03/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Simplificación de la política farmacéutica

01/07/1990
La evolución de los farmacéuticos chinos tiene sus orígenes en la historia de "Shen Nung probando cien clases de hierbas", (Shen Nung fue un gobernante legendario en el siglo XXVII a.C. que más tarde fue deificado como el dios de la medicina). Sea cual fuera su origen, las pruebas arqueológicas demuestran que durante milenios, los medicamentos chinos derivan de una amplia variedad de fuentes de procedencia animal, vege­tal y mineral.

Esta tradicional farmacopea ha sido enriquecida por la moderna tecnología farmacéutica introducida en China durante el siglo pasado. Desde entonces los médicos empezaron a usar componentes químicamente sintetizados y sustancias naturales purificadas por medio de la tec­nología avanzada. Hoy en día, hasta los medicamentos que han sido desarro­llados por la ingeniería genética se están prescribiendo y mezclando con otros me­dicamentos occidentales. Aunque los medicamentos naturales siempre han sido parte del desarrollo farmacéutico, tanto en China como en Occidente, el or­gullo que siente el pueblo chino por su rica herencia cultural ha marcado una di­ferencia entre los medicamentos chinos y los occidentales. Los mismos senti­mientos han tenido su influencia en la le­gislación de la República de China respecto a la medicina, en concreto, la Ley Reguladora de Medicamentos y Firmas Farmacéuticas.

El Departamento de Sanidad (DS) dependiente del Yuan Ejecutivo, es la institución del Gobierno central respon­sable por la administración de los pro­ductos farmacéuticos en la República de China. Su Buró de Medicamentos expide permisos para la manufactura, importación, exporta­ción y venta de medicamentos e instru­mentos terapéuticos, además de tener funciones de supervisar farmacias y el personal que trabaja en ellas. El Buró de Control de Enfermedades se encarga de la inmunización y las vacunas; mientras que los Laboratorios Nacionales de Ali­mentos y Medicamentos, se responsabi­lizan por los recursos primarios de ali­mentación del país y el análisis de pro­ductos farmacéuticos. El Instituto Nacio­nal de Medicina Preventiva tiene bajo su responsabilidad el manufacturar y sumi­nistrar algunas vacunas y el Buró de Nar­cóticos regula la manufactura, el sumi­nistro y la administración de narcóticos y medicamentos especiales.

A nivel de los gobiernos locales, los Departamentos de Sanidad bajo el go­bierno provincial de Taiwan, los munici­pios, las ciudades a nivel provincial, con­dados y los Ayuntamientos a nivel de condado son responsables por la admi­nistración de la salud pública y la regula­ción de farmaceutas y productos farma­céuticos dentro de su jurisdicción.

Los farmacéuticos profesionales en la República de china trabajan principal­mente en farmacias con licencias, hospi­tales, firmas manufactureras de fár­macos, ventas de medicamentos, insti­tutos educativos y de investigación, así como las instituciones administrativas de este campo. Estos profesionales, se pueden clasificar en farmacéuticos y far­macéuticos asistentes. Los farmacéuticos tienen que ser graduados de la universi­dad, mientras que los farmacéuticos asis­tentes tienen que completar tres años de estudios farmacológicos en una de las di­versas escuelas superiores vocacionales.

Se requiere que los graduados en las dos categorías académicas aprueben un examen de calificación realizado por el Yuan de Exámenes. A los aprobados se les confieren certificados y licencias para practicar esta profesión.

De casi cerca de 1.000 graduados universitarios en farmacología cada año, un promedio del 70% pueden pasar este examen de calificación. Los farmacéu­ticos tienen la obligación de asociarse a la Unión de Farmacéuticos en el área en donde ejercen su profesión y registrarse con las autoridades locales de la salud. Taiwan tiene aproximadamente 22.000 farmacéuticos y farmacéuticos asistentes, lo cual significa que existe un farmacéu­tico para cada 1.600 personas. Esta cifra ya ha excedido el número requerido para el año 2.000, por lo tanto es necesario hacer algo para equilibrar su oferta y demanda.

