06/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Procurando mejor calidad

01/09/1990
En septiembre de 1962, la Empresa de Televisión de Taiwan (TTV) inauguró una fábrica para producir aparatos de TV, anticipando la primera transmisión de TV comercial en la isla. La TTV, en cooperación con tres compañías japo­nesas, produjo solamente 4.500 aparatos en 1962. Los residentes de Taipei hicie­ron largas colas en frente a la fábrica para tratar de adquirir uno de ellos. En una ce­remonia el 10 de octubre del mismo año, Madam Chiang Kai-shek apretó el botón en los estudios de la TTV para ini­ciar oficialmente la historia de la televi­sión en Taiwan. Los vecinos, amigos y familiares se congregaron en torno a las pocas familias afortunadas que lograron tener un televisor y compartieron por primera vez esta maravilla de la tecnolo­gía occidental.

Desde entonces, el escenario local de la televisión ha pasado por un largo trayecto. El ingreso bruto de la industria de la televisión alcanzó el año pasado un total de casi US$390 millones y acorde con las estadísticas de 1990, existen ahora más de 5 millones de aparatos de TV en color en Taiwan. Esto da un pro­medio de más de un televisor por familia. La televisión se ha convertido en parte integral del estilo de vida de los 20 mi­llones de residentes de Taiwan y consti­tuye su principal fuente de información y entretenimiento. Muchas personas no leen el periódico diariamente, pero pocos dejan de ver los telenoticieros de la noche. Y una gran parte del entreteni­miento del público se enfoca en la TV, en vez del cine, los eventos deportivos o las exhibiciones y actuaciones culturales.

La primera transmisión de la TTV fue solamente un pequeño paso inicial para la industria de la televisión. Inicial­mente, sólo la parte norte de la isla reci­bía las transmisiones en VHF que emitía el transmisor de 5.000 vatios de la esta­ción. En 1965, la TTV montó varias repe­tidoras en el centro y sur de Taiwan, y prácticamente todos pueden recibir las señales. La estación tuvo un monopolio de las transmisiones en TV durante siete años, hasta que la Compañía de Televi­sión de China (CTV) inauguró una se­gunda estación VHF, que comenzó a transmitir en octubre de 1969. Un tercera estación, el Sistema chino de Televisión (CTS) , entró en el aire dos años después. No se han establecido más estaciones en VHF desde entonces debido a que los lí­deres del Gobierno consideran que las tres estaciones son adecuadas para satisfacer las necesidades del momento.

Los primeros días de la televisión es­tuvieron plagados de instalaciones inade­cuadas, personal no capacitado y limita­ciones financieras. Cuando la TTV entró en el aire por primera vez, el ingreso per cápita real de Taiwan era aproximada­mente una séptima parte del actual. Los ingresos por anuncios comerciales eran limitados, al igual que los fondos para es­tudios y equipos. Al inicio, la estación estaba en el aire por sólo cinco horas dia­rias. Los primeros programas incluyeron espectáculos de variedades, noticieros, telenovelas, ópera de Pekín, programas infantiles y variados programas artísticos y educativos. Hasta fines de 1969, las transmisiones eran totalmente en blanco y negro.

Al principio, la estación tuvo dificul­tades en conseguir personas que sirvie­ran como animadores de espectáculos y actuasen en los dramas. El primer grupo fue formado con personal del círculo existente de locutores de radio, actores del cine y actores del escenario; pero los mismos raramente servían para la TV. Los locutores de radio tenían buena voz, pero no sabían cómo actuar frente a la cámara. Los actores del cine sabían cómo actuar, pero tenían poca experien­cia vocal, ya que las películas en Taiwan son dobladas después de la filmación. Y los actores de escenario tenían movi­mientos exagerados y voces muy sonoras para llevar el mensaje por todo el audito­rio. El resultado de todo esto fue una ac­tuación de TV poco profesional y los pio­neros tenían que aprender durante el trabajo.

