el 31 de julio. Eric Li-luan Chu, vice primer ministro, sustituyó a Yaung Chih-liang, ministro del DOH, como jefe del CECC a principios de septiembre cuando los estudiantes volvieron a las escuelas, donde es más común que ocurran las epidemias. A mediados de octubre, Taiwan había registrado alrededor de 360 casos de pacientes con H1N1 que fueron hospitalizados. De esos pacientes, 24 fallecieron, pero la mayoría se recuperó y están libres de complicaciones.

H1N1, comúnmente conocido como gripe porcina en algunos países, comenzó su diseminación mundial mientras las autoridades sanitarias se preocupaban por otra gripe asociada con animales, la gripe aviar. Sin embargo, el nombre de gripe porcina es un poco desorientador, porque H1N1 es una mezcla varias cepas de influenza: dos encontradas en cerdos, una encontrada en humanos y otra en aves. Los vendedores de carne de cerdo en todo el mundo se han quejado del nombre común de esta influenza e indican que el virus no puede contraerse comiendo carne de cerdo cocida. En Taiwan, la enfermedad emergente es llamada generalmente “influenza H1N1”, o simplemente la “nueva influenza”.

 

Estos alumnos de primaria en Taipei han sido instruidos a lavarse las manos frecuentemente para evitar contraer H1N1.

A pesar de la intensa difusión de los medios de comunicación, H1N1 ha resultado parecida a otros tipos de gripes más mundanas, que al igual que éstas, se disemina a través de la tos, los estornudos o tocarse la nariz o la boca con las manos contaminadas. Un paciente de H1N1 tiene síntomas similares a los que tienen la influenza común de la estación, que generalmente causa fiebre, dolor de garganta, dolor de cabeza y dolores musculares. De hecho, a pesar del alto nivel de ansiedad del público sobre la seriedad de H1N1, la gran mayoría de los que la han contraído en Taiwan se han recuperado totalmente después de desarrollar síntomas leves.

En junio, después que la Organización Mundial de la Salud (OMC) declaró una pandemia mundial, aunque leve, el CDC bajó el nivel de gravedad de la enfermedad, de la categoría más severa a la cuarta. La Ley para el Control de Enfermedades Contagiosas de Taiwan consagra cinco niveles de epidemia según los estándares tales como el número potencial de muertes, índice de infección y velocidad de transmisión. En la categoría más seria de enfermedad contagiosa del CDC se encuentran la varicela, la plaga y el Síndrome Respiratorio Agudo y Severo (SARS, siglas en inglés), que afectó gravemente a Taiwan en 2003. El nivel 1 de enfermedad contagiosa debe reportarse inmediatamente y requiere cuarentena; mientras que el nivel 4, como el caso de H1N1, requiere supervisión completa y regular de factores tales como el índice de transmisión dentro de las comunidades, la mutación genética del virus y la resistencia a medicinas antivirales.

Wu De-lon, presidente de la Asociación del Hospital de Taiwan y máximo asesor del Sistema de Cuidado Médico Chang Gung, una de las instituciones médicas más grandes en Taiwan, indica que aunque es causada por el nuevo virus, la gripe H1N1 es menos letal que la gripe estacional común, que mata a más de 5.000 personas cada año en Taiwan, y por lo tanto, no es causa de excesiva alarma. “Algunas personas se dejan llevar por el pánico fácilmente por las noticias sensacionalistas y exageradas de algunos medios de comunicación”, dice Wu. “Pero los impactos severos que advirtieron algunos académicos y expertos en la salud no se han materializado todavía”.

Yaung Chih-liang, ministro de Salud, indica que para el Gobierno, las metas principales en su gestión de la epidemia han sido construir una visión completa del impacto de H1N1, incluyendo el índice de infección y el lugar donde ocurren, así como darle al público acceso a la información precisa y transparente. “Lo más difícil es desarrollar medidas de control bien equilibradas”, dice Yaung. “Por un lado, no podemos permitir que se subestimen los riesgos de infección; y por el otro, tampoco tenemos que tratarlo como un enemigo horrible y causar pánico entre el público en general”.