Con el fin de hacer frente a este pro­blema de exceso de oferta, la formación farmacéutica en las Facultades ya no se promueve con el mismo énfasis que antes, y el número de farmacéuticos asis­tentes que ejercen la profesión será de­terminado por el Yuan de Exámenes. Pero una vez que estos exámenes de cali­ficación dejen de realizarse en un futuro cercano, inevitablemente ocasionará una regulación en la oferta. Casi la mayo­ría de los 10.000 farmacéuticos asistentes ya están trabajando en sus propias farmacias.

La Ley Farmacéutica y la Ley Regu­ladora de Medicamentos y Firmas Far­macéuticas, son las principales norma­tivas que cubren este campo. La primera también sirve de referencia para los far­macéuticos asistentes y establece los de­talles acerca de calificaciones, derechos y obligaciones de los farmacéuticos y far­macéuticos asistentes, así como la orien­tación sobre la medicina china y los me­dicamentos occidentales.

Los fabricantes de ingredientes far­macológicos de la República de China se encuentran todavía en las etapas inci­pientes de desarrollo. Alrededor de 40 fabricantes pueden sintetizar un total de 300 ingredientes farmacológicos. Al­gunos de ellos se exportan en grandes cantidades, aunque el valor de su expor­tación sólo representa una proporción extremadamente baja de las exporta­ciones totales del país. La investigación farmacéutica también se halla en una etapa inicial. No se han desarrollado nuevos fármacos porque los fabricantes tienen una pequeña escala de opera­ciones, poca o inadecuada inversión en la investigación y desarrollo y falta de apoyo relacionado, tal como la investiga­ción farmacéutica exterior.

El Ministerio de Economía, el Con­sejo Nacional de Ciencias, el DS y la in­dustria farmacéutica, se han unido re­cientemente para trazar políticas que sirvan para promover el desarrollo de la tecnología farmacéutica. Se espera que esta tecnología pueda tener una mayor importancia, tal como la tecnología de computación, en la República de China en un futuro cercano. Para este fin, tanto el Gobierno, como la industria misma han tomado medidas para cultivar ta­lentos, estudiar áreas de enfoque y prepa­rar revisiones a las leyes y regulaciones correspondientes.

Existen cerca de 250 firmas farma­céuticas en Taiwan y aproximadamente 40 de ellas son sucursales de compañías internacionales con sede principalmente en Estados Unidos y Japón. Con el fin de mejorar la calidad y tecnologías farma­céuticas en conjunto, el Ministerio de Asuntos Económicos y el DS promulga­ron en mayo de 1982 unas regulaciones sobre las normas manufactureras de buena calidad llamadas el sistema GMP. Esta disposición administrativa ha redu­cido el número de las firmas que prepa­ran medicamentos para el mercado de más de 480 que habían anteriormente a las 250 que existen actualmente, de modo que las firmas farmacéuticas exis­tentes tengan que elevar la calidad de sus equipamientos, el personal y la gerencia de conformidad con las regulaciones. Con la completa implementación del GMP e inspecciones regulares de las ins­talaciones manufactureras de medica­mentos se espera poder garantizar la cali­dad de los productos farmacéuticos.

En Taiwan sólo se manufacturan los medicamentos genéricos. Para garantizar que los medicamentos genéricos sean tan efectivos como los manufacturados por la firma que los desarrolló en un prin­cipio, el DS anunció en noviembre de 1988 un requisito para la bioequivalencia y biodisponibilidad de los medicamentos. El Departamento también ha establecido una norma requiriendo que los medica­mentos específicos que tengan que pasar las pruebas de bioequivalencia antes de ser importados, embalados y vendidos. Esta ley ha abierto el paso más impor­tante hacia la regulación farmacéutica desde que el GMP fuera institucionali­zado.

Los consumidores de Taiwan, gastan anualmente unos US$850 mi­llones en productos farmacéuticos, casi la mitad de los medicamentos vendidos aquí son importados con la autorización del DS. Los proveedores de medica­mentos para el mercado de Taiwan se encuentran en todas las partes del mundo, incluyendo los Estados Unidos, Japón, Inglaterra, Alemania, Francia y otros im­portantes países industrializados.