Chiang Lung-chao (姜龍昭), un pro­ductor que ha estado con la CTV desde su fundación en 1969, recuerda los pri­meros días: "Cuando la CTV entró en el aire por primera vez, tuvimos que impro­visar un escenario en un estudio de gra­bación de la Corporación Radiodifusora de China y alquilamos dos casas cercanas para que sirvieran de oficinas nuestras. Nuestras instalaciones eran tan primi­tivas que era difícil imaginarse cómo competir con la TTV, que había estado en el aire por siete años". Pero mante­niendo a los técnicos trabajando por doce a catorce horas diarias, la CTV recu­peró pronto el tiempo perdido. A menos de tres semanas de haber iniciado sus operaciones, la estación hizo una trans­misión en vivo por satélite de la histórica caminata lunar de Neil Armstrong. Un mes después, el departamento de noti­cias adquirió equipo en color, convir­tiendo a la República de China en el octavo país del mundo con instalaciones de TV en color.

Los estándares profesionales han ido mejorando en forma continua desde los primeros días, y de igual manera ha pasado con la calidad de las instalaciones de las estaciones. Las tres transmiten desde sus propios edificios de varios pisos en Taipei, con las mejores instala­ciones de grabación, transmisión y admi­nistración. El más nuevo es el complejo de la CTV en Taipei, inaugurado en 1986. Aparte de las instalaciones de transmisión y estudios completamente modernos, también tiene una "Ciudad de la TV" abierto al público de manera que la gente puede ver la producción de los programas de TV.

Las regulaciones gubernamentales que rigen sobre la televisión juegan un papel importante al orientar la madura­ción de la industria. Cuando la TTV salió al aire por primera vez, los directores de la estación redactaron sus propias regula­ciones ante la ausencia de normas guber­namentales. La estación fijó sus regula­ciones en base al código de TV de la Aso­ciación Nacional de Locutores de los EE.UU. Sin embargo, en 1967, el Go­bierno decidió que la autorregulación no era suficiente. Consecuentemente, se creó la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación, que tenía como res­ponsabilidad primaria el control de las in­dustrias de radio y televisión.

La Dirección comenzó a redactar una "Ley de radio y televisión", pero cuando se promulgó la ley en 1976, desa­ pareció la dirección y la Oficina de Infor­mación del Gobierno se hizo cargo como agencia reguladora de la industria. Es práctica común que se redacten normas detalladas para complementar la ley. Tanto la ley como las normas adicio­nales fueron revisadas en 1982 y han se­guido en efecto hasta el presente.

La ley clasifica los programas en cuatro categorías para propósito de regu­lación: noticieros y publicidad que tengan que ver con las órdenes y políticas gubernamentales; educación y cultura; servicio público; y entretenimiento. La ley exige que por lo menos la mitad de los programas de una semana no debe ser de entretenimiento, o sea, de las tres primeras categorías. Las normas comple­mentarias dan mayores detalles acerca de las definiciones y contenidos de cada tipo de programa. Por ejemplo, los programas educativos y culturales supuesta­mente deben "exaltar la cultura china, promover la educación social, comple­mentar la educación escolar y desarrollar la inteligencia y capacidades de los niños". También se supone que los pro­gramas "introducen refinamientos en la vida diaria, moral pública, formación física, higiene y educación ética".

En un esfuerzo por hacer que las re­gulaciones de la industria de TV queden más en línea con las nuevas realidades sociales y políticas, la Oficina de Informa­ción del Gobierno redactó una revisión mayor del código de producción de TV en mayo de 1990, modificando aquel emitido originalmente en 1983. A excep­ción de los programas infantiles, que per­manecen bajo un reglamento más o menos estricto, la mayor parte de las otras categorías de programas ha sido co­locada en un régimen mucho más liberal. Los cambios reflejan que el Gobierno considera que la industria de TV ha ma­durado suficientemente como para que tenga un mayor grado de autorregula­ción. Concurrentemente, los encargados de la decisión política consideran que la demanda del mercado expresada en los deseos de la teleaudiencia puede jugar un papel importante en la determinación del contenido de los programas de televisión.