Asimismo, Yaung no cree que los estudiantes deberían dejar de ir a la escuela en escala nacional. Actualmente, según las directrices para las escuelas, desde jardines de infancia hasta escuelas secundarias, el Gobierno ha instituido la política “tres-dos-cinco”, según la cual, si dos o más estudiantes en una misma clase son diagnosticados con H1N1 en un período de tres días, esa clase debe suspenderse durante cinco días, incluyendo los fines de semana y días feriados. Según el Ministerio de Educación, a mediados de octubre alrededor de 460 clases en 285 escuelas fueron suspendidas; lo que equivale al 0,3 por ciento de todas las clases. En cuanto a los colegios y universidades, menos del 0,1 por ciento de las clases han sido suspendidas.

Clínicas designadas para la gripe

Para los hospitales miembros de su asociación, Wu dice que el logro más importante del sistema de control es identificar a los pacientes con H1N1, cuya enfermedad tiende a empeorar con el tiempo, en lugar de mejorar. Por suerte, según el DOH, hay alrededor de 3.000 clínicas designadas para tratar la gripe en el país, lo que eleva las posibilidades de que los profesionales médicos entrenados en enfermedades infecciosas sean capaces de identificar los casos serios. “Con la disponibilidad de estas clínicas en los vecindarios, la gente no tiene que ir a un hospital grande para el tratamiento inicial de la gripe”, dice Yaung.

 

Chang Shan-chwen, izquierda, vice ministro de salud; y Kuo Hsu-sung, director, del Centro para el Control de Enfermedades Contagiosas, participan en una conferencia de prensa sobre el virus H1N1 el 29 de agosto del 2009.

El Ministro confía en la habilidad del programa del Seguro Nacional de Salud (NHI, siglas en inglés) para supervisar la diseminación de H1N1. El sistema universal de salud se inició en 1995, y a pesar de algunas dificultades financieras, cubre actualmente a casi toda la población. “Ir al médico no es un problema para nuestros ciudadanos”, dice Yaung, “y la medicina [para H1N1] está lista para ser usada”.

A principios de septiembre, el DOH comenzó a sacar 250.000 dosis del medicamento antivírico Tamiflu, que fueron adquiridas de la compañía farmacéutica suiza Hoffmann-La Roche Ltd. para tratar a los pacientes en las primeras etapas de la infección de H1N1. Tamiflu fue distribuido a los gobiernos locales y las clínicas designadas por las autoridades sanitarias según la cantidad de habitantes. Como Tamiflu fue incluido por el programa NHI a mediados de agosto, ha habido un aumento en la demanda de la medicina. Para prevenir el acaparamiento, el CDC ha ordenado que las clínicas deben pagar por la medicina en efectivo dentro de un período de tres meses y no pueden devolver los suministros no utilizados. Además, el CDC ha comprado otros 2,68 millones de dosis de Tamiflu de Roche que serán entregadas a finales de año.

La decisión de DOH de distribuir Tamiflu a las unidades médicas en el nivel más popular, tuvo una buena acogida de Chen Chien-jen, ex ministro de Salud y distinguido investigador en el Centro de Investigación Genómica de la Academia Sínica en Taipei. El epidemiólogo indica que cuando se detecta rápidamente H1N1, especialmente en pacientes con síntomas leves y contagio suave, es mucho más efectivo usar antivíricos como Tamiflu, que esperar y tratarlos posteriormente con otros medios si el caso empeora. Chen espera que haya suficiente medicina para suministrar a cada paciente de nueva influenza dentro de las primeras “48 horas doradas”, que es cuando la medicina es más efectiva. “De esa manera podemos esperar pacientemente por una vacuna”, dice.

Vacuna doméstica

En sus preparativos del H1N1, Taiwan se ha ajustado a los estándares de la OMC a través de su recién descubierta capacidad de producir vacunas. Además de las cinco millones de dosis de vacuna H1N1 compradas de la compañía farmacéutica suiza Novartis International AG, se hizo un pedido de 10 millones de dosis de Adimmune Corp., un fabricante doméstico de vacunas con sede en el Distrito de Taichung, centro de Taiwan. Las pruebas clínicas en humanos de la vacuna de Adimmune estaban programadas para concluir en noviembre.