Ha habido una creciente atención pú­blica hacia el precio de los fármacos en el mercado local. En la ausencia de una po­lítica de precios fijos, los precios son arbi­trariamente determinados por acuerdos entre las firmas farmacéuticas y los hos­pitales. Como consecuencia, lo hospitales pagan generosamente por algunos medicamentos genéricos que deberían venderse a menor precio. Por otro lado, los precios de los medicamentos impor­tados están controlados por medio de un abierto sistema de comercio, el cual impide un monopolio local de las agencias representativas de firmas farmacéu­ticas extranjeras en cuanto a los pro­ductos de su firma.

Esta medida, ha contribuido a bajar el precio a través de competencia, pero algunos proveedores no han suminis­trado productos de calidad estable, cre­ando dificultades en la regulación de me­dicamentos y complicando las estrategias de promoción de las firmas farmacéu­ticas. En el plano nacional, la competi­ción intensa ha abaratado los precios de los medicamentos genéricos, por lo que la ganancia de las firmas farmacéuticas han quedado disminuidas y les es difícil acumular capital para la investigación y el desarrollo. Eso explica, por lo menos parcialmente, porqué no se han desarro­llado nuevos fármacos en Taiwan.

Los medicamentos importados o ma­nufacturados por firmas que original­mente los desarrollaron son los que más se usan en los grandes hospitales, tanto en los públicos, como en los centros de asistencia médica; mientras en los hospi­tales más pequeños y clínicas privadas, se usan habitualmente los medicamentos genéricos fabricados en el país. Aunque Taiwan sólo tiene una poblacíón de 20 millones, los imnumerables proveedores y la gran variedad de medicamentos han intensificado la competencia en el mer­cado farmacéutico.

La mayoría de los farmacéuticos pro­fesionales ejercen en hospitales y farma­cias con licencia. En el pasado, los hospi­tales en la República de China seguían un lineamiento más convencional en su servicio farmacéutico. Los farmacéu­ticos, siguiendo las prescripciones de los médicos enviaban los medicamentos pre­parados a los pacientes o sus tutores y despachaban medicamentos en gran can­tidad para las prescripciones especiales. El enfoque del tratamiento médico sobre el paciente, ahora ha cambiado. Los miembros del personal médico, en la actualidad trabajan juntos como los far­macéuticos para elevar la calidad y eficiencia de sus servicios al paciente.

A través de los esfuerzos pilotos del Hospital de la Universidad Nacional de Taiwan (NTUH) hace 10 años, los grandes hospitales empezaron a adoptar el sistema de despacho unidad-dosis, lo que permite a los farmacéuticos adquirir una nueva percepción sobre las reac­ciones de los pacientes hacia los medica­mentos, y hace más efectivo y seguro el tratamiento médico. Lo farmacéuticos también han venido encargándose poco a poco de las mezclas intravenosa y con­secuentemente el nivel de contagio tam­bién se ha reducido. Más aún, los hospi­tales han procurado hacer accesibles las informaciones más actualizadas sobre el desarrollo farmacéutico para los médicos y enfermeras, permitiéndoles conocer la potencia y los efectos ecundarios de los nuevos fármacos con la asistencia de los farmacéuticos residentes. Se está promo­viendo activamente el sistema de farmacia-clínica con buenos resultados, el cual ha logrado unir a los fermaceú­ticos con el personal médico y hace po­sible prescribir el mejor medicamento disponible para los pacientes.

Estos nuevos desarrollos, han contri­buido a una revisión en la educación far­macológica. Se están dando créditos ahora en anatomía, patología, biofarma­cología, farmacología genética y farmacia clínica. Con el objeto de asegurar que los hospitales continuen mejorando sus servicios farmacéutico, en 1987 el DS empezó a incluir una inspección de servi­cios farmacéuticos en su evaluación de los hospitales. Por este motivo se han es­tablecido los patrones farmacéuticos en los centros médicos, así como en los hos­pitales locales y regionales, al tiempo que el número y calificaciones del perso­nal farmacéutico y las facilidades y servi­cios farmacéuticos también han de ser te­nidos en cuenta en la evaluación.

Desde Europa y los Estados Unidos, frecuentemente vienen gran número de pacientes que visitan los hospitales en la República de China. La mayoría de ellos prefieren visitar los grandes hospitales con mejores facilidades que puedan aten­der todo tipo de problemas, evitando así las molestias que ocasiona el traslado de los expedientes médicos. Un gran hospital tal como el Hospital General de Vete­ranos, tiene el récord de haber atendido a más de 6.000 pacientes en un sólo día.