Si bien los cambios en la política de regulación están ofreciendo a los produc­tores una mayor flexibilidad, hasta ahora no han ocurrido mayores cambios en la programación. Las tres estaciones trans­miten actualmente alrededor de 16 horas diarias, y las categorías de los programas han permanecido constantes: es­pectáculos de variedades, educativo y cultural, noticieros, servicio público y dramas.

La categoría de los "espectáculos de variedades" ha sido tomada casi literal­mente. Algunos espectáculos tienen un formato mixto que combina espectáculos de juegos, tiempo de aficionados, viajes, notas sobre la naturaleza y la cultura que levantan el ánimo -todo esto en una hora de programa-.

El espectáculo de variedades con música "pop" ha sido uno de los más po­pulares en la teleaudiencia local. El for­mato es poco cambiante e incluye una mezcla de conversación menuda y diá­logo humorístico entre un animador y una animadora, con inserciones de actuaciones individuales de cantantes acompa­ñados por una coreografía de danza. Debido a la preferencia de los chinos por una atmósfera "caliente y bulliciosa", las actuaciones van por lo general rode­adas por chicas que giran con borlas en mano, una intensa neblina creada artifi­cialmente, otras estrellas esperando su turno para actuar e incluso una parte del público sentado en las gradas.

Unos de los espectáculos de varie­dades más cotizados es una hora de afi­cionados que ha estado en el aire por más de dos décadas. Denominado el "Premio de las cinco luces", consiste en un tablero de puntaje donde los miembros del jurado dan de una a cinco luces para los participantes. Colegiales, así como otros músicos y cantantes afi­cionados, compiten por los premios en efectivo que ofrece el programa. Muchos contratos de grabación profesional han sido firmados con personas cuyos ta­lentos han sido descubiertos en el espectáculo.

En la categoría de los espectáculos de variedades también se incluyen a los espectáculos de juegos, muchos de ellos copiados de programas japoneses o nor­teamericanos. Los mismos van desde simples formatos de preguntas y res­puestas hasta competencias de obstácu­los. De los últimos, mucha gente en Taiwan enciende el televisor en las tardes del domingo para ver un espec­táculo donde los animadores están siempre vestido en formas excéntricas y se realizan competencias en pistas construidas sobre agua. Sorprendente­mente, a pesar de la calidad de algunos programas de TV, muchos de los tér­minos despectivos que se usan en pro­gramas de otros países no tienen un equi­valente en el idioma chino.

En la categoría de los noticieros, las transmisiones de la TTV y la CTV ofre­cen más de dos horas de noticias matu­tinas, y todas las tres estaciones ofrecen noticieros al mediodía y en la noche. Si bien el enfoque de los mismos ha sido en noticias locales, se está comenzando a expadir el alcance de los noticieros. "Re­vista de noticias" de la CTS y "Línea candente" de la TTV hacen una análisis a fondo de las noticias locales y extran­jeras más importantes. Los programas con paneles de discusión, tales como "Reunión de noticias" de la CTS, que incluye una participación del público, y "Hablando acerca de la nación" de la CTV, reunen a los expertos del país para discutir asuntos nacionales e internacio­nales de actualidad.

El reportaje de eventos deportivos es limitado, especialmente si se le com­para con la programación norteamericana al respecto. Los eventos deportivos más comunes son transmisiones de compe­tencias regionales donde participan juga­dores de Taiwan, así como juegos que se han celebrado en los EE.UU. y Europa. Los equipos deportivos tienen que buscar mucho apoyo financiero y res­paldo del público, lo cual hace que el es­cenario de las actividades deportivas sea más bien monótono. Como importante avance en la política, la TTV transmitirá en vivo los Juegos Asiático desde Pekín en septiembre de 1990.