 

Yaung Chih-liang, ministro del Departamento de Salud (Huang Chung-hsin)

El período de vacunación contra H1N1, con productos de Novartis o Adimmune, se inició en Taiwan en noviembre, y su administración se llevó a cabo conforme al orden establecido por DOH, que dio prioridad a ciertos grupos por ocupación o edad. Los supervivientes del desastre causado por el tifón Morador y el personal médico y de control de enfermedades contagiosas tuvieron la prioridad; seguido de los niños de seis meses a un año; mujeres embarazadas; niños en edad preescolar; mayores de 7 años con enfermedades o lesiones importantes; estudiantes de escuela primaria de 7 a 12 años; estudiantes de escuela secundaria de 13 a 15 años; estudiantes de secundaria de 16 a 18 años; las personas de 19 a 24 años; mayores de 25 años con ciertas enfermedades graves, tales como diabetes y enfermedad cardiovascular, pulmonar, de hígado y riñón; las personas de 25 a 49 años; personas de 50 a 64 años; y mayores de 65 años.

Las vacunas, que son administradas gratuitamente, estarán disponibles hasta febrero de 2010. La Asociación de Hospitales de Taiwan y la Asociación Médica de Taiwan han prometido ayudar a promover la campaña de vacunación para contrarrestar la diseminación de la enfermedad. Según una encuesta publicada por CECC a principios de octubre, el 60 por ciento de los encuestados dijeron estar dispuestos a ser vacunados; mientras que el 17 por ciento señaló que lo consideraría. Yaung, ministro del DOH, indica que, así como el programa NHI, todas las medidas gubernamentales para contener el H1N1 abarcan no sólo a todos los ciudadanos de Taiwan, sino también a todos los residentes legales. Aunque el número de vacunas compradas no es suficiente para inocular a los 23 millones de habitantes de Taiwan, algunas autoridades locales de la salud creen que el programa producirá el efecto de inmunidad colectiva, ayudando a proteger a los que no se vacunen.

Al mismo tiempo que empezó la distribución de Tamiflu en septiembre de 2009, el CECC ordenó que 2 millones de mascarillas fueran suministradas a las tiendas convenientes alrededor de Taiwan a un precio de NT$6 (US$0,18) cada una, después del primer envío de mascarillas en mayo. En general, las mascarillas no resultan muy efectivas para prevenir el H1N1, para aquellos que ya lo han contraído, las mascarillas actúan como una barrera a la hora de toser y estornudar, evitando que gotitas infectadas sean expulsadas al aire –uno de los principales vectores de transmisión. Yaung dice que los programas de distribución de CECC están diseñados para facilitar la circulación de las mascarillas, como es el caso de las medicinas antivíricas, a través de mecanismos de mercadeo regulares para que los vendedores no vacilen en poner sus suministros a la disposición de los consumidores. Según una encuesta realizada por CECC, alrededor del 80 por ciento de los encuestados había comprado mascarillas a principios de octubre de 2009, y el otro 20 por ciento estaba conformado por personas de menos recursos. Gracias a la cooperación con las autoridades locales para los asuntos civiles, cada hogar de bajos ingresos recibió gratuitamente una caja de 50 mascarillas en noviembre pasado.

Igualmente, la encuesta del CECC mostró  que la gente sabe bien cómo prevenir la diseminación de H1N1. Entre otras cosas, más del 90 por ciento de los encuestados estaban al tanto de los métodos apropiados para evitar la infección, entre ellos, lavarse las manos con frecuencia, no tocarse los ojos ni la nariz con las manos y las maneras de buscar asistencia médica. Más del 90 por ciento de los encuestados también sabía cómo evitar la transmisión de H1N1 –guardar reposo en casa si está enfermo, tomar las medicinas como indica el médico y utilizar una mascarilla en lugares públicos. Yaung cree que el conocimiento y la actitud flexible de los taiwaneses son armas efectivas en contra de una posible epidemia. “Los virus son una fuerza de la naturaleza”, dice el Ministro. “Son otro de los numerosos problemas que los humanos tenemos que superar usando nuestra inteligencia a fin de lograr una existencia sostenible”.

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