Las farmacias de los hospitales tienen un ritmo de trabajo extremada­mente intenso. Casi todos los pacientes obtienen su medicina en el hospital porque el tratamiento médico y el medi­camento no se pueden separar y es im­portante que el despacho de medica­mento sea eficiente y exacto. Hace una década no era de extrañar que los pa­cientes tuvieran que esperar más de una hora para conseguir su medicina en las horas más congestionadas, pero en años recientes, el tiempo de espera se ha redu­cido a no más de 15 minutos en la mayo­ría de los hospitales. El tiempo de espera de los pacientes para conseguir sus medicamento prescriptos también es consi­derado como un servicio que ofrece el hospital.

Los procedimientos del trabajo far­macéutico en la mayoría de los hospitales están ahora computarizados con el fin de incrementar la eficiencia. En el Hospital de la Universidad Nacional de Taiwan, por ejemplo, un médico facultativo pasa su prescripción a una terminal de la com­putadora después de diagnosticar al pa­ciente. La prescripción es trasmitida inmediatamente a la farmacia, y los pa­cientes reciben una nota impresa de las medicinas prescriptas y sus precios co­rrespondientes. Antes de que el paciente llegue a la farmacia, la medicina normal­mente está lista para recogerse.

En un recorrido a pie a través de las calles de las ciudades de Taiwan se en­cuentran farmacias por todas partes. Al­gunas de ellas contratan a farmacéuticos de tiempo completo, mientras que otras son administradas por sus propietarios que arriendan la licencia de los farmacéu­ticos. Por dos razones principales, pocas farmacias son manejadas por farmacéuticos de tiempo completo. La primera razón se puede remontar hasta 40 años atrás, cuando a los farmacéuticos profe­sionales se les permitía ejercer y manejar sus farmacias durante ciertas horas del día para paliar el problema de escasez de farmacéuticos en aquella época. La se­gunda razón es que el tratamiento médico y la farmacia no han sido sepa­rados y pocas prescripciones se pasan a las farmacias con licencia para la prepara­ción de medicamentos porque el trabajo lo hacen los mismos médicos.

Las imnumerables farmacias y el per­sonal farmacéutico en Taiwan con califi­caciones ampliamente variables han difi­cultado la regulación farmacéutica. Las oportunidades de supervivencia para las farmacias con licencias depende de la venta irregular de los productos farmacéuticos que no requieren la prescripción del médico facultativo. Afortunada­mente, la venta de los estupefacientes han estado bajo estricto control y con pe­nalidades legales muy severas en caso de abuso.

En vista de la intención del Gobierno de establecer un programa nacional de seguro de salud, y a raíz de la expansión de las políticas de seguro para los trabaja­dores, agricultores y funcionarios del Gobierno, cada vez son menos los con­sumidores que están dispuestos a gastar su dinero en comprar la medicina en las farmacias con licencia, las cuales están pasando ineludiblemente por malos tiempos, sobre todo en las áreas rurales. Tanto el Gobierno como los farmacéu­ticos se enfrentan actualmente a un desa­fío en determinar cómo lograr la escala y método de operación adecuados para las farmacias con licencia.

El desarrollo farmacéutico en Taiwan, se encuentra en una importante etapa de transición. Los organismos re­guladores de fármacos e instituciones educativas deben esforzarse contra viento y marea para esbozar estrategias que satisfagan la sociedad y utilizar las nuevas tecnologías. Al mismo tiempo, la industria farmacéutica debe recobrar su ritmo de desarrollo para que no se quede a la zaga de los otros sectores en la eco­nomía, y las firmas farmacéuticas deben ajustarse a las restricciones que imponen las políticas de seguro de salud. Si se su­peran estas dificultades, junto con al­gunas terquedades y problemas tradicio­nales en la medicina china, la profesión médica y farmacéutica terminarán en­ contrando medios efectivos para trabajar conjuntamente al servicio de los pa­cientes de Taiwan. -Dr. Chen Rhei-lung (陳瑞龍), profesor de la Facultad de Far­macia de la Universidad Nacional de Taiwan en Taipei.

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