Las tres estaciones comerciales transmiten una media hora diaria de pro­gramas de televisión pública producidos por la organización de la Televisión Pública China de Taiwan (CPTV, siglas en inglés). Una media hora adicional de pro­gramación de la CPTV se transmite en forma rotatitiva entre las tres estaciones cada siete meses. Esto continuará hasta que la televisión pública de Taiwan tenga su propia estación transmisora.

Cada una de las estaciones de televi­sión de Taiwan también transmite sema­nalmente varias series de televisión nor­teamericana, que son subtituladas en chino o incluso dobladas al mandarín. Los favoritos más reciente incluyen "El Show de Bill Cosby", "Será Justicia", "MacGyver" y "Crucero del Amor". También se transmiten películas nortea­mericanas regularmente. La mayoría de los filmes norteamericanos se dobla al mandarín, pero algunos que se proyectan bien entrada la noche son emitidos en inglés con subtítulos en chino. El año pasado se realizó un festival de películas de Alfred Hitchcock, y recientemente la CTV ha estado transmitiendo películas norteamericanas que han sido premiadas con el Oscar.

Hasta ahora, los programas más po­pulares y que dejan mejor ganancias son las telenovelas chinas que se transmiten diaria o semanalmente. Aunque siempre son tramas que descorazonan, sin em­bargo difieren de las telenovelas occiden­tales en el hecho que muchos de los temas derivan de la literatura popular, los eventos históricos, así como de adap­taciones de las novelas de artes mar­ciales. Las mismas también pueden ser bufonescas y en un estilo equivalente a la serie de los "Tres Chiflados".

Los programas semanales de la TV también difieren de aquellos de los EE.UU. en el sentido que son un drama en episodios en vez de una historia propia con los mismos personajes. Cada estación emite de tres a cuatro dramas diarios, uno de ellos en dialecto taiwanés. Tanto los programas en mandarín como en taiwanés tienen subtítulos en chino, lográndose que puedan ser entendidos por todas las personas que leen chino, así como aquellas con problema auditivos.

Las tres estaciones han tenido una política de mucho tiempo de transmitir un drama en mandarín entre 8:00 y 9:00 P.M. todos los día de semana. Según ex­plica un ejecutivo de la televisión: "Cuando a los televidentes les gusta alguna telenovela en particular, ellos generalmente sintonizan el programa todas las noches durante las seis a ocho se­manas que dura cada novela. Cuando in­tentamos transmitir un programa dife­rente cada noche, encontramos que la gente no sintonizaba tan consistente­mente como en las telenovelas".

Claro está, si un programa se arruina, esta política implica que la esta­ción corre el riesgo de perder una enorme teleaudiencia. Si una estación lanza un programa exitoso, puede exigir tarifas más altas para los anuncios comer­ciales. Más aún, es práctica común de las estaciones exigir que los anunciadores en los programas populares de tiempo cumbre también compren dos o tres es­pacios adicionales en horarios menos co­tizados. Esto ayuda a multiplicar en forma efectiva los ingresos de las esta­ciones. La competencia por una buena clasificación en la hora cumbre es in­tensa, pero las estaciones logran por lo general un acuerdo de antemano para no transmitir telenovela en forma simultánea.

En realidad, indistintamente del re­sultado del juego de los ratings, todas las estaciones de TV logran salir bien finan­cieramente hablando, gracias a un am­biente de producción muy peculiar. De acuerdo con la Ley de radio y televisión, el 70 por ciento de todos los programas deben ser producidos localmente. Pero en la realidad, el porcentaje alcanza casi el 90 por ciento. Con la excepción de los noticieros y algunos programas espe­ciales como las transmisiones en vivo de eventos deportivos y conciertos, casi todos los programas son producidos por firmas productoras contratadas por las estaciones de TV. Existen actualmente varios centenares de ellas compitiendo por contratos para hacer programas y anuncios comerciales (muchas de ellas también graban videos de matrimonios en los fines de semana para ayudar a cubrir sus gastos).

Las estaciones tienen dos vías princi­pales para contratar una productora. Esta puede encontrar anunciadores para su programa y la estación obtiene un por­centaje de las entradas por anuncios co­merciales; o la estación de TV vende su tiempo de anuncios y paga a la compañía productora por el programa. En cual­quiera de estos dos casos, la parte más importante del dinero se queda con la es­tación de TV.

Si la productora vende los anuncios, la estación toma entre el 50 al 60 por ciento de los ingresos. Existe cierto riesgo para la productora al proceder de esta forma, debido a que tiene que garan­tizar a la estación una cantidad mínima por un determinado espacio. Si los in­greso por anuncios no alcanza esa canti­dad, la productora deberá pagar la dife­rencia o el programa será cancelado. No importa lo que ocurra, las cartas están siempre a favor de la estación de TV.

Esos acuerdos de producción han sido el resultado del mercado de compra­dores que disfrutan las estaciones de TV. Para la mayoría de los programas, las productoras reciben entre US$5.000 y US$12.800 por un programa de una hora (reciben un poco más por los programas de hora cumbre). Esta cantidad es una fracción de lo que se gastaría por un programa similar en Japón o EE.UU., y apenas es suficiente para cubrir los gastos. Como resultado, las productoras se ven con frecuencia acorraladas y esto se refleja en la calidad inferior de muchos de los productos finales.

Comentando acerca de esta situa­ción, un ejecutivo de una importante es­tación de TV dice: "Todos deseamos ver que haya más dinero disponible para la producción de programas, pero la situa­ción es diferente a muchos otros lugares. La mayor parte de los programas son emitidos una sola vez, a diferencia de otros países, donde un programa es ofre­cido en varios mercados de televisión y obtiene ingresos por anuncios cada vez que sale al aire. También, los programas de EE.UU. son frecuentemente retrans­mitidos, lo cual es casi inaudito aquí. Nuestros programas virtualmente no tienen mercado de exportación, a dife­rencia del sano mercado de exportación que tienen los programas de EE.UU."

Muchos gerentes de productoras de TV creen que las estaciones son dema­siado codiciosas cuando se trata de in­gresos por publicidad. Por ejemplo, du­rante el espacio de las 9:30 P.M., diez se­gundos de anuncios cuesta alrededor de US$875. De acuerdo a la ley actual, una hora de programa de TV puede tener hasta diez minutos de anuncios comer­ciales, lo cual hace que el ingreso total por concepto de anuncios por programa alcance cerca de US$52.500.

Pero si la estación de TV se respon­sabiliza por vender los anuncios, ella so­lamente entrega a la productora alrede­dor del 20 por ciento del total para la pro­ducción del programa, lo cual no es suficiente para costear un programa de cali­dad. Con una sexta parte del tiempo dedicado a comerciales, los televidentes se ven obligados a mirar programas de cali­dad inferior y transmitidos en forma apresurada.

El gerente de una productora local manifiesta: "Con la cantidad de dinero que las estaciones obtienen con los anun­cios comerciales, ellas no reinvierten lo suficiente como para mejorar las instala­ciones o enviar personal al exterior para entrenamiento técnico avanzado. Tam­ poco están dando a las productoras lo su­ficiente como para que mejoren la calidad de sus programas". Es un hecho inne­gable que las estaciones locales están ob­teniendo jugosas ganancias. Un indicio de esto son los bonos anuales que se re­parten en el Año Nuevo chino. Las com­pañías comunes generalmente dan a sus empleados un bono equivalente a dos o tres meses de salario. Sin embargo, ¡cada estación de TV le dio a cada uno de sus empleados un bono equivalente a trece meses de salario a fines de 1989!

Algunas personas consideran que el problema de la inferior calidad de la pro­gramación en la televisión se debe al mo­nopolio que tienen las tres estaciones dentro de la industria. "Existen tres mayores diferencias entre la TV de Taiwan y otros países", indica Wu Nien-chen (吳念真), un guionista. "No te­nemos una estación de TV que sea admi­nistrada totalmente por el sector privado, no existe todavía TV por suscripción y no hay estaciones de TV pública patroci­nadas por el Gobierno, como en el caso de la NHK de Japón o la BBC de Ingla­terra. Esto limita la selección de programas".

Debido a que un porcentaje signifi­cante de las acciones de la tres esta­ciones de TV en Taiwan está controlado por el Gobierno Provincial de Taiwan (TTV) , el gobernante partido KMT (CTV) y el Ministerio de Defensa (CTS), las mismas no se hallan total­mente en el sector privado. Sin embargo, existen poca evidencias de la interferen­cia gubernamental en la administración diaria de las estaciones. Las estaciones no reciben apoyo financiero del Gobierno y dependen solamente de los in­gresos que perciben por concepto de anuncios.

Con respecto a la falta de una esta­ción de televisión pública y de TV por cable, los funcionarios de la Oficina de Información del Gobierno (GIO) indica­ron su posición al respecto a inicios del presente año. Se está preparando un pre­supuesto para la construcción de una es­tación de televisión UHF para que pueda comenzar a transmitir la TV pública. Más aún, el Director General de la OIG, Shaw Yu-ming, respondiendo a una in­terpelación en el Poder Legislativo el 3 de abril del año en curso, dijo que en un par de años, se otorgarían licencias para unas 20 estaciones de TV por cable. Si comienzan a transmitir más estaciones, el aumento de la demanda por programas de TV podría crear un mercado donde los productores podrán exigir precios más altos.

La creciente crítica pública contra el contenido de los programas de TV en Taiwan ha comenzado a tener algún impacto sobre los programadores. Un indi­cio de esto ocurrió en marzo de 1990, cuando el diario China Times patrocinó una serie de disertaciones acerca del tema: "Televisión en Taiwan: ¿Por cuánto tiempo más oportaremos?". Los profesores, críticos de cine, autores y el bien conocido legislador de oposi­ción Ju Gau-jeng criticaron fuertemente el estado actual de la industria. Las tres estaciones de TV también enviaron re­presentantes a las reuniones.

En una respuesta general a la crítica, Liu Wen-lung (劉文龍), vicepresidente de la TTV, indicó: "Todos deseamos ver que la programación local de la TV conti­nue mejorando. Pero existen varias con­sideraciones básicas. Primero, ¿la gente ve televisión para educarse o entrete­nerse? Muchas personas retornan del trabajo al hogar cansados, y encienden el televisor para reírse un poco y sacarse de la cabeza los problemas y presiones del día. Claro está, los mejores programas educan y entretienen a la vez. En cuanto a que las estaciones de TV están excesi­vamente interesadas en obtener ganan­cias, ¿dónde encuentran Uds. una estación de TV comercial que no procure au­mentar sus ganancias?"

A pesar de las críticas acerca de la ca­lidad, han surgido algunos cambios posi­tivos en el estilo y el contenido de la pro­gramación en los últimos años. Por ejemplo, "Mujer, mujer", un programa que se presenta de 9:30 a 11:30 de la noche todos los martes en la CTS ha colocado una primera piedra. El programa se orienta hacia uno de los asuntos que siempre están presentes en la sociedad -el sexo-. Paneles compuestos por hombres, mujeres o personas de ambos sexos discuten preguntas del tipo "¿Cómo reaccionaría si su cónyuge le dice súbitamente que él (o ella) desea dormir en una recámara aparte?". El programa ha tratado con preguntas acerca de la impotencia sexual las rela­ciones extramaritales de un cónyuge, y "sexo y la mujer soltera". Además de los participantes, un psicólogo o conse­jero sexual siempre participa de las discusiones.

Hubo mucho tartamudeo y sonrojo entre los participantes del programa. En la so­ciedad china tradicional, el sexo rara­mente se discute en privado, mucho menos frente a una teleaudiencia. Pero "Mujer, mujer" ha sido un adelanto en la programación de TV local, así como un modelo para deshacerse de muchos tabúes y errores tradicionales. El pro­grama obtuvo el muy cotizado Premio de la Campana Dorada como el mejor es­pectáculo de variedades de 1989.

A medida que se desarrolla la econo­mía de Taiwan, el número de ciudadanos que viajan al exterior ha crecido enorme­mente. Un deseo cada vez mayor por co­nocimientos acerca del mundo exterior ha dado lugar a un programa de viajes de­nominado "Cuán sorprendente es el mundo". Usando el formato de un es­pectáculo de juegos, el programa lleva a los espectadores a diferentes partes del mundo para explorar las diversas cos­tumbres y culturas. En los tres años que han pasado desde que salió al aire, el equipo de producción ha viajado por la mayoría de las naciones, tanto industria­lizadas como en vías del desarrollo, trayendo escenas exóticas y pocos usuales a la teleaudiencia local.

Otro programa muy aclamado dentro de la categoría de viajes es "Ocho mil millas, Nubes y Luna", un documen­tal en serie acerca de viajes por China continental dirigido por Ling Feng. Des­pués de 40 años de separación entre Taiwan y China continental, el programa de Ling le ha dado a los televidentes una apreciación visual de la historia y geogra­fía de China. Ling obtuvo el Premio de la Campana Dorada en 1989, como el mejor animador de programa cultural y educativo.

Otra reciente adición a la televisión de Taiwan ha sido un programa nocturno de conversación. Incluso se ha creado un nombre en chino para este tipo de pro­grama, "to-kou hsiu" (脫口秀), que sig­nifica literalmente "show salido de la boca". El más comentado de ellos hasta ahora es "Cita esta noche", que se trans­mite a las 10:00 P.M. todas las noches de la semana. Animada por la famosa Chang Hsiao-yen, el programa presenta discusiones con prominentes personali­dades políticas y sociales.

El espectáculo tuvo un buen co­mienzo, pero a sólo dos meses de estar en el aire, la CTS anunció que sería cancelado. Uno de los principales problemas es que la casa productora del programa se vio sobrecargada de trabajo para pro­ducirlo y las presiones condujeron a un decline en la calidad del programa. A ex­cepción de las telenovelas y los noti­cieros, casi no hay programa alguno hecho en Taiwan que se transmita diaria­mente. Actualmente se está negociando la reaparición en el aire de "Cita esta noche" como un evento semanal.

Aún cuando esos programa indican una tendencia hacia una mejor programa­ción, la televisión local tiene todavía un tramo largo que recorrer antes de que pueda satisfacer a espectadores, produc­tores y gerentes de estación con grandes espectativas y alto nivel de apreciación. Sin embargo, las recientes tendencias de la programación de TV, el continuo desa­rrollo económico e intelectual, y el anti­cipado aumento del número de esta­ciones indican que existen razones para ser optimistas acerca del futuro de la tele­visión en Taiwan. □


Léxico de Comunicaciones

AsiaSat I -Puesto en órbita geosincrónica sobre Singapur en abril de 1990. El satélite AsiaSat es parte de un consorcio tripartita entre Hong Kong, el Reino Unido y China continental. Permite la recepción de señales de TV en los hogares con un disco antena de banda C (similar al satélite europeo Astra). Puede ser usado para redes de TV por cable en la región, lo que ya se está discutiendo en Hong Kong. Esto dificultará el control de las transmisiones de TV dentro de las fronteras de las naciones del Asia Orien­tal y del Sur.

Disco de satélite de banda C ("orejas grandes") -Una antena en forma de disco con un diámetro de 2 metros o más que puede recibir los programas transmi­tidos por el INTELSAT o el AsiaSat I. En Taiwan, su uso particular es ilegal, pero está permitido para organizaciones e instituciones. Dependiendo del tamaño y la calidad, los "orejas grandes" tienen un precio que oscila entre US$1.250 a US$20.000, con modelos gi­gantes que cuestan unos US$8.000 adi­cionales. El Gobierno de la Rep. de China está estudiando un plan para lega­lizar los discos de banda C.

CTV -China Television Company. Una de las tres estaciones de TV comercial en Taiwan (ver CTS y TTV). Comenzó sus transmisiones el 31 de octubre de 1969. Está registrado como canal 3 o 9. El par­tido gobernante, Kuomintang (KMT) posee una parte significante de las ac­ciones de la compañía.

CTS -Chinese Television System (o tam­bién China Television Service). Una de las tres estaciones de TV comercial en Taiwan. Comenzó sus transmisiones el 31 de octubre de 1971. Transmite principalmente en VHF, aunque tiene pro­gramas educativos de la Universidad Nacional Libre en UHF. Ofrece clases de 6:00 a 7:00 A.M. Está registrado como canal 5 o 11. El Ministerio de Defensa posee parte significante de sus acciones.

INTELSAT -Organización Internacional de Telecomunicaciones por Satélite. Un sistema global de comunicaciones vía sa­télite, fundado en 1964. Tiene cinco saté­lites en órbita geosincrónica sobre los oceános Pacífico, Atlántico e Indico. Transmite programas de TV de la CNN y otras empresas internacionales, que pueden ser recibidos en Taiwan con un disco antena de banda C.

Disco pequeño de banda KU ("orejas pequeñas") -Una antena de televisión en forma de disco pequeño con un diá­metro entre 60 centímetros y dos metros. Acoplado a un convertidor, permite la recepción de dos canales de la NHK japonesa en televisores comunes. El costo de instalación oscila de US$440 a US$730, dependiendo de la calidad. Se estima que unas 100.000 "orejas pe­queñas" estaban en uso cuando el Go­bierno las legalizó en noviembre de 1988. Desde entonces, se han añadido otras 200.000, creciendo a un ritmo anual de 24.000 a 36.000 unidades. Los avances técnicos en esta área lograrán que muy pronto las "orejas pequeñas" hagan el trabajo de las "orejas grandes" de la banda C.

SMATV -Antena maestra de TV por sa­télite. Es un sistema que tiene una señal de TV transmitida de un satélite a una antena maestra que la retransmite a tele­visores particulares, generalmente a través de un cable coaxial. La antena ma­estra puede servir a casas particulares, un complejo habitacional o toda una comunidad.

Transposicionador -Un segmento pecu­liar de un satélite de TV que emite se­ñales de TV por separado a las antenas de satélites en tierra. Alquilando un transposicionador, una nación puede tener un satélite de TV propio para que sirva al sistema nacional de TV. El Asia­ Sat I posee 24 transposicionadores para ser alquilados a los sistemas de TV de países asiáticos.

TTV -Taiwan Television Enterprise. La primera estación comercial de TV en Taiwan, comenzó sus operaciones el 10 de octubre de 1962. Retransmite 10 mi­nutos de la CNN en inglés antes de las 7:00 A.M. Está registrado como canal 1 o 7. El Gobierno Provincial de Taiwan es importante accionista de la compañía.

UHF -Frecuencia ultra-alta. Es una banda de transmisión secundaria de TV con un alcance limitado. La recepción es generalmente inferior a la UHF en condi­ciones similares. En 1989 se liberaron para uso público dos canales de UHF. Uno de ellos, el canal 35, transmite programas de educación a distancia (CTS, de 6:00 a 7:00 A.M.). Recientemente, el Gobierno anunció que tiene planes para crear una estación de UHF con cone­xiones vía satélite como parte de las ins­talaciones de la TV pública de Taiwan.

VHF -Frecuencia muy alta. Banda de transmisión primaria de TV. Existen 49 canales de VHF disponibles en Taiwan, tres de los cuales han sido asignados a los canales de TV comercial (TTV, CTV y CTS). El resto está reservado para la defensa nacional.